El asiento de Kyung Soo en el avión iba repleto de dulces, algunos de ellos ya habían desaparecido dejando sólo la envoltura en la bolsa que se encontraba en el respaldo del asiento frente a Kyung Soo. Es decir: en el lugar de Chanyeol.
Jongin miraba con horror la manera en la que Kyung Soo se devoraba todos esos dulces. El bailarín no soportaba ver la cantidad de caramelos que su hyung se metía a la boca. —"Cuando hay mejores cosas que Kyung Soo puede chupar, se conforma con unos estúpidos caramelos" — pensaba. Estaba celoso de unos estúpidos dulces.
Con lo mucho que Jongin odia, aborrece, detesta con todo su ser los pasteles y las cosas extremadamente dulces, su odio se incrementó al ver la desesperación con la que Kyung Soo devoraba todas esas fuentes de caries.
—Kyung Soo-ah ¿No te cansas? — El mayor le miró y simplemente negó con la cabeza. Su boca estaba salivando por la fuerte cantidad de Halls sabor uva que se había metido en la boca.
Jongin está a punto de reventar del coraje, si a Kyung Soo le preocupa más que su boca se encuentre llena ¿por qué carajo no pide comida a alguna azafata en lugar de comer tantos dulces?
¿Estará enojado por lo que ocurrió en la mañana? Jongin maldijo dentro de sí, debió haber hecho caso a las palabras de Kyung Soo umma y comerse todas las verduras en lugar de dárselas a Chanyeol.
—Hyung ¿Por qué comes tantos dulces? Te vas a enfermar. — Aunque Jongin ya estaba relativamente enfermo con tan solo verlo. El olor de la uva mentolada invadía y lastimaba sus fosas nasales.
—Porque… —Kyung Soo arrugó los envoltorios de celofán que envolvían a los Halls y los colocó, como todos los otros envoltorios, en la bolsa que estaba en el asiento de Chanyeol. — Porque así tengo ocupada mi boca en algo delicioso — Jongin reaccionó con una especie de tic en el ojo. No sabía si Kyung Soo lo dijo de la manera más inocente y él era, en efecto: un pervertido; o si Kyung Soo estaba provocándolo con eso.
Algo delicioso, había dicho Kyung Soo. ¿Acaso el miembro de Jongin no era delicioso para él? ¿Por qué no se escapaban al baño del avión como lo hicieron cuando volaron al Showcase en China?
Jongin estaba desesperado por llegar de una vez a Los Ángeles, quería enfrentar a su hyung y pedirle que parara de comer dulces, para pedirle que se comiera otra cosa. Otra cosa más grande, deliciosa y… caliente. Jongin sonrió con lujuria y algo de malicia, se relamió los labios al imaginar a su dulce y casi inocente Kyung Soo-hyung asustado con los ojos muy abiertos por la manera en la que lo tomaban por sorpresa.
Sí, a Jongin le gustaba el sexo duro y salvaje con Kyung Soo, que sabía que para nada era inocente, pero le gustaba que su hyung fingiera serlo, así le ponía bastante.
—Jongin-ah, deberías comer algunos dulces para espabilar un poco.
—Espa… ¿qué? — Jongin salió de su mundo de fantasía y miró a Kyung Soo, éste miraba hacia sus pantalones y Jongin le siguió la mirada. Había una enorme protuberancia en su entrepierna, y Jongin quiso aprovechar para seducir a su hyung.
—¿No te gustaría…? — El chico más joven hizo un ademán con su cabeza insinuándose.
—No, gracias — pero antes de terminar de hablar, Kyung Soo se negó con una voz tan infantil, que hizo que Kai odiara más a esos dulces. ¿Cuántos había empacado Kyung Soo?
El menor se levantó del asiento, no iba a espabilar con unos dulces, lo iba a hacer como la ley manda. No precisamente iba a follarse a alguien, pero a falta de un culo, bien está la mano amiga.
El bailarín se encerró en el baño del avión en el que viajaba toda la SM, agradecía que todos durmieran, así no se preocupaba por muchas cosas. Estaba a punto de abrir la pequeña puerta, cuando un rubio Key salió del cubículo completamente sonriente con un dedo entre los labios fingiendo inocencia.
