Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Enfermo. por Pirori

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero les guste. Éste es un pequeño regalo de cumpleaños para mi herma que está de cumpleaños hoy.

Herma~ espero te guste, es un asco, pero hice lo que pude.

Feliz cumpleaños, sabes que te amo. ;n; ♥

Y ahí estaba él, enfermo, solo y tirado en una cama sin poder levantarse. ¡Ni siquiera para ir al baño! Él estaba bien la noche pasada, pero claro, el bendito resfriado tuvo que pegarle por dejar la ventana abierta. Se suponía que hoy tenía una cita con Minho, y ni siquiera le había podido avisar que no iría porque la batería de su teléfono se había ahotado, y pues, él no tenía fuerzas para pararse.

 

Sabía que Minho se enfadaría, hasta el punto de no llegar a hablarle por semanas. Así que mientras estaba postrado en esa cama, tenía que buscar una solución rápido a ese problema, el de contentar de nuevo al menor. Ya que se suponía que hace más de hora y media debía haber estado en el lugar acordado.

 

-      Minho va a matar…me. – Tosió un poco, su voz sonaba rasposa, y la garganta le dolía a horrores. – Tengo hambre… maldición. – Hizo el intento de pararse, pero sus brazos fallaron al apoyarse un poco para pararse. – Soy inútil enfermo.

 

Changmin era el tipo de personas que rara vez se enfermaba, pero cuando lo hacía, quedaba justo como estaba ahora, inútil. Maldecía interiormente, estaba agotado, pero ya había dormido tanto que sueño era lo que menos tenía en ese momento. Su cabeza comenzó a doler de repente. Para completar su mal estado.

 

Escuchó golpes en la puerta, luego unas llaves caer al piso, y gritos, ¡unos insistentes gritos que le estaban taladrando la cabeza!

 

-      ¡Changmin! ¡Contéstame ahora o te vas a arrepentir! – Escuchó unos pasos fuertes acercarse a su cuarto, y se escondió un poco asustado entre las sábanas.  Vamos, Minho era adorable y lindo. Pero cuando se enojaba, era mejor estar lejos de él… a kilómetros si era posible. - ¡Shim Changmin! – Y escuchó su puerta abrirse con mucha fuerza, tanto que pegó de la pared. - ¡Será mejor que me expliques ahora mismo por…! – Se detuvo de forma imprevista. - ¿Changmin? ¿Te encuentras bien? – Se acercó lentamente a la cama y se sentó con cuidado, apartando las sábanas de encima de su hyung. – Hyung, estás hirviendo. – Frunció un poco el ceño y pasó sus manos por los cabellos del mayor. - ¿Por qué no me dijiste nada? – Preguntó un poco molesto.

 

-      Minho… sabes que cuando me enfermo no puedo ni siquiera pararme de la cama. – Hizo una pausa para toser. – La batería de mi teléfono murió y pues… no te pude avisar, lo siento.

 

-      Hyung, tu voz suena horrible. – Se burló un poco y luego dejó un pequeño beso en su frente. – Supongo que aún no has comido, ¿verdad? Dios, definitivamente eres inútil cuando enfermas. – Tomó una pequeña coleta que tenía en su muñeca y se hizo un moño alto, dejando varios mechones sueltos, dándole una apariencia linda a los ojos del enfermo. -  Hoy tu dongsaeng cuidará de ti. – Sonrió tiernamente y se alejó caminando hacia la puerta.

 

-      Minho, no vayas a incendiar la cocina…

 

-      ¡Yah! Vengo a cuidarte y tú sólo te quejas, te dejaré morir de hambre.

 

-      Ya… ya… era broma.

 

-      Por supuesto. – Entrecerró un poco sus ojos e hizo un pequeño puchero. – Ya regreso. – Salió de la habitación con rumbo a la cocina. Él no era un excelente cocinero, pero por su hyung lo intentaría. Esperaba no incendiar la cocina como dijo Changmin…

 

 

~

 

 

Luego de interminables horas, según Changmin, el menor entró al cuarto con una bandeja de comida.

 

-      Hice lo que pude, no vayas a quejarte. – Dijo con las mejillas un poco rojas. – Perdón si tiene mal sabor.

 

-      No seas tonto, Minho. No es como si fuera la primera vez que me cocinaras. – Sonrió. – Ahora dame eso que muero de hambre.

