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Bacon Pie (One Shot) por Diezobviedades

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Notas del fanfic:

Me he basado en la serie de televisión Creando Malvas (Pushing Daisies) MUY BASADO, vamos, que he hecho una adaptación, no sé si alguien la conoce, si no lo hace que se la vea que es AJKSDHKAJSDHAJKS <3

Notas del capitulo:

Annyeoooooong ~~ Bueno aquí traigo otro fanfiction, no pude resistirme a hacerlo porque amo con toda mi alma la serie de Criando Malvas y es que me pegaban tanto Chanyeol y Baekhyun para ser los protagonistas que me decidí completamente a adaptarlo.

Espero que os guste tanto como lo hace a mí

Por aquel entonces, en el pueblo de Bucheon, el pequeño Chanyeol tenía nueve años, veintisiete semanas, seis días y tres minutos de vida.

Su perro Digby tenía tres años, dos semanas, seis días, cinco horas y nueve minutos de vida. Y no duraría ni un minuto más. Digby iba corriendo hasta llegar a la carretera, por la que un camión justo pasaba, llevándose a Digby por delante y haciéndole saltar por los aires. Channie se acercó asustado, sin saber muy bien que había pasado y delicadamente acercó su mano al hocico de Digby y lo acarició. Al instante, el perro se levantó y siguió corriendo.

Fue entonces cuando Chanyeol supo que no era como los demás niños.  Ni como nadie más en el mundo. El pequeño Channie podía devolver la vida a las cosas muertas, tocándolas. Aquel don era un regalo, aunque hecho por nadie en particular. No tenía caja, ni instrucciones, ni garantía del  fabricante. Simplemente llegó. Las condiciones de uso no eran muy claras… pero tampoco le preocupaban.

Chanyeol estaba enamorado. Él se llamaba Baekhyun. En ese momento tenía ocho años, cuarenta y dos semanas, tres horas y dos minutos de vida. Channie no pensaba que hubiera nacido o que hubiera sido concebido de una forma natural. Él había salido de la divertida fábrica Play-Doh. En su imaginación, el pequeño Chanyeol y el niño llamado Bacon conquistaban el mundo. Siempre se disfrazaban de monstruos, creaban una pequeña ciudad con cartón, pegatinas, pinturas… Para después una vez finalizada, arrasarla cual criaturas feroces, atemorizando a los ciudadanos y aplastando todo a su paso.

Mucho después de que terminasen de jugar, el pequeño Channie seguía bajo el hechizo de Bacon, hasta que a su madre hasta que su madre sufrió un derrame cerebral y murió de repente. Chanyeol se acercó lentamente a ella y con la mano izquierda tocó el pómulo de su madre. Al instante abrió los ojos, reviviendo.

—Debí resbalar. Qué torpe. ¿Ha sonado la alarma? —Como si no hubiese pasado nada, su madre cogió el guante de cocina, fue al horno y lo abrió, sacando la deliciosa tarta que había dentro.

Pero el don del joven Chanyeol tenía un par de inconvenientes. No solo daba la vida, también la quitaba. En ese momento, mientras Channie miraba por la ventana esperando a la deliciosa tarta, el padre de Baek se desplomó.

Descubrió que sólo podía revivir a los muertos durante un minuto sin que tuviese consecuencias. Si pasaba más, otra persona moría. En el esquema universal de las cosas, Chanyeol intercambió la vida de su madre por la del padre de Baek.

—Vamos, cariño, a la cama. —La madre de Chanyeol separó las sábanas y el edredón para que se pudiese acostar.

Pero había otra cosa sobre tocar cosas muertas que él no sabía. Y lo aprendió del peor modo posible. Su madre se inclinó a darle un beso de buenas noches y al mínimo contacto de sus labios con la frente del menor cayó desplomada al suelo. Channie salió veloz de la cama y lentamente volvió a llevar su dedo a la nariz de su madre pero sin resultado. Por más toques que la dio, no revivió.

El primer toque: daba la vida. El segundo: mataba, de nuevo y para siempre.

 

“El señor me hace yacer en verdes pastos. Sabe guiarme por las aguas […]—Eran las palabras que el cura recitaba en el funeral de la madre de Channie que estaba teniendo lugar y a la misma hora que el del padre de Baekhyun.

