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Seungri y los videojuegos por Roxxs

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Notas del fanfic:

Hola~ Bueno, esta vez quise hacer algo que no fuera GTOP, así que hice algo de esta otra pareja que me gusta mucho~

Cabe aclarar que parte de esta historia está basada en hecho reales :)
AQUÍ pueden ver el Diario de Seungri donde dice lo del videojuego, y AQUÍ un lindo fanart que me encantó y de donde salió la inspiración :D

He de decir que no recordaba que iba a hacer este escrito. Recuerdo vagamente que hace como 1 o 2 semanas tenía una idea muy buena (y fresca lol) sobre el fanart, pero por alguna razón sólo escribí el título en el documento y así lo dejé. Quise empezarlo al siguiente día, pero no recordaba ni mi$%# de lo que había pensado :D Así que me deprimí y lo dejé ahí. 

ADVERTENCIAS:
1. Total y ridículamente fome. 
2. Demasiado largo. 
3. Nada de lime, lemon, ni nada, pervertidas. (lol)
4. Cursi y tonto.
5. Intento de humor fallido y amorfo. 

Como siempre, así como me gustan a mí. Pero lo pongo como advertencia porque luego puede que quieran reclamarme por perder su tiempo~ 
Lean~

Seungri y los videojuegos
Oneshot




 

 

– ¡Ja! ¡Gané de nuevo! – burló Seungri sosteniendo el mando de la XBOX, haciendo una seña con su mano.

– Tsk, sólo van dos partidas, esta vez no voy a perder – chasqueó Seunghyun mientras se volvía a acomodar en el sillón de la sala, en seña de prepararse para el próximo juego.




Fue muy repentino. A Seunghyun no le gustaban mucho los videojuegos, pero ese día estaba muy aburrido. Daesung le había dicho que saldrían, pero por alguna extraña razón, salió temprano de la casa y después le mandó un mensaje con un improvisado “me salió otro compromiso, salimos otro día”. Y por si fuera poco, Jiyong y Youngbae también le habían abandonado vilmente, sin siquiera avisarle. Para cuando despertó, con el ingenuo pensamiento de tener planes con el rubio, el líder y su amigo seguramente ya estaban en camino a divertirse en alguna parte.



Pasó una hora entera tratando de esfumar su aburrimiento, ahogando sus penas en un paquete de galletas y un vaso de leche con estampado de conejitos. Estaba por comer su quinta galleta cuando la figura tímida y furtiva de un Seungri en pijama entró despreocupado por el marco de la puerta y lo sacó de su enojo.


– Pareces aburrido, hyung – soltó el menor repentinamente.


Seunghyun se preguntó entonces cómo no se dio cuenta de que el maknae estaba en casa. Después de analizarlo y llamarse “idiota” mentalmente, aligeró sus facciones antes fruncidas y le sonrió con desgane.


– Sí. Daesung me dijo ayer que saldríamos, pero me acaba de mandar un mensaje de que no podrá. Y Ji anda con Bae.

– Oh, qué mala suerte. Pero nosotros podemos divertirnos. – e hizo un gesto con la mano, como restándole importancia al hecho de que todos le hubieran dejado atrás.


Seunghyun dudó, sobretodo después de escuchar que jugarían videojuegos, pero al cabo de un rato sus infantiles ganas de vengarse de lo demás mientras se divertía con Seungri le superaron y cedió ante los deseos del menor.


Tardó un rato en acostumbrarse al juego, y después de notar como el otro parecía no tener problemas para patearle el trasero virtualmente, su orgullo se lastimó y en lo único que pensaba era en jugar hasta ganar aunque fuera una vez. Fue en el tercer juego cuando Jiyong y Youngbae llegaron con algunas cosas recién compradas. «Ustedes estaban dormidos y Daesung dijo que saldría, así que fuimos nosotros a por las compras» dijo Ji, pensando quizá en lo sensible que podía llegar a ser el mayor cuando lo dejaban solo, pero sólo obtuvo un ligero gruñido en respuesta. Seunghyun había oído la voz del líder, pero no escuchó ni la mitad.


Pasaron horas. Horas enteras jugando con Seungri que sentía sus ojos rojos de tanto mirar la pantalla de plasma sin parpadear. Perdió la cuenta de sus derrotas. Pidió una vez la revancha y volvieron a jugar. Seungri parecía divertirse, y le dejó las cosas fáciles al mayor por un rato, pero cuando notó que era tiempo, le dio una vuelta a todo y se llevó la victoria. Seungri estaba seguro que esa era la número veintitrés.


– ¡Gané de nuevo! – gritó Seungri con arrogancia mal disfrazada.