—Oh, hyung —Jongin estaba sorprendido, pero Kibum se encerró de nuevo en el cubículo. El moreno estaba seguro de haber visto la figura de Minho detrás de la puerta. Kai rodó los ojos, será mejor que espere hasta llegar a Los Ángeles, ahí podría elegir una de las dos opciones que tenía disponibles: Quedarse Forever Alone y masturbarse con películas porno e imaginándose con su bebé Kyung Soo, o mandar todo a la mierda y corromperlo, tomarlo por sorpresa como siempre lo hacía. Eran muy pocas las veces que su Kyung Soo le provocaba, y cuando lo hacía, fingía demencia después de eso y volvía a ser aquella dulce e inocente palomita que no hacía daño a nadie y que sólo se ocupaba se alimentar a sus hijos Exóticos.
"Si supieran" —pensó Jongin.
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La única manera en la que Kyung Soo pudo dejar de comer tantos dulces fue porque se bajaron del avión. El mayor era necio y no iba a dejar sus amados y deliciosos caramelos en cualquier lado, y como no podía cargar todos se los dio a la única persona que sabía que no se los iba a comer. Y no, no era Kris.
—Demonios, Kyung Soo… deja de comer esas porquerías, te vas a enfermar.
—No quiero.
—Además, ya llegamos, hyung… cuando llegues al hotel puedes comer cosas saludables y que te llenen — Kai prácticamente le imploraba a su novio. Estaba harto de soportar todo ese estúpido olor a azúcar y menta.
—Déjame, Jongin, yo soy feliz con mis dulces.
—Pero hyung, te vas a enfermar y te dolerá el estómago y… — Jongin no pudo terminar de hablar porque Kyung Soo se alejó a toda velocidad para caminar junto a Joon Myun, y es que nadie le hacía caso al appa consentidor y por eso, D.O prefería estar con alguien que no insistiera a tener que soportar los reclamos y exageraciones de Jongin.
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Al fin estaban en el hotel de L.A. Jongin se sentía demasiado cansado de insistirle a su hyung, era obvio que no iba a dejar esos estúpidos caramelos para darle un poco de atención a su Sex Machine que era su… Kaibaby. Así que decidió darse por vencido. Jongin tomó un libro que compró en una librería del aeropuerto de Corea antes de subir al avión, había planeado leerlo durante el viaje, pero cierto chico que comía dulces como si fuera a morir no lo dejó cumplir su propósito.
Jongin estaba a punto de asentar su trasero en el sofá cuando ~un horroroso chillido~ la melodiosa voz de Kyung Soo le hizo saltar del asiento.
—¡WADAFAQ! ¡JONGIN-AH TRAE TU CULO AHORA MISMO, TIENES DOS SEGUNDOS! — Jongin corrió como si su vida dependiera de ello, que era así prácticamente. La última vez que no escuchó a Kyung Soo le costó dos días sin sexo. Demasiado para su salud.
—Kyung Soo ¿qué ocurre? —Jongin se esperaba lo peor ¡una catástrofe! Algo como Kyung Soo retorciéndose de dolor en la cama o quizá vomitando todos esos dulces en el baño.
Pero su adorado novio estaba en la cama sentadito prácticamente llorando por quién sabe qué cosa. Hasta que Kai morenazo delicioso ~como lo llamaba Kyung Soo~ se percató de que su Kyung Soo ojitos ceroemociones ~como lo llamaba Kai~ lamía hasta el último pedacito de papel que cubría el chocolate que se había devorado.
—Jongin baby culito morenito, mis dulces~ — se quejó el mayor casi llorando mientras señalaba el empaque vacio y completamente ensalivado por D.O.
—Aww tranquilo Kyung Soo-hyung umma incestuosa, cuando estemos en Corea… — Y Jongin se calló inmediatamente, antes de cometer el error de prometer comprar más dulces, miró de nuevo a D.O y sonrió — te prometo que tendrás todo el sexo que quieras, mientras tanto te daré tu dulce favorito~ — canturreó Jongin, se acercó al tocador que se encontraba frente a las dos camas que había en el cuarto y abrió el cajón.
Se encontraba de espaldas y con la cabeza vuelta hacia Kyung Soo, quien miraba 'inocentemente' como un niño que espera el juguete de navidad. Jongin sacó su miembro y lo ocultó para sorprender a Kyung Soo.
—Ahora, tienes que cerrar los ojos — Kyung Soo obedeció y se tapó los ojos, su sonrisa era increíblemente ancha y estaba ansioso —ahora abre la boquita Kyung Soo baby ojitos creeper.