En el entierro de sus padres, llenos de tristeza, curiosidad y hormonas, Chanyeol y un niño llamado Baekhyun se dieron su primer y único beso. Para ver después como Baek se alejaba de él para no volver a verlo.

 

 

Tras un breve periodo de luto, el padre de Chanyeol lo metió en un internado y nunca más se supo de él. Baekhyun fue acogido por sus tíos: Kris y Tao, un conocido dúo de practicantes de artes marciales, que compartía trastornos de personalidad y el gusto por una buena sandía.

Tras la muerte de su madre, Chanyeol evitó los vínculos sociales temiendo que haría si muriese alguien más a quien amase. Y se obsesionó con los pasteles.

 

Dieciséis años, treinta y cuatro semanas, un día y cincuenta y nueve minutos después, el momento conocido como ahora, Chanyeol se hizo pastelero. Aquí es donde hace sus pasteles en “The Pie Hole”. Los melocotones no se pudren, la fruta muerta madura en su mano con un sabor que perdura. Siempre que solo lo toque una vez.

 

—Cada día, elijo un pastel, concentro todo mi esfuerzo en ese pastel, porque si yo me esfuerzo, alguien más me lo recompensará, ¿y sabe qué? Al final del día, vendo más pasteles de esos que de ningún otro—Dijo Kyungsoo muy sonriente al cliente que lo atendía.

—¿Sí? ¿Y en qué pastel te has esforzado hoy? —Le dijo Jongin, el cliente en cuestión.

—En el de ruibarbo —Kyungsoo continuaba con su sonrisa.

—Pues me quedo con el de ciruela. Con helado. —Al instante esta sonrisa desapareció y enfadado se dirigió a por su pastel.

 

 

Kim Jong Inera el único que sabía el secreto del pastelero. Y así fue como se enteró:

El señor Kim, investigador privado, conoció al pastelero cuando “The Pie Hole” estaba al borde de la ruina. Iba corriendo por las azoteas persiguiendo  a un sospechoso mientras que en ese mismo instante Chanyeol sacaba la basura al callejón. Dicho sospechoso al saltar de un edificio a otro, no consiguió llegar y cayó en el mismo callejón del pastelero, golpeándose con el cubo de basura para terminar en brazos de Channie que al tocarlo, revivió del impacto.

—Hola —Dijo el muerto y salió corriendo.

Chanyeol salió detrás, debía volver a tocarlo o si no habría consecuencias. Al alcanzarlo y volverlo a tocar, el sospechoso se desplomó, terminando muerto en el suelo. Jongin lo vio todo y le propuso ser socios. Resolver asesinatos es más fácil si preguntas a la víctima quién la mató. El pastelero aceptó a regañadientes.

—Te he dicho que no les llames “zombis”. Es una falta de respeto. No van por ahí comiéndose cerebros ni mucho menos. ¿Y no muertos? Nadie quiere ser un no-algo. ¿Por qué hacer la frase negativa? Es como decir: “No lo veo mal” Di: “Que lo ves bien” —Le decía Chanyeol a Jongin enfadado.

—¿Te gusta más “muertos vivientes”? —Le dijo, ya cansado de discutir.

—O estás vivo o  estás muerto. Cuando estás muerto estás muerto. Pero cuando estás muerto y después no, estás otra vez vivo. No puedes decir: “vivos de nuevo” —Chanyeol puso ojitos tiernos a Jongin—. ¿No te suena mejor? —Chanyeol le dedicó una de sus sonrisas las cuales provocaba que uno de sus ojos se cerrase más que otro, dándole un aspecto adorable.

—Pareces un narcoléptico— Jongin seguía serio como siempre, no causaba efecto en él.

—¿Sufro de ataques repentinos de sueño de forma incontrolada y repentina? —Dijo extrañado Chanyeol.

—¿Qué era lo otro? —Preguntó duditativo.

—Necrofilo.   

—Siempre me hago un lío con palabras similares —Se encogió de hombros.

—Como yo —Kyungsoo apareció limpiando las mesas, parecía que los había escuchado —. Antes confundía masturbar con masticar —Chanyeol y Jongin dirigieron sus miradas hacia él, extrañados, como si fuese un bicho raro —. Ahora ya no lo confundo..

—¿Puedes cerrar la puerta al salir? —Le dijo Chanyeol tiernamente a Kyungsoo. Éste fue quitándose el delantal que llevaba y como le había pedido cerró al salir.

