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Fuego de Noche, nieve de dia por Nefer Bretou

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Notas del fanfic:

Historia de un amor profundo... unico...

 

Actualización de episodios todos los domingos

I. “Momoiro”, dulces aromas de la ciudad del amor

 

 

- a donde deseas ir?- pregunta una joven de unos ojos azul/verdoso, su cabello rubio le llegaba hasta los hombros, vestía unos jeans ajustados, unas zapatillas de marca y un abrigo negro que llegaba hasta un poco mas debajo de sus caderas- recuerda que toda la tarde es tuya…- dice sonriendo levemente ante la mirada que colocaba la joven que estaba en frente suyo

- really?- pregunta la joven de ojos cafés con una sonrisa, sus cabellos eran mas cortos que los de la rubia, tenía mechas de una tonalidad mas oscura que el resto de su cabello, vestía unos jeans ajustados a sus piernas muy bien ejercitadas, las mismas zapatillas de la rubia, solo que otro modelo y un poleron color morado son unas letras de distintos colores en el pecho, que le servían muy bien de corta viento

- hai…- dice terminando de beber su café y llamando al mesero

 

 

La ciudad estaba cubierta por una capa de nubes negras que amenazaban con dejar caer una fuerte lluvia, pero nada ocurría aun… la ciudad era bella, ambas estaban felices de haber ido a aquel viaje que no prometía mucho, especialmente por separarse del grupo de turista que le seguían… necesitaban tiempo a solas…

 

- Vous m'accompagnez?- pregunta la joven de ojos cafés con una sonrisa

- veo que ya manejas algo de francés…- responde la rubia caminando, mientras la otra chica le miraba con amor en sus ojos

- Nefer!!!- la rubia se detiene y voltea sin preocupación alguna

- dime Selene?- pregunta acercándose nuevamente para quedar a altura de esta

- hoy quiero conocer la torre Eifel…- le dice tomándole del brazo y tirándola suavemente

- como tú digas…- la rubia corresponde a aquel gesto, dejando inquieta a la joven menor…

 

 

 

 

“Niikura Nefer… es una estudiante de segundo año de lenguas orientales y primer año de Ingeniería en Sistema de Radar, estudia en la universidad de Tokio, una de las mas prestigiosas… es una joven de gustos refinados, desciende de una familia de cómoda situación, gusta de la música clásica y de la literatura… aunque como joven común y corriente, también le gusta otro tipos de música. Con 19 años en su cuerpo ha demostrado ser muy independiente, vive en un penthouse con su hermano mayor, él cual, normalmente esta de viaje, así que ella esta casi siempre sola…

 

Yamamoto Selene… acaba de egresar de la segundaría, y fue recibida de forma inmediata en la misma universidad de la rubia, con sus 17 años ya pertenece a la carrera de Inglés, después de esta vacaciones comenzaría su primer año… Proviene de una familia muy parecía a la de la rubia, tan solo que no tan estrictas… tiene un departamento muy cerca del edificio de la rubia… ambas son muy amigas, se conocen de la segundaria y a pesar de las diferencia de 2 años entre ellas, han sabido llevar muy bien su amistad, con altos y bajos como todas…

 

Ambas sienten un cariño muy especial por la otra… les agrada su compañía y por lo mismo, ahora que Selene ya había terminado la escuela, decidieron irse a este viaje, el cual partía en Francia luego seguía a Inglaterra, España, China y terminaba en su tierra natal, Japón. Pero ellas habían decidido quedarse en Paris, la ciudad del amor…”

 

 

- algodones de azúcar!- Selene se suelta del brazo de la rubia y corre hasta un hombre que vendía algodones, Nefer solo la sigue con la mirada, le encantaba su pequeña amiga, era la única que la conocía… la única que siempre le apoyaba… la quería demasiado… le gustaba su forma de hablar y ver la vida, toda contraria a las suyas, era mas jovial… era aquel ángel que todos deseamos… un ángel que nos descoloca… que son impredecibles y siempre hacen que tú día sea diferente al resto…- te traje uno…- dice al mismo tiempo en que coloca aquella masa color azul a centímetros de su rostro- o prefieres el rosa…?- continua cambiando el color y colocándose aun mas cerca de su rostro

- cual deseas tu?- pregunta haciendo a un lado aquellos algodones llenos de aquella pegajosa e hiperactiva azúcar

