Un martes soleado en Magdeburgo, Bill Kaulitz un joven de cabello negro y largo, ojos maquillados de negro al igual que las uñas y ropa pegada a su cuerpo salía de su trabajo en una empresa de deportes, él se encargaba de lo administrativo y ese día estaba muy cansado, viendo que ya eran las 8:00 pm salió prácticamente corriendo de ahí pues aunque fuera inicio de semana todo el trabajo le aturdía. Saliendo del gran edificio de 4 pisos se dirigió a la parada de taxis a esperar a que llegara uno y lo llevara a su casa. No paso mucho en el que el taxi llego y eso le dio mucha satisfacción, ya dentro del carro notaba la mirada del conductor posada en él, eso le incomodaba en cierto punto hasta que el taxista se digno a hablar.
-A donde te llevo, chico-pregunto el taxista viéndolo por el espejo retrovisor mirándolo pero sin perder el control del volante
-Lléveme a la Colonia Liverpool por favor-Contesto el pelinegro cortante debido a la mirada intensa en que lo miraba el otro
Pasaron varios minutos después de que el pelinegro le indico a donde llevarlo en los cuales podía ver que el chofer lo miraba mucho. «No me está mirando a mí, no me está mirando a mi«-Repetía dentro de su cabeza con algo de nerviosismo, en ese transcurso opto por observarlo también, se veía joven como de su edad, con vestimenta algo rara o eso le parecía a él. «Es un chico de “barrio”»-Pensó de nuevo al ver sus pintas hip-hoperas refiriéndose a “barrio” como algún tipo naco como los que habitaban las colonias vecinas, tenia rastas rubias, otra cosa que a Bill le molestaba pues las creía muy sucias, también se fijo en que tenía un piercing en su labio inferior, eso fue lo único que le gusto pues él amaba los piercings y los tatuajes. Terminando de echarle un vistazo a su físico prefirió mirar la ventanilla a su derecha observando el paisaje nublado.
-Y ¿cómo te llamas? –Pregunto volteando su cabeza hasta el asiento de atrás para verlo pues el semáforo estaba en rojo
-Emm me llamo Bill-trato de sonreír pero su preocupación por los actos del taxista lo incomodaban
-Y, ¿Vienes de trabajar? –Prosiguió con la plática aun con el semáforo en el mismo color sin dejar de verlo-Lo digo por el bolso que traes… ¿Es de trabajo, no?-Comento al ver que el pelinegro no hablaba
-Si-Dijo Bill queriendo cortar la conversación pero eso hizo que el de rastas sonriera.
Al poco tiempo el semáforo se puso en verde para favor de Bill que no quería mantener más la conversación con su chofer pero para mala suerte eso no iba a suceder.
-¿Dónde trabajas?-Continuo la plática viéndolo de a momentos por el espejo
-En la empresa de deportes y Olimpiadas-Trato de contestar calmado pero los nervios lo acorralaban, no siempre se encontraba a un chofer tan preguntón o por lo menos él no.
-Oh, ¿es aquí cerquita no?-Contesto el chofer sin inmutarse de los nervios que Bill sentía
-Si aquí cerca-Afirmo pegando la frente al vidrio de la ventana para no ver como el taxista le echaba de vez en cuando un vistazo
-Y ¿cuántos años tienes? Te vez joven y guapo-Si Bill ya estaba nervioso con eso ultimo estaba aun mas de los nervios
-Tengo...-Dudo unos segundos en decirle su verdadera edad pero ya le había dicho su nombre real, no pasaría nada si le decía su edad, no?- 22 años
-Como digo eres muy joven y guapo-eso ultimo lo repitió con una voz picara, era así o Bill realmente se lo había imaginado
-Jejeje-Esa risa nerviosa fue lo único que pudo emitir el pelinegro ante tal comentario-Tú cuántos años tienes?-Pregunto Bill con algo de preocupación pues él ya quería que el taxista se apurara para llevarlo a casa y ahora se le ocurría preguntarte también
-Tengo 25 años, como puedes ver no estoy tan viejo-río pero eso asusto aún más al pelinegro-Y que harás al llegar a casa?
