Una triste historia de un desamor se alza en las llamas de la soledad que aun agreden en su alma su nombre escrito en sangre sobre su pecho, sujetando aquella pañoleta verde jade que tanto apreciaba porque era de él, él… su rival en batallas insignificantes del día a día, él su nakama, él que fue el primero de la tripulación y quien se regocijaba por ello y portaba ese título con tanto orgullo, algo que le sobraba y sobre todo él su amor de todo la vida, un amor que en el último momento de su tiempo fue correspondido, aquel amor que no duro más que unas horas en ese día…Ohh ese día, fatídico y trágico para la tripulación del sobrero de paja en el perderían a uno de sus nakamas y donde alguien encontraría el amor.
Un día como cualquier otro Sanji despertó temprano, se ducho y noto algo extraño al ver su reflejo el color de sus ojos volvía a su estado anterior un azul mal a su ojo izquierdo y al café obscuro a su ojo derecho se peino para el otro lado tapando su ojo azul también se quito esa barba que portaba, quedando como antes como cuando le conoció.
Preparo el desayuno recibiendo a sus damas con el teatro trillado de siempre, se comenzaba a cansar de ese absurdo vale y sus respuestas de siempre, Robin le pregunto el porqué del cambio a lo que él solo respondió un quiero que las cosas sean como antes.
Robin le miro salir de la cocina dejando todo servido un desayuno completo, notaba al cocinero extraño y melancólico sumido en la nostalgia, pero su curiosidad le inclinaba a preguntar pero el cocinero se encontraba distante de todo, la morena dejo de pensar tanto en eso cuando escucho de su alocado capitán pronuncia una frase que le dio pie a seguir pensando –Hoy Sanji esta muuuuyy raro shishishi, que le pasara… y no es solo su peinado es todo , tú qué crees Zoro?- el cual solo encogió los hombros pero a su vez le extrañaba en comportamiento del rubio pervertido, ni siquiera lo llamo marimo esa mañana solo un “Buenos Dias Zoro” cosa que no pasaba, no nunca pasaba; Robin termino de desayunar su café y demás platos que preparo el cocinero de abordo y se dispuso a buzarlo.
En otra parte del Sunny esta Sanji preocupado… el tiempo se acababa, su tiempo se acababa, el savia siempre lo supo alguien como él y mas con esas condiciones no podría estar mucho tiempo y eso lo desesperaba mucho, pero las cosas pasan por una razón contemplo el cielo como si la respuesta viniese de él.
Coloco una mano frente a él concentrándose haciendo que el agua del mar subiera formando una bola de agua, que luego manipulo hasta formar una rosa de agua, para dejarla caer de regreso al agua. Sanji savia que su vida como humano estaba por acabar, todo es tiempo lo atezoracia en su corazón por mucho tiempo, sus lagrimas comenzaron a caer y saltaban en el suelo pequeños diamantes color celeste traslucido, gemas mejor conocidas con “el lagrimas de ángel”.
Robin lo había visto todo, llevo una de sus manos a su boca por el asombró, comenzó a sacar conjeturas muy rápidamente, Sanji no era portador de la akuma no mi y era muy buen nadador por lo que eso no podía ser por ningún motivo. Se esforzó recordando buscando en su memoria algo que pudiera encajar pero nada, nada parecía tener sentido para la morena, ese poder sin una akuma no mi era imposible, verdad?
Sanji había terminado de derramar sus lagrimas y las dejo caer por la borda, serian un perfecto regalo para Nami, pero a qué precio, no estaba seguro cuando pasaría, después de pensarlo mucho tomo la decisión de confesarle su amor a Zoro a ese hombre rudo y tosco que le robo el corazón, pero primero tenía que hacer el almuerzo ese seguía su trabajo y su pación no descuidaría la alimentación de sus nakamas por nada ni por él mismo.
