Capítulo 4
----------1----------
-Toda esta guerra fue generada por manipulaciones, falta de información y decisiones desesperadas- empezó a explicar.
La raza de los Specials, llamada realmente provenoitas, ciertamente llevaban siglos deambulando por el espacio, la reproducción de su especie siempre había sido difícil, pero tras el último ataque de su ultimo enemigo, que fue derrotado, se hizo nula, tras este final la mitad de la población decidió viajar para intercambiar conocimiento y aprender de otras galaxias como último aliento de su existencia. Estuvieron en tres planetas habitados y muchos provenoitas hicieron de los mismos su hogar a pesar de que no existiera futuro para ellos en los mismo, en uno de los planetas lograron avanzar en viajes intermoleculares, hicieron contacto con su planeta natal sin tener que hacer un viaje de siglos de por medio, pero había un grupo que todavía no hallaba su lugar, así que siguieron vagando hasta llegara la tierra.
Estuvieron por años sin problemas, aun cuando los descubrieron trabajaron a favor de la humanidad, pero habían hombres avariciosos y pronto empezaron a querer algo que los proxenetas tenían pero que no podían darles… vidas largas.
No se interesaron por buscar cura a sus enfermedades, empezaron a cazar a los procenoitas y a experimentar con ellos en la búsqueda de alargar el tiempo de vida de los humanos, la mayoría volvió a su planeta natal en forma de protección. Los humanos que habían experimentado con los provenoitas lograron hacer un suero que les daba alrededor de veinte años más de vida y lo pusieron en el agua para que todos gozaran de ese beneficio, muy tarde se dieron cuenta que causaba infertilidad en las mujeres.
El panorama se volvió peor al descubrir que el agua contaminada en parte se evaporaba, lo que le facilitaba que el suero se difundiera por la atmosfera y el planeta con gran rapidez, aunado a que las personas infectadas contagiaban a las otras solo estando en la misma habitación.
Durante esa época, cuatro de los provenoitas que se quedaron en la tierra se enamoraron de humanos, fue un hecho increíble para esa especie, pues eso solo ocurre cuando es posible la procreación. Tal vez puede existir simpatía, amistad o entendimiento en los de esta especie como los humanos, pero cuando existe amor los procenoitas tienen una serie de características propias de ese estado.
Sus ojos se vuelven rojos al estar con su pareja, el hueso de su escapula se agranda unos centímetros lo que hace que su tórax sea ligeramente más grande, crecen alrededor de cinco centímetros, entre otros cambios, pero eso son solo los físicos.
Psicológicamente se vuelven sobre protectores con su pareja, el lazo entre su salud y su relación se hace dependiente, buscan un grado de relación más profunda, pues es una especie de relación altruista, aun el más desordenado de los procenoitas busca en su pareja aptitudes superiores.
En aquel entonces todavía no habían descubierto como reproducirse, pero la perspectiva de encontrar parejas llamo la atención de muchos procenoitas que volvieron a la tierra movidos por ese interés.
Muchos lograron encontrar pareja, otros no, los que lo hicieron quisieron volver junto con su compañero a su planeta de origen, esa desaparición de personas alarmo a los humanos que quedaban y desconocían la verdadera razón, así que empezaron a divulgar que todo había sido planeado y que el problema de infertilidad había sido producido por los procenoitas, para tomar el control
Sus guerras mediáticas no significaron nada hasta que se metieron con la pareja de uno de los procenoitas, el contrataque para su rescate fue fulminante, poco a poco se dieron cuenta que esa era nuestra debilidad, todavía muchos no lo tomaron con seriedad hasta que murió la primera pareja de un procenoitas, el grado de enlace psíquico es tan grande que al dejar de sentir la existencia de su pareja, el procenoitas muere de desolación.
Ese situación nunca ocurría en nuestro planeta, sino por muerte natural que era esperada, pero que ocurriera eso los hizo consiente del grado de destrucción del que era capaz los humanos y lo incapaces de proteger a todos de los peligros que existían.
Los que tenían parejas se marcharon con ellas a su planeta natal.
Pero eso origino que cada vez más fueran los proceinotas que quisieran buscar su alma gemela, así fuera en esa raza de auto destructores, pues todos no lo eran y por lo que no lo eran valía la pena seguir intentando.