 

-      Tan apasionado por la comida como siempre. – Dejó la bandeja cerca de Changmin y se acercó un poco a él. – Primero tómate esas pastillas. – Tocó la frente de Changmin. – Tu fiebre aún no ha bajado, tendré que ponerte paños mojados. Come mientras los busco.

 

-       No tardes… - Changmin comió tranquilamente, y luego de acabar dejó la bandeja a un lado y se recostó, le había dado mucho sueño de repente y sólo quería dormir. Cerró los ojos y se quedó dormido antes de que Minho regresara.

 

Minho al entrar a la habitación sonrió un poco. Acercó una silla que se encontraba en la habitación, y se sentó al lado de Changmin, comenzando a ponerle los paños en la frente para que la fiebre bajara, los cambiaba cada tanto, mientras Changmin hacia caras raras y hablaba dormido.

 

 

 ~

 

 

Despertó al rato, sintiéndose mucho mejor, al menos ya no sentía su cuerpo como una roca.

 

Sonrió enternecido al ver a Minho dormir a un lado de él, con medio cuerpo en su cama, aún sentado en la silla, sosteniendo su mano con suma delicadeza.

 

Siempre le habían gustado las manos del menor, eran un poco más pequeñas, y suaves. No ásperas como las de él. Pasó su mano delicadamente por el rostro dormido de Minho, delineando cada curva de su rostro, sonriendo cada tanto por las muecas extrañas que hacía cada que le hacía cosquillas al pasar su mano por sus mejillas.

 

Notó como Minho se despertaba, frotándose la cara como un gato. Y sonriendo dulcemente hacia él.

 

-      Hyung, ¿ya te sientes mejor? – Acercó su mano a la frente del mayor, y sonrió al darse cuenta de que su fiebre se había ido del todo. – Al menos ya no tienes fiebre.

 

-      Sí. – Tomó a Minho del brazo, y lo jaló hacia él. – Ahora quiero tiempo con mi novio. – Habló con un tono extraño, que hizo que a Minho se le erizaran los bellos de la nuca.

 

-      Pero si estabas enfermo, no seas pervertido y duerme.

 

-      No quiero… quiero estar contigo. – Lo agarró de la cintura y lo apegó aún más a él, pasando sus brazos por la estrecha cintura del menor. – Compláceme que estoy enfermo. – Dijo besando el cuello del menor.

 

-      Ah… hyung… pre…precisamente por eso debes descansar. – Dijo echando el cuello para atrás para dejarle el espacio libre al mayor.

 

-      Claro, dices eso, y mira cómo estás. – Susurró sobre el oído del menor.

 

-      Cállate, pervertido. Abusador. – Pasó sus brazos por el cuello del mayor, y besó delicadamente sus labios. – Te he extrañado demasiado. Debes dedicarme un poco más de tiempo… - Dijo enterrando su cabeza en el cuello del mayor.

 

-      Lo siento, Minho. Sé que dedo hacerlo, pero sabes que el trabajo no me deja.

 

-      Lo sé, pero aún así…

 

-      Está bien, lo haré. – Separó a Minho de su cuello y besó sus labios, bajando hasta el cuello, dejando maras a su paso, y acariciando la espalda del menor.

 

-      Hmh… Chang… - Arqueó su espalda al sentir una mordida es su clavícula. – No seas bestia. Ah… - Pasó sus manos por el cabello del mayor y se frotó contra él.

 

Changmin despojó al menor de su camisa, y comenzó a bajar por su pecho, lamiendo y besando todo a su paso, deteniéndose en esos botones que sobresalían en el pecho de Minho, para torturarlos por un rato. Se separó de él, y lo recostó en la cama para que quedara debajo de él. Comenzó a besar su abdomen, y luego bajó un poco más, retirando esos molestos pantalones. Minho sólo se removía bajo su cuerpo, soltando pequeños gemidos de vez en vez.

 

-      Hmh… te extrañaba tanto… - Gruñó Changmin, mordiendo uno de los muslos de Minho.

 

-      ¡Ah, Changmin! – Dio un pequeño brinco. – Deja de ser tan animal. – Sonrió un poco, e hizo que Changmin quedara debajo de él. – Ahora es mi turno. – Le quitó la camisa, dejando al descubierto el trabajado pecho de Changmin. Besó sus labios, y bajó por su cuello, mientras acariciaba y arañaba el pecho de Changmin. Mordió su cuello, y luego bajó hasta el pecho, mordiendo y besando todo a su paso. Llegó hasta el pantalón, retirándolo lentamente, para dejarlo sólo en bóxers. Lamió por encima el miembro, y luego jugó un poco con el elástico de éste.

