CAPITULO 02
A La Fuerza
Hacía otro hermoso día invernal en Hyrule, Vaati volvía a su hogar luego de hacer las compras para el desayuno. Faltaba dos días para Sábado, no podía esperar ya quería volver a pasar un rato más con Link y, ésta vez, sí le confesará sus sentimientos. Una sonrisa incontrolable se dibujó en su rostro con tal solo pensar en el rubio. Meneó la cabeza sacándolo de sus pensamientos. En eso, presiente que alguien lo estaba siguiendo. Sin darse media vuelta, siguió caminando, ésta vez a pasos rápidos.
-¿Por qué huyes de mi, niña? – preguntó una voz, Vaati rodó los ojos a la vez deteniendo sus pasos. No le cabía duda de quién se trataba.
-Por última vez, deja de llamarme "niña" – dijo molesto dando media vuelta para mirar el rostro de Grahim, quien le dedicaba una mirada burlona.
-Pero tienes cabello largo, solamente las niñas lo tienen – sonrió juguetón el de cabello blanco acercándose a Vaati para tocar su cabello.
-Déjame – se apartó de Grahim un tanto molesto. Grahim, a la fuerza, lo agarró de las manos, lo llevó contra la pared de una casa – ¡Suéltame! – intentó separarse mas éste no lo soltaba - ¿¡Qué rayos es lo que quieres!? – se exasperó.
-Sólo un pequeño beso, es todo – respondió levantando la barbilla del peli violeta.
-¡Uaj! - exclamó el pequeño haciendo una mueca de asco.
-¿qué? ¿tan feo soy?
-Desde mi punto de vista, sí – para suerte de Vaati, Vio y Azul hacen su presencia.
-Hola Vaati – saluda Vio con su serena sonrisa, Grahim se separó del mencionado mirando de manera indiferente a los Links - ¿Qué hacían?
-Nada… - respondió el peli blanco encogiéndose de hombros – estaba invitando a ésta hermosa niña al baile – señaló al hechicero, quien no dudó un segundo en pisarle el pie - ¡AAAAYY!
-¡NO SOY NIÑA!
-¡Oh! ¡Cierto! – recordó Vio – Vaati… ¿te acuerdas que quedamos en salir el sábado? – preguntó a lo que el mencionado asintió – bueno, lo cancelamos, la princesa Zelda organizará una fiesta a la noche el sábado siguiente y nosotros debemos ayudarla… espero que no te moleste
-No, no hay drama – sonrió el hechicero apaciblemente.
-Tú también estás invitado a la fiesta – agregó Azul guiñando un ojo.
-Gracias – se rascó la nuca mientras se sonrojaba – esto… ¿puedo llevar a un compañero?
-¿Yo? – intervino Grahim juguetón a lo que recibió otra pisada en el pie.
-¡NO! – respondió molesto.
-Sí claro, puedes traer a un compañero – dijo Vio con una gota en la cabeza.
-Oke, Gracias, Nos vemos – se despidió corriendo hacia su casa antes de que lo dejaran solo con Grahim otra vez. Una vez llegado a casa, dejó las bolsas sobre la mesa.
-¿Qué trajiste? – se acercó un curioso Shadow abriendo las bolsas para ver lo que trajo su amigo - ¿Otra vez papas? – preguntó haciendo una mueca cansina.
-jeje… Oye Shadow… tengo una noticia – juntó las palmas junto a una sonrisa juguetona – la princesa Zelda organizará una fiesta el sábado siguiente y estamos invitados
-No pienso ir – dijo el peli violeta oscuro agarrando un vaso de yogurt de vainilla – ¡oh! Mi favorito
-¡Claro que vas a ir! – se cruzó de brazos – le dije a Vio que irías – mintió.
-¡Qué! – saltó al oir las palabras de su amigo – ¡no debiste haberlo dicho!
-Pero… la fiesta se hace a la noche
-Igual… no me gusta el baile – dio media vuelta dándole la espalda al hechicero.
