Este día...
Kim Kibum se levanto ese día con un solo pensamiento, se lo repitió casi como un mantra mientras salía de entre las sabanas y caminaba casi danzando por su ordenada habitación mientras pensaba con eufemismo que se pondría o las palabras que le dedicarían ese día.
Se lo repitió mientras entraba en la ducha y cantaba alto con el agua chorreando por su castaño cabello. Volvió a decírselo mientras se arreglaba.
Y suspiro mientras se lo decía a si mismo, esta vez en voz alta, en la puerta de su habitación. Con el bolso en el hombro y los nervios corriendo por su cuerpo.
.- Nada en este día te hará infeliz. Por qué este día es tuyo. Completamente tuyo, Key – y una sonrisa segura bailo en sus delgados labios mientras cerraba la puerta de su cuarto tras él.
El pasillo estaba vacío y la casa en completo silencio. Key suspiro mientras se encaminaba hacia las escaleras, sin tener la más mínima esperanza de obtener algo de las otras personas que vivían en esa casa.
“No lo conseguiste durante estos últimos dos años, no lo conseguirás hoy”, pensó con cierta resignación mientras tanteaba su celular en su bolsillo, esperando que vibrara y le alertara de un mensaje, de una llamada… de algo. Tan solo quería dejar de pensar en que ninguno de sus padres estaría dispuesto a darle un abrazo ese día, porque los últimos dos años no lo habían hecho por una simple razón…
Volvió a tantear el teléfono celular, esperando por él y su tan alegre felicitación. Pero el teléfono no sonó mientras habría la puerta y la salía de aquella fría casa. No sonó mientras caminaba por la acera ni cuando paro por su tan acostumbrado café.
Simplemente no sonó.
Y Key se maldijo a si mismo por que había roto la promesa que se había hecho a si mismo esa mañana.
Pensó incluso, con cierta ironía, que no importaba que sus padres no lo recibieran con un abrazo pero si dolía demasiado que Jonghyun no le hubiese llamado hasta ese momento.
.- Es tu maldito cumpleaños – murmuro para si mientras apretaba con fuerza el pequeño vaso de café – Nada te hará sentir mal hoy, ni siquiera el idiota olvidadizo de tu novio, Key.
…
El abrazo seguro de Minho fue lo que lo recibió mientras se adentraba en el pequeño pasillo en dirección a la cafetería de la universidad. El más alto le revolvió con burla el cabello sin soltarlo aún.
.- ¡Feliz cumpleaños, diva caprichosa! – rió el alto al separarse y mirarlo con una sonrisa transparente, como solo el podía brindar.
.- Gracias, rana de ojos saltones – respondió también contento, con los ánimos renovados tras la inesperada felicitación del otro – Es bueno saber que tu por lo menos si te has acordado de mí.
Minho le miro sin comprender su comentario pero él solo alzo los hombros en señal de desinterés y Minho asintió sin darle importancia mientras caminaba a su lado en dirección a la mesa de siempre.
.- Key – umma – Taemin salto feliz a sus brazos mientras casi los hacía caer al suelo. Key rió por la impetuosidad del más pequeño y su increíblemente dulce gesto de cariño – Feliz cumpleaños, Umma.
.- Gracias, Taebaby – respondió mientras lo abrazaba con más fuerza, contento de tener a su pequeño dongsaeng con él.
Sus gatunos ojos fueron a dar entonces en él otro chico sentado en la mesa. Onew le saludo con la mano mientras masticaba con una sonrisa una presa de pollo. Key hizo una mueca y le devolvió el saludo, esperando a que su hyung terminara de comer.
.- Ten, umma – Taemin le tendió un pequeño paquete envuelto en un papel dorado, tal y como a él le gustaba – Este es de parte mía y de Minho - ah.
Le devolvió la sonrisa al menor mientras desasía la envoltura y se encontraba con un pequeño estuche negro. Lo abrió con cuidado y pudo observar maravillado un Ipod de color negro con reflejos plateados.
.- No sabíamos que regalarte, así que Minnie y yo decidimos darte algo más útil y que seguro disfrutaras, ya tiene mucha de tu música en él – agrego con un ademán de manos él más alto mientras entrelazaba su mano con la del menor, que se sonrojo de inmediato.
Onew carraspeo entonces un poco nervioso mientras se sonrojaba. Key le miro con una ceja arqueada, sospechando por donde iba aquello.
.- Yo… Mi regalo es… Bueno pues – Key se cruzo de brazos, observándolo detenidamente y disfrutando de ponerlo aún más nervioso - ¿Quieres un poco pollo? – tendió con una sonrisa tambaleante la presa.
.- No compraste nada, ¿verdad? – se adelanto con simpleza.
.- ¡Ey! Mi economía es muy mala y lo saben – se defendió el mayor mientras movía de un lado a otro la presa de pollo.
.- Gastas todo tu dinero en pollo, Hyung – rió Minho.
.- ¡No me ayudes, Minho! – Le gruño amenazador – Realmente no encontré nada que darte, Key – shi… ya sabes que soy malo con los regalos y…
Key le hizo callar con un simple movimiento de manos: .- No te preocupes, Onew – respondió con una sonrisa algo perturbadora que hizo que el mayor tragase grueso – Ya me acompañaras después por mi regalo – Y la sonrisa se ensancho y Onew se lamento por sus pies y sus manos. Por que acompañar a Key a comprar algo era una tortura… Lo sabía.
.- Y… - Key paseo sus ojos por toda la plaza de la universidad, buscando - ¿Jonghyun no ha llegado? – pregunto tratando de sonar casual y la sonrisa de los otros tres desapareció en un segundo.