- cual quieres?- insiste Selene mostrando ambos

- ese…-apunta el color rosa, realmente no deseaba probar cosas nuevas y ese algodón azul le era de dudosa reputación

- nunca he comido azul…- murmura Selene entregándole el algodón rosa- pero es mejor…- dice sonriendo y comiendo

-…- Nefer solo mira como aquella joven saca un trozo de algodón con sus largos y pálidos dedos para luego formar una pequeña bolita y degustarla en su boca, moviéndola de un lugar a otro, hasta que esta se deshace por la saliva, dejando leves restos de azul alrededor de sus labios, aquellos labios tan suaves, tersos y rosas… 

Nefer se reprocha mentalmente por esta pensando así de su amiga… “amigas”… por más que quisiese que aquello fuese distinto… nunca lo sería…

- no comerás el tuyo?- pregunta tomando un trozo de algodón rosa y repitiendo el mismo trabajo que con su algodón y luego llevándolo a los labios de la rubia- come…- dice al mismo tiempo en que empuja aquella bolita de azúcar en sus labios. Nefer se rinde ante los ojos cafés de su amiga, la amaba y amaba cada cosa que perteneciese a ella o estuviese en sus manos…

-…- abre su boca lentamente dejando que aquella bolita entrase en su boca, aquello se sentía muy bien… Nefer se acerca sutilmente mas a la pequeña, las personas alrededor habían desaparecido… solo estaba ellas… disfrutando de aquel momento. La rubia siente como dos dedos de Selene estaban en su boca y esta aun no lo sacaba, lentamente sube sus manos hasta el brazo de la pelicastaña y lo deja estático, al mismo tiempo en que sutilmente, con su lengua limpia cada resto de azúcar tan bien ubicado…

- Nefer…- suspira la pequeña cerrando los ojos y sintiendo como aquella lengua recorría sus dedos, era calida… tan calida como la mirada que le dirigía solo a ella…

 

Solo unos segundos bastaron para que ambas se separasen… Selene con un notorio sonrojo en sus mejillas y Nefer solo sentía que su corazón no podía latir más rápido…

 

- Je suis assis- murmura un joven que choca contra la rubia, quitando todo el encanto del momento

- oui…- responde Nefer mirando de reojo a aquel hombre que caminaba rápidamente dejando escapar una leve sonrisa.

 

 

- Nefer… vamos?- pregunta Selene al mismo tiempo en que caminaba en dirección a la torre- escuche que el atardecer el hermoso mirándolo desde la punta, pero esta nublado, así que deseo probar sus famosos pasteles…- sonríe mientras sigue caminando y comiendo su algodón

-…- la rubia solo la sigue, mientras se maldecía a si misma por cometer aquel atrevimiento contra su amiga

 

 

 

 

 

- realmente estoy muy cansada…- Selene se tira sobre su cama, casi todo el viaje a la torre había sido silencioso, al igual que en el ascensor y llegando hasta la punta, Nefer solo le respondía con monosílabos.

- me daré un baño…- cierra sus ojos al sentir aquella gélida voz… Cuando Nefer le había invitado a un Tour por algunos países de Europa, se sintió muy feliz, le encantaba estar con la rubia… y mayor fue su agrado cuando esta le dijo que deseaba quedarse en Paris, con ella… en la misma habitación, ya que sería mas cómodo para ambas…

La habitación era muy grande y estaban alojadas en el hotel mas lujoso, su habitación era grande y tenía dos camas de 1 plaza ½, un televisor y un baño…

- Nefer…- suspira al mismo tiempo en que siente como el agua de la ducha corría. Le encantaba la rubia, esta era muy misteriosa y eso fue lo que siempre le llamo la atención… aquella personalidad tan enigmática y atrayente… cuando esta demostró la misma curiosidad en ella se sintió feliz- sentirás la misma confusión que yo en este momento?- pregunta al mismo tiempo en que se recuesta mirando directamente a la cama de la rubia.