En ese tiempo se descubrió que usando un gusano propio de nuestro planeta se podría crear una matriz falsa que mantuviera a un niño durante seis meses durante su gestación. El gusano se podía colocar pequeño en el ano del hombre humano y esperar de seis a ocho meses a que creciera para que formara la matriz o colocarlo ya grande con lo que la matriz tardaba un día en acoplarse al cuerpo.
Algunos dirigentes se dieron cuenta que si se sabía que los humanos podían reproducirse con los proceinotas, los mismos abandonarían su búsqueda por una cura, con la esperanza de ser elegido por uno e irse con ellos a su planeta, dejando a la tierra y sus colonias condenadas.
Comenzaron a forma grupos extremistas, difundir información falsa de que el gusano consumía y devoraba al humano que se lo dejara colocar, que los proceinotas eran el enemigo. No tardó mucho en crearse armas para atacar y los proceinotas recurrieron al contraataque, con sus conocimientos sometieron a la especie humana y esperaban solo hacerlo hasta que los últimos encontraran pareja si no lo hacían al culminarse ese siglo, volverían a su planeta. Ya habían descubierto que la nueva generación existían hombres fértiles y su especie no se destruiría.
Así mismo se habían descubierto la cura del virus que causo la infertilidad humana y habían empezado a aplicarla poco a poco en las agua del planeta, por eso el veinte por ciento de natalidad que aún se observaba en el planeta, pero se tardaba más en difuminar la cura que el virus.
-Dentro de treinta años, la especie humana volverá a ser fértil y los proceinotas habrán vuelto a su planeta- concluyo Trowa, la mirada verde de Quatre lo miraba incrédulo.
-Y tú nos traicionaste creyendo en su palabra y en ese montón de mentiras- lo enfrento molesto
-No son mentiras- lo contradijo con calma.
-Cómo puedes estar seguro, se inventarían una de vaqueros con tal de ganar el control que les queda sobre la especie humana-
-¿Qué control les falta? La resistencia es un chiste frente a ellos, aunque matemos a sus líderes, su control es total en todas las colonias y la tierra, los humanos no saben cómo combatir el virus y si dependiera de ellos su extinción seria segura-
-Los humanos son tu especie, no puedes traicionarnos porque cometamos errores-
-Te equivocas- dijo lentamente, Quatre lo miro sorprendido y temeroso de que continuara.
-No lo digas- murmuro con miedo –no es posible-
-Pero es verdad… soy un proceinotas- le confeso el castaño, el rubio se llevó las manos a los oídos negándose a escuchar.
-No es posible, no tienes todas sus características- era cierto que en el pasado había notado ciertas similitudes, pero los de esa especie siempre poseían todos los rasgos, no unos si y otros no, así que habían creído que Trowa era un humano con el que habían experimentado de pequeño.
-Soy uno hijo de un proceinotas con un humano- sería posible que esas criaturas devora hombres crecieran para convertirse en seres tan hermosos como del hombre del que se había enamorado –lo descubrí al momento en que recobre la memoria-
-Mientes- dijo por fin sin creer –no puedo creer todo lo que me dices- movía la cabeza de un lado a otro negando –si lo que dices es cierto fuimos manipulados y participamos en una guerra que no tenía razón de existir-
-Quatre- intento consolarlo, pero este se alejó rogándole.
-Déjame… necesito pensar solo-
----------2----------
El marques Zechs observo detenidamente el rostro del muchacho que había capturado dos semanas atrás, se hacía llamar Heero Yuy aunque ese no era su verdadero nombre, el mismo se había encargado del interrogatorio y a pesar de que había hecho hablar a miles de soldados, no lograba avances con el humano. Era perturbador su grado de determinación y lealtad.
Podría pasar a un grado elevado de tortura, pero no se atrevía a lastimarlo, la vez que lo hizo salió más lastimado el que el joven, porque si… se había enamorado del humano.
No sabía qué hacer, el chico no creía ni en una de sus palabras y cuando lo medio soltaba se movía con tanta destreza que le sorprendía que hasta los momentos nadie hubiera resultado herido de gravedad, claro que siempre había estado el para supervisar y controlar al humano.
