Camina sin rumbo intentando apaciguar su tristeza, la realidad de todo le cae de golpe, su respiración se dificulta, él no era culpable de lo sucedido, nunca hubiera esperado algo así, -¿Acaso mi appa cree que yo lo deseaba? – pregunta dolido y los recuerdos inundan su mente, aquellas manos por todo su cuerpo, tocándolo, hiriéndolo, la voz de aquel hombre diciendo su nombre mientras arremetía contra él; una vorágine de sentimientos causa que se maree y apenas pueda mantenerse en pie, -¡Claro que no!¡ Yo no quería! Le dije que se detuviera e intente de todo por huir- grita a la nada, dejándose caer en el suelo de aquél sucio callejón, sube la mirada y siente las gotas de lluvia en su rostro. –No fue buena idea salir sin abrigarme- sonríe irónico y se abraza así mismo temblando de frío. –Creo que será lo mejor, si me quedo aquí- cierra los ojos a la bendita inconciencia, sin ver a la persona que lo vigilaba de lejos, acercándose a él.
Escucha voces a lo lejos, pero le duele la cabeza y siente el cuerpo pesado, no quiere despertar, se siente tan cómodo ahí, pero los recuerdos de la noche anterior vienen a su mente en forma de pequeños flashes ocasionando que se levante con premura de la cama donde yacía, asustando a las personas que lo acompañaban en aquella habitación.
-Veo que haz despertado, ya era hora, llevas dos días inconsciente- le dice un muchacho rubio de mirada felina.
-¿Dónde estoy? ¿Y quienes son ustedes?- pregunta observando al chico, vestía un jean rojo muy ajustado, una playera de material bastante ligero, y lo completaba una chamarra de lo que parecía ser piel, los ojos tenían perfilador negro.
-Mi nombre no me gusta mucho, pero puedes llamarme Key- sonríe petulante, -Él es Jonghyun- señala a un joven a su costado de estatura más baja, y fuertes brazos -¡Hola!, tus ojos son muy grandes, ¿sabías?- comenta abrazando a Key por la espalda, -y él es mío así que no te le acerques- El chico rubio lo golpea en la cabeza por lo dicho.
-Emm, si claro, lo tendré en mente- ¿Era su imaginación o ese muchacho le había gruñido?
–Pero a todo esto, ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar?- Pregunta mientras observa su alrededor, dándose cuenta de que la cama era enorme para él solo, y que la habitación tenía una decoración sencilla, paredes color crema y muebles estilo minimalista, solo un par de burós a lado de la cama, un escritorio amplio con una lámpara sobre este, y un ropero negro con un espejo de cuerpo completo a un lado y a las ventanas las cubría una persiana color chocolate.
-Creo que será mejor llevarte con la Jirafa- Responde el más bajo.
-Pero será después de que desayunes y te bañes, no queremos que él te vea así- Lo señala y mira despectivamente.
Minho voltea a verse y se da cuenta que lo único que lo cubre es la sábana de la cama, enrojeciendo medio grita –¡Salgan de aquí!¡ Ya me cambiaré solo!-
Key sonríe ladino –Ni que tuvieras algo que no hayamos visto, pero la puerta de la derecha es el baño y hay ropa de tu talla en el ropero- diciendo esto se acerca al castaño y le dice sugerente –Pero si gustas puedo bañarte yo- lame una mejilla del mencionado. Jjong al ver esto, gruñe y toma por la cintura al rubio, cargándolo al hombro. -¡Suéltame puppy, solo bromeaba!- Grita pateando al menor.
-Ya te han dicho lo que necesitas por el momento, cuando termines solo baja las escaleras y camina a la izquierda ahí esta la cocina, te esperaremos junto a Jaejoong- dice ignorando los golpes y gritos, saliendo por la puerta.
Minho se queda sorprendido y sonrojado en la cama unos minutos, cuando reacciona, da un pequeño grito nada masculino corriendo hacia el baño envuelto en la sábana; cuando abre la puerta, queda boquiabierto, el baño era por decirlo, enorme, la tina parecía más una piscina, todo estaba cubierto de azulejo, de lo que parecía ser mármol, había un par de lavabos a su lado derecho, con numerosas repisas con toallas alrededor, enfrente de ellos había una regadera y a lado de esta otra puerta.
Ignorando esta última y soltando la sábana que traía, corre a la tina, tirándose tipo bomba gritando feliz, cuando logra salir del agua se limpia el rostro y observa los distintos shampoos que hay, pero parece que alguien ya ha escogido cuales debe usar, porque un par de botecitos son nuevos y están más cercanos a él, curioso toma uno y lee “Fresas con Crema”.
-¿Quien escoge este aroma?- critica abriéndolo, pero encantado con la fragancia de este.
Lento y suave masajea su cabello, cuando siente que es suficiente se hunde en el agua y prosigue con su cuerpo; tomando una pequeña esponja color púrpura, coloca una pequeña cantidad del segundo pote, restregando suavemente su blanca piel, lo hace con movimientos circulares y sin querer, sensuales, es como si supiera que alguien lo observa, y le da un show privado; la esencia del jabón lo aturde y marea un poco, pero sigue con su aseo personal.