-Descansar-río con el mismo nerviosismo de antes
-Eso suena bien, y ¿Qué música te gusta?-continuo con sus preguntas y Bill aún más nervioso al ver que en ese transcurso no habían avanzado casi nada y toda vía faltaba para llegar a casa
-Me gusta el rock-Contesto con orgullo mirando al de rastas que conducía
-Buen genero pero yo prefiero el hip hop-Sonrió dando la vuelta a la calle
-Si, lo note al ver tus pintas-Comento no muy convencido
pues pensaba que el conductor se podría enojar pero en vez de eso sonrió
-Entonces si te gusta el rock debes de saber tocar algún instrumento, no? -De nuevo lo miraba por el espejo retrovisor
-Si, se tocar el teclado-Respondió orgulloso- o algo así...-eso ultimo lo dijo en susurro
-Yo toco la guitarra-sonrió coqueto- Incluso tengo una banda
-¿En serio? - Pregunto el pelinegro con emoción en su cara, eso era un punto a su favor, tal vez y ya le estuviera cayendo bien el taxista pero aún así seguía siendo raro
-Si en serio, si quieres un día nos vemos y te presento a mi banda para que nos acuches tocar-Le dijo observándolo mientras jugaba con su Piercing del labio inferir
-Si eso sería buena idea-Contesto Bill con susto pues se suponía que él no hablaba con extraños y ahora decía que sería bueno salir con uno
-Si, seria genial ya sabes, no?-Ese comentario aumento el susto del pelinegro y mas con la voz que el taxista había utilizado, empezaba a sentirse un poco acosado
-¿Y vas a tocadas, bares, antros?-siguió preguntando
-Si, solo pocas veces y tú?
-¿Cómo que pocas veces? Bill te pierdes de muchas cosas-rio- Yo sé de bares, ese es mi ambiente por así decirlo, así que cuando quieras vamos y te enseño lo que quieras-Guiño su ojo después de eso, Bill no era tan inocente, él entendía las indirectas
-E... Está bien-Trato de sonreír
-¿Dices que vamos a Liverpool, verdad?-el pelinegro asintió- pues en la colonia vecina ensayo con mi banda
-¿Enserio? Entonces ensayan cerca-sonrió solo porque ya casi llegaban a casa
-Si, algo cerca, ¿entonces te doy mi numero y me llamas en 3 días?-Pregunto coqueto a lo que Bill no sabía como responder debido a los actos cometidos por el taxista, pero de una u otra manera le gustaban
-Si...-Fue lo único que pudo decir para después regañarse mentalmente por aceptar aquello
-tienes donde anotar?-Vio asentir al pelinegro por el espejo retrovisor- Es 5544294740
-Ya... Ya lo tengo-Dijo con un ligero rubor en sus mejillas pues nunca había pasado por una situación como aquella, pero eso no negaba que el taxista era guapo-¿Cómo te llamas?
-Soy Tom-Guiño el ojo
-Si bueno... En la que viene a la derecha, por favor
-Claro, lindo-Sonrió obedeciendo las indicaciones y el pelinegro mordía su labio con nervios ante lo que acababa de escuchar
-Y en esta a la derecha-Continuo diciéndole para que después Tom fuera a donde le dirigía
-Me dejas en el zaguán azul por favor -Dijo amable controlando sus nervios, Tom hizo caso y estaciono el auto frente al zaguán viendo que era una bonita casa de dos plantas y dos árboles en los lados
-Aquí vives?-Pregunto viendo como sacaba su cartera para pagar - Y son 25 Euros
-Aquí Tienes-Le dio el dinero-Si... Aquí vivo-se retracto después por a verle dicho a un desconocido donde vivía
-Bien-Tom tomo el dinero para después voltearse a mirar al pelinegro-No olvides llamarme, quedamos en algo y también te enseño lo que quieras-guiño su ojo y lo siguiente que hizo Bill fue asentir varias veces para después abrir la puerta del carro y salir.
