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I need you boy. por FuckyGee

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Lee ByungHun era un chico que desgraciadamente no había sido muy afortunado. Había pasado ya por varios acontecimientos desagradables en su vida y ahora mismo trataba de mejorarlo tanto como podía. 
Él es hijo de lo que fue un matrimonio normal, como cualquier otro. Fue hijo único y no pudo tener otro hermano o hermana ya que... su familia no pasaba por un buen momento, por así decirlo. Sus padres no dejaban de discutir, daban voces por toda la casa y aquello hizo que ByungHun bajara las notas, aunque trataba de centrarse lo máximo posible en los estudios para ver si conseguía que sus padres se reconciliasen. Él nació allí, donde vivía; Gunsan, pero iba a una escuela situada en la capital, Seúl. De allí era casi todos sus amigos o compañeros de clase... bueno, amigos no tenía muchos, con los de toda la vida estaba bien; MinSoo, ChanHee y ChangJo. Normalmente no se juntaba con más gente en la escuela, pero cuando salían, también les acompañaba una chica bastante hermosa, llamada Hyosung. Hyosung era... una chica muy agradable, sonreía casi todo el rato y bueno, se fue de intercambio a Londres, la echaba muchísimo de menos. Bueno, a lo que íbamos. 
Sus padres acabaron divorciándose y, tras ello, ByungHun se fue con su madre a California de vacaciones, donde la mujer se recuperó de la ruptura con su marido y ByungHun conoció a gente nueva, cosa a la que no estaba acostumbrado. Allí... bueno, normalmente incluso sus amigos le decían "Joe" porque era mucho más sencillo de pronunciar, cosa que al muchacho no le desagradó. Allí volvió a subir la nota media de sus estudios y mejoró con creces su inglés, que era muy fluido y casi lo tenía como idioma materno, pues el coreano sólo lo hablaba en casa con su madre. Allí comenzó a teñirse el pelo, de muchos colores, le fascinaba. Rosa, gris, rubio, pelirrojo... También se hizo algunos piercings, todos en las orejas, con el consentimiento de su madre como regalo por las notas finales del curso.
Pero no todo podía ser bueno. La madre de ByungHun, o Joe, como querráis llamarlo, conoció a un hombre. Éste era coreano también y por ello se habían estado conociendo más... su madre le contó todo con detalle, y resulta que llevaban un tiempo saliendo en secreto. Él también tenía un hijo. Bueno, mejor dicho, una hija. Joe no se creía lo que oía. ¿Por qué su madre se lo ocultó? Se enfadó un poco, pues entre ambos la confianza era muy importante, es más, su madre fue la primera en enterarse por el propio ByungHun de que era homosexual, pero bueno, no iba a enfadarse con ella por eso, así que se alegró. Si su madre era feliz, él también. 
No tardaron mucho en instalarse en casa del nuevo novio de su madre, pues tenía bastante dinero y la casa no era para nada desagradable. Contaba con amplios salones y varias habitaciones de invitados. No era una mansión, pero lo suficientemente grande como para que viviese una familia allí. Los primeros días estaba todo bien y Joe hizo buenas migas con Amber, su hermanastra, es más, ella le dijo que L.Joe iría mejor con su personalidad, pues así no dejaba de lado su parte coreana. 
Estaba todo genial hasta que empezó todo. Su padrastro no trataba muy bien a su madre y él lo veía. Pronto empezó a tratar de igual forma a L.Joe, insultándole e incluso llegando a la violencia con el chico. Éste se desahogaba con Amber, pues era la única persona de fiar ya que su madre estaba obligada a contarle todo a su... futuro marido. La verdad es que lo pasaban ambos muy mal, junto a Amber, pues ella sabía desde un principio cómo era su padre. Si no la trataba a ella así es porque era hija suya, sangre de su sangre.
La madre de Byunghun pidió como regalo de cumpleaños volver a Corea. Tenían ambos toda la familia allí y les echaban de menos. Aquella petición hizo que el corazón y el pulso de L.Joe se disparase... Iba a ver a sus amigos de nuevo. ¿Cómo estarían todos? No podía hablar con ellos desde que su madre volvía a tener novio y le entristecía no saber de CAP y los demás. Byunghun pidió lo mismo por su cumpleaños y Navidad, e incluso Amber nos echó una mano pidiéndolo también. Si no hubiese sido por ella, no habrían vuelto a su país... porque a su padrastro, L.Joe le importaba bien poco, es más, casi le odiaba porque creía que el hecho de que su hija se vistiese y peinase de forma masculina tenía que ver con que se había hecho amiga de un chico.