 

-      Ya deja de jugar. – Changmin gruñó, y empujó un poco la cabeza de Minho hacia su miembro. – Hazlo… ahm… - Gimió al sentir como Minho retiraba su ropa interior de un solo jalón, dejándolo completamente desnudo.

 

-      Tan desesperado como siempre. – Tomó el miembro de Changmin entre sus manos, y luego lo introdujo todo en su boca, dando lamidas por toda la extensión, para luego seguir lamiendo y chupando. Luego de unos segundos más, se retiró y subió hasta los labios de Changmin. – Si sigo así, te vendrás antes de tiempo. – Sonrió de manera pícara, quedando de nuevo debajo de Changmin gracias a un ágil movimiento de éste.

 

-      Lámelos. – Puso tres de sus dedos sobre los labios del menor. El menor abrió su boca, y los lamió de forma sensual frente a los ojos de Changmin. Retiró los dedos de la boca de Minho, y los llevó a su entrada, metiéndolos uno por uno, para que el menor sintiera menos dolor. De vez en cuando, escuchaba los quejidos del menor, pero cuando sólo escuchó sonidos de placer, decidió que era momento de cambiarlos. – Relájate. – Le susurró al oído, dejando un beso en esa zona.

 

-      Es fácil decirlo. – Minho enrolló sus piernas en la cintura de Changmin y se aferró aún más a su espalda. – Ahm… hyung… - Arañó un poco su espalda, al sentir la intromisión del mayor.

 

Changmin esperó a que Minho se acostumbrara, cuando sintió que el menor se comenzaba a mover, tomó la cintura de éste y comenzó con unas rápidas y certeras embestidas. El menor sólo gemía y se aferraba a Changmin como si su vida dependiera de ello. Changmin lo besaba y pasaba sus manos por su rostro, quitando eso mechones que tapaban la cara del menor.

 

-      Ya… yo… ah… - Minho sólo decía palabras incomprensibles a los oídos del mayor. Changmin aumentó un poco más las embestidas, hasta que terminó dentro del menor y el menor entre sus abdómenes. – Changmin hyung… te amo. – Sonrió un poco, y besó los labios del mayor.

 

-      También te amo, Minho. – Los tapó con las sábanas, e hizo que Minho se recostara encima de él. Acarició su cabello por largo rato, hasta que sintió la acompasada respiración del menor. Sonrió, y se dejó vencer por el sueño. Tal vez, haberse enfermado, no resultó tan malo después de todo.

 

 ~

 

 

Abrió sus ojos despacio, e intentó levantarse, pero su cuerpo se sentía pesado, y el dolor de cabeza que sentía no podía ser normal. Su garganta también dolía y se sentía sin fuerzas. Al parecer, se había contagiado de la enfermedad de Changmin.

 

-      Hyung… - su voz sonó rasposa y ronca. – Changmin… despierta. – Se acercó al mayor y dejó rápido besito en la frente de éste. Changmin abrió los ojos lentamente, y se estiró. Le sonrió a Minho y luego se sentó en la cama.

 

-      Buenos días. – Pasó su mano por el cabello del menor. - ¿Qué ocurre? – Preguntó al ver la mala cara que puso Minho.

 

-      Me siento mal, hyung. Y todo es por tu culpa. – Se tapó más con las sábanas y tosió un poco. – Me pegaste tus bacterias. Ahora soy yo el enfermo.

 

-      Pues me tocara a mí cuidarte hoy. – Minho puso cara de horror y Changmin soltó una carcajada. – Yah, tampoco soy tan malo cuando a alguien enfermo. – El menor se encogió un poco y Changmin volvió a reír. – Ya verás que sanarás más pronto de lo que crees. – Changmin se acercó a su rostro. – Y tal vez… podamos repetir lo de anoche. – Minho puso arrugó el entrecejo y luego como pudo se paró y arrojó una almohada, la cual pegó contra la puerta, ya que Changmin había sido más rápido y ya estaba fuera de la habitación.

 

-      ¡Eres un pervertido, aish! – Minho se recostó y se arropó hasta el cuello. Sonrió para sí mismo, y se hundió un poco más entre las suaves sábanas.

 

Tal vez estar enfermo no resultaría tan malo después de todo. Tendría la atención de su hyung durante todo el día. Y quizás, el día de mañana también.

 

 

Notas finales:

Gracias por leer. ;___;


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).