Entro a casa viendo como el taxista retrocedía por la calle y se iba, cerró la puerta y entro a la sala asustado y con los nervios de punta por lo ocurrido de hace pocos segundos, tenía suerte de que no estuviera Andreas o le preguntaría el porqué de su estado.
Eran las 2:00 am cuando Bill escucho desde su dormitorio como se abría la puerta principal adivinando que era su rubio amigo que había llegado de otra fiesta, se hizo el dormido pero aun así Andy lo despertó quitándole las cobijas
-Bill, ¿Por qué no estas despierto ahorita? Toda vía es temprano hermano-Dijo como pudo debido a que estaba muy ebrio
-Andy...-Dijo el pelinegro adormilado-déjame dormir!-Contesto cambiándose de posición en la cama dándole la espalda al rubio-
-Que aguafiestas, vengo a contarte mis aventuras con los chicos ya que tu no vas nunca conmigo y ahora ya ni me pelas-Comento haciéndose el digno con su amigo
-Si si si, lo que quieras dímelo mañana, ahora vete a dormir-Dicho aquello Andreas se retiro de la habitación de su compañero yendo a la suya.
Al día siguiente todo paso rápido y normal a diferencia de que Tom rondaba por la mente del pelinegro haciendo que este no se concentrar en sus trabajos de la empresa, todos sus compañeros le miraban raro pues su mente siempre estaba en el trabajo por ese motivo nuca salía con Andreas, su amigo de la infancia.
Bill llego a casa como siempre a las 8:30 pm y fue su sorpresa al ver al rubio en la casa que compartían pues este siempre se iba a fiestas y regresaba cuando él ya estaba dormido.
-Guaaapo-Le dijo Andreas a Bill riéndose- ¿Qué haces aquí y a estas horas en casa? -Contesto riendo mientras se sentaba en el sofá junto a su amigo-
-¿Que ahora así saludas? Pensaba que me extrañarías-Contesto divertido pero haciéndose el indignado
-Hay Andy-Rio- ¿Porqué no estás en una de tus fiestas?
-Ya ves, ¡uno que quiere pasar la tarde con su amigo!-rio- aparte desde ayer andas muy raro-le observo fijo-¿Qué tienes ahora?
-Nada, nada-esquivo la mirada hacia la TV
Pasaron las horas y el pelinegro no le dijo nada al Rubio con respecto al taxista.
3 Días después de aquella vez Bill se dio cuenta que era el día en que tenía que llamar a Tom, bueno solo si él quería. Durante los días anteriores no había pensado en otra cosa que no fuera en el de rastas, una parte de su mente le decía que lo llamara pero la otra le decía que eso sería peligroso.
Bill salió del trabajo y en la parada de taxis decidió llamarlo, ¿Nada perdía o si? aunque podía raptarlo, violarlo o robarle, negó con la cabeza tras esos pensamientos sacando su celular para después marcarle. Al marcar el número el sonido de espera lo puso nervioso, iba a colgar pero el escuchar su voz se lo impidió.