Y ahora estaban allí los cuatro, en Seúl, capital de Corea del Sur. 
Joe no lo dudó un segundo, y en cuanto dejaron las cosas en lo que iba a ser su nueva casa, pidió permiso para salir a ver a sus viejos amigos. Al principio se lo negaron, diciendo que debía deshacer las maletas, pero cuando ByungHun les dijo que iba a ir a comprar de paso comida para la cena, le dejaron marchar no sin darle dinero previamente. L.Joe tomó una mochila negra y se arregló lo mejor que pudo el pelo, ahora lo tenía teñido de color rosa oscuro, para su gusto, le favorecía bastante, pero rió al imaginar la cara de sus amigos al verle. De todas formas, mañana tenía hora en le peluquería y se cambiaría el color del pelo, pensaba volver a ponérselo rubio, pero ya preguntaría opciones a sus amigos. ¿Les reconocería? Seguro que sí. L.Joe salió casi corriendo de casa, caminando por las casi olvidadas calles de Seúl mientras iba sumergido en sus pensamientos, emocionándose por momentos. 
-"¿A quién debería de ver primero?"-Piensa, algo dudoso mientras se humedece los labios por costumbre, mirando con una pequeña sonrisa cada palabra en hangul de las calles-. "¿MinSoo? No... supongo que tiene que estar haciendo deporte." -De repente, su paso disminuyó y se mordió el labio inferior, entrecerrando los ojos mientras observaba un apartamento de tamaño normal, reconociéndolo a primera vista. Ahí tuvo su primer beso cinco años antes de partir a California.- ChanHee... -Musitó en apenas un susurro, metiéndose las manos en los bolsillos del pantalón y acercándose a la puerta de la casa, tan nervioso como un adolescente antes de pedirle salir a una chica, aún teniendo ya dieciocho años. 
Tocó el timbre algo dudoso. ¿Y si se había mudado? ¿Y si... después de lo ocurrido no quería verle? Sacude la cabeza para deshacer aquellos pensamientos tan negativos, enderezándose cuando abrieron la puerta, pero llevándose una desilusión al ver quién era. No era el chico con el que tuvo su primer beso, no. 
-Yo... ah, lo siento, me equivoqué, creí que vivía aquí un viejo amigo. -Realizó una reverencia antes de darse la vuelta completamente avergonzado.
-... ¿Byunggie? -Al oír aquello se giró con lentitud. Ahora que se fijaba en aquella señora... era la madre de él. Más envejecida, pero su madre. Al ver cómo el menor sonreía con esperanza, ella abrió completamente los ojos, abriendo la puerta por completo.- ¡Pasa, hijo! 
Byunghun negó rápidamente, llevándose el dedo índice a los labios para indicarle que guardase silencio.
-Es una sorpresa para ChanHee... ¿está en casa? 
-No, pero... ¡pasa! se me ha ocurrido algo...
La madre de su amigo le acompañó escaleras arriba, hasta la habitación del joven mientras escuchaba numerosos comentarios sobre el cambio de voz y de rostro, pero bromeando mientras decía que podría haber dado un último estirón en cuanto altura. Pese que aquello le molestaba al chico con el tinte, se mordió la lengua para no parecer descortés.
-Mi niño está en la casa de un vecino, aquí al ladito. Le llamo y que venga corriendo... tú quédate aquí.
L.Joe asintió una sola vez, haciéndole una reverencia a la mujer mientras se sienta en la silla del escritorio... estaba todo igual. Todo. Las estanterías habían cambiado, pero su amigo seguía siendo igual de ordenado y pulcro con sus cosas. Miró los cuadros que tenía y sonrió con dulzura por ello. Habían fotos de todo el grupito cuando eran jóvenes y algunas fotos en solitario con ByungHun. No tardó en escuchar los gritos de la señora, que al parecer se encontraba al teléfono.
-¡CHANNIE! ¡RÁPIDO, VEN A CASA!
-¿Mamá...? ¿Qué ocurre?
-¡VEN, POR FAVOR! ¡ES MUY URGENTE!
Joe rió por aquello, Chan Hee, o Chunji, como le decía, era bastante nervioso de por sí y con aquello le atacaría demasiado. Pronto escuchó la puerta de la entrada abrir y cerrarse de golpe, por lo que cerró la puerta de la habitación mientras continuó mirando algunas cosas, sin abrir cajones o muebles para no parecer demasiado cotilla.
-¡ARRIBA, EN TU HABITACIÓN! -La madre de Chunji no dejaba de gritar, aunque L.Joe a penas lo escuchaba por tener la puerta cerrada. En cuanto Chunji abrió la puerta de la habitación, él se quedó de espaldas a su amigo.
-¡Ah! ¿Quién eres? ¡Date la vuelta! ¡Que sepas que he venido y estaba estudiando! -La voz de Chunji sonaba nerviosa, y al oír de nuevo su voz, el pulso de L.Joe volvió a acelerarse, se giró sólo un poco, sonriéndole con nerviosismo por el reencuentro.
-Buenas... Chunji.
Chunji. 
Sólo había una persona que le llamaba así. ¿ByungHun había vuelto a Corea? ¿Estaba en su habitación? No... no se lo podía creer.

Notas finales:

Espero que os guste. ~ ¡<3!


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