4 largos años de entrenamiento habían pasado de manera terriblemente rápida al esforzarme por esa linda chica. Sí, todo mi esfuerzo iba por ella, para poder ir a entrenar y mirarla aunque sea una vez de vez en cuando, pues sabía que era excelente y llegaría hasta aquí y yo quería estar a su lado. Ahora su cabellera borgoña suelta sobre la espalda del saco negro moviéndose al compás de sus pasos me hacía olvidar por completo que acababan de anunciar a nuestro país en Francés y sucesivamente en Inglés al traer a mi memoria las tantas veces que la vi practicando con su compañera de equipo, quien ahora iba a su lado, en la cancha de playa artificial con su cabellera atada en una coleta que en ocasiones se llenaba de arena.
Su sonrisa radiante me deslumbraba, provocando que mi mente la ocupara solo ella y lo demás desapareciera, obligando a que mi prima, la pequeña Gong Min Ji, dirigiera mis pasos pues incluso perdía el rumbo y hacía apenas unos minutos pisé accidentalmente los talones de uno de mis compatriotas, tampoco era mi deseo causar una carambola y que incluso las de Nado Sincronizado, las “Soshis”, rodaran con todo y bandera. Mi amada saludaba al auditorio y reía de las bromas de su compañera, la apodada Gummy, y de las travesuras de su hermana menor Park Sandara, mejor conocida como Dara, casi tan hermosa como ella, mientras tanto yo no podía siquiera prestar atención a la sonrisa forzada que aseguraba portaba mi familiar pues siempre que yo tenía una sonrisa estúpida a causa de ver a la pelirroja ella ponía una forzosa al no poder gritarme, según ella, lo idiota que me veía. Y no lo hacía porque no quisiera si no porque debía guardar la compostura.
Los Juegos Olímpicos aquí en Inglaterra estaban teniendo su inauguración y debíamos lucir ejemplares, por eso todos llevábamos trajes negros y sin apartar mi vista podía afirmar que no pudieron hacer mejor elección, pues la falda ajustada y a la rodilla, en Park Bom, se veía simplemente: Sublime.
~Día Siguiente, Villa Olímpica~
Como era de esperarse, mi habitación quedó compartida con mi prima, la pelinegra de cabello corto que ahora acomodaba un poco su ropa. Además de compartirla por la obvia razón familiar, lo hacíamos por ser ambas las únicas participantes de nuestras respectivas disciplinas. Gong Min ji o Minzy en Gimnasia Rítmica y yo, en Tiro con Arco, Lee Chae Rin, mejor conocida como CL, puesto que por mi verdadero nombre solo podían llamarme 5 personas, (mi madre molesta, mi abuela, mi prima, el o la anunciante de la competencia y por su puesto, mi pelirroja), a los demás les iba realmente mal, como aquel chico que quiso desafiarme y su ojo morado le sirvió de recordatorio, esa vez Bom me felicitó por mi acción... No pude evitar sonreír al pensar en ella hasta que una almohada impactó en mi cara con fuerza, bajándome de la nube y obligándome a pararme de golpe.
-¿Qué rayos te sucede?- Vociferé contra mi prima que sonreía con total malicia, se acercó a mi, tomándome por los hombros.
-Si sigues pensando solo en ella, no te concentrarás y vas a perder... Y si pierdes sabes lo que pasará.- Asentí estoica, aunque por dentro temblara de pánico al imaginarlo: Los castigos a los perdedores siempre eran poco saludables para la integridad física al llegar a casa.
-Mejor vamos a distraernos ¿Sí?- Propuso y aunque no lo dijera, podía ver la preocupación en sus ojos de poder salir lastimada, no solo físicamente, si no sentimentalmente.
Sonreí levemente al asentir para luego ser halada fuera del aposento, apenas con tiempo de tomar mis lentes oscuros y ponérmelos.
Caminábamos muy juntas, decidiendo a donde ir y por un momento miré a mi familiar, con su pantalón negro ajustado, su blusa blanca con estampado en neón y su poco maquillaje ella siempre ha sido linda y a pesar de no decirlo casi nunca ninguna de nosotras, nos queríamos enormemente.