~Llamada telefónica~
-Diga-El pelinegro se tenso al escuchar su voz por el otro lado del teléfono
-Eh...Hola-Contesto con nervios y tartamudeo
-Hola, ¿Quién habla?-Escucho como contestaba con esa voz tan gruesa que aunque no lo admitiera le gustaba
-Soy yo... Soy Bill -Contesto con desconfianza, quería colgar y olvidar todo lo que había sucedido desde que paso "eso" con el taxista pero algo se lo impedía
-Oh te recuerdo...Pensé que no llamarías-Dijo sincero
-Pues mírame, te he llamado-Lo dijo con algo de coraje
-Si, ya lo veo, ¿entonces saldremos?-se escucho una risa por su parte
-S....Si-Trago duro-Saldremos-Afirmo mientras tomaba un taxi para que lo llevara a casa -Lléveme a la colonia Liverpool por favor-dijo logrando que el trenzado oyera
-Así que ya saliste de tu trabajo eh-Le dijo seductor
-S... Si-miraba la calle por la ventanilla del taxi
-Puedes mañana sábado?-Sugirió Tom
-Emm de acuerdo, dime donde-Acepto no muy confiado
-En el bar Flycide a las 8:00 pm
-Ok a esa hora- confirmo
-Ok bonito, te espero-Diciendo eso corto la llamada y Bill mordió su labio nervioso, ya no podía dar vuelta atrás, ya estaba hecho.
~Fin de la llamada~
*Sábado en la tarde*
Eran las 6:40 pm y Bill ya estaba listo, tenía un pantalón negro pegado y unas botas del mismo color, una camisa de mangas cortas gris y collares alrededor de su cuello, maquillado como siempre con sombras negras y ojos delineados.
7:10 pm
El pelinegro yacía sentado en la sala cambiando los canales constantemente, en su mente solo contaba los minutos que faltaban para irse al bar y esperar al de rastas, los nerviosísimos de la primera vez se estaban esfumando, ahora sentía curiosidad y adrenalina por salir con un extraño.
7:40
Bill se miro por tercera vez en el gran espejo que tenia detrás de la puerta de su habitación y retocando su maquillaje salió de la casa no sin antes dejarle una nota a Andreas solo diciendo "Regreso al rato, no me esperes".
Salió de un taxi que lo había dejado en la esquina del Flycide, camino quedando frente al guardia y al mostrar su credencial este lo dejo pasar.
Al entrar al bar las luces le cegaron un momento, todo se veía fosforescente y el ruido de la música pegadiza a un volumen muy alto, miro a su alrededor, habían mesas, sillas, sofás y en medio se encontraba la pista, Bill no sabía a dónde ir, si sentarse y esperar a que Tom llegara o ir a la barra y pedir algo mientras miraba a la gente, o podría bailar... Tras eso último negó rápidamente, tenía tiempo que no iba a bares y pensaba que se vería absurdo al bailar pues creía que había perdido la práctica. Opto por ir a la barra y pedir algo para esperar a su acompañante.
-Un vodka por favor-Pidió en voz alta para que el barman lo escuchara
-Enseguida-Respondió el joven para después traerle su copa la cual Bill acepto tomando de a tragos pequeños
Ya se iba a terminar el vaso de vodka cuando miro de reojo que alguien se sentaba muy cerca de él, era Tom. El barman le ofreció una copa la cual el de rastas no se negó.
-Hola, bonito-Le susurro, tenia aliento de alcohol, se dio cuenta que ya se había terminado su primer trago
-Ho...Hola- Respondió nervioso, el sentirlo tan cerca le había causado algo muy extraño pero le gustaba
Tras esas palabras pidieron 4 tragos más mientras charlaban de cualquier cosa y el pelinegro se sentía más y más intimidado.
-Vamos a bailar-Le dijo con voz gruesa y antes de que el pelinegro contestara Tom ya lo había tomado del brazo dirigiéndose a la pista, no le quedaba de otra que bailar junto a él.
Empezó una canción electrónica y pegajosa, el moreno comenzó a moverse al ritmo de la música pero se estremeció al sentir al de rastas tras de él... Muy pegado a él, volteo hacia atrás viendo que Tom mantenía los ojos entrecerrados bailando al ritmo de la música, algo que le pareció excitante. Bill siguió bailando sin hacerle mucho caso, termino la canción pero comenzó otra más lenta, el de rastas le dio la vuelta al pelinegro para que este quedara frente a él, lo tomo de la cintura y lo pego a él a aricándole la espalda, el pelinegro se dejaba hacer, no le incomodaba, no le importaba.