 

 

 

 

 

Cierra la llave del agua caliente y se quita su ropa con lentitud…  su mirada era profunda, un punto fijo era presa de aquellos fríos ojos, deja su ropa a un lado e ingresa a la tina… unos pequeños pétalos de rosas rojas adornaban el agua, el cual olía a rosas con miel… un aroma agradable y extremadamente dulce a la vez. Reposa su cabeza y cierra los ojos, aun recordaba con lujo de detalle aquel atrevimiento que había tenido con su amiga… miles de pensamiento le pesaban y no lograba ordenarlos… cosa que mas descolocaba a la joven rubia… sentimientos que juro nunca sentir…nunca demostrar… aquello había llegado muy lejos… no podía seguir así… estaba permitiendo que saliese de sus manos…

- he perdido…- murmura abriendo sus ojos abruptamente, mostrando un brillo no visto con anterioridad, toma una toalla muy pequeña y mojándola para luego colocarla sobre su cabeza- estoy enamorada…- confiesa cerrando nuevamente sus ojos y dejando escapar una muy leve sonrisa

 

 

 

 

 

Selene mira por última vez el reloj del televisor y suspira, hacía dos horas que la rubia estaba en el baño y aquello ya le preocupaba.

- disculpa la demora…- se sienta rápidamente al oír la puerta del baño abrirse dando paso a la rubia cubierta solo por una toalla, unas gotas caían de las puntas de su cabellos, dejando leves rastros en el suelo y otros dejando un camino en su cuerpo. Sus piernas blancas como la nieve brillaban por las gotas que habían cruzado todo su cuerpo. Selene trago con dificultad y se sonrojo enormemente- si deseas ocupar el baño…puedes hacerlo…- Selene la mira a los ojos, aquella no era la mirada que tenía al entrar al baño… era una mirada mas suave… la de un tigre mirando con lujuria antes de aparearse

-…- aquel pensamiento hizo que el sonrojo de la pequeña fuese mayor y se dirige abruptamente en dirección al baño

- creo que le urgía ir…- murmura la rubia algo extrañada por la forma de actuar  de su pequeña, pero memoriza que no debe ser tan directa.

 

 

Selene cierra la puerta abruptamente y se recarga sobre la puerta… aun sentía su corazón latir a mil por hora… no podía creer que había tenido aquellos pensamientos tan lujuriosos con la rubia… era bella y la quería demasiado… solo deseaba ser mirada por aquellos ojos… y estos SOLO la miraran a ella…

- dios…- se tapa la boca antes de sentarse en el suelo lentamente- estoy enamorada de Nefer…- se deja caer sobre la cerámica helada.

 

 

 

 

Se deja caer suavemente en su cama, sus cabellos estaban secos y se esparcían por toda la almohada, hacía unos minutos que había dejado de sentir el agua de la ducha, aquellos significaba que su joven amiga saldría pronto del baño, ya había mandado a pedir la cena, la cual habían traído casi de inmediato… era algo liviano, unas ensaladas con unos jugos naturales, su porción ya la había comido y en la cama de la otra chica estaba su cena… Aun no comprendía como se había enamorado de ella… de una chica… de su amiga… era muy difícil de comprender y mucho mas de asumir… pero debía de hacerlo… ya no se podía mentir… Cierra sus ojos dejándose guiar por aquellos pensamientos y sentimientos tan confusos.

 

 

 

 

 

 

Un fuerte rayos la despierta, al parecer la lluvia se estaba dejando caer sobre la ciudad… no deseaba levantarse a mirar, otro rayo resuena en su habitación y unas gotas mojan su cuerpo, pero se sentía bien… tenía calor pero aquello no importaba… realmente se sentía cómoda… cosa muy extraña al momento de dormir… un dulce aroma llegaba a sus pulmones… un aroma a flores… era refrescante y atrayente… no deseaba moverse… aquellos brazos que le tomaban la cintura le daban calor y seguridad…

 

 

 

 

-…- abre sus ojos abruptamente y mira hacia al lado… y ve a la persona mas hermosa del mundo… con sus cabellos húmedos y sus ojos cerrados… una toalla cubría su cuerpo… el cual no estaba helado… si no que muy calido- Sel…- susurra moviéndose suavemente y colocándose de pie-… te resfriaras…- murmura al mismo tiempo en que toma aquel delgado cuerpo entre sus brazos y lo lleva hasta la cama correspondiente… con suavidad, para así no despertar a la joven, seca un poco sus cabellos con una toalla y luego… dejando de lado sus pensamiento algo libidinosos… la desnuda para colocarle un pijama… no puede evitar mirar con sorpresa y deseo el cuerpo de su amiga… era hermoso… no era blanco como el propio, pero si pálido… dos puntos café pálido la distrajeron… estaban erguidos por el cambio de temperatura y marcaban como un cerro en lo plano de su cuerpo… su vientre se movía al ritmo de su respiración… sus piernas  delgadas y suaves.

