Desperto en la mañana ya muy descansado, de hecho sus ojos no tardaron mucho en abrirse, y darse cuenta de que estaba viviendo en un nuevo lugar. Se incorporo sobre la cama y se dio cuenta del uniforme guindado sobre el perchero de la puerta, luego se levanto con pereza y se dio su tiempo para arreglarse, no había de ser muy tarde si no le habían despertado antes.
Una hora después se encontraba Sasuke en la cocina del primer piso, sentado delante de un bol con cereal, vestido con un distinguido traje negro con el logo del instituto bordado en dorado al lado izquierdo del pecho. Veía como una robusta señora preparaba el desayuno, mientras que limpiaba el mesón de la cocina.
-¿Quién es usted?- inquirió Sasuke luego de tiempo tras haberla observado, tratando de adivinar si le conocía o no.
-Yo soy el ama de llaves- le respondió sonriente mientras que seguía limpiando.
-¿Dónde está mi madre?- volvió a preguntar dándose cuenta de que era un nuevo capricho de su madre.
-¿La señora? Se fue hace como una hora, dijo que iría a trabajar en unos negocios- dijo con un toque de tristeza en su voz, considerando la vida con padres ausentes y ocupados que debía de tener aquel jovencito.
-¿Y Aniki?-
-Pues, hace un momento lo vi comiendo una galleta mientras se dormía viendo la televisión- decía dándose cuenta de la ocurrencia del mayor, riendo al decirlo.
Sasuke se quedo pensativo, entonces tendría que caminar a la escuela. Termino de desayunar y le dio las gracias a la señora, consiguió un bolso con algunos cuadernos y lápices. Anoto la dirección del colegio en una hoja y se dispuso a irse de una vez.
Se dirigió a la entrada pasando por el living, viendo a su hermano dormido sobre el sofá, su cabeza se estaba deslizando suavemente sobre una almohada, encaminada a dar contra el piso. Sasuke se dirigió hacia él y le sostuvo la cabeza, incorporándola de nuevo sobre la almohada.
-Este idiota…-exclamo suspirando, viendo la cara de tranquilidad que tenía su dormido hermano.
Salió de su casa y se dispuso a crear una nueva ruta hacia el colegio. Una vez en las puertas de hierro se abrieron, camino sin perderse hacia el instituto.
Al llegar todos los presentes se voltearon a verlo, algunos descaradamente, o con disimulo. Todos eran de apariencia elegante, casi brillaban por su propio estilo y presencia. Los uniformes de las niñas eran parecidas a los masculinos, la diferencia era la diminuta falda y el extravagante lazo rojo alrededor de sus cuellos. Algunas de ellas se encontraban reunidas en grupo, casi babeando al ver llegar al nuevo alumno.
Sasuke las vio, pero las ignoro, pasó su bolso sobre su hombro y siguió caminando. Era una escuela de elite y todo lo que veía era lujoso. Caminó hasta ver un salón con la indicación de “Control de estudios”, donde deberían informarle acerca de todas sus clases. Y sin perder más tiempo se dirigió hasta allí.
-¡Cuidado!- oyó esa advertencia cuando una mancha amarilla cayó sobre él, perdiendo el equilibrio y chocando contra el duro suelo.
-Tks…-hizo una mueca de dolor cuando sintió el impacto sobre uno de sus codos, y el peso de aquella persona le había dejado sin aire.
-L-lo siento… ¡que descuidado soy!- decía el chico aun sobre el, se había precipitado al enterarse de que iba tarde a una de sus clases, y no pudo reprimir su impulso de correr a ella, dándose cuenta muy tarde de el obstáculo en su camino. Sasuke empezó a toser, por la falta de oxigeno, y el rubio se levanto deprisa.
-¡Lo siento!, ¡Lo siento!- decía a su lado inclinándose en una reverencia desesperada.
-Arg…mi brazo…- empezó a decir tratando de incorporarse, e ignorando como podía a aquella torpe persona.
-¡Ah! ¿Te duele?- se preocupo el chico, tratando de ver que sucedía con su brazo presionando un poco.
-¡Mn! Au…- exclamo Sasuke viendo con furia al pequeño, tratando de calmar sus impulsos de matarlo, primero le hacía caer y ahora le irritaba donde se había lastimado.
-Lo siento- volvió a decir sintiéndose aun mas culpable. -¡Ah! hay que ir a la enfermería!-
-No...¡espera!- trato de decir Sasuke mientras que el extraño sujetaba sus hombros y le hacía levantar tambaleante.
-¿No te lastimaste las piernas, verdad?- le pregunto con la esperanza de que no tuviera que cargarlo hasta la enfermería.
-Estoy bien- le dijo sin mirarlo, dándose cuenta de que la gente se reunió a su alrededor al verlos caer. El rubio lo empujo por la espalda y lo llevo hasta el salón de la enfermería, aunque Sasuke le había dicho que se encontraba bien, se dio cuenta de que su brazo se había puesto sensible, y lo único que podía hacer después de lastimarlo era estar ayudarlo. Sasuke se dejo hacer, el brazo le dolía de verdad, pero no entendía por qué aquel niño todavía lo seguía fastidiando.