—¿Vas a aprovechar esta oportunidad o no? —Jongin volvió al asunto que le interesaba, un nuevo caso tenía entre manos —Hay una perra involucrada.

—¿Qué tipo de perra? —Chanyeol pregunto curioso.

—Será perra muerta. Cantaloupe. Van a matarla porque presuntamente mató a su dueño.

—¿Presuntamente? —entrecerró los ojos.

—Le incriminaron. Alguien puso un trozo de la víctima en su boca. —Chanyeol puso los ojos en blanco —. La familia dice que es “dócil como un gatito” —Jongin le enseñó una foto del perro para dar veracidad a sus palabras.

—¿Pero no dicen que los chow-chow suelen volverse contra sus dueños?

—Oye eso es muy racista —Le miró indignado —. Mira si la perra es inocente, es un asesinato. Y si es así, habrá una recompensa.

Los hechos eran los siguientes: Hwang Yoon Suk con treinta y nueve años, cuarenta y dos semanas, cinco días, tres horas y veintiséis minutos de vida, fue encontrado muerto a mordiscos en su oficina. Su perra, Cantaloupe, era la única testigo y sospechosa del crimen. Convencidos de su inocencia, la familia Hwang ofreció una recompensa para encontrar al asesino de veinte mil dólares. Así que Jongin y Chanyeol se presentaron en la morgue para “hablar” con el fallecido.

—¿El experto en perros? —Preguntó el forense no muy convencido y sin despegar los ojos de Chanyeol.

—Aha… —Contesto Channie.

—Ya tuvimos uno.

—Yo soy… el otro.

—Mmmhum… —Les dejó pasar, a pesar de no estar seguro de si esto era verdad o no.

—¿Qué pinta tiene? —Preguntó Jongin un poco alejado del cadáver y sin querer mirar.

—Bien, pero yo le tengo mucha tolerancia a las heridas. Así que no me hagas mucho caso —Levantaba tan solo un poco de la sábana que cubría el cuerpo inerte de la víctima y Jongin terminó acercándose y Chanyeol retiró por completo la sábana.

—Eso no son heridas, eso haría vomitar a un asesino en serie.

—No ha elegido estar así —Le justificó Channie.

—Eso no lo hace menos dramático.

—¿Para quién? —Le miró.

—Para mí. Y estoy seguro de que para él también, pero más para mí. Mejor te espero fuera—Y sin decir nada más, Jongin salió dejándolos solos.

El cadáver tenía todo un lado de la cara destrozado, con un gran boquete en su mejilla derecha e incluso le colgaba un poco de carne.

Chanyeol puso su crónometro en marcha, como hacía siempre, para no tardar nunca más de un minuto. Dedicando una pequeña mueca de asco, llevo su dedo hasta su hombro y dio un pequeño toquecito, que revivió al muerto al instante.

—Hola.

—Hola. Disculpe que le moleste señor Hwang… o Yoon Suk… ¿Como prefiere…?  —Lo dijo amablemente, cuidando sus palabras.

—Yoon.

—Yoon. Mmm… —Chanyeol llevó un dedo a su propia mejilla y lo movía de arriba a abajo—. Su estado actual…

—¿Tengo algo en la mejillaí? —Yoon le imitó llevando también su dedo al agujero que tenía en el moflete.

—No. No tiene nada de nadaí —Le contestó mirándole fijamente a su herida.

—Madito perro —Blasfemó.

—¿Cantaloupe?

—No, no. Cantaloupe es dócil como un gatito. Fue ese rottweiler. Mi secretaria incitó a su perro a que me atacara —Channie no podía evitar mirarlo sorprendido —Lleva enfadada desde la fiesta de Navidad del año pasado. Es una historia divertida, yo… —Miró su reloj y antes de que pudiera acabar, Chanyeol lo tocó y el cuerpo de Yoon calló inerte, muerto de nuevo. Le tapó rápidamente y salió donde se encontraban Jongin y el médico forense.

—¿Fue su Chow-chow? —El médico pregunto interesado.

—La secretaria. Con su rottweiler —Chanyeol le contestó convencido y nervioso por salir de allí cuanto antes. Jongin le dedicó una sonrisa al forense y Chanyeol se marcharon, ya tenían toda la información que necesitaban.

