Estuve por algunos segundos observando al hombre de avanzada edad que hablaba por teléfono con la vista perdida en el mar de papeles que había sobre su escritorio. Ver aquellas enormes montañas de documentos y aquel desastre de oficina ya era algo que no me resultaba nada extraño, después de todo tras la muerte de mi madre mi padre decidido olvidarse de las mujeres y casarse con su trabajo, y era muy obvio que ese toque de orden femenino que daba mi madre le estaba haciendo falta desde hace muchos años. Pero no era precisamente por aquella razón que aquel día yo me había tomado el trabajo de ir sin una cita previa a visitar uno de los accionistas más importantes de la firma de arquitectos mas reconocida en Japón –Muy bien, no se preocupe, yo me encargo de todo- dijo antes de dar por finalizada la llamada que se extendió por 20 largos minutos y dirigir su vista hacia mi persona con una sonrisa – Mio…¿como estas? - dijo pero el motivo de mi vista no era precisamente amistoso – mal gracias- respondí sarcásticamente con cara de pocos amigos - ¿puedo saber a que se debe esa actitud conmigo señorita?- pregunto fingiendo desconcierto por mi actitud, aunque ambos sabíamos perfectamente cuales eran los motivos de aquella visita y cual era el motivo de mi enojo con aquel viejo zorro. – ¿en serio no lo sabes?- pregunte probando hasta que punto llegaba el descaro de mi padre - Bueno, la verdad es que no tengo la menor idea de porque mi hija llega a mi oficina y ni siquiera me saluda- dijo con una expresión inocente mientras volvía su vista a algunos reportes sobre su escritorio – claro que lo sabes- dije tirando los reportes a un lado – Mio Suzutani…¿Qué diablos te pasa?- dijo ante mi atrevimiento – Eres un cínico…¿Cuándo me ibas a decir?...¿acaso piensas que puedes decidir algo así sin mi consentimiento?- grite ofuscada – entonces ya te contaron- dijo mi padre.
Flashback
Mire al mesero acercarse a la lujosa mesa de aquel exclusivo restaurante en Tokio antes de echar un vistazo a mi reloj de nuevo - ¿Por qué no llega?- dije para mi misma preocupada antes de que el mesero me hiciera la misma pregunta por segunda vez en la noche – Señorita…piensa ordenar ya- pregunto –No, estoy esperando a alguien- respondí antes de que a lo lejos apareciera la figura de un chico rubio y de ojos castaños – ahí esta- dije levantando mi mano haciendo una seña al rubio que se dirigió a la mesa y tomo asiento – perdona la tardanza Mio- dijo algo agitado quitándose el abrigo para entregárselo al mesero quien no tardo demasiado en retirarse – mas te vale que esto valga la pena….llevo esperándote casi una hora- le reproche – lo siento, pero tuve algunos incidentes….además créeme que era imposible hablarte de esto por teléfono- dijo Kouta, uno de mis mejores amigos e hijo de el abogado de mi padre. Al igual que yo estudiaba arquitectura y tenia 20 años – Pues parece que me fueras a contar que el mundo se va a acabar- dije a juzgar por la expresión de tu rostro en tono de broma – pues cuando te cuente tu tendrás una cara igual o peor- dijo en tono serio al punto de intrigarme. ¿Qué era eso tan importante que tenia que decirme Kouta a las 10 de la noche, que no me podía comentar por teléfono y que no podía esperar hasta la mañana siguiente?. Mas le valía que aquello no fuera una broma de mal gusto – Kouta…me estas asustando- comente – pues asústate y mucho…porque lo que se te viene encima es grande Mio- comento – ya, por dios, cuéntame de una maldita vez para que diablos me llamaste a esta hora- dije desesperada por tanto misterio – pues veras…hoy en la tarde, cuando llegue de clases iba a pedirle algo de dinero prestado a mi padre y me dirigí hacia su estudio- empezó – cuando llegue a la puerta del estudio oí a mi padre conversando por teléfono con el tuyo…y estaba comentando que tu padre y el otro socio mayoritario de su compañía, que es extranjero acordaron que sus herederos se tenían que casar y que por los estos días el heredero va a llegar para finiquitar los detalles- dijo y cada vez estaba mas segura de que aquello era simplemente una broma de mi amigo, que no era la primera vez que me jugaba una – Tal vez oíste mal…no es posible que yo fuera a casarme y no tuviera idea de ella-dije – pues yo no estaría tan seguro, porque cuando mi padre salió del estudio entre y revise sus documentos y en ellos había un documento con unas clausulas impuestas por tu padre, que en pocas palabras decían que te casas o no recibes nada de tu herencia – dijo el chico sacando una copia del documento que de inmediato me di a la tarea de leer- Esto no puede ser- dije atónita con los ojos extremadamente abiertos – pues créelo-menciono mi amigo – No…mi padre no me obligaría a casarme…¿Por qué lo haría?- pregunte a mi amigo – Aiii…Mio…lo dices como si no conocieras a tu padre…tu sabes que el hace lo que quiera con la gente- comento mi amigo con la mayor franqueza del mundo. – Pues que ni sueñe….solo espera y veras- dije.