Y esa fue la gota que derramó el vaso. Seunghyun lanzó el mando de la consola a la pared ante la mirada sorprendida del menor.

– ¡Ya! ¡Eso fue todo! ¿Por qué eres tan bueno en esto, eh? ¡¿No se supone que eres cantante?! ¡Anda! ¡Ve y hazte jugador profesional si eres tan bueno! – bramó con fuerza, con su voz ronca tan característica.


Seungri sólo veía como el mayor le tomaba por el cuello de su camisa mientras le gritaba cada vez más fuerte que incluso sintió que sus palabras rebotaban a merced de las gruesas paredes del edificio. Estaba atrapado.

– ¡Jiyong hyung! – gritó, tratando de buscar ayuda.

– Ahora no, maknae, estoy ocupado twitteando a Bae – se escuchó la voz de líder desde la otra habitación, plasmada en el más puro desinterés, que era obvio, pues tampoco se inmutó por las quejas de Seunghyun.


Seungri, quien volteó a la puerta esperando la respuesta, volvió el rostro hacia el mayor. Lo había soltado. Sin mucha delicadeza, cabe decir. La impotencia le surcaba en los ojos, y su enojo se reflejaba en su cara contraída y su mandíbula apretada. Le dio la espalda y se agarró la cabeza, tratando de controlarse. Pasados unos segundos más, que Seungri creyó convenientes, se acercó y posó su mano en la ancha espalda del mayor.


– He estado practicando – dijo Seungri.


Su voz parecía cargada de sinceridad, que hasta sintió las palabras volar con suavidad hasta sus oídos. No encontró ni el más mínimo rastro de esa altanería que siempre les restregaba a los demás.


Seunghyun reaccionó, sin creerse el tono en que hablaba el menor y volteó para verlo a la cara.


– ¿Qué? – cuestionó el más alto, pues no entendía ni las palabras que había escuchado.

Seungri sonrió nervioso. Suspiró y trató de calmarse.

– Yo… – comenzó, aún con un poco de miedo – creo que estoy enamorado de hyung.


Seunghyun abrió los ojos, sin importarle si estos pudieran salirse de sus cuencas. Le había estado escuchando con atención, pues la curiosidad le carcomía, pero su cara se deformó cuando escuchó aquello.


– ¡¿Eh?! ¡Déjate de bromas, maknae! ¡¿No ves que no estoy de humor?! – rugió enfadado, con la ira que se le había pasado desde antes.

– ¡No estoy bromeando, hyung! ¡Me gustas!


El rostro de Seungri parecía indignado. Sus labios y su voz temblaron con debilidad, mientras la impotencia le hacía estragos. Las palabras de del mayor le parecieron agujas, enterrándose en la profundidad de su piel.


– No bromeo, hyung… - repitió con voz quebrada.


Fue entonces cuando Seunghyun cayó en cuenta de lo estúpido insensible que había sido y se maldijo de nuevo. Miró a los lados, asegurándose de que los otros siguieran absortos en sus asuntos y no los vieran así, y sus ojos dieron con la frágil figura del pequeño con la cabeza gacha. En un acto de espontaneidad que ni el mismo vio venir, tomó al menor entre sus brazos, con un pequeño abrazo.


– Lo siento, perdón por gritarte – dijo el más alto, en un susurro de culpabilidad.

– No, yo lo siento – contestó en un hilo de voz – Sabía que nunca me verías. Quería que te fijaras en mí. Quería impresionarte. Pero no soy bueno en nada. No canto tan bien como Daesung hyung, y no bailo como Younbae hyung. Ni siquiera soy bueno en nada más. Me di cuenta de que esto era lo único que podía hacer bien, así que me esforcé por practicar mucho. Y cuando me desperté y vi que estábamos solos pensé que podría ser mi oportunidad. – explicó, ya más calmado. Quería que supiera toda la historia. – Pero no pensé que te molestarías tanto… - pero volvió a llorar. Con el dolor aún atravesándole su pequeño corazón enamorado.


Seunghyun se sintió la mierda más grande del universo. Apretó más el cuerpo contra el suyo, sin saber qué decir para remediar todo. Seungri era muy dramático y exagerado, pero esta vez no eran sus lágrimas de cocodrilo que le soltaba a todo el mundo para obtener lo que quería, ahora eran de verdad. Le constaba. Su cuerpo se convulsionaba entre sollozos desconsolados, salidos de sus pequeños labios temblorosos. Las lágrimas caían a borbotones, incluso con sus ojos fuertemente cerrados. Fue cuando las manos de Seungri se animaron a rodear su cuerpo también que Seunghyun supo que era hora de decirlo.