-…- se levanta abruptamente en busca de un pijama, ya que no se sentía capaz de seguir mirando aquel perfecto cuerpo sin poder tocarlo… sentía una parte de su cuerpo muy húmeda y clamando algún remedio… aquello no le había pasando nunca… se sentía muy hermoso… todo era confuso, no deseaba verla de esa manera pero también deseaba tocarle… poder besar aquellos duros pezones… sentir aquella piel bajo sus manos…

 

- Nefer…- siente como una voz le habla por la espalda… la rubia voltea rápidamente y se topa con su amiga mirándole directamente a los ojos

- Sel…- dice al mismo tiempo en que baja la mirada con un sonrojo al notar que aun seguía desnuda en frente suyo

- por que estoy desnuda?- pregunta acercándose hasta quedar a escasos centímetros de la rubia

- te quedaste dormida…- mira hacia otro lado ya que la pelvis de su amiga estaba justo en frente suyo- … yo… deseaba colocarte pijama…- dice al mismo tiempo en que toma valor y a pesar de tener un notorio sonrojo en sus mejillas… la mira a los ojos

- ya veo…- murmura subiendo sus manos para tapar sus senos- Nefer… sé que no es muy bueno decir esto… pero…- se acerca a la rubia, la cual retrocede unos pasos- Nefer yo te amo…- dice al mimo tiempo en que abraza a la rubia y la besa en sus labios.

-…- Nefer siente los labios de la pequeña sobre los suyos, aun no podía cerrar sus ojos, estaba sorprendida… aquella pequeña también la amaba… los nervios la traicionaban y sentía como los pezones de su ex amiga rozaban a los suyos, ya que su pijama era muy delgado.

-…- Selene se separa al notar que la rubia no correspondía a su beso… baja la mirada con pena y deja caer una pequeñas lagrimas-… gomen nasai…- murmura dando la vuelta, pero la mano de la rubia la detiene

- Sel…- dice al mismo tiempo en que la voltea para seguir mirándose a los ojos-… yo también te amo…- la vuelve a besar pero ahora no era un beso suave y tímido… ahora las lenguas de ambas luchaban por dominar a la otra… los brazos de la rubia recorrían con suavidad aquella suave piel… era como tocar seda… la seda mas cara y hermosa del universo…

 

 

 

 

 

 

 

 

- te amo…- susurra Nefer a la joven que dormía en sus brazos- te amo tanto mi pequeña…- deja pasar su mano desde el cuello de su pequeña hasta su espalda… aun no se cansaba de sentir aquella piel… eran pasada la media noche y aun no podía dormir… no después de lo que había sucedido…  Miles de sentimientos encontrados le atormentaban, se sentía confundida, no estaba preparada, pero a pesar de todo no se arrepentía, ya que la amaba y nunca le haría daño…

 

 

 

 

 

 

Fue lo mejor que le había pasado, estaba muy contenta y no podía disimular la gran sonrisa que llenaba su rostro. Se había levantando mas temprano para darle una sorpresa, aunque mas fue su sorpresa al no verle junto a ella en la cama, pero no le fue de mucha importancia, sabía que todo lo que había pasado la noche anterior era verdadero y aquello le hacia muy feliz, quería danzar y cantar de un lado a otro, no obstante quería seguir en la cama, sintiendo el aroma de la rubia, al igual que su calor... Aspira con delicadeza la almohada y sonríe, nunca creyó ser correspondida, aquel amor parecía imposible, nunca creyó que aquella joven tan perfecta la amase tanto como ella... se sentía feliz, completa... dichosa... Sonríe a sus adentros y con pereza se levanta de aquella cama y camina hasta el baño, deseaba darse un largo baño de tina.

 

 

 

 

- Pour quelque chose de plus?- pregunta un hombre alto, de ojos claros y vestido de mayordomo

- non merci...- responde tomando una cuchara y revolviendo su café. Miraba como las personas pasaban de un lugar a otro sin importar nada a su alrededor, era comprensible, cada uno estaba en un mundo propio, pensando en sus quehaceres y problemas, tal cual lo hacía ella... sentada en el restaurante de aquel inmenso hotel, bebiendo un café negro muy caliente.

