Minho se encontraba de nueva cuenta en aquel parque donde se habían conocida hacia ya seis años.
Estaba sentado en uno de los columpios, el parque estaba nevado, veía al cielo, buscando una respuesta para aquella interrogante que siempre rondaba por su cabeza desde hacia seis meses, ¿Por qué habiendo tanta gente en el mundo le tenia que pasar a el?, ¿Por qué?
Soltó un suspiro un tanto frustrado, estaba cansado, no solo físicamente también mentalmente, se levanto del columpio y fue de vuelta a su departamento, al llegar vio todas las luces apagadas.
- Aún no despierta-dijo yendo hacia la cocina donde preparó café y un omelet, cuando ya estuvo listo lo sirvió y colocó los platos en la mesa, caminó hasta su habitación donde aun dormía Key, con delicadeza sacudió su hombro- despierta amor, tienes que comer…
- No quiero…- dijo con desgano- no veo por qué comer si igual terminare vomitándolo todo- dijo molesto, cubriéndose la cara con la cobija.
- Anda, solo un poco- le suplicó - por mi…
- Esta bien…- dijo levantándose con dificultad, Minho lo ayudó a terminar de levantarse, su piel estaba mas pálida que de costumbre, su cabeza estaba cubierta por un gorro blanco.
- Te prepare un omelet- le dijo Minho forzando una sonrisa, hasta sonreír ahora le costaba el doble.
- No tenias por que hacerlo- dijo Key sentándose en la cocina para comenzar a comer.
- Lo se, pero quería hacerlo- le dijo acariciándole la mejilla- hoy tenemos que ir al hospital.
- Ya no quiero seguir el tratamiento- dijo cortante, partiendo un pedazo del omelet.
- Pero Key…
- Nada, ya no voy a continuar con eso, ya no puedo mas… ya no…- dijo comenzando a llorar.
- Se paro de su silla y fue junto a Key y lo abrazó, repartiendo suaves besos por la cara del otro- esta bien si no quieres continuar…
- Lo siento…- dijo escondiendo su rostro en el pecho del alto- no deberías estar pasando por esto… perdón…
- Tranquilo- le dijo sintiendo nuevamente aquel terrible nudo formarse en su garganta, al igual que sintió las lagrimas acumularse en sus ojos, pero no lloraría, no frente a Key, porque uno tenia que ser fuerte y ese era él.
- Minho, te amo…- susurró aun sollozando.
- Yo también te amo Key….- dijo con la voz algo quebrada.
- Sabes me gustaría ir a la playa…- dijo alejándose del pecho del alto- deberíamos ir en estas vacaciones, ahora que estés libre del trabajo- sonrió ligeramente.
- La primera sonrisa en semanas, inevitablemente se contagio y sonrió- claro que si.
Los días pasaron y poco a poco el animo de Key mejoraba pero Minho cada vez se sentía peor, sabia que no le quedaba mucho tiempo a Kibum, en las noches podía oír cuando Key comenzaba a llorar, y le partía el alma, saber que aunque quisiera no podía hacer nada.
Intentaba entretener a Key con toda clase de cosas, de todo para que no estuviera pensando siempre en su enfermedad.
Finalmente llego el día en que viajarían a la playa, temprano en la mañana subieron al auto y después de viajar cerca de doce horas, por fin veían, aquel hermoso atardecer reflejado en el agua.
La sonrisa que Key tenía en aquel momento era única, así que Minho tomo su cámara y saco una foto, Kibum sonriendo alegremente con hermoso atardecer de fondo.
Pasaron cerca de seis días en la playa donde Minho vio una vez más al Key del que se había enamorado, no aquel que siempre estaba cansado y pálido, ahora estaba feliz, sonríete, ya no lo oía llorar en las noches.
Regresaron a su departamento en la capital, donde Key ahora con energías repuestas se dedicó a redecorar el lugar, ahora estaba más tiempo despierto, volvía a ser aquel ser que llenaba cada espacio vacío en la cotidiana vida de Choi Minho.
Pero Minho sabia que el tiempo corría y un día después del trabajo llegó al departamento donde encontró a Kibum desmayado en la sala, inmediatamente lo llevo al hospital donde le dijeron que el cáncer con el que luchaba ya lo había invadido completamente, y que sus órganos comenzaban a fallar.
Lloro, lloró hasta que no pudo mas, había golpeado la pared de la inmensa desesperación que sentía, haciéndose sangrar, una enfermera lo curó y por fin entró a la habitación, enteramente blanca donde estaba Key viendo por la ventana.
A paso lento se acercó a la cama, cuando Key lo volteó a ver le sonrió, mostrándole sus blancos y hermosos dientes, sus mejillas estaban ligeramente sonrosadas.
- ¿Cómo te sientes?-preguntó Minho sonriéndole con sutileza.
- Bien… Minho…
- ¿Qué pasa?
- Tomó la mano del alto, estrechando sus dedos con los ajenos- prométeme que serás feliz…
- Cerró los ojos y soltó un suspiro- lo prometo…
- Te amo, mas que a nada en este mundo, lamento hacerte esto…- dijo comenzando a llorar.
- No llores amor- susurró limpiándole las lagrimas- quiero que sonrías una vez mas para mi, por favor.
- Dejó de llorar y le sonrió, esa era su despedida, por mas que le doliera esa era la ultima ves que vería a Minho, la ultima vez que estarían así de cerca- tengo un deseo…
- ¿Cuál es?- dijo Minho conteniendo las ganas de volver a llorar.
- Que me beses como la vez que te me declaraste- dijo sonrojándose.
- Rió torpemente, y acercó su rostro al del mayor y besó sus labios con tranquilidad, con pasión… con amor y dolor- i will always love you~- cantó con voz quebrada, comenzando a llorar, sonriendo con tristeza.
- Aun lo recuerdas- dijo sonriendo mientras sus ojos lentamente se cerraban- te amo…
- Adiós Key…- dijo mientras las lágrimas caían.
Días después fue el sepelio, después de enterrar a Key, Minho volvió a su departamento, aquel que guardaba tantos recuerdos, entró con pesadez, vio en la mesa de la cocina un sobre, así que se acercó a él, tomándolo.
Supuse que no habrías revelado las fotos de las vacaciones en la playa, así que le pedí a Jinki que lo hiciera… te amo.
Atte. Key
Abrió el paquete y la primera foto que vio fue la de key sonriendo con el atardecer de fondo, detrás de esa foto estaba escrito algo.
So goodbye, please don’t cry
I will always love you~
Recuerda ser siempre feliz
Kim Kibum.