—Mmmmhum… —El forense volvió a repetir para sí.

Con su nombre limpio y libre de  la ejecución y Cantaloupe fue liberada. La secretaría y su rottweiler fueron entregados a la justicia.

 

“Una pista anónima ayudó a resolver el asesinato del empresario presuntamente atacado de muerte por su mascota. Sin embargo, la verdad es mucho más siniestra…” La presentadora narraba los sucesos en la tele del apartamento de Kyungsoo

Do Kyung Soo disfrutaba de la compañía de Digby. Siempre que Chanyeol tenía cosas que hacer se lo dejaba a él. Era el sustituto de la relación que quería con el pastelero a quien aterraban sus intentos por ligar con alguien tan desligado. Pero eso no impedía que él lo intentara.

Alguien llamó a la puerta y Kyungsoo se acercó a abrir. Era Chanyeol.

—¿Qué tal la convención? —Lo preguntó tan animado como siempre.

—Convencional. —Channie llevaba las manos en los bolsillos y se encogía como siempre y pasó dentro del apartamento de Do.

—¿Qué tal Digby?

—Neurótico. Es un perro necesitado —Cerró la puerta a su paso —. ¿Lo acaricias? Quizá si lo acariciaras no estaría tan neurótico —Kyungsoo se acercaba a Channie y le pinchaba en la barriga a lo que él respondía incómodo, haciendo que se apartase hacia atrás.

—Si pero como soy alérgico tengo que acariciarlo sin tocarle —Se sentía acorralado, Kyungsoo no dejaba de acercase y él de echarse hacia atrás.

—¿Con un palo? ¿Cómo le acaricias?

—Utilizo un palo pero es para poder manejar el guante maseajador —Tropezó con la mesita que se encontraba delante del sofá pues iba andando a tientas de espaldas, alejándose de los acercamientos de Kyungsoo.

—Un perro necesita que lo toquen —Se subió a la mesita para estar a la altura de Channie y poder mirarle fijamente a los ojos —. Todos lo necesitamos.

—Tú lo tocas. Otros lo tocan —Se puso muy nervioso.

—Es tu perro —Llevó ambas manos a las muñecas de Chanyeol, cuyas manos seguían en sus bolsillos y las posó sobre sus hombros —. ¿Alguna vez tocas algo? —Chanyeol era incapaz de mirarlo a los ojos así que solo dirigía su mirada hacia el suelo.

—Cl-claro, yo… T-t-toco muchas cosas —Lo dijo entrecortadamente y por fin pudo mirarle también a los ojos.

—¿Con cariño? —Apartó las manos de los hombros y esta vez fue Kyungsoo quién posó las suyas sobre sus hombros —. ¿Cuándo fue la última vez que te tocaron con cariño? —Sus rostros estaban muy cerca el uno del otro —. No lo recuerdo —Kyungsoo le sonrío

—¿P-puedes darme la correa de Digby? —Y tan rápido como vino su sonrisa se esfumó. De un salto bajó de la mesita y fue a buscar la correa.

Chanyeol dirigió la mirada a su perro.

—No te importa que no te toque, ¿verdad? — Digby también lo miró, como si entendiese.

Y entonces sucedió algo que lo cambió todo.

 

“El cuerpo de un joven asesinado en un crucero ha sido sacado del mar. Aún no se ha facilitado su identidad” —La presentadora volvió a relatar.

El pastelero escuchó las noticias sin percatarse de que ya no respiraba.Le obsesionaba saber el nombre del hombre que murió en alta mar. Pero no sabía por qué.

—Vale. Aquí te tienes tu correa —Kyungsoo se había vuelto a subir a la mesita y le había puesto alrededor del cuello de Chanyeol la correa de Digby, el cual no se percató y dirigió también su mirada la televisión.

El presentador volvió a relatar aquella noticia que había escuchado tantas veces: “Al no poder facilitar su nombre, poco se sabe de la víctima, que viajaba sola cuando la asesinaron a bordo del barco que regresaba de un crucero tropical entre Estados Unidos y Tahití. El capitán del barco descartó el accidente como causa, sugiriendo que la víctima había vuelto de marcha, se golpeó…”

Chanyeol estaba absorto en sus pensamientos, escuchando una vez más la noticia de este asesinato pero pronto fue sacado de ellos pues Jongin dio unos golpecitos a la ventana de la pastelería para después entrar y hablar con él mientras tomaban té.