Fin flashback
- ¿se puede saber cuando pensabas contarme?- pregunte – cuando estuvieras lista- respondió escueto - ¿Cuándo? ¿el día de la boda?- pregunte sin poder creer que mi padre fuera tan frio – no exageres Mio…obviamente vas a tener tiempo de conocer a la persona con la que te vas a casar antes de la boda…de hecho ya tengo planeada una comida- dijo mi padre – pues no…. No me voy a casar- dije en una rabieta– y no cuentes conmigo para la famosa cena…soy libre de hacer lo que quiera- alegue antes de ver que una sonrisa se dibujaba en el rostro de mi padre – claro que eres libre de hacerlo- empezó – si no te importa quedar fuera del grupo de accionistas de la firma- dijo sin que yo pudiera creer lo que estaba oyendo - ¿serias capaz?¿serias capaz de desheredarme?- pregunte en tono desafiante – pues teniendo en cuenta que es una decisión que tome por el futuro de la firma, el hecho de que no te casaras seria una muestra de que no te interesa y que por lo tanto la firma no estaría bien en tus manos- afirmo - ¿pues que tiene que ver casarme con el bien de la maldita firma?, estoy estudiando, soy responsable, soy perspicaz, soy buena estratega...eso es lo que vale ¿no?- inquirí – si pero… veras…. esta fue una firma que levante en compañía de mi socio extranjero Victor Oppenheim…y a lo largo de los años lo que ha hecho que la firma sobreviva y se mantenga como la mejor en todo Japón ha sido el hecho de que ambos socios hemos trabajado siempre hombro a hombro, como un equipo…y ahora que estamos viejos y a punto de retirarnos queremos asegurando que nuestro trabajo de todos estos años no se vaya a la basura después de pasar las acciones a nuestros herederos- explico mi padre - ¿y eso que tienen que ver con casarse?- pregunte – pues que cuando te casas con otra persona aprendes a convivir con ella, obligatoriamente aprendes a tolerarla, aprendes a hacer que las cosas funcionen y aprenden a trabajar como un equipo y una sola mente…y si lo piensas ser socios es muy parecido a estar casados- agrego antes de volver a sus papeles. – papá, ¿te estas oyendo hablar?...Ya perdiste la razón- comente – al contrario, jamás estuve tan lucido y tan convencido de algo- dijo – pero como ya te dije, si esto te parece un atropello, estas en todo tu derecho de negarte…aunque obviamente tu conoces la consecuencia de hacer tal cosa- Algunas veces realmente odiaba a mi padre. Parecía que el hecho de tener tanto dinero y poder le hacia creer que también las personas le pertenecían – Tu definitivamente estas orate….¿acaso vas a creer que el heredero de los Oppenheim va a aceptar eso tan fácil?- dije intentando persuadir a mi padre – su padre se encargara- respondió – además estoy seguro que no va a ser tan malo…cuando la conozcas tal vez te agrade- haber…¿escuche bien cierto?....mi padre había dicho “la” - ¿Cuándo la conozca?- pregunte– si…cuando LA conozcas- reafirmo con una sonrisa mientras yo sentía que iba a darme un colapso nervioso – haber…¿pero que diablos te pasa?....primero me quieres obligar a casarme con alguien que no conozco y ahora resulta que es una mujer….¿que sigue?¿de casualidad no quieres un matrimonio de tres ohh todo poderoso Mao Suzutani?- grite con la furia a flor de piel– Haber…calmate…primero que todo, dije que te ibas a casar, pero eso no implica que vaya a involucrar cosas de las que te estas imaginando…..de hecho estoy seguro que tu y ella pueden llegar a un acuerdo con respecto a su vida sexual y sentimental…y segundo, lo dices como si fuera lo peor del mundo, ¿no que ustedes los jóvenes son de mente abierta?