Se quedo a su lado mientras veía como la enfermera envolvía el brazo con una venda, solo había sido un entumecimiento que desaparecería en un rato. Le dio las gracias antes de que se fuera a buscarle una pastilla para el dolor, viendo como el moreno tenia la frente fruncida.
-¿Y tú qué?- le pregunto ya algo frustrado.
-¿Eh?, ¡Ah!, Mi nombre es Uzumaki Naruto- le dijo inclinándose delante de él, mostrándole respeto.
-¿En serio?, pensé que era algo como…DOBE- le dijo con fuerza, por su culpa su primer día de escuela se arruino, no pudo asistir a su primera clase, todos lo observaron y estaba lastimado, de verdad aquella persona era una gran molestia.
-¡No soy dobe!- le dijo incorporándose rápidamente. – ¡Además, te estoy ayudando teme malcriado!-
-Tks…-exclamo girando su rostro hacia otro lado, de verdad le frustraba tanto el pelear verbalmente de forma tan infantil, asi que solo se limito a tratar de ignorarlo.
-Jum, que carácter…-exclamo Naruto para sí mismo, debía de ser otro alumno millonario que siempre obtenía lo que quería. – ¡Ah! por cierto, ¿cuál es tu nombre?-
Sasuke sintió como se inclinaba sobre él, y su aliento rozaba contra su mejilla, se giro y vio sus enormes ojos color cielo curiosos sobre él.
-Uchiha Sasuke- le dijo calmándose, viendo como sonreía. Sus personalidades debían ser muy diferentes, pero de algún modo su enojo se estaba disipando, lo había lastimado pero, se ocupo de todo y ahora se sentía mejor. Aunque sentía cierto orgullo para darle las gracias. La enfermera había vuelto asi que respiro aliviado, tendría que retrasar su agradecimiento hasta estar preparado.
-Uchiha-san se puede quedar por un rato mas, esta pastilla te dará algo de sueño- le dijo la enfermera tendiéndole el medicamento y un vaso con agua. Sasuke se la tomo y se recostó sobre la camilla, trataría de quedarse todo el día allí, y cuando pudiera se iría directo a su casa, estaba cansado y no quería verle la cara a un profesor en esas condiciones.
-Naruto-kun, tu si tienes que asistir a clases- le dijo la enfermera sonriente a un distraído rubio. Naruto asintió con una afirmación y se despidió de Sasuke en un susurro ya que se estaba quedando dormido.
Naruto salió de la enfermería y miro el reloj de mano que tenia, ya había perdido su clase, y suspiro decepcionado, su padrino le había amenazado de castigarlo si se saltaba otra clase mas, pero tal vez si le decía lo que había pasado tocaría su punto débil y se libraría del castigo, como había hecho antes con unas cuantas mentiras. Se estiro con cansancio recordando a Sasuke, jamás lo había visto antes, de seguro era su primer día. Pensó en hacer un acto de solidaridad hacia el ya que le había arruinado el primer día y se dirigió hacia control de estudio con una sonrisa.
Sasuke despertó viendo el techo de la enfermería, y a alguien asomado sobre él con unos distintivos ojos azules.
-¿Estas despierto?- le dijo Naruto bajito. Sasuke se levanto y se puso una mano en la cabeza.
-Mm…- se quejaba Sasuke aun con sueño.
-Tranquilo, las clases ya acabaron, y fui a buscar tu horario y materias- le dijo sonriendo, mientras sacaba de su bolso unos papeles y se los entregaba. Sasuke vio los papeles y sintió vergüenza, ahora si tenía que agradecerle.
-Vamos, somos los únicos en el colegio- le dijo apresurándolo, viendo como se quedaba pensativo leyendo los papeles.
-¿Uchiha?- inquirió acercándosele, Sasuke se inclino un poco para atrás, a ese chico sí que le gustaba invadir su espacio personal. Se levanto y tomo su bolso y paso por su lado, Naruto lo vio y empezó a caminar detrás de él, pero luego corrió a su lado.
-¿En dónde vives?, ¿Te acabas de mudar?- le pregunto inclinando un poco su cabeza hacia adelante para verle mejor la cara.
-Sí, mi casa está en una residencia cercana- le dijo sin dejar de caminar.
-Um… ¿Y de dónde vienes?-
-Tokio- le dijo respondiéndole apacible, si lo acompañaba debía ser porque vivía por el mismo camino de él, y como aun seguía aturdido por la pastilla no le importo mucho que le siguiera.
-Uwa ¡Tokio!, ¡genial!- le dijo Naruto alegre como un niño. – ¡Entonces andarás conmigo para conocer todo este lugar!-
Sasuke pensó que estaba decidiendo todo él solo, pero no le importaba, la verdad necesitaba conocer donde vivía ahora. Caminaron hasta llegar a la residencia donde vivía Sasuke y Naruto se despidió de él sonriendo.
-Eh…Uzumaki- le llamo Sasuke antes de que no pudiera escucharlo, vio como se volteo hacia él y espero a la razón de su llamada.
-Gracias- le dijo sin chistar y sin remordimientos, viéndolo seriamente, tratando de parecer lo mas masculino posible tras derrotar a su orgullo.
-¡No fue nada!- le dijo Naruto levantando una mano para despedirse alegre. Sasuke se quedo asombrado, ni siquera se dio cuenta del esfuerzo que le tomo decir esa simple palabra.