-Entonces... Primero a los Jardines y luego a la Cafetería... Right? – Inquirió y asentí. Nos gustaba usar un poco de Inglés, vivimos en Inglaterra hace tiempo y no queríamos perder el idioma por desuso.
En cuestión de minutos nos encontrábamos en el Jardín, casi repleto de atletas, que sin importar la disciplina se divertían y relajaban. Las más notables, un círculo formado enteramente por chicas, principalmente de Nado Sincronizado entre las cuales divisé a las hermanas Kim: TaeYeon la mayor con su novia Eye-Smile Tiffany, HyoYeon de en medio y la Shikshin Sooyoung y SeoHyun la menor con YoonAh. También a las hermanas Jung: Jessica, Nicole y Krystal. Aunque las 2 últimas no se involucraban con el agua. Nicole era de Gimnasia al igual que las otras 4 que introdujo al grupo, las KARA y a pesar de llevarme bien con Middle Jung nunca entendí el apodo de su grupo, y Krystal que incluyó a Flower X, equipo Voleibol Femenil al que pertenecía al igual que su pareja Amber, un equipo fuerte, a pesar de las bajas estaturas y la aparente fragilidad de HyoMin, la novia de Sunny.
-¡Hey! ¡CL! ¡Chicas! ¡Aquí!- Nicole nos vio y nos llamaba alzando una mano
-¿Vamos?- MinJi venía conmigo y si no quería, no la obligaría.
-Por mi está bien, me agradan ellas... – Musitó y caminamos.
Al llegar nos sentamos al lado de Nicole y sus hermanas recibiendo el saludo de todas ahí. Mirándolas a todas noté que parecían más modelos que competidoras, excepto yo... Instintivamente pasé mi mano por la cicatriz, una línea levemente hundida de casi 3 dedos de largo por mi pómulo derecho y haciendo esto mis dedos chocaron con los lentes oscuros que pocas veces me quitaba.
~ Flash Back. 2 años atrás ~
El y yo siempre competimos, desde niños y desde que ambos entrenábamos para el tiro con arco. Le apodaban T.O.P., pero su nombre era SeungHyun...
Ese día él se le insinuó a Bom cuando estaba con su hermana, incluso intentó besarla mientras yo miraba desde la puerta, después ella lo rechazó y humilló diciendo con culpa:
-T.O.P. ... Eres bueno y lindo, pero no eres mi tipo... Además ya alguien ocupó mi corazón.- Levantóse, el le susurró algo y ella siguió su camino.
Eso lastimó un poco mi corazón pero que su rostro lleno de remordimiento y aflicción se iluminara al verme lo reconfortó. Obviamente, tal vez, por ser amigas... Corrió hasta mí, abrazándome por el brazo con fuerza y sonrió.
-ChaeRiny... Que alegría verte. Te extrañé...- Y acto seguido nos fuimos de la cafetería para ver entrenar a las Flower X aunque estuvimos más atentas a nuestra propia plática. Antes de terminar la práctica me acompañó a la mía, pues su entrenador había faltado.
Todo era perfecto, mis tiros eran siempre al 9 o 10 y ella me hacía sonreír al aplaudir y animarme, Entonces apareció SeungHyun. El entrenador Hwang lo regañó por llegar tarde y al notar que lo ignoraba púsolo a entrenar de manera más dura que a mí. El obedecía pero podía sentir su mirada sobre mí y no era nada agradable. Tras unos 10 tiros su mirada se intensificó y reprimí une escalofrío. Luego fue el turno de ambos de tirar, al mismo tiempo. Casi soltaba la flecha cuando escuché a Bommie gritar desesperada:
-¡ChaeRin!-
Al voltear el filo de algo rasgó mi pómulo derecho, cubriendo mi mejilla de un líquido carmesí, caliente. Ardía y el pie de alguien golpeó mi cabeza haciéndome caer irremediablemente y rebotando esta contra el suelo. El dolor era insoportable, mi vista se hizo borrosa y con esfuerzo vi la silueta de Bom acercándose, abrazándome, quise corresponderle, lo intenté, pero el dolor lo hizo todo oscuro, todo desapareció... Perdí la consciencia...
Cuando volví en mi el doctor me dijo que tenía suerte, la patada de ese imbécil tuvo fuerza, al estrellarse mi cabeza en el suelo fue peor, por “suerte” no tuve contusiones y también añadió que mis ojos se desviarían un poco hacia el medio pero que no afectaría mi vista, cosa cierta. En un tono más amable me miró.