- pregunto – si soy de mente abierta…pero eso no quiere decir que tenga que casarme y mucho menos con otra chica….que en mi vida jamás he visto- comente sintiéndome como Alicia en el país de las maravillas….rodeada de locos y de cosas extrañas–y ahora estoy un mas convencida de que ese matrimonio no se va a dar- dije - ¿y porque?...¿hasta donde yo se las leyes no tienen ningún problema- comento muy tranquilo – pues que la ley no tenga ningún problema dudo que sea una buena razón para esa chica Oppenhaim….nadie con dos dedos de frente aceptaría algo así- dije apelando a la lógica y el sentido común – ¿en serio?...pues fíjate que yo no lo creo- dijo riendo. Al parecer algo en aquella situación le parecía supremamente divertido a mi padre. – a veces subestimas los alcances de la ambición Mio- dijo mi padre aunque tenia la completa razón…las razones de la ambición y el poder muchas veces son mas grandes que cualquier cosa – en verdad tu crees que alguien va a perder su fortuna por algo que es perfectamente negociable como es casarse con alguien-dijo mi padre – entonces a ella también le jugaron igual….le dijeron que la iban a desheredar…..que bajo han caído- dije – tómalo como quieras…pero ya no ahí vuelta de hoja- dijo mi padre mostrando poco interés en lo que yo opinara de aquella endemoniada boda. – eres de lo peor- dije levantándome del asiento y saliendo de aquella oficina como endemoniada….solo quería salir de allí y desquitar mi rabia con algo. Me monte en mi auto y arranque a toda velocidad.
- ¿estas molesta cierto?- preguntó la rubia de ojos verdosos mientras mis ojos permanecían fijos en el camino por el que conducía mi convertible negro. - ¿yo molesta?...no lo creo- dije sonando el claxon mientras mi prima me observaba no muy convencida – Haber…no entiendo porque estas así…dicen que es bonita, es inteligente, es una señorita y que es muy cotizada, si lo miras por todos los lados esto te beneficia, vas a tener todas las acciones del tío y también vas a estar casada con la mujer de tus sueños- comento mi prima sonriendo – lo dudo- dije deteniéndome en un semáforo repentinamente – pues hasta donde se te gustan las chicas…esto debería ser bueno- afirmo mi prima sin entender la causa de mi incomodidad – si, pero se supone que esto es algo que yo debería decidir por mi misma. No algo que se negocia con el mejor postor….además dudo que lo estés diciendo porque en realidad te intereso- afirme -¿Por qué no me interesarías?- dijo – tal vez porque tu, querida primita, eres el sabueso mandadero de mi padre y su ejemplo de eficacia, fría y calculadora. seguro te envió conmigo a Japón para asegurarte de que esta boda de circo no se arruine, ¿o me equivoco?- dije arqueando una ceja – bueno, el me mando, pero también me interesas tu Han….además prefiero que me digas “mano derecha”…sabueso mandadero suena horrible- comento – pues si te interesara deberías saber que esta boda no es para nada una buena idea. Ni siquiera conozco a esa chica- dije –pues para eso viniste unos meses antes de la boda, para conocerla e irte acostumbrando a ella- dijo como si se tratara lo las lógico del mundo – dirás para acostumbrarme al infierno….porque si a esa chica la obligaron igual que a mi, dudo que yo le vaya a caer bien y nuestra vida juntas va a ser una tortura…eso te lo aseguro- afirme con toda la seguridad del caso. ¿a quien se le podía ocurrir que una boda obligada podía funcionar?...ahhh ya se…A mi padre y a su socio….maldito par de imbeciles – precisamente porque no la conoces no sabes si en verdad te va a gustar- alego - ¿en serio?