Cierra sus ojos y bebe casi la mitad de su café de un solo sorbo, sentía cosas muy confusas dentro de si misma, no logro dormir en toda la noche, lo único que pudo hacer fue recordar y ver dormir a aquella pequeña entre sus brazos, completamente desnuda y con una gran sonrisa en sus labios... se veía magnifica, completamente hermosa, un bello ángel, sentía culpabilidad por aquello, se dejo llevar por los deseos mas profundos de su corazón.

Termina de beber su café y deja propina en la mesa y camina a paso lento hacia la salida. Vestía unos jeans negros ajustados y unas botas planas color negro, un suéter cuello de tortuga color verde petróleo que le servia de corta viento, al igual que la chaqueta del mismo color que llevaba entre abierta.

Paris brillaba bajo la luz del sol, a pesar de que la noche anterior la lluvia se hizo presenta hasta la madrugada, ahora el cielo estaba completamente despejado, pero un frío viento recorría las calles que aun no estaban repletas de turistas, ya que, aun era muy temprano.

 

 

 

 

No sabía como había pasado todo, solo recordaba haber abierto los ojos y ver a su ángel acostada junto a ella, con sus cabellos mojados y una pequeña toalla cubriendo su cuerpo desnudo, era demasiada la tentación, pero no daría su brazo a torcer, nunca le diría aquel sentimiento a la peli castaña, no quería que esta sufriese por la frialdad que normalmente le rodeaba, ella era un alma muy alegre, no podía estar con alguien tan frío, no podía ser... pero después al desnudarla, su intención no era que ella despertase y pensase mal de aquello, solo quería vestirle, pero despertó y luego... luego sintió aquellos labios sobre los suyos, aquella suave piel le pedía a gritos que le tocase, y lo hizo... la deposito con suavidad en la cama y sus actos fueron distintos a los que su mente le pedía. Sabia que debía detenerse antes de que algo peor ocurriese, pero el deseo y la pasión le cegaron y ocurrió... lo mas hermoso del mundo le fue entregado y no pudo rechazarlo, lo tomo con delicadeza, tomo aquel cuerpo sin miramiento y con toda la parsimonia que le era posible, quería que disfrutase y no fuese doloroso ni traumante de ningún tipo.

Se detiene abruptamente al ver como una pareja se besaba dulcemente ante unos pequeños niños, eran dos mujeres y aquellos niños parecían ser sus hijos, ya que el parecido era notorio, lo que mas le impresiona al ver que a pesar de que mucha gente pasaba junto a ellas, nadie les miraba mal, nadie les discriminaba por amarse... Cosa que nunca sería posible en Japón.

Sigue su camino sin rumbo fijo, deseaba caminar hasta perderse en algún lugar, y que así toda la confusión que llenaba su mente se aclarase...

 

 

 

 

 

- son las dos de la tarde...- suspira mirando el reloj por quinta vez en menos de un minuto, ya había pedido el almuerzo, con la esperanza de que ella entrase por la puerta, cosa que no sucedió, y así pasaron algunas horas, no se atrevía a salir sola de aquel hotel, el francés no era su fuerte y no quería extraviarse, no deseaba ver televisión y reviso si todas las pertenencias de la rubia estuviesen, como si temiese que se hubiera ido dejándola completamente sola... en especial después de todo lo que había sucedido entre ambas, sentía mucho miedo, pero no deseaba pensar en lo peor. Tenía mucho miedo y no lo podía negar, pero tampoco no se podía dejar llevar por pensamientos vagos y sin fundamentos. Unas pequeña lagrimas caen de sus ojos, estaba vestida con ropas de la rubia, unos pantalones de tela que le quedaban mas largos y una blusa que le quedaba suelta en la altura de la espalda, ya que Nefer al practicar natación tenía una espalda mas ancha, sentía su aroma impregnado en aquellas prendas, pero no era lo mismo, deseaba decirle todo lo que sentía, que la amaba y que deseaba que lo que había sucedido anoche se repitiese mil veces... cierra sus ojos abrazando la almohada y creyendo que aquello que abrazaba con tanto fervor, era el cuerpo de su amada.

