‘Hermoso’ pensó con deleite. Con una pequeña sonrisa mientras acariciaba suavemente el rostro de su pareja.
‘’Nn…. ’’ Fue la reacción que recibió de su caricia.
Rostro usualmente portando un ceño fruncido, se encontraba relajado. Habían pequeñas oportunidades en la que su pareja lo encontraba con una expresión tan relajada y despreocupada.
Durante esos momentos, no importaba que tuvieran una guerra sobre sus hombros. No importaba haber tenido que secuestrar a su hermosa pareja, lidiar con los guardias que lo escoltaban y huir del planeta. ‘’El amor hace que la gente haga locuras’’ era el dicho.
Y él había hecho una gran locura, secuestrar a la pareja del príncipe y negarse a devolverla. Habían dejado el planeta por miedo a ser separados de nuevo. Ellos estaban destinados a estar juntos, no había nada malo en reclamar a tu pareja cuando otro hombre trata de quitártela.
Orbes azabaches se abrieron lentamente, brillando a la luz de la Luna del planeta Tierra. Un ronroneo leve resonaba del pecho del menor. Turles sonrió aun mas ante esto, era una delicia escuchar el ronroneo de su querido Kakarotto.
‘’¿Has dormido bien?’’ pregunto mientras acariciaba con la otra mano su cabello.
‘’Uh-Uhm…’’ Respondió mientras asentía. Los ojos del menor se llenaron de curiosidad al ver su sonrisa.
‘’Baka, yo también sonrió, ¿recuerdas?’’ al terminar planto un beso en su frente.
‘’Lo siento, es raro verte sonreír. ’’
‘’No tienes nada de que disculparte, chibi. ’’
Kakarotto inflo levemente las mejillas antes de responder; ‘’No soy un chibi. ’’
‘’Como quieras, de todas formas te queda bien. ’’ Tirando su cabeza hacia arriba desde el mentón, le dio un beso apasionado en los labios.
Mordiendo suaves labios en medio del beso, la boca del menor quedo expuesta a la lengua juguetona del otro. Una batalla de lenguas se inicio, cada una tratando de tomar la iniciativa. Varios minutos después, la falta de aire causo la separación. Trazando un camino de besos hacia su oreja, Turles tiro levemente de ella, causando un gemido del otro. Una lengua jugando con el lóbulo que se encontraba allí mientras una mano apretaba dos firmes pedazos de carne.
Un pequeño quejido escapo de sus labios al inesperado movimiento, pero fue seguido de varios gemidos como la mano ascendió hacia su cola, jugando y molestándola. Para desgracia de Kakarotto, el par de labios en su oído se alejo y cambio su atención a otro apéndice. Mordiéndose el labio para evitar soltar otro gemido, el menor ignoro la lengua que humedecía la punta de su cola.
‘’Giii!’’ exclamo Kakarotto como su trasero era apretado burlonamente.
‘’Sabes, amo los ruidos que haces. ’’ Dejando la cola en paz, tiro la cabeza del otro y sellaron sus labios en un beso nuevamente. Otra batalla se desataba en la boca de ambos.
‘’Geez, ¿siempre tienes que ser así de insistente?’’
‘’Solo cuando se trata de ti, vamos a la habitación’’.
‘’Eh!?’’ Sin dejarle tiempo para quejarse, Turles puso a Kakarotto sobre su hombro y lo llevo adentro.