-Afuera te espera una chica pelirroja y una pelinegra... No se han movido desde que llegaste... –
Al irse MinJi entró, suspiró con alivio y me abrazó con fuerza, sabía el trabajo que le costaba no desmoronarse.
-Tranquila... Estoy bien BabyMin... – Susurré en su oído y asintió. Nos separamos, besé su frente y ella mi mejilla izquierda.
-Sabes... El quiso escapar... –Comentó sentándose en la camilla junto a mí –Pero el entrenador Hwang lo amarró al pasillo... –Ambas sonreímos ampliamente –Llamó y dijo que es un poco difícil evitar que al pasar, los demás no lo golpeen... –Ninguna reprimió la carcajada –Uh... Te trajo la hermana de Sunny, de Nado Sincronizado, Sugar. Sabes quien es... Right? –Inquirió y me limité a asentir –Ah y... Una cosa más... –Acercándose a mi oído susurró. –Alguien no se alejó de ti en todo el camino y... Quiere verte. –Luego se alejó y sonrió.
No me dio tiempo de preguntar ya que se fue, dejando entrar a mi pelirroja que se notaba tímida y preocupada, pero al verme sonreírle corrió a mí, acarició el vendaje con total suavidad y me abrazó con efusión y esta vez pude corresponderle.
-Estás bien... Estás bien... –Musitó en un sollozo mientras sentía una humedad en mi hombro. Lloró, lloró por mí.
~ Flash Back End ~
-¿Entonces CL? –YuRi me hablaba y sintiendo el codazo de Minzy reaccioné, mirándola a través de mis lentes oscuros.
-¿Entonces... Qué? –
-Que si no te haz puesto nerviosa... Eres la única competidora... –Respondió su novia, la mayor de las Jung sobre las piernas de la morena.
-Eso... No mucho, realmente no me preocupa... Si no fuera buena en esto no estaría aquí.... Y ustedes tampoco... –
-Tiene razón, Unnie es muy buena... –Afirmó Seobaby acomodada también sobre las piernas de su novia: Alligator Yoong.
La plática se hizo amena y por horas estuvimos así, sentadas en el pasto hasta que mi imprudente estómago y el de MinJi rugieron. Ambas fuimos a la cafetería como teníamos planeado pero en compañía de Shikshin SooYoung y su novia, la Mediana Kim: HyoYeon
Mi prima y yo solo tomamos un sandwich y un jugo mientras que la Gigante llevaba toda una pila de emparedados, como para alimentar a todas sus amigas y su novia la observaba con una clara expresión de: “Ella no tiene remedio alguno... “
Caminábamos a la salida justo cuando escuché lejanamente una voz sumamente conocida.
-¡Noo! ¡Ese maíz es mío! ¡Regrésamelo!-
Instintivamente volteé y la vi allí sentada, peleando con su hermana menor, aunque ella parecía una niña. Se veía malditamente tierna y linda en ese vestido ligero azul claro con tirantes oscuros.
-Sí, si... Anda... Sabes que quieres ir, sólo ve... –Dijo mi pelinegra adivinando mis pensamientos sin ningún esfuerzo.
-¿Cómo me veo?-
-Uhm... -Echó un vistazo a mis jeans ajustados, a mi blusa blanca con estampado negro y al final a mi cabello atado en una coleta de lado que hacía que este cayera en mi hombro derecho –El flequillo... –Respondió y lo acomodó con rapidez, asintió al verme lista y me empujó un par de veces.
-Nos vemos más tarde... –Murmuró antes de irse.
Caminé con paso tranquilo, tratando de no evidenciar mi alegría. Ella seguía intentando quitarle la mazorca a la castaña y estando ya cerca sonreí saludándolas
-Hey chicas... Hola. –Ambas me miraron pero la peliroja sonrió.
-¡ChaeRin! –Gritó de manera tierna –¡Siéntate! –Pidió palmeando el lugar a su lado, y yo simplemente obedecí.
-¿Qué hacen? –Inquirí acomodándome en mi asiento.
-Jugando con Bommie... –Rió la menor.
-¡Yah! ¡ChaeRin! Dile que me dé mi Maíz –Rogó con una expresión tan adorable que no pude negarme.