—¿Has visto las noticias? —Preguntó Jongin mientras bebía de la taza.

—Sí. No hay nada interesante aparte del chico muerto en el barco.

—Con eso se saca una buena tajada.

—¿Ah, sí?

—Cincuenta mil de recompensa —Chanyeol lo miró sorprendido —. ¿Te interesa?

—Puede —Volvió a mirar al frente y alzó las cejas.

—Decídete rápido. Están a punto de enterrarle.

—Lo acaban de sacar del agua…

—Son judíos. Los cristianos los dejan, los judíos tienen que enterrarlos.

—¿Dónde?

—Bucheon. ¿Has estado?

—Crecí allí. Más o menos. ¿Sabes el nombre del chico muerto?

—Byun Baek Hyun —Chanyeol se quedó con la boca abierta y le vinieron flashazos de aquel niño adorable de ocho años del que estuvo enamorado. De aquel primer y único beso que se dieron.

—Bacon —Fue lo único que pudo salir de sus labios.

Chanyeol y Jongin cogieron un autobús a Bucheon. El pastelero nunca regresó después del internado. Pero no dejó de pensar en Baek ni un solo día.

—¿Conoces a ese chico? —Pregunto Jongin.

—Bueno, algo.

—Digo en sentido bíblico.

—No pienso en él desde los diez años.

—¿Pensabas en él a los diez?

—No lo sé, no me acuerdo nada de entonces—Chanyeol negaba con la cabeza y la mirada perdida, Jongin solo podía mirarlo incrédulo.

El pastelero lo recordaba todo. Los hechos fueron estos: Byun Baek hyun, a los veinticuatro años, veinticuatro semanas, tres días, once horas y cincuenta y un minutos de vida, apareció flotando en el mar poco después de que alguien lo lanzara a él. La pregunta era, ¿quién lo había tirado? Y sólo Byun Baek Hyun podría responder a eso.

Chanyeol y Jongin vestidos de traje, se dirigieron a la funeraria de Bucheon. El director de está funeraria, deseoso de aumentar sus ingresos no dudó en concederles audiencia con la difunta.

—Caballeros… —Les saludó con la mano en alto y les señaló dónde se encontraba el cuarto donde estaría el cuerpo, Jongin se la chocó dejando el dinero en dinero en ella, pagando por sus servicios y que les permitiesen verlo.

Chanyeol y Jongin entraron a la sala donde estaba el ataúd. Channie estaba un poco descompuesto y se giró a Kai.

—O-oye, te importa… ¿Podría hacerlo solo? Ya sabes, ¿por la historia personal que vivimos? —Lo miró suplicante.

—¿Quieres decirle algo personal?

—No… —Ladeó la cabeza y Jongin alzó las cejas, sin creerlo —. Quizás. P-pero solo es para cerrar una antigua historia.

—¿Dime qué historia abierta es esa? —Se acercó a él y su tono cambió por uno más provocante.

—Sólo quiero disculparme por algo —Su mirada solo podía mirar el suelo —. Una de esas tonterías que hacen los niños sin darse cuenta.

—Sí, pero antes pregúntale quién lo mató —Le recordó.

—Vale —Tragó saliva.

—Tienes un minuto.

—Lo sé —Suspiró.

—Sesenta segundos. —Volvió a repetir, dejándoselo muy claro.

—Lo sé.

—De acuerdo —Una vez seguro se dio la vuelta y salió fuera, cerrándola puerta para luego apoyarse en ella con los brazos cruzados, esperando una respuesta.

Chanyeol se giró hacia el ataúd y poco a poco camino hasta llegar a él. Posó las manos debajo de la tapa y la levantó. Solo el príncipe azul podía saber cómo se sintió el pastelero al verlo. Se pensó mucho dónde tocarlo. Los labios, muy osado. Así que apartó su dedo de allí. ¿La mejilla? La mejilla. Y lo dirigió hasta ella, dando un rápido toque al que Baekhyun respondió despertándose de golpe y agarrando a Chanyeol de la corbata, provocando que se echase hacia delante, golpeándose en la frente con el canto de la tapa del ataúd. Jongin escuchaba sorprendido al otro lado de la puerta. Baekhyuns salió del ataúd y se aferró a lo primero que pilló, una silla y la uso como objeto defensivo.