Así pasaron otras 5 canciones más donde ambos se dejaban llevar por el sonido de la música provocando que ambos cuerpos rosaran, que se acariciaran y que hubiera contacto en sus miradas.
-Ven-Le susurro Tom a Bill tomándolo de la mano para llevarlo al rincón del bar-yo me preguntaba si... Si quieres ir a mi departamento y verme tocar un poco-Sugirió coqueto
-Eh... Es muy tarde-Respondiendo con dificultan sintiendo el rubor de sus mejillas- Pero... Vamos -Tom sonrió triunfante guiándolo hacia la salida.
A los 15 minutos ya estaban frente al gran edificio color azul claro, entraron y subieron al ascensor al piso 13, en ese transcurso no emitieron palabra alguna solo se dedicaban breves miradas y sonrisas. Salieron del ascensor yendo a la puerta 420.
-Bienvenido a mi hogar-Rio bajo abriendo la puerta para que Bill entrara-Pasa, te mostrare mis guitarras. El pelinegro asintió entrado al recinto
-¿Quieres tomar algo?-Ofreció cerrando la puerta
-Así estoy bien, gracias-le sonrió mirado a su alrededor, las cortinas eran color crema, la pequeña sala contaba con un sofá pequeño, en frente una mesa y del otro lado un sofá mas grande, al fondo estaba una cocina pequeña y del lado derecho su habitación, en la otra esquina el baño
-Bueno ven a mi cuarto, ahí tengo a mis nenas-rio alto al ver como Bill alzaba la ceja.
Ambos entraron a la habitación del mayor notando que estaba arreglada y ordenada, en la esquina derecha de la cama estaban las guitarras acomodadas con sus respectivos estuches Tom saco una guitarra y comenzó a afinarla, Bill no le quitaba la mirada de encima, se veía bastante tierno con los ojos cerrados rasgado su guitarra lentamente con la plumilla. Tom sintió su mirada
-¿Quieres intentar?-Pregunto dándole la guitarra, Bill asintió apenado y comenzó a tocar las cuerdas que fueran, no sabía nada de guitarras.
-Así no-Sonrió- mira, siéntate-Bill se sentó junto a él y Tom le ayudo a tomar la guitarra como debía, tomo su mano ayudándole a tocar debidamente sintiendo como Bill se tensaba, pero él siguió-Así pero más suave
El mayor siguió enseñándole por un rato mas, ambos bromeaban mientras tocaban, Bill tomo más confianza y reía ante las ocurrencias de el de rastas.
-Tocas bastante bien-Le susurro cerca del oído haciéndolo estremecer
-Tengo a un gran maestro- Contesto de la misma forma a lo que Tom le sonrió acercándose a Bill lentamente besándolo de forma delicada que pronto se volvió salvaje, lo tomo de la cintura y el moreno se aferro a su cuello sin romper el beso. El trenzado lo recostó en la cama bajando a su cuello, lo miro y chupo sus la labios para después besar su cuello y morderlo de a poco, Bill emitía leves suspiros con los ojos cerrados disfrutando el momento, el de rastas se puso encima de este y subió de nuevo a sus labios besándolos, lamiéndolos y mordiéndolos mientras acariciaba su espalda por encima de su camisa, Bill solo atinaba a gemir entre beso y beso, Tom tomo sus manos atrayéndolas a él para acariciarle.
Fueron varios los minutos en que se besaban y acariciaban sus cuerpos por encima de las ropas.