Le resultaba cómico que dentro de todos los humanos de carácter dócil y sumiso que le habían presentado, se tuviera que enamorar del único indomable, que lo odiaba y guardaba habilidades asesina y homicida tan inquebrantables y efectivas como peligrosas.
Había dicho que los humanos eran criaturas incapaces de ser fuertes y estaba pagando por ello. Tenía que buscar la forma de hacer que Heero se diera cuenta de que no mentía ¿pero cómo?.
----------3----------
-¿Qué pasa si un humano no corresponde a uno de tu especie?- todos los días Trowa venia de cinco a seis veces para visitar al rubio, tres de esas visitas eran para acompañarlo durante las comidas, las otras dos variaban, en esta oportunidad se encontraba tocando la flauta mientras el rubio se encontraba recostado en el mueble de la sala contemplando el techo, el pequeño no le hablaba al mayor gran parte del tiempo en que estaba ahí, pero igual nunca faltaba el castaño, cuando el menor se había animado a hablarle siempre había sido para hacer preguntas como las de ese tipo… saber más de los proceinotas.
-Si el amor no es correspondido o se rompe la relación, el proceinotas muere- le explico el castaño al parar de tocar su instrumento –Como ya te había mencionado la relación emotiva se mezcla con la física de los de nuestra especie, luchamos por conquistarlos pero cuando sentimos el rechazo definitivo o constante de nuestra pareja empezamos a enfermar- al escuchar sus palabras por primera vez el rubio se fijó en el estado del castaño, no se encontraba mal pero tenía unas oscuras ojeras bajos los ojos y parecía haber perdido algo de peso.
-¿Tu ya tienes pareja?- hizo la pregunta mucho antes de parase a pensar si debía o no hacerla, el castaño lo miro sorprendido por unos segundos, pero luego su expresión volvió a ser la misma de calma.
-Tendía a pensar que si- le respondió esquivo el castaño, el imaginarlo con otra persona molesto al rubio
-Pues entonces que haces aquí conmigo, vete con él, no te retengo más, si crees que me debes algo porque fuimos compañeros o porque me traicionaste, te libero de tu deuda, no quiero que este conmigo si quieres estar con el-
-¿Por qué te molestaste?- le pregunto confundido –Si estoy contigo es porque debo estarlo- no pudo elegir peores palabras, el rubio tomo un jarrón que estaba en la mesa al lado del mueble y lo lanzo hacia el sin contemplación, al jarrón le siguieron muchas cosas.
-Tú me gustabas idiota- le grito en forma de reclamo –Nos traicionaste según porque estábamos en un error, pero también me dirás que jugaste con mis sentimientos por el bien de alguna raza estúpida- el castaño lo tomo de las manos para evitar que siguiera arrojando cosas.
-¿Te gustaba o te gusto?- pregunto Trowa tratando de contenerlo.
-Que importa porque no te vas con tu pareja destinada y eres feliz con él por siempre- las lágrimas ya corrían por las mejillas del rubio.
-¿Estas celoso?- por fin entendió el mayor, sin terminar de creérselo, la rápida contradicción que se reflejó en el rostro del pequeño no hizo más que corroborarlo a sus ojos.
-Claro que no- dijo avergonzado de ser descubierto, ya más tranquilo Trowa rodeo su pequeño cuerpo con un abrazo fuerte y carioso,
-Cuando creía que era humano era la persona más feliz del mundo porque había descubierto a la persona que más amaba y esta me correspondía- empezó a relatarle –luego recobre la memoria y supe que era, pensé que esa persona nunca me aceptaría o me personaría por haberlo traicionado- el rubio no sabía que pensar –Pero ahora me doy cuenta que soy muy afortunado pues la felicidad vuelve a mi lado, ahora que sé que aun así me acepta y me ama tal como soy ¿sabes por qué Quatre?- el rubio negó sin apartar la cara de su pecho –Porque con todo lo que hice aun tú me amas mi pequeño rubio, tu eres mi alma gemela, mi vida- lo separo para limpiarle las lágrimas y sosteniendo su carita entre las manos le rogo –por favor perdóname por todo el daño que te he hecho, pero no puedo vivir sin ti- junto suavemente sus labios y el menor no se alejó -sé que no soy digno de pedírtelo, pero no te aparte de mi- y su beso se hizo más profundo como sus sentimientos.