-Sandara... Devuélvele eso a Bommie –Ordené suavemente.
-Pero Unnie... –Se quejó.
-Ani, ani... Dale eso a tu hermana. –Ella terminó asintiendo y regresó la mazorca a la pelirroja quien le sacó la lengua y sonrió festejando.
-Buena niña Ssandara... –Sabía lo que le molestaba que le llamara así y sonreí al escucharla quejarse.
-¡CL-Roo! ¡No me digas así! –Bom y yo nos echamos a reír, y ella solo se molestó más.
Bromeábamos un poco, pero mi mirada siempre estaba sobre aquella que robó mi corazón. Ingerimos el almuerzo pero aún mirando a otro lado, mi mente evocaba su rostro y su figura, obligándome a mirarla de reojo a través de los lentes oscuros, describiéndola únicamente como: Hermosa.
Su castaña hermana terminó mucho antes que nosotras y se fué, excusándose con que debía revisar algo. El ambiente antes relajado y divertido se tornó en torpe al estar solas, me limité a mirarla de vez en vez hasta que aclaré mi garganta.
-Bueno Bommie... ¿Qué... Qué tal la competencia? –Era estúpido solo hablar de eso, pero era lo único con lo que podía comenzar.
-Uhm... Creo que las Brasileñas y... Las Estadounidenses y... Las Australianas son de temerse. ¿Y tú? ¿Qué piensas? -
-Hm... Ani, ani... Solo esa Mexicana... Y la Francesa han resultado buenas arqueras...-
-Vaya... Pero no te preocupes... Tú eres la mejor... –Sus mejillas tomaron un tinte rosado, haciéndola ver preciosa.
-¡¿Eh?!... G-gracias ChaeRinie... –Estaba más sonrojada que antes y yo más atraída por ella.
Charlábamos, reíamos, bromeábamos y citamos graciosas anecdotas, como lo hacíamos en el pasado, como antes de que usara siempre lentes oscuros, los que rara vez me quitaba en público y aunque tal vez ella no lo notara, cuando la miraba de reojo y ella a mí, nuestras miradas se cruzaban a través del polarizado de los lentes.
Después de bastante rato la plática se centró nuevamente en las disciplinas de cada una y ella soltó algo que no esperaba.
-El tiro con arco es difícil... Y tu eres excelente, es una de las cosas que admiro de ti... –El sonrojo volvió y con potencia.
-Wow... Que linda... Gracias Bommie. -
-Y la forma en la que tiras es tan especial... Tan tú... Incluso tu arco es único, siempre o decoras... –Explicaba moviendo las manos y haciendo gestos, sacándome sonrisas.
-Sabes... Esta vez lo decoré más especial... –Comenté para intrigarla. Tal vez hoy podría revelarle mis sentimientos.
-¡Omo! ¿De verdad? ¿Puedo verlo? –Parecía tan emocionada.
-Claro que sí... Aunque está en mi habitación... -
-¡Aigo! ¡Vamos! ¡En verdad quiero verlo ChaeRinie! –No hizo falta más que sus palabras y el brillo en sus ojos para que me levantara y la guiara a mi cuarto. Por el camino, estando a su lado, no pude evitar recordar lo que había hecho.
~ Flash Back ~
-Nee... MinJi-ah... ¿Puedes pasarme el barniz rojo? –Pedí observando mi arco profesional recién decorado con barniz de uñas negro y azul eléctrico.
-Claro Lion. –Respondió lanzando el frasquito a mis manos.
-Thanks. –Murmuré atrapándolo y comenzando a trazar delicadamente con la fina punta de un palillo un corazón en la mitad y bajo este, en diminuto, “Bommie”.
-Hey... ¿Crees que... Le guste? –Inquirí un poco apenada.
-Veamos... –Miró mi trabajo detenidamente y esbozó una sonrisa, haciéndome sonreír a mi también. –Claro que sí... –Determinó y me pasó un frasco transparente. –Barnízalo con eso para que perdure... –
~ Flash Back End ~
Apenas llegamos a la habitación y abrí la puerta vimos algo que a ambas nos dejó sin habla.
MinJi y Dara besándose de manera lenta, abrazadas pasionalmente en la cama de la pelinegra.