—Bacon, espera —Chanyeol intentaba disuadirle.

—¿Quién eres tú?

—¿Recuerdas a tu vecinito de cuando murió tu padre?

—¿Channie? —Chanyeol sonrió al ver que recordaba su nombre y su tick volvió a pronunciarse.

—¡Ay mi madre! ¡Hola! ¿Qué tal todo? —Baek se acercó a Chanyeol dejando la silla en el suelo.

—Bien. Estás de cine —No dejaba de mover las manos intentando que no se acercase a él —. ¿Sabes qué esta pasando ahora mismo?

—He tenido un sueño rarísimo. Alguien me asfixiaba con una bolsa de plástico.

—Es que te asfixiaron con una bolsa de plástico. Me imagino que es difícil de asumir —Metió sus manos en los bolsillos y paseó por la habitación —. Pero no sé muy bien como suavizarlo —Su mirada se desvió hacia el ataúd a lo que la de Baek también lo hizo.

—Oh… —lo miró sobresaltado —Oh…

—Solo tienes un minuto. Menos.

—¿Qué voy a hacer en menos de un minuto? —Contestó indignado.

—Puedes decirme quién te mató para que se haga justicia.

—Eso es muy, pero no lo sé —Cambió su tono por uno más desafiante y enfadado —. Fui a por hielo y se me cayó la llave del congelador y pensé: “Uy, qué tonto soy”

Mientras pensaba: “Qué era tonto” Bacon fue asfixiado con una bolsa de plástico.

—Y entonces me tocaste la cara —Terminó por recordar.

Jongin tocó la puerta.

—¿Qué pasa ahí?

—Un segundo —Gritó nervioso Chanyeol.

—¿Se acabó el tiempo? —Le dedicó una mirada piadosa.

—Lo siento…

—Bueno, gracias por llamarme Bacon. Nadie más me llama Bacon solo… Solo tú. —Esta vez le dedico una sonrisa.

—De niño, cuando vivía al lado de tu casa… estaba loc... Estaba ena... —Chanyeol miraba hacia todas partes y en ninguna en especial —. Tú... fuiste mi primer beso.

—¿Sí? Tú también fuiste el mío —Los dos sonreían sin poder mirarse por más de un segundo a los ojos —. ¿Me das el último? ¿El primero y  el último? O... ¿es muy raro?

—No es raro. Es simétrico —Y otra vez su tick salió a la superficie.

El minuto de vida de Chuck estaba llegando a su fin. Ambos estaban muy cerca. Baek con los ojos cerrados y la cabeza hacia arriba esperando que Chanyeol le diese su último beso. Los labios del pastelero llegaron tan lejos como pudieron. Pero no consiguieron ir más lejos. Y como consecuencia… El director de la funeraria tampoco fue más lejos. Se encontraba en ese momento en el baño y al pasar el minuto, simplemente, cayó muerto.

Ambos abrieron los ojos.

—Si no quieres besarme, no pasa nada. Solo pensé que quizás…

—No, sí quiero mucho —Baek se acercó más a sus labios para besarle, pero Chanyeol se echó hacia atrás —. Pero es que.... ¿y si no tienes que estar muerto?

—Pues la verdad... lo prefiero.

—Nadie puede enterarse —Le señaló el ataúd —. Métete dentro —Baek se rió y le hizo caso —. Tengo que pensar en la manera de sacarte de aquí. ¿Podrías quedarte muy quieto hasta que regrese?

—Ajá —Se colocó los brazos en cruz sobre el pecho y Chanyeol bajó la tapa y salió de la habitación para encontrarse con Jongin.

—No lo sabe digo sabía. —Le contestó antes de que si quiera llegase a preguntar.

—O sea que alguien tiró su cadáver por la borda y... ¿Por qué sudas? —Jongin le señaló.

—Hacía mucho calor ahí —Jongin seguía mirándolo fijamente —. ¿Por qué?

—Guiñas el ojo.

—¿El ojo? —Se hacía el loco, pero Jongin le señalaba desafiante.

—El ojo, lo estás guiñando. Cuando alguien esta mintiendo tiene un tick en el ojo. Mira. Como el que tú tienes ahora.