 

 

 

 

 

 

 

Mira su reloj de pulsera al mismo tiempo en que las luces de la ciudad comienzan a encenderse, el sol estaba comenzando a esconderse dando paso a la inmensa Luna llena, mira la primera estrella darse paso entre el manto negro que cubría los cielos y pide un simple deseo, se coloca de pie abruptamente y camina en dirección al hotel, ya lo comprendía, la amaba y si ella también la amaba, debía aceptar su carácter y su forma de ser, pero también pondría de su parte, la amaba y nunca le dejaría, no después de todo lo que había pasado, no podía, su cuerpo aun le llamaba con desesperación. Se detiene y mira el edificio que estaba en frente el Hotel de Vendôme, uno de los más caros y lujosos, camina con dedición hacia la entrada y suspira dándose valor.

 

 

- Bonnes nuits ma chérie- Nefer se detiene abruptamente a la entrada del hotel, sonríe a sus adentros y voltea lentamente.

- Aún siguiéndome?- pregunta seriamente acercándose al joven que miraba hacia el cielo. Era un joven quince centímetros más alto que Nefer, sus cabellos castaños estaban desordenados y sus ojos azules  brillaban bajo la luz de la luna, su piel nívea destacaba bajo el terno que usaba.

-  Ce bel est la lune, ne itoko-chan?- pregunta al mismo tiempo en que mira a la rubia directamente a los ojos, ambas tonalidades se enfrentan, la de Nefer mucho mas gélida que la del joven que le miraba con una sonrisa en los labios.

- responde…- Nefer le toma del brazo y lo guía hacía el bar que tenía el hotel- dime que demonios haces en Paris…?- el joven solo sonríe sentándose en una mesa y esperando la llegada del mesero para tomar su orden

- solo visitaba…- responde el joven sin dejar de sonreír- que sucede primita? Acaso no puedo viajar a donde se me plazca?- mira sin titubeos directamente a los ojos de la rubia, la cual le miraba con rabia.

- te envió Satoshi?… por que si es así…

- Ojisan tiene cosas mas importante que hacer…-  irrumpe el joven mientras enciende un cigarro

- que deseas Jun…?- insiste la rubia seriamente

- bueno…

 

- desean algo?- pregunta un joven con una libreta en mano

 

- si…- responde Jun sonriendo- un whisky doble y para ti… primita?- dice con malicia

- solo un vaso de agua…- responde toscamente. Estaba molesta, ya había visto a Jun el día anterior, sabía muy bien que aquello no era coincidencia…

- vuelvo de inmediato…- murmura el joven marchándose al notar el ambiente tenso en el cual estaba aquella conversación.

 

- ahora dime a que demonios has venido y porque te has alojado en el mismo hotel que yo?- pregunta la rubia muy seriamente

- como sabes que estoy en este hotel?- pregunta sorprendido el joven

- tan solo le pregunte a la recepcionista… ahora responde- ordena muy seriamente, lo que menos deseaba era enfadarse, ya que solo deseaba ver a su pequeña y poder decirle todo lo que había pensado, pero tampoco podía dejar pasar que su primo la siguiente como si fuese un espía, aquello le molestaba demasiado, sabia muy bien que detrás de todo aquello estaba su abuelo…Niikura Satoshi.

 

 

- su pedido…- el joven el whisky y por ultimo el vaso de agua- con su permiso…- y se retira tan rápido como llegó.

 

- bueno tan solo vine de paseo por unos días y coincidió que te alojabas en este hotel…- murmura bebiendo un sorbo de su trago

- y tenía que ser necesariamente en el Hotel de Vendôme??- pregunta Nefer con su ceño fruncido- Todos sabían que alojaría en este hotel, ya que es el mejor de todo Paris!

- por la misma razón me alojo en este lugar, mi querida Nefer…- toma un cigarro y lo enciende- no me iría a cualquier lugar solo para no toparme contigo, además estoy en el piso 10, tu estas en el 5, es mucha la diferencia…- fuma una calada al mimo tiempo en que la rubia bebe un sorbo de agua

- como sabias que estoy en aquel piso?- pregunta mirando el vaso de agua

- como?- pregunta Jun notoriamente sorprendido, al parecer había hablado mas de la cuenta- a que te refieres?- pregunta sonriendo nerviosamente- tú me lo dijiste…- dice terminando de beber su trago y fumando una profunda calada

- por supuesto que nunca lo hice- se coloca de pie abruptamente- dile a Satoshi que deje de espiarme, lo que yo haga con vida es mi problema, ya no estoy bajo su poder… soy mayor de edad y no dependo de él…- Jun mira nervioso a la rubia, conocía su carácter y él había cometido el error de dejarle en claro que la espiaba

 

 

 

 

 

 

- que hora es?- Selene abre sus ojos pesadamente y nota como el sol ya no estaba presente, mira su reloj de pulsera y se levanta abruptamente buscando rastros de la rubia- al parecer aun no llega…- murmura cabizbaja- pero ya me aburrí de esperarla aquí… mejor la espero en el vestíbulo…- dice sonriendo al mismo tiempo en que se dirige al armario en busca de su ropa

 

 

 

 

 

 

- Nefer, no es para que te alteres…- dice Jun sonriendo nerviosamente- creo que estas concluyendo hechos que no son fiables.