Entro a la cocina con mucho empreño y comenzó a preparar un banquete como quien hubiera dicho “fiesta” pero a su modo era una silenciosa despedida, se perdió en sus pensamientos pensando en los momentos que vivió con sus nakamas las incontables aventuras que tuvieron, las personas que conoció gracias a esa loca tripulación la cual era parte. Y se encontró a si mismo pensando en los ojos del peli-verde, en sus labios, deseaba más que nada por una vez poder probarlos, ya no mas mascaras… no mas ero-cook, seria sinceros con ello pero empezaría con su gran amor primero, tomo la escoba y recogió las gemas y las dejo en una bolsa con el nombre de nami, con eso alcanzaba para pagar la deuda de zoro dos veces. De modo que dejo una nota con el menaje claro de para que era y cuál era el valor estimado de cada una de ellas.
El almuerzo paso tranquilo, bueno en parte ya que Robin no quitaba la mirada del rubio como tratando de ver que escondía en esa mirada triste, pero noto algo su único ojo visible que de color café se tornaba celeste, la pelinegra se tallo los ojos y enfoco bien la vista, muy a su pesar solo era su imaginación después de todo solo logro dar con una fabula, de que un ángel con el poder de dios se hiso humano para poder sentir, sufrir y amar como tal, historia triste que termina en tragedia ya que al final el ángel es regresado al cielo por dos dragones que lo custodiaba.
Zoro pasaba a la cocina por un poco de zake para seguir con su entrenamiento –Hoooi, ero-cook tienes sake?- pregunto mientras rebuscaba en los gabeteros, se extraño de no recibir respuesta de por parte del cocinero, con un ceja arqueada y muy extrañado miro como sanji estaba tensó casi paralizado –que pasa ero-cook, no me digas que después de estos dos años ahora de doy miedo? Hee… te me volviste gallina?- Zoro hacia todo esfuerzo por que el rubio le protestara o le contestar pero nada solo, logro que este comenzará a temblar, ya se esperaba lo peor una patada o que le lanzara un cuchillo, pero nada… lo tomo de la mano y lo boteó hacia él –Pero que te pas- no puedo termina la oración, fue lo único que pudo decir al vero los ojos azul cielo que tenía el cocinero, hasta donde savia sanji tenía los ojos de otro color, pero ese azul cielo le quedaba como si fueran de él y pudo ver como de ellos caían pequeñas piedrecillas redondas de bonito color. –Sanji? Estas bien?- el menor solo pudo abrir los ojos lo mas que pudo y se abrazo a zoro dejándolo desconcertado por tal acción –Sanji, me estas asustando…- trataba de hablar con el cocinero pero este seguía llorando en su pecho, escuchaba sus sollozos, zoro se enfrento a un mar de sensaciones nuevas nunca vio a sanji tan vulnerable ni cuando se enfrentaron Bartolomeo kuma, este sanji temblaba como conejito, no recordó en qué momento movió las manos y acaricio sus espalda tratando de calmarlo, de la nada un susurro llego a sus oídos –te amor idiota…- Zoro no supo qué hacer o cómo reaccionar ante eso, pero sanji seguía hablando con la voz quebrada por el llanto que traba de contener sin mucho éxito –siempre lo e hecho… te amo zoro- algo en zoro se removió se separo un poco del rubio para verlo a los ojos, no había una pisca de mentira en ellos solo una devoción que nunca se imagino ver en ello, sonrió un poco, que mas daba de alguna manera callo enamorado en ese instante así que se acerco a los rojos labios de sanji que supuso estuvo mordiendo para evitar llorar, en suave rose los unió, sintiéndolos cálidos y suaves pretendía llevar eso a otro nivel cuando el barco se detuvo en seco provocando que cayeran al suelo.
Zoro quedo sobre sanji, se le veía tan bello… como es que no lo noto antes? Se mortificaba por momentos es espadachín, pero estaba dispuesto a volver a besar a sanji cuando escucharon una bala de cañón impactar contra el Sunny. Los dos se levantaron, estaban rodeados por la marina, Laffy hacia todo para evitara que las balas golpearan su nave, Choper se había transformado y estaba atajando las balas, Ussop por su parte las hacia estallas con sus disiparos, Robin ayudaba a Nami a poner todo en orden, Franky estaba al timón y Brook hacia los suyo también, no había escapatoria.