Tarda cerca de media hora de salir del baño, cuando lo hace un pequeño sonrojo adorna sus mejillas, cubierto con dos toallas una a la cintura y otra en la cabeza, intenta acercarse al ropero para sacar algo que ponerse, pero nota la cama tendida y sobre ella la ropa que alguien ah escogido para él, no prestándole atención a esto, pensando que sería Key el que lo hizo, toma la playera y se la pone, hace lo mismo con la ropa interior y los pantalones, su cabello necesita un corte ya casi le llega a los hombros y le cubre ligeramente la vista, resoplando, se dirige al espejo y se asombra con lo que ve.
Siempre ha sido guapo, es un poco consiente de ello y el que sus compañeras de la preparatoria lo acosaran, era un indicio de, pero nunca había utilizado ese tipo de vestimenta; la playera era de un estampado en cuadros negro con blanco, las mangas eran anchas y un poco largas, el cuello era de forma redonda, pero amplio, tanto que se veía uno de sus hombros; el pantalón era de mezclilla obscura, un poco deslavado y ajustado de las piernas, los calcetines tenían motivos de Hello Kitty.
-¡Me veo genial!, aunque cambiaría los calcetines, pero son monos- dice sonriendo, dándose la vuelta busca que calzarse y encuentra un par de botas vintage color negro a un lado de la cama; poniéndoselas se acomoda el cabello y viéndose por última vez en el espejo sale del cuarto.
Camina por el pasillo algo perdido, pero un delicioso aroma lo embriaga y guía hasta las escaleras, bajando por ellas aprecia la vista que le ofrece los enormes ventanales que tiene la sala.
-Al parecer no eh salido del país, ¿pero dónde estaré?- se pregunta así mismo
-Como has visto sigues en Seúl, así que no te preocupes ¿vale?- Le contesta una voz masculina pero suave.
Minho voltea hacia la voz y ve a un joven sonreírle amable, se sonroja un poco, dado que el muchacho es bastante atractivo. Es pelinegro con un corte asimétrico, cubriéndole un poco el lado izquierdo del rostro, sus labios son gruesos y rosas, posee ojos grandes y vistosos, y su ropa es igual o más glamurosa que la de Key, todo esto adornado de un mandil rosa con holanes.
-No estoy preocupado, o no mucho, si me quisieran hacer daño ya lo habrían hecho, además me tratan bien- dice sonriendo.
-¿Tienes hambre? -Desvía el tema el mayor sonriendo, como respuesta suena el estómago de Minho. –Creo que si, acompáñame a la cocina, ya tengo hecha la comida-
El castaño lo sigue, un poco apenado, no se había dado cuenta del hambre que tenía. –Amm disculpa, ¿podría saber su nombre hyung?- dice tímido sentándose en un banco, observando al mayor moviéndose hábilmente, con utensilios en mano.
-Dime Hero, Jae, o Jaejoong- le sonríe mientras le pone un plato frente a él. –Espero te guste y no seas tan quisquilloso como Max- Comenta, haciendo un puchero viendo por la ventana.
-¿Max, quien es Max?- Pregunta confundido el castaño.
Hero sonríe, -es la persona que escogió tu ropa, menos las calcetas y los bóxer, esos son un regalo mío para ti, y deja de hacer tantas preguntas, come primero, ya te responderán.-
Minho le hace caso y comienza a comer, -¡Dios, esto esta delicioso hyung¡- dice y sigue comiendo, mira con cuidado la cocina, es amplia, muy limpia y ordenada, al parecer a Hero le gusta cocinar, y era como su santuario.
-Que bueno que te guste, y no me digas hyung, me hace sentir viejo, solo dime…
-Así que este es el nuevo juguete del grandote- se escucha una voz algo aguda y nada amable detrás de Minho, haciendo que este voltee confundido, -¿Juguete de quien?- se pregunta.
Mira al recién llegado, a primera vista lo confunde con una chica por su largo cabello, pero se da cuenta que no tiene senos, es un niño muy bonito, lástima del carácter que tiene, piensa.
-Él no es juguete de nadie Taemin, así que discúlpate con él- recrimina Jae enojado.
-Tu no eres quien, para decirme que hacer, y menos para defenderlo, que Max, acepte tus delirios de pseudo madre, no quiere decir que los demás lo hagamos- se escucha un ruido seco, Jaejoong ha abofeteado al menor, sus ojos tienen lágrimas retenidas, pero estas no caen.
-Nunca, escúchame bien, me vuelvas a hablar así, sé que soy nadie para ti, pero él también te cuida, y debo aceptarlo, pero sigo sin saber porque lo hace, solo eres un niño mimado- dice en un tono bajo, que da miedo, Tae solo lo mira aturdido, Minho decide intervenir.
-No sé de que hablan, pero Jae, no debiste abofetearlo, no se ni quien es, así que no me afecta lo que diga, tranquilos ¿si?-
El pelilargo, lo mira furibundo y sale de la cocina corriendo.
-Déjalo irse, no debí hacerlo, pero él es bastante molesto, ahora Key vendrá a darme su cátedra por maltratar a su hijo- suspira.
-¿Su hijo?, como puede ser su hijo, si Key se ve solo uno o dos años mayor que yo- pregunta confundido el castaño.
-No es algo que yo deba contar, así que termina de comer, después te llevaré con Yunn…con el Jefe- cambia de tema el mayor, dándole la espalda.
Minho, se siente confundido y curioso, todo lo que ha sucedido desde que ha despertado lo desconcierta, él pensó que terminaría olvidado en aquél callejón, pero, esta en ese lugar, atendido por desconocidos que lo tratan bien, no sabe que pensar, y come en automático, Hero al verlo terminar le dice que vaya a lavarse los dientes y que espere en la habitación, que irá por el en un momento.