"De aceptación"
Sasuke sentía como sus parpados comenzaban a pesar – y el calor del aquel cuerpo inundándole por completo- Y hubiera podido permanecer así, abrazado al cuerpo del rubio como si fuera una tabla de salvación por toda la vida, de no ser por el discreto – y molesto - sonido del celular que le despertó de su calido letargo.
Era su madre.
En cuestión de segundos su cerebro había hecho las sinapsis necesarias como para darse cuenta de que era lo suficientemente tarde como para ya estar en su casa apunto de dormir ¿en que momento se había hecho tan tarde? Debía irse ya pero una parte de él -casi todo él en realidad- no deseaba separarse del el rubio. Y para Naruto, que hasta ahora jamás había estado tan cómodo al lado de alguien, no era diferente.
El irritante pitido seguía haciendo mella en su oído, de alguna manera ya había reunido la fuerza suficiente para separarse del cuerpo del rubio y seguía haciendo un esfuerzo sobrehumano en tratar de recordar como se hablaba, Sasuke había logrado emitir un par de gruñidos ininteligibles para Naruto ¿Cómo es que un beso de duración indefinida podía haberlo dejado tan majareta?
- Bueno – contestó una vez encontrada su voz. Y deseó entonces no haberla encontrado, por que ni bien hubo pronunciado esas palabras un rosario de reclamos por parte de su amada progenitora se había dejado oír. Espero pacientemente a que terminará , sabía que a pesar de todo lo que pudiera estar diciendo en este momento, lo único que sentía genuinamente su madre era preocupación. No que siempre se la pasará bajo las faldas de su madre, pero un discreto mensaje anunciando la omisión de su presencia en casa era suficiente… solo que esta vez se había olvidado de todo por completo – Estoy en casa de Naruto se me hizo tarde con un proyecto que debo terminar para mañana – El tono tan neutro y carente de vacilación hizo a Naruto comprender que en verdad cuando se trata de un Uchiha es imposible saber si mienten o dicen la verdad, justo como ahora. La calmada voz de la Señora Mikoto se volvió a dejar oír por el auricular “Entonces a que hora regresas”. El imperturbable sonido en el que se había sumido la habitación le había permitido al rubio oír también.
Naruto rara vez era egoísta, pero, particularmente ese día no tenía la mas minima intención en dejar que el moreno cruzara la puerta. Y como si de un gato se tratase, de manera muy lenta se inclino sobre el rostro de Sasuke desviando su boca a su oído
“No te vayas”
Susurró en un tono de voz que incluso él desconocía. Sasuke comprendió al instante que, pasase lo que pasase, Naruto jamás debía saber que tan hondo podía calar en él. Ojala jamás se enterará que así, como estaban, si Naruto le pedía que saltara de un barranco, muy probablemente lo haría.
“Por favor”
- Es muy tarde madre, me quedaré en el departamento de Naruto… nos vemos mañana -
Y fue lo último que su boca pudo pronunciar antes de pasar a ser devorada – literalmente - nuevamente por el rubio
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- ¿Qué ha dicho Sasuke?¿Dónde está? – preguntó Fugaku quien ya se encontraba acostado.
- Que se quedará en el departamento de Naruto, por que ya es muy tarde – contestó con simpleza. La rigidez que adquirieron las facciones de su amado esposo las reconoció al instante por lo que se apresuró a aclarar.
- Y no creo que te debas molestar por eso – la ligera amenaza estaba incluida tácitamente. Y Fugaku rodó sobre si para acostarse y digerir su mal humor. Fue entonces que sintió como la cama se movía y el dulce aroma de su esposa le inundó, cuando esta le abrazó de la espalda.
- Si de verdad lo quieres, y yo se qué es así, dejarás que sea feliz, tu no eres una mala persona y tampoco un snob - No respondió, pero cuando Fugaku cambió de posición y se recostó en su hombro, sonrió.
- Está bien – suspiró derrotado.
- No era tan difícil ¿o si? -
- Quiero mucho a mi hijo – confesó, como si hubiera temido que su esposa pensase lo contrario.
- Lo sé -
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