Zoro disponía a tomar parte en la batalla cuando escucho un ruido sordo a su lado, sanji callo de rodillas, zoro se asusto, Sanji le regalo una sonrisa para que avanzara que él estaría bien, Zoro asintió y ase adelanto, 20 minutos más tardes algunos barcos de la mariana estaban hundidos pero aparecían mas y mas al horizonte.
Sanji rezaba porque se pudiera mover, estaba en el centro de la cubierta arrodillado cuando levanto la vista al cielo mirando como una nube negra se acercaba a ello, no, eso no era una nube pero eran las cantidades de balas de cañón que fueron lanzadas al aire, la mayoría de los marines retrocedían, Luffy se paró en seco de esta no tenían salida, así que les dedico una gran sonrisa a sus nakamas y eso fue un detonante para sanji, todos bajaron sus armas Nami lloraba mientras Robin la consolaba y abrazaba, al igual que los demás pero ver a zoro fue un error le escucho decir algo como “ nunca supere mihawk” pero sanji bajo la vista al piso era la hora.
Se arrodillo mejor llevo sus manos a sus boca como si rezara por los que morirían, pero ante la estupefacción de todos y sobre todo de zoro, su cabello se extendió hasta tocar el suelo una sube briza quito el flequillo que solía cubrir uno de sus ojos hoy azules, le dolía mucho el corazón, savia de ante mano que hacer eso sería dejarlos vivir pero tenía un costo, un precio que estaba desimpuesto a pagar, si eso significaba dejar vivir a sus nakamas entonces dejarlos hoy no sería tan malo. Las alas de su espalda se extendieron con fuerza arrojando sangre por el barco, muchos miraban atónitos la escena, comenzó un suave aleteo y volvió la vista al cielo no tenía mucho tiempo, se elevo y un circulo mágico a sus pies a la vez que dos imponentes dragones emergían del agua, uno rojo como la sangre comenzó a hacer una muralla de fuego, el otro azul abismo realizo una muralla de hielo, pero quedaba la parte superior, sanji levanto las manos al cielo creando un escudo las balas rebotaron o fueron fundidas… los dragones al terminar el ataque crearon una marejada que se llevo a los barcos lejos, sanji descendió adornado por una luz intensa. Luffy salto emocionado –Shishishi casi no la contamos e Sanji?... neee por que nunca lo hiciste antes? Sanji?- pregunto el atolondrado capitán mientras este evitaba a toda costa tocar piso de sunny se le veía triste todos preguntaba por qué no hablaba, pero el solo miraba a zoro y este a él Zoro avanzo sin miedo y lo tomo de la mano para que este bajara y al hacerlo el barco entero se ilumino los daños de barco desaparecieron, sin mencionar que los de la tripulación también.
Robin miraba la escena con el corazón encogido, sus lagrimas nadie las entendía hasta que dijo –Te irás cierto? … tu eres el ángel de la fabula, aquel que bajo del cielo para aprender a amar?- el rubio afirmo levente –Porque… porque… si no nos hubieras salvado hubieras podido estas mas con nosotros- decía el borde de las lagrimas.
Sanji sonrío de forma angelical y consoladora a la morena mientras abrías la boca –Un ángel que deseaba tanto sentir lo que sentían los humanos aquello que llaman amor, cello sus alas y su poder para poder crecer y amar, llorar y sentir dolor, pero cuando por fin encontró a su persona amada- miro a Zoro mientras, el peliverde sentía un nudo en la garganta- fue llamado a los cielos, para tomar su lugar. Me divertí mucho con ustedes chicos siempre seremos Nakamas y mis chicas… yo siempre las querré, como a mis hermanas pequeñas, Luffy eres un gran capitán conviértete en el rey de los piratas y Tu mi amado Zoro, no saber cuánto deseó poder seguir a tu lado- se acerco y probo los labios del moreno este le tomo de la cintura mientras profundizaba el beso, exploraba esa boca que por tanto tiempo solo en sueño tubo y eso superaba mil veces aquellos sueños el agarre firme sobre su cintura era caliente las calientes manos del espadachín le quemaban, se separo de él, le miro a los ojos y dejo un tierno beso en su labios a que unas cadenas de anudaban en sus brazos una atada a cada dragón. –Te amo Zoro y espero que sea el mejor espadachín del mundo o bajare y te pateare tan fuerte que ni tus hijos se podrán sentar- amenazo el rubio mientras era alado hacia el cielo, sus manos se deslizaban suavemente por los brazos bien marcados de Zoro hasta tomar sus manos, Zoro se aferro a él con lagrimas le gritaba –No te vayas, no me dejes… no ahora…por fabor- pero era tarde sus manos se soltaron, encendedor de sanji callo a suelo y la pañoleta de Zoro se iba en sus manos –Siempre los estaré cuidando… juro que volveré!! Te amor Zoro!- dijo antes de desaparecer entre las nubes de ese inmenso cielo, Zoro por su parte solo extendió su mano a los cielos –Yo también te amo Sanji, esperare por ti – dijo antes de caer de rodilla a lo que los demás cada garbaba en su corazón aquella ultima sonrisa que les dedico el rubio.