—Son los nervios. Nunca me van al estómago. Esto es como la acidez pero en el ojo —Hablaba casi sin respirar, muy nervioso —. Me quedaré al servicio religioso.

—¿En serio? —Lo miró cansado.

—Me he puesto nostálgico. ¿Sabrás llegar a la estación? —No podía evitar moverse —. Es bajando… Yo tomo otro autobús —Y andando hacia atrás sin dejar de mirar a Jongin volvió a la habitación, pero hasta que Jongin no abandonó el lugar no entró. No obstante, al entrar vio que el ataúd ya no estaba. Salió corriendo en su busca y al salir de la funeraria vio como el coche fúnebre se lo llevaba en dirección al cementerio.

Recostado en la oscuridad, Baek pensó en por qué estaba tendido en la oscuridad. Pensó en su vida pasada con sus tíos Kris y Tao. Sus trastornos de personalidad les incapacitaba para la vida social. Por ello les costaba mucho dejar su casa. Y por eso a Bacon le costaba mucho dejarles a ellos. Sirvió a la comunidad recogiendo miel para los sin techo. Nunca se alejaba de casa. Leía sobre personas que nunca sería y aventuras que nunca tendría. La vida estaba bien, hasta que un día, dejo de estarlo, Baek quería más. Pero en la agencia de viajes le dieron más de lo que esperaba,

Chanyeol consiguió alcanzar el ataúd, al cual ya estaban tapando.

—Eh, ahí hay una camioneta ardiendo.

Los celadores llevaron la mirada hacia donde Chanyeol señala y efectivamente era la suya la que estaba en llamas por lo que salieron corriendo.

—¡Dios! ¡Corre!—Gritaron al unísono.

Chanyeol se tiró al suelo en dirección al agujero que contenía el ataúd y lo abrió. Al hacerlo un sonriente Baekhyun lo miraba.

—Siento llegar tarde —le devolvió la sonrisa.

Solo la Bella durmiente podía saber cómo se sintió en ese momento Baekhyun.

Una vez estuvieron en la pasteleríaBaek fulminaba a preguntas a Channie quien se encontraba detrás de la barra mientras un atento Bacon le miraba fijamente del otro lado.

—¿No puedo darte ni un abrazo? ¿Y si lo necesitas para darte ánimos? —Estaba indignado.

—No me van los abrazos —Le calmó.

—Entonces no te han dado uno bueno. Es como una maniobra de Heimlich. Te rodean con los brazos, te aprieta fuerte y... todo tu miedo y ansiedad te salen por la boca como una bola enorme y vuelves a respirar.

—Que lo haga otro si me da un ataque o hay otra causa ajena a la emoción. Pero tú... no puedes tocarme.

—Entonces de besos ni hablamos —Le dedicó una sonrisa provocativa mientras que Chanyeol abrió los ojos sorprendido.

—Se me ha ido el santo al cielo —Una sonrisa con su característico tick volvió a brotar.

—¿Cuánto tiempo llevas planeando esto?

—¿Reencontrarnos así? No fue premeditado. No te estaba esperando. Como mucho barajaba la idea. No era una obsesión. A veces pensaba en ti, en tu vida. Un poco. Pero esto no lo pensé en serio hasta el momento en que lo hice o... en que no lo hice.

—No sabía si volverías. Y has vuelto cuando te necesitaba. Debería haber sido antes de que me mataran… —Lo miró apenado —. Pero me has salvado.

—Entiendes que no puedes volver, ¿no? —Se recostó sobre la barra —. Ni a ver a tus tíos.

—Se volverán locos sin mí, además viven en su mundo, nunca hablan con nadie.

—La gente no acepta esto. Supera a su ética. “¿Cómo es que ya no está muerto?” Sería un desastre —Hablaba apenado y Baek lo imitó.

—Oh…Bueno... Supongo que morir es una buena excusa para empezar a vivir.

Notas finales:

Y se acabó! Espero que me deis vuestra opinión y si os ha gustado o no *_________*!

Y una mención especial a mi amiga Julia que me ha ayudado y ha hecho de Beta con el Fic ~~  MUCHAS GRACIAS *____*

Xie xie por leer y todas esas cosas que se dicen. Espero que os haya gustado :D

Aquí os dejo mi tumblr y mi twitter por sí queréis seguirme o hablarme o lo que sea :D

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Byeyuuum ~~

 


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