- estoy muy segura de lo que estoy hablando…- murmura Nefer volviendo a sentarse- siempre has sido uno de los mas cercano a Satoshi

- Ojisan o Niikura-sama…- irrumpe Jun

- ese hombre no es mi abuelo, es el tuyo… y además no tengo que mostrar respeto por alguien tan asqueroso como él…- responde seriamente sin dejar de mirarlo a los ojos, sus palabras eran cada vez mas fuertes y duras y en su mirada aumentaba el odio y la frialdad

- respétalo en mi presciencia Nefer!!- exclama Jun muy tenso y ofendido- aunque tú lo odies, es nuestro abuelo y le debemos respeto… además no se para que él desea saber que vienes a Paris a revolcarte con una mujer…una puta cualquiera- dice con odio

-…- aquella fue la gota que derramo el vaso para la rubia, la cual se coloca de pie y camina hasta tomar del cuello a su primo- que demonios dices?- pregunta al mismo tiempo en que algunos meseros se acercan para evitar algún pleito

- algún problema con mis palabras, primita?- pregunta Jun con una sonrisa malévola

- eres tan repugnante como ese viejo…- murmura al mismo tiempo en que lo golpea en la boca del estomago dejando caer a Jun en el piso- vete de inmediato de este hotel!- exclama mirando con desprecio, mientras el joven tosía con dificultad.

 

 

 

- Nefer?- la rubia se calma en instantes al oír aquella voz, aquella hermosa voz… miles de mariposas comienzan a volar en su vientre, provocando cosquillas- que sucede?- la rubia voltea y mira a su ángel. Esta le miraba preocupada, su semblante era melancólico, pero la preocupación invadía poco a poco aquella mirada…

 

 

 

- señorita?- un encargado del hotel se acerca con el ceño fruncido- nosotros en este hotel no aceptamos comportamientos de este tipo, así que le solicitamos que se desaloje el hotel por favor.

-…- Nefer solo mira de reojo como su primo se colocaba de pie con dificultad

- que sucedió?-  pregunta Selene tomando del brazo a la rubia- por que debemos irnos y quién es aquel tipo?- la peli castaña estaba confundida, no sabía nada en todo el día de la rubia y después la encuentra en el bar peleando con un tipo, al cual le pego y por lo mismo las echaban del hotel

 

 

 

- estas loco o qué?- Todos voltean y ven a un joven alto, su cabello rubio casi albino brillaba levemente y sus ojos azules estaban muy serios- tú sabes muy bien a quien estas echando?- el hombre se acerca hasta quedar a la altura del encargado

- disculpe, usted es…?- consulta el hombre nervioso y mirando hacía arriba, ya que el joven era mucho mas alto que él

- Niikura Yukito.- responde secamente

- Niikura-sama…- el hombre hace una reverencia levemente y vuelve a mirarle- disculpe, pero no se quien es la dama, pero ella se a peleado con el joven- apunta a Jun el cual ya se había colocado de pie- por motivo debe pedirle aquello a Satoshi-sama no le gustara saber que en su hotel hay pleitos…- concluye volviendo a hacer una leve reverencia.

 

 

 

-…- Selene miraba a todos muy confundida, no entendía quienes eran ambos hombres, uno parecía mayor que Nefer y su mirada era muy parecida a la de la rubia cuando estaba enfadada, pero el otro joven rubio, era la copia idéntica de la rubia, tan solo que en versión masculina, la piel del joven eran blanca y brillaban, su ceño se fruncía al igual que la rubia y dejaba ciertas marcas que duraban unos minutos… sus ojos azules brillaban y eran serios, eran ver dos iceberg… realmente impresionante- Nefer…- pero es silenciada al sentir que la mano de la rubia tomaba la suya con fuerza.


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