- dije con sarcasmo mientras el semáforo se ponía en verde y yo arrancaba el auto, sin prever que una loca en un auto rojo iba por aquel cruce a toda velocidad ignorando el semáforo – cuidado- grito mi prima antes de que el lujoso auto carmesí se estrellara contra mi convertible convirtiéndolo en chatarra al instante…aunque por supuesto eso no era lo que mas me preocupaba –Grettel- grite llamando a mi prima - ¿estas bien?- pregunte quitándome el cinturón de seguridad para observar a mi prima que al parecer todavía seguía consiente aunque estaba asustada al punto de las lagrimas – si….estoy bien- respondió temblorosa antes de que yo desabrochara su cinturón y saliera del auto para ayudarla a bajar….afortunadamente ambas estábamos ilesas y después del susto el único sentimiento que llego a mi fue el que suele invadirte en estos casos en que un irresponsable casi genera una tragedia – IDIOTA….casi nos matas- dije abriendo la puerta del auto rojo donde había una chica de cabellos negros petrificada. Parecía no poder reaccionar aun, aunque evidentemente estaba consiente – mi auto- dijo reaccionando lentamente y bajando de forma torpe del vehiculo – ¿en serio eso te preocupa?....casi nos matas- le reproche a la chica que parecía tener entre 18 y 20 años. – Perdón…fue un accidente- se justifico –un accidente que provocaste por pasarte el semáforo del cruce…¿en donde diablos te dieron la licencia?- dije mientras lentamente los transeúntes se acercaban para ver que había ocurrido allí - ¿puede bajar la voz?, ya me disculpe…y en cuanto a su auto pues dígame cuanto quiere para irse y olvidarse de esto- dijo la chica mientras sacaba su chequera– no necesito su dinero- dije – mira…no se si te des cuenta, pero pronto llegara la policía y van a preguntar que paso…la verdad no quiero embrollos y sé que podemos llegar a un acuerdo como gente civilizada que somos y evitar todo este asunto incomodo- dijo la chica escribiendo sobre el cheque– solo tienes que omitir con la policía el semáforo que me salte- agrego por ultimo antes de sacar el cheque que ni mire – metete tu cheque por donde te quede mas fácil metértelo- dije molesta – no entiendo cual es el problema….todos estamos bien – dijo la chica pelinegra – Hansel….cálmate ya- dijo Grettel. Es extraño pero nuestros padres les pareció una gracia ponernos aquellos nombres. Aunque a mi no me hacia gracia la verdad, pero con el nombre que te colocan tus padres tienes que resignarte – No me calmo porque por idiotas como esta ocurren tragedias horribles y encima creen que lo solucionan con un papel- dije tirando el cheque y provocando la rabia de la chica japonesa – Mira…Hanso- dijo – Hansel- corregí – Bueno, como te llames…baja tu tono…no ahí heridos y tu no sabes con quien estas hablando-dijo en un tono autoritario que no me gusto y al que por mi forma de crianza no estaba acostumbrada – pues obviamente tu tampoco sabes con quien estas hablando…así que no juegues con tu suerte- dije. A mi nadie me hablaba en ese tono – Hansel…ya basta…vuelve al auto y esperemos que la policía llegue- dijo mi prima intentando hacerme entrar en razón – Hazle caso a la rubia….te conviene no meterte en problemas conmigo- dijo la pelinegra muy segura y en cuanto a mi si antes tenia rabia en ese momento me importaba un bledo armar un escandalo y meterme en problemas….de todas formas tenia el suficiente dinero como para cubrirlo. – Si….que me vas a hacer enana-dije acercándome mostrándole su obvia desventaja en cuanto a altura. – Nada…gente como tu en mi camino no son mas que cucarachas- dijo y no pude mas que soltar una carcajada – enserio…que bueno que lo mires de ese modo…así lo que voy a hacer no te va a importar mucho- dije antes de tomar una piedra y estrellarla contra el parabrisas del auto rojo. ¿Quería problemas?...Los había encontrado.
Continuara…