Jongin se acercaba mientras masajeaba su miembro para estimularlo y ponerlo duro en la boca de Kyung Soo, quien permanecía con la boca abierta. Hasta que…
—¡AAAH!¡MADRE DRAGONA DE KRISUS! — Jongin dejó escapar algunas lágrimas cuando sintió tremendos dientes clavándose en la punta de su miembro. ¿Acaso Kyung Soo era demasiado inocente como para creer que de verdad le iba a dar un caramelo? Si lo que Jongin quería desde hace rato era que le chuparan la polla.
—Oh mi fuckin' dios, Jongin negrito bimbo, lo siento tanto… de verdad. Yo… yo creí que me ibas a dar un dulce.
—¡AAAH! KYUNG SOO ¿ES ENSERIO? — Jongin se retorcía en la cama esperando a que el insoportable dolor se le pasara, hasta que las manos de Kyung Soo le detuvieron por lo hombros.
—Déjame arreglarlo Jonginnie-baby — el mayor sonrió con ternura, lo cual hipnotizó a Jongin, quien se quedó completamente quieto esperando a lo que iba a hacer su hyung.
Cuando una lengua suave y ensalivada lamió la punta de su miembro, provocándole alivio instantáneo.
"Joder, que era más bueno que in Vick VapoRub" — pensó Jongin.
Pronto, los pequeños gemidos adoloridos de Jongin, se convirtieron en suspiros aliviados por la maestría con la que su nada inocente Kyung Soo lamía su miembro. Jongin imploraba porque fuera más rápido, tomó de los cabellos a Kyung Soo para imponerle un ritmo, pero el mayor apartó las manos de Kai de su cabello, aquí él iba a mandar… al menos por hoy.
Kyung Soo introdujo el miembro de Kai completamente en su boca, ahora, el morenazo delicioso se aferraba a las sábanas y gemía tan excitantemente. Ambos eran dignos de una película porno. El sonido que se originaba por la boca del mayor inundaba la habitación. Kyung Soo apretó las bolas de Jongin, quien se corrió dejando escapar un grito.
D.O se bajó los pantalones y se quitó la camiseta, se bajó de la cama y se fue directo al baño, cerrando con seguro, según él. Pero Kai sabía que esa era una invitación. Kyung Soo siempre quiso hacerlo en el baño, y esa era una oportunidad de oro.
Jongin siguió a su novio al baño, el mayor se ocultaba detrás del vidrio que cubría la regadera y el menor se terminó de desvestir. Deslizó la puertecilla y se encontró a Kyung Soo fingiendo sorpresa.
—Jongin-ah ¿acaso alguien no se puede bañar tranquilamente?
—Tu inocencia se puede ir al diablo, hyung — Jongin abrazó a Kyung Soo por las caderas y lo cargó. Se besaban mientras el agua recorría cada uno de los poros de ambas pieles.
Jongin aún podía sentir el sabor dulce en la boca de Kyung Soo, pero así sabía más delicioso. Kai se fue sin rodeos y preparó de una vez la entrada de Kyung Soo. Ambos estaban tan excitados que el dolor de Jongin se fue a freír mangos.
Kai penetró de una sola estocada a Kyung Soo, y el sonido de ambos cuerpos chocando era increíblemente más excitante. ¿Acaso Jongin podía ponerse más duro?
Jongin bajó a Kyung Soo y lo giró dejándolo contra la pared, le partió las nalgas y lo siguió penetrando tan deliciosamente que los gemidos de Kyung Soo se hicieron inhumanamente agudos. Y Kai amaba eso. Kyung Soo se apoyaba en la loza de la pared mientras sus gemidos salían descontroladamente, y pudo jurar ve el cielo, las estrellas y la galaxia entera cuando Jongin le pegó a su próstata.
Ambos terminaron al mismo tiempo, Kyung Soo se sentía agotado por la faena y abrazó a Jongin por el cuello.
—Jongin-ah, ese dulce definitivamente fue mi favorito — Jongin sonrió con lascivia, sabía que a su hyung le iba a gustar, y encima le haría olvidar esos asquerosos dulces. — Pero cuando lleguemos a Corea quiero todo el sexo que me prometiste, ya que no tendré más dulces — Kai rió, miró a Kyung Soo y le acarició la mejilla dejando que el agua les recorriera por completo.
—Por supuesto, Kaibaby es el único que te puede gustar. — Jongin sonrió con autosuficiencia mientras agitaba su miembro de un lado a otro. Y Kyung Soo pensaba que a veces Kai era algo maduro.