.- Umma… Jong-hyung no… - trato de hablar el menor pero Key lo corto con una sonrisa un tanto rota.
.- No te preocupes, Taebaby – se le adelanto mientras se levantaba y se colgaba su bolso, queriendo salir de ahí de inmediato – Debí de haberme esperado algo como esto…
.- P-pero no… - Minho se atrevió a hablar pero Key simplemente se dio la vuelta y camino hacia su facultad.
.- ¡Umma! – Taemin lo llamo pero él lo ignoro.
Camino hacia el edificio con los ojos cerrados y con el puño apretando la correa de su bolso.
.- Nada te hará infeliz. Nada te hará infeliz – murmuró todo el camino.
…
El resto del día fue algo irreal. En medio de las felicitaciones y los regalos, Key pasó las primeras clases y se salto el almuerzo. No tenía ganas ni de respirar. Por qué a pesar de su propia insistencia. Algo si lo había hecho infeliz aquel día y era que su novio… ¡Su novio! No lo había llamado ni siquiera para decirle feliz cumpleaños.
Y estaba molesto. Pero también triste. Muy triste.
Fue por eso que a la última hora de ese largo día se encerró en el baño del la universidad y dejó que las lágrimas que se estuvo tragando durante horas brotaran. Por qué dolía. Por qué Jonghyun podía hacer oscuro el día más feliz. Por qué Key había sacrificado todo por él. Sacrifico incluso a su familia… ¿Y Jong?
Fue entonces que el pequeño celular vibró y él lo miro ya sin esperanzas. Cansado de esperar por un mensaje… que estaba ahí, en sus manos mientras seguía llorando.
“Lamento haber tardado tanto. Sabes que soy un poco lento.
Ven al aula no. 5. Tu regalo te está esperando en ella.
J.”
Y no supo por qué se levanto de un salto, sin dejar aún de llorar y casi corrió hacia la puerta de aquel salón. Un piso más arriba y con la luz apagada. Se detuvo frente a la puerta y tomo aire. Por qué estaba triste por el abandono durante el día pero deseaba verlo más que nada.
“Un solo beso tuyo convertiría este día en un recuerdo mágico”, pensó mientras giraba el pomo y se adentraba en la oscura aula.
La música inundo el espacio mientras lo hacía brincar de la impresión y luego la suave voz de su novio inundo el lugar.
Conozco un experimento asombroso.
Si pones unas gotas de jabón en una copa,
El agua y el aceite que estuvieron separados
Y se daban la espalda, se mezclan como uno.
Esto es muy parecido a nosotros.
Key sonrió mientras avanzaba con lentitud por el oscuro espacio, tanteando la pared. Buscando el interruptor de la luz. Y cuando lo encontró, la luz inundo sus ojos por unos momentos mientras se perdía en la letra.
Incluso en los días en los que estoy cansado,
Esconderé mi rostro exhausto por ti.
En mi diario vivir.
No hago nada más que hablar de ti.
El pequeño salón estaba vacio, a excepción de un pequeño mantel en el suelo. Donde había diversos dulces y comida. Y su novio… Jonghyun estaba de pie, con una rosa roja en su mano derecha y un pequeño paquete envuelto en papel azul brillante en la izquierda.
No quiero un amor que se evapore como burbujas de jabón.
Un amor que no necesite palabras.
Ese es el amor que quiero.
El camino del amor.
Por qué tú eres el amor de mi vida.
.- Feliz cumpleaños, Key – shi – termino el chico mientras abría sus brazos, esperando por el abrazo de su novio, que lloraba de pie al interruptor de la luz.
.- Pensé que lo habías olvidado, Jongie – murmuro con la voz rota mientras se sumergía en al apretado y necesitado abrazo – Realmente pensé que lo habías olvidado.
.- Jamás lo olvidaría, Kibum – le respondió mientras depositaba un delicado beso en su frente y comenzaba a recoger sus lágrimas con sus labios – Es solo que fue un día un tanto… complicado – se limito a decir mientras atrapa los labios de su novio en un beso tierno, donde quería transmitirle todo ese amor que le tenía.
El chico se separo del beso con una sonrisa brillando en sus labios mientras Jong entrelazaba sus labios y lo encaminaba hacia el mantel.
.- Este es tu regalo – Jong le tendió el pequeño regalo con una enorme sonrisa mientras apretaba un poco más su mano – Ábrelo, cariño.
Asintió sin poder hablar por todas las sensaciones que lo embargaban y se encontró con una pequeña caja de joyería. Suspiro mientras abría la pequeña caja y sus ojos se topaban con una pequeña pulsera de plata.
Jong le sonrió con amor mientras tomaba la pequeña pulsera y le daba vuelta, dejando que leyera la inscripción escrita.
“Tu Puppy siempre te amará, mi diva.”
Más lágrimas brotaron de sus ojos al ver como Jong la acomodaba en su mano y luego besa el dorso de esta. Se lanzo a sus brazos y le beso. Un beso dulce y salado por las lágrimas.
Y entonces el celular de Key vibro.
“Lamento no habértelo dicho antes, umma.
Pero no sabía si era lo mejor decírtelo.
Jonghyun no la esta pasando bien hoy. Es por eso que no pudo llamarte antes. Pero Minho ya hablo con él y dijo que estaba por darte tu regalo.
Feliz cumpleaños de nuevo, umma.
Taeminnie.”
Arqueo una ceja al terminar de leer el corto mensaje del menor y observo de reojo a su novio, que servía dos copas de vino. Suspiro mientras se levantaba. Necesitaba saber que estaba pasando y Taemin se lo diría hacia tuviera que obligarlo.
.- Jongie – llamo a su novio con suavidad – Voy al baño