-pero, al menos, podrás pasar una noche con la persona que te gusta ¿o no? – sonrió travieso Vaati, Shadow bajó la cabeza, sonrojándose con tal solo pensar en Vio – y ahora que me acuerdo, quedamos en que hoy, los dos saldríamos al mundo exterior
-¡QUÉ! – dejó caer el vaso de yogurt girándose para mirar a su amigo con una mueca de horror - ¡No por favor, no! – Vaati asintió lentamente provocando un escalofríos recorrer por la espalda del oji azul.
-Entiendo que le temes a la obscuridad… pero las salidas con los Links no son divertidas si tú no estás – comentó antes de dirigirse hacia la cocina – cuando terminemos terminemos de comer, saldremos…
-Pero…
-No te sucederá nada, te cuidaré – interrumpió el hechicero agarrando las bolsas.
… … … …
… … … …
-Antes de salir, ponte estos lentes para sol – le aconsejó Vaati entregándole unos lentes para sol a Shadow.
-¿Para qué? – cuestionó curioso mientras se lo ponía.
-Pues, vives en plena obscuridad, si sales a luz así de repente, te hará mal los ojos – respondió Vaati.
-Tengo miedo – dijo Shadow temblando.
-Ya te dije que no te pasará nada malo – abrió la puerta y salió – vamos, Shadow – dijo caminando sin voltearse. Da unos diez pasos antes de voltearse y notar que Shadow no lo estaba siguiendo, sino que permanecía, aún, dentro de su hogar – Ok, esto me costará un poco – suspiró cansino. Se acercó a Shadow – te dije "vamos, Shadow"
-No quiero salir – negó con la cabeza haciendo una mueca de horror.
-Te dije que te cuidaré, no te sucederá nada malo si estamos juntos – intentó convencerlo.
-No… siento que algo malo va a suceder – se abrazó a sí mismo temblando de miedo.
-¿Qué te acabo de decir? – levantó una ceja.
-No sé, Vaati, ya de por sí no me pareció una buena idea – retrocedió unos pasos.
-Pero piensa en que enfrentar tus miedos darán frutos – lo agarró de las manos sonriendo compasivo – cuando Vio y tu sean parejas, me lo agradecerás –de repente, comenzó a tirar de los brazos de su amigo.
-¡NOOO! – comenzaba a gritar Shadow intentando retroceder -¡NO QUIERO SALIR!
-¡Vaaamoooss! – Vaati lo tiraba hacia él para sacarlo afuera, una vez que Shadow puso un pie al exterior, el oji rubí lo dejó caer para así, cerrar la puerta de su casa – jaja… lo logré
-No… no… NOOO… - Shadow se levanta y corre hacia su casa, intenta abrir la puerta mas ésta no se abre – ¡Déjame Entrar! – golpeó la puerta con sus puños.
-Cálmate – susurró sutilmente.
-¡No! – lo agarró de los hombros y comenzó a zamarrearlo - ¡dame la llave! ¡dame la llave! – dijo desesperado como si le quedara poco tiempo de vida.
-¡Shadow! – agarró la cabeza del mencionado para llevarlo a su pecho, comenzó a sobarle la espalda para tranquilizarlo – No te sucederá nada, lo prometo – Shadow permaneció en brazos de su amigo por unos minutos, el hechicero podía sentir como el oji azul temblaba de miedo mientras se aferraba a él. Así permanecieron por unos minutos, sin embargo, Shadow no dejaba de temblar – no tengas miedo ¿si? – levantó la barbilla de su amigo para que lo mirara – pronto me dirás que el mundo exterior es muy bello y verás que es un desperdicio mantenerse lejos de él – le dedicó una sonrisa compasiva.
-No le temo al mundo exterior, le temo a la luz
-Por eso, cuando te saques los lentes vas a ver lo hermoso que es el mundo cuando el sol sale – lo agarró de la mano y comenzaron a caminar – ven… te llevaré a un lugar donde te divertirás