-Bill me gustas... Me gustas mucho-Dijo Tom con voz gruesa debido a la excitación
-Tú... Me gustas también-Respondió jadeando aun sin abrir los ojos
-¿Quieres que continúe? -Lo miro jugando con su Piercing, el pelinegro se veía bastante bien con los ojos cerrados y la boca entreabierta
-Hazlo-Asintió atrayéndolo a él, Tom sonrió quitándole su camisa lentamente para después besar su pecho provocando gemidos por parte de Bill. Pronto después llego al pezón derecho del pelinegro lamiéndolo y ensalivándolo hasta dejarlo duro para después seguir con el otro. Hizo un camino de besos desde el pecho hasta el abdomen del menor y a continuación desabrocho su pantalón bajándolo con todo y bóxer, sintió que Bill lo toco del brazo y el subió la mirada viéndolo
-¿Qué pasa?-Dijo pensando en que tal vez el pelinegro se había arrepentido
-Es que... Yo ya estoy desnudo y tú todavía tienes tu ropa... También quiero verte-Dijo sonrojándose de sobremanera y Tom sonrió quietándose su ancha playera dejando ver su abdomen trabajado, agarro las manos del pelinegro pasándolas por encima de su abdomen
-Así está mejor-Dijo con la voz muy bajita debido a la pena que sentía en ese instante, nunca nadie lo había mirado o tocado así, como lo hacia él.
El trenzado bajo a su cintura sacando por completo el bóxer para ver el erguido miembro de Bill, lamió sus labios y a continuación lamió el miembro del pelinegro provocando que este gimiera más intensamente volteando a ver lo que hacía, poniéndose rojo al ver como lo lamia.
Siguió con el mismo trabajo de lamer y meterse a la boca el miembro del pelinegro chupando y succionándolo hasta que sintió que su acompañante pronto se correría.
-¿Por qué te detienes?-Pregunto con la voz entrecortada, eso que el de rastas le había hecho lo hacía sentirse en la Luna. Tom solo río
-¿Puedes hacer lo mismo?-Pregunto posicionándose frente al pelinegro para besarlo con pasión
-¿Quieres que haga lo mismo que tú me hiciste hace unos momentos?-Dijo con miedo de la respuesta
-¿Se podría?-Sonrió mordiendo el labio del pelinegro
-Si... Si lo haré-Respondió no tan decidido cambiando de posición con Tom para quedar encima del de rastas frente a sus pantalones
-Quítalos-Ordeno con voz suave a lo que Bill asintió tocando el palpitante miembro del mayor por encima de sus pantalones, los Desabrocho Y quito junto a sus bóxer como Tom lo había hecho con él anteriormente, miro su miembro erguido y trago grueso. Estaba nervioso por lo que haría pero sin pensarlo mucho metió el miembro de su acompañante en su boca cuidadosamente, primero la punta chupándolo de a poco
-Mírame… Quiero verte mientras lo haces-Dijo Tom con dificultad debido a la excitación
Bill hizo caso a lo demandado y lo miro mientras metía todo el miembro del de rastas a su boca chupándolo, Tom gemía mientras veía la intensa mirada que el pelinegro le dedicaba, escuchaba los ruidos excitantes que emitía al saborear su miembro
-Y...Ya...-Dijo alejando la cabeza de Bill
-¿Porqué? ¿No lo hice bien?-Lo miro con miedo
-Todo lo contrario bonito, te aparté porque si seguías iba a correrme-Bill asintió comprendiendo, sonrió al ver que él también lo había complacido.
Volvieron a las posiciones anteriores (Bill bajo el cuerpo de Tom) el de rastas atrapo los labios de Bill comenzando una pelea de lenguas mientras acariciaba toda la piel que estuviera a su alcance, Bill gemía entre beso y beso dejándose hacer. Tom rompió el beso mirando al menor fijamente
-Quiero estar dentro de ti...-Pidió en susurro, Bill lo miro nervioso
-Yo... Quiero que estés en mí, pero yo...-miraba hacia otro lado que no fueran sus ojos
-Eres virgen-Adivino con una sonrisa al ver a Bill asentir-Descuida cariño, yo te cuidare-El pelinegro lo miro sonriendo tras las palabras dichas por el de rastas
-Promete que no dolerá... Mucho- Lo miro abrazándolo por el cuello
-Lo primero-Le dio un casto beso en los labios tras lo prometido
Después de aquello Bill separó más sus piernas para que Tom se acomodara en ellas. El de rastas sonrió pegándose al cuerpo de Bill sintiendo ambas erecciones chocar haciendo que ambos emitieran suspiros y gemidos. El mayor acaricio las piernas de su acompañante y lo siguiente que hizo al encontrar su pequeña entrada fue meter un dedo (que minutos antes había ensalivado por completo), el pelinegro se estremeció bajo su cuerpo gimiendo de dolor a lo que Tom opto por masturbarlo con su mano libre logrando así que Bill se tranquilizara. Pasaron los minutos en los cuales Tom ya tenía 3 dedos en la entraba de Bill.