Ellas no se dieron cuenta de nuestra prescencia y seguían en lo suyo, miré a mi pelirroja y tenía la sorpresa grabada en el rostro, además de la boca ligeramente abierta, al parecer tanto ella como yo, tampoco sabía. Carraspeé ruidosamente para hacernos notar y ellas se separaron de golpe, sonrojadas a un punto máximo, mirándonos con total sorpresa y un toque de... ¿Pánico?
-Y-yo... Chae-ChaeRin... –Tartamudeó mi pobre prima, intentaba mantener una expresión seria o en blanco, pero la risa trataba de salir, se veía tan linda y torpe queriendo explicar algo que se explicaba por sí solo.
Por otro lado la castaña estaba muda y mientras estaba fuertemente tomada de la mano con su chica, miraba los ojos de su hermana mayor que cambió la sorpresa por un rostro en blanco para aclararse la garganta después.
-Sandara... –Algo andaba mal, jamás llamaba por el nombre completo a su hermana –Vámonos... ChaeRinie, me lo muestras luego ¿Sí?... Annyeong. –Besó mi mejilla antes de salir presurosa seguida de su hermana, y en segundos desaparecieron del pasillo.
A solas ya, me saqué los lentes y me senté en la otra cama, justo frente a ella, que evitaba mi mirada inquisidora volteando el rostro. Una sonrisa malévola se formó en mis labios al preguntarle.
-¿Y bien?... ¿No pensabas contarme? –
-No... No aún... –Musitó aún sonrojada.
-¿Y por qué? –
-Porque te conozco... Y se lo que harás ahora... –Parecía resignada y me levanté con suma lentitud.
-Si te refieres a esto... Tienes razón... –Acto seguido me abalancé sobre ella, abrazándola por el cuello, pegándola a mí mientras despeinaba su corta cabellera. –¡Oh mi pequeña MinJi-ah ha encontrado el amor! ¡Creces tan rápido! –Adoraba tratarla así, entre cariño y burla.
-Sí, justo eso... Lo odio... –Murmuró, pero decidí ignorarla y continuar hasta que me cansara y eso seguramente no pasaría muy pronto.
~ Final de Voleibol de Playa. División Femenil ~
Casi 5 días habían pasado desde el incidente y no habíamos tenido oportunidad de hablar correctamente, solamente los “Hola” “¿Qué tal?” y luego de cruzar unas palabras en el pasillo un “Annyeong. Se me hace tarde... “. Las eliminatorias nos ocupaban totalmente y apenas nos divisábamos entre los demás. Tal vez era por eso, tal vez porque estábamos cansadas de las competencias... Quizá ella no me hablaba porque no deseaba verme o porque simplemente no le agradaba tanto como pensaba... Pero hoy sería distinto. Era la Final, su Final y yo estaba ahí, ella logró llegar hasta el final y eso demostraba su capacidad.
Afortunadamente, yo competí más temprano y aunque el brazo dolía por el esfuerzo, solo ansiaba verla. Logré colarme a la primera fila, justo detrás de donde ella descansaría en los minutos otorgados.
Estaba emocionada aunque mi rostro no lo reflejara pues en pocos minutos anunciaron el equipo contrario: Brasil, como siempre en 2 idiomas y justo después nuestro país, aunque dejé de prestar atención cuando su figura salió del gran pasillo de vestidores. Caminaba junto con Gummy pero solo podía verla a ella y agradecía usar lentes oscuros: Ocultaban mi identidad y el que mis ojos mostraran lujuria total saliéndose de sus órbitas al mirarla así... Su cabello atado en una cola de caballo apretada, apretada también la blusa de manga corta blanca con líneas representativas de Corea del Sur delineando todo su escultural torso y más apretado su parte baja en el bikini blanco que mostraba sus largas y torneadas piernas. Al darse vuelta y hacer la típica inclinación de 90° mostró su derrieré que siempre ha poseído un gran tamaño y siempre ha causado estragos en mi pulso y pensamiento.
Cuando se levantó, sonrió y su rostro tierno era simplemente precioso, como toda ella.