Un año han pasado desde que sanji dejo la tripulación, las cosas no son las mismas, los cocineros de abordo dejan los puestos de isla en isla, Zoro tomo el habito de fumar, siempre lleva consigo ese encendedor que le dejo su rubio amado, Nami y Robin son oficialmente pareja, Luffy y Ussop están teniendo un romance o algo así con lo inocente del capitán no se sabe en verdad. Se diviso tierra fiestearon, bebieron y comieron hasta no más no poder.
En cambio en el cielo un voz absoluta se escuchaba –Sasha… es suficiente soledad para ti, ve mi pequeño ángel vive con tu humano hasta que mueran y entonces regresen a los cielos y compartan su felicidad con los demás en las alturas- Un rubio de cabellos trenzandos afloraba un bella sonrisa tan bella o más que la de cualquier ángel en ese cielo, extendió sus blancas alas y descendió en picada hasta su objetivó. Su cabello estaba atado por un lazo verde jade, sus ropajes eran una gabardina negra, camisa negra y pantalón no está demás decir que negro.
La tripulación de sombrero de paja regresaba alegremente al Sunny las cosas no eran como antes pero seguían siendo un grupo alegre y alocado, Zoro se puso en guardia cundo una silueta extraña de divisaba en el sunny, todo corrieron y atacaron al hombre que esquivaba ágilmente todos los ataques pronto Zoro acaparo al hombre enmascarado para él solo, usaba sus tres catanas el desgraciado era rápido, jodidamente rápido era como si conociera sus movimientos de ante mano, pero vi un hueco por donde atacar, el hombre le proporciono un patada que hizo que el encendedor saliera volando hacia donde estaba el hombre al cual su máscara había sido cortada a l mitad, tomo el encendedor y saco un cigarro y lo encendió, dando un larga calada dejando escapar el humo por su boca.
Ante la tripulación se encontraba nada más y nada menos que sanji el cual les miraba un poco arrogante- Ya no conocen verdad?- decía, fingiendo ser el ofendido, la risa de todos y las lagrimas de otros corrieron a abrazarlo y a decirle cuanto le extrañaron, pero una vez terminaron, zoro se acerco y lo miro molesto –Sabes cosinerucho… yo lo cuide muy bien y tu??- interrogo a lo que el rubio negó y paso su trenza hacia delante mostrando la pañoleta del peli verde que ataba su cabello. Zoro di un paso a la frente a lo que Sanji otro y luego otro hasta terminar en brazos del espadachín, uniendo sus bocas en beso en medio del beso se escucho un leve susurro –Te extrañado tanto….- Así como zoro cuido de la única pertenencia de Sanji, Saji cuido siempre de aquella pañoleta recuerdo de aquel amor que por días pensó que no volvería a ver jamás.
Y así, desde las alturas un Dios contemplaba la escena mientras de limpiaba los mocos con la nubes, ante tal escena –Joder no sé por qué tuve que dejar que esperar tanto…- comento el dios a que un ángel le contesto –eso es porque perdiste la apuesta… que mas te quedaba?- interrogo el ángel a su dios mientras este gimoteaba y seguía llorando como quien ve una novela.