– Yo… – dijo dudoso – Yo también te quiero.


 Los ojos del pequeño se abrieron. Su llanto paró al instante y su cuerpo tembloroso se inmovilizó. Alzó el rostro y vio el gesto preocupado del mayor, con una sonrisa forzada.


– No es… - trató de decir, pero Seunghyun le besó en los labios. Sólo por un segundo, y luego se separó.

– Sí. – y le contradijo – Te amo.


Seungri notó como las palabras del mayor se le colaban por entre los labios, en un sutil sonido que le hubiera encantado grabar en su celular. Todas las dudas y todo el dolor que había sentido se esfumaron y dieron paso a un sentimiento que nunca creyó sentir.


– ¡Hyung! – chilló el pequeño, lanzándose otra vez a los brazos de su enamorado, con una sonrisa inocente plasmada en su rostro.


Seunghyun no pensó que se le confesaría al menor de esa forma, pero al menos lo había hecho. Y con una risa malsana pensó en lo satisfactorio que fue verlo tan vulnerable. Nunca veías así de inocente y dócil a ese arrogante e impertinente muchacho que se niega a mostrar respeto si no es completamente necesario. Y ahora, después de mostrarle aquella imagen suya a todos, venía con él a tratar de confesarse como un adolscente tiernamente enamorado. ¿Acaso podía ser más adorable? ¡Trató de impresionarlo con un videojuego! Seunghyun sonrió. El pequeño era el ser más puro de todos. Él y sus videojuegos.






                                                                                    ***





Después de aquella repentina confesión, y las miradas incómodas de Youngbae y Jiyong, quienes escucharon todo a tres metros de distancia, la semana pasó rápido. Entre conferencias, entrevistas, presentaciones. Un día de esos, al menor del grupo le tocó hacer algunas promociones, así que Seunghyun ahora estaba perdiendo el tiempo con Daesung.


– Oh, es cierto – dijo de repente – Nunca te agradecí.

– ¿De qué? – inquirió Daesung.

– Si no me hubieras cancelado ese día, Seungri y yo no estaríamos juntos – dijo con simpleza el mayor, con una sonrisa tonta formada en sus labios – Es tan lindo, ¿sabes? No sabía que hacer para impresionarme. Y qué casualidad que me cancelaras ese día que teníamos libre todos nosotros.

Daesung no pudo evitar la risa y se volteó tratando de ocultarla – Sí, ajá, casualidad – le dijo después con sarcasmo. Seunghyun frunció el ceño.

– ¿Por qué usas ese tono? ¿Hay algo que yo no sé?

– No, nada. – y volvió burlarse, ahora un poco más disimulado.

– ¡Ya! ¿Qué pasa? – gritó enojado, a lo que Daesung siguió riendo.

– Es que – comenzó entre risas – el no es lindo en absoluto – sentenció, ante la cara frustrada de Seunghyun.

– ¿Qué tonterías estas diciendo? ¡Es adorable! Lo hubieras visto… Parecía que no tenía idea de qué hacer. Dijo incluso que tuvo que improvisar, pues no sabía que aquel día era nuestro único día juntos en semanas – y  mientras más hablaba, su sonrisa se hacía más grande, a causa del amor nublándole la razón.


Daesung rió más fuerte. Y después vio a Seunghyun con un poco de lástima.


– Hyung… - dijo el rubio, con más seriedad – Seungri me sacó a patadas ese día del departamento – Seunghyun volteó con sorpresa – Me dijo que nos había escuchado hacer planes el día anterior y me amenazó con esconder mis cremas faciales sino te dejaba solo, ¿sabes? Además, lo he visto actuando su llanto frente al espejo.

Seunghyun estaba estupefacto. «Ese maldito niño» dijo para sus adentros. Y después pensó en cómo demonios no se dio cuenta de que todo estaba planeado. Definitivamente el amor le hacía ver cosas que no eran.

Pero aún así lo amaba. Incluso antes de ver al Seungri tierno y adorable, Seunghyun se había enamorado de él. De su vanidad, de sus métodos para obtener lo que quería, y de su irrespetuosa forma de hablarle. Estaba enamorado de él. De él y sus videojuegos. 




END

Notas finales:

¿Y bien? ¿Qué les parece? :')
Está recién salido de mi word ;D

No está muy exagerado? XD Porque yo siento que tal vez pasó algo así XD

Déjenme algún comentario bonito si les gustó, ¿si? 
A veces pienso que nadie me quiero porque no escribo lemon ;-;
Quiéranme así toda cursi como soy :'c

Si leyeron hasta aquí, les mando amor desde México~


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