El juego comenzó y aunque todo parecía normal, con mucho esfuerzo de parte de la pelirroja y su compañera, no era así, pues Bom no le daba a la pelota correctamente, tampoco lograba tocarla al lanzarse de lleno a la arena y Gummy debía que esforzarse al doble. Le pasaba algo y ese algo le impedía usar el 100% de su potencial, realmente era como si jugara por compromiso, y no porque quisiera ganar, como si no le importara y así no era mi Bom.
Faltaba poco para la mitad del partido, le tocaba sacar y, preocupada por la situación, me paré del asiento y grité con toda la fuerza de mis pulmones para asegurarme de que me escuchara.
-¡Come On Bommie! ¡Sé que puedes ganar! ¡Eres la mejor!-
Se detuvo como todo el mundo, miró en mi dirección y sonrió ampliamente para hacer un gesto a su compañera quien asintió y cambió su posición más a la derecha. El saque fue grandioso, apenas pudieron regresar la bola. Bom dejó que la pelota casi cayera al suelo para levantarla al tirarse a la arena, las contrarias habían dádola por ganada y descuidadas se sorprendieron cuando Gummy de un disparo colocó la pleota justo en el centro, frente a ellas.
El marcador cambió a partir de eso a favor de Corea del Sur, los puntos rara vez iban para las Sudamericanas y Bom no paraba de sonreír. Como era de esperarse, ganaron. Sonrió hermosamente hacia mí cuando le colgaban la Medalla de Oro mientras yo aplaudía y al terminar los Himnos corrió hasta mi lugar sin importarle mucho los reporteros o las miradas, tomó mi mano con fuerza y me haló al pasillo de vestidores.
Estaba desierto, la abracé y ella a mí en la privacidad de los casilleros.
-Felicidades Bommie... Eres la mejor... –Susurré sin separarme, realmente no quería pero ella se alejó levemente .
-Gracias ChaeRinie... Pero... Hay... Hay algo que debo... Debo decirte... –Estaba nerviosa y mucho.
-Lo que quieras Bommie... –Mi mirada inquisidora era resguardada por los lentes oscuros.
-Yo... Y-yo... –Suspiró y acercó su rostro al mío. –Te amo... –Susurró suavemente, uniendo sus labios con los míos.
Eran tan dulces, tan suaves, pero simplemente no podía corresponderle. Ella me dijo lo que ansiaba oír, lo que tantas noches soñé y ahora estaba en shock. Era demasiado para asimilarlo tan rápido. Aún procesaba todo cuando se separó de golpe y echó a correr, quise detenerla pero ya no estaba. Acaricié mis labios, estaban cálidos igual que mi corazón.
~ Final de Tiro con Arco División Femenil ~
La competencia se terminaba, el público en silencio, esperando por mi lanzamiento. El país contrincante, Francia, esperaba que fallara para no tener la última parte y mi equipo esperaba que tuviera un 10 perfecto para demostrar al mundo que podía ser buena. La mirada de la gente era molesta. Me saqué los lentes oscuros y los dejé sobre mi cabeza, como siempre, estiré el arco con la flecha en posición y entre el silencio, un grito me sorprendió, llamándome la atención totalmente.
-¡ChaeRinie! ¡Vamos! ¡Tu puedes! ¡Eres la mejor! –Su inconfundible voz hizo que mi corazón se desbocara y mis labios se curvaran en una sonrisa al verla. Nuestras miradas se conectaron y las sonrisas se ampliaron... Ella había venido a verme y eso me hacía enormemente feliz. Pero si quería ir a su lado, debía terminar con esto.
Tenía que conseguir un 9 o 10 si quería pasar a la siguiente ronda y conservar mi integridad física y mental al regresar a casa.
De nuevo centré mi mirada en el blanco, concentración total y sepulcral silencio, el arco listo al igual que la flecha y conteniendo el aliento la solté. Los gritos no se hicieron esperar: No nada menos que un 10. Sonreí satisfactoriamente y llevé los lentes a mis ojos. El marcador regresó a 0, indicando la Última Ronda y la francesa se levantó de su asiento mientras yo iba al mío. Respiré hondo y miré detrás de mí, encontrándome con la más dulce de las personas: Bom y a su lado Minji y su novia Dara levantando el pulgar en señal de apoyo, pero claro, la pelirroja captó mi atención nuevamente al mover los labios, diciendo un mudo “Eres la mejor”...