-Creo que... Ya estoy listo-Dijo Bill cuando ya no le dolía su entrada ante la intromisión de los dedos de Tom, él sonrió y saco lentamente sus dedos para después guiar su miembro a la entrada del pelinegro.
-Me dices si duele-habló metiendo la punta de su miembro erecto a lo que Bill gimió de dolor. Tom lo saco lentamente
-No... Sigue... -Ordeno callando sus gemidos, Tom le hizo caso al instante volviendo a meterlo cuidadosamente, cuando su miembro estaba por completo dentro del menor paro a que Bill se acostumbrara a la intromisión
-Es muy grande-Comento Bill sonrojado-no pares, continua.
Tras escuchar eso Tom sonrió embistiendo a Bill con delicadeza mientas este emitía gemidos que complacían al de rastas. Así continuaron hasta que las embestidas se volvieron fuertes y profundas, en la habitación solo se escuchaban los gemidos de ambos, Tom lo penetraba con amor y deseo, Bill se dejaba hacer aun sin abrir los ojos, Tom sintió que pronto se Correría y tomo el miembro de Bill en su mano para masturbarlo al ritmo de las embestidas.
-Aahh Tom me correré-Dijo con la voz aún audible entrelazando sus piernas a la cintura de Tom
-Amor... Me correré pronto-Hablo con dificultad embistiendo más hondo a su pelinegro. Minutos después ambos se corrieron, Tom dentro de Bill y este en el estomago de ambos. Los dos suspiraban agitados continuando en la misma posición. Los minutos pasaban, ambos chicos ya tenían su respiración normalizada, Tom aun seguía dentro de Bill y él lo tenía abrazado por el cuello.
-Te ha gustado?-Pregunto el de rastas besando la frente de Bill
-Mucho-Sonrió tierno-Te quiero...
-No más que yo...-lo beso lentamente
-¿Sabías que esto pasaría cuando me hablaste?, ¿Cuando me invitaste a salir?, ¿Porqué lo hiciste?-Pregunto curioso
-No sabía que eso pasaría-Contesto honesto-Cuando te observe subir por mi taxi me cautivaste y sabia que no tenía que dejarte ir, al principio pensé que te daría miedo por ser yo un extraño pero aun así te quise hablar...
-¿Te... Cautive?-Pregunto incrédulo, él en un principio pensaba que el de rastas era una persona ignorante e intimidaste, ladrón tal vez... Pero ahora veía lo equivocado que estaba
-Debo admitir que también sentí algo al verte, me llamaste la atención en cierta forma y como pasaban los días no dejaba de pensar en ti-Confeso el pelinegro provocando una sonrisa por parte del de rastas
-Y ahora te tengo-Dijo Tom saliendo del interior del menor para después abrazarlo
-Lo mismo digo- el pelinegro Asintió sonriéndole- ¿Pero entonces esto no es de una sola noche?, ¿Aun me vas a querer?-Pregunto con miedo a lo que Tom pudiera contestar
-Tu que te imaginas?-los beso tras decir eso provocándole una sonrisa a Bill-Estaremos juntos hasta que tu lo desees
-Serás mi taxista personal-Rio el pelinegro para después cerrar los ojos y dormir tranquilo sabiendo que a la mañana siguiente Tom seguiría ahí.