Me perdí mirándola y al mirar al frente ya era mi turno. Ella obtuvo un 8 y tras la misma rutina yo tuve un 9. Suspiré y me alejé un poco para que se notara de quién era el turno.
Metí la mano en el bolsillo del pantalón del uniforme y apreté la cajita que contenía mi regalo para ella: Una cadena con un dije dorado conformado por la silueta de un corazón y dentro de este un corazón más pequeño con una zirconia en el centro. ¿Cursi? Claro que sí... Pero me parecía perfecto, demostraba que mi corazón encajaba únicamente con el suyo.
La celebración en otra lengua me trajo a la realidad, mostrándome en la pantalla gigante la repetición de la francesa que tuvo un 10 no muy centrado. Mi tiro fue rápido, la espera por que terminara me mataba. La misma técnica, sin vacilaciones y el mismo silencio solo que esta vez la flecha dió justo en el centro amarillo. La chica me miró antes de tirar por última vez y le envié una mirada penetrante y disparó demasiado rápida, sin concentrarse lo suficiente. Al mirar al blanco la sorpresa fue general, no había nada... Su tiro erró completamente y fue a dar a la valla de seguridad.
Pude reírme en su cara pero no lo hice, simplemente hice mi último tiro y observé el resultado de 10. Ambas caminamos al centro y estrechamos las manos. El bullicio del público aumentó al saludarles y bajar mis lentes a su lugar antes de tomar posesión de mi 1er Lugar en el Pódium con la Medalla de Oro, Plata para Francia y el Bronce perteneciente a México. Las banderas se elevaron y los himnos comenzaron a sonar entre el silencio. Despúes de terminar las típicas entrevistas me sorprendió la felicitación y la palmada de apoyo del entrenador Hwang, nunca me felicitaba al hacer algo bien.
Casi de inmediato mi prima y Dara llegaron abrazándome y diciendo al únisono “Felicidades Lion”. Me sorprendió no ver a Bom con ellas y al buscarla con la mirada la encontré sentada en la banca donde yo estaba, abrazando con suavidad una chaqueta negra, mía, que dejé ahí.
Sentándome a su lado miré sus ojos chocolate, inocentes, puros, nerviosos y sonreí, no sabía si era mi prescencia su fuente de nerviosismo pero poco a poco me interesó cuando me abrazó fuertemente, como si la vida le dependiera de ello.
-Felicidades... –Susurró dulcemente sin separarse.
-Te Amo... –Murmuré en su oído y ella se separó al instante. Su rostro ruborizado era un poema y más cuando saqué aquella cajita y la abrí mostrándole el contenido. –Bommie... Tú... ¿Quieres ser mi novia? –Pregunté suavemente pero sus ojos se llenaron de lágrimas que comenzaban a desbordarse y correr. Intenté limpiarlas con mis pulgares. ¿Acaso no lo quería? ¿Y si en realidad solo me ama como amiga? ¿Qué tal si no me quiere como su pareja? ¿No había dicho que me amaba? Las dudas llenaban mi mente pero ella las disipó al abrazarme con tanta fuerza que sentía su latido junto al mío y después besar mis labios, un beso lleno de ansias y amor, un beso que me daba la respuesta a lo que pregunté.
Tras separarnos y poner el collar en su sitio acarició mi rostro y quitó mis lentes oscuros para poder mirarnos a los ojos, sonrojadas las dos, ella sacaba lo mejor de mí. Sonreímos y cuando me enteré ella terminaba de ajustar en mi muñeca un brazalete, que ella llevaba puesto hasta hacía momentos, del que colgaba un dije plateado parecido al que le regalé.
Me negaba rotundamente a agradecerle de forma común y la besé, con amor, con dulzura, con delicadeza, con todo los sentimientos de los que ella me llenaba. Acomodó su cabeza en mi hombro y yo mis manos alrededor de su cintura y así, vi en sus pardos ojos que me amaba, un amor sincero, acarició mi mejilla derecha, depositando un beso en la misma.
-Eres la mejor... Por eso Te amo. –Musitó solo audiblemente para mí.
-Soy la mejor en una cosa... –Su mirada graciosamente curiosa me hizo sonreír y acercarme más. –Amándote... –Dije para tomar poseción de sus labios suavemente. Un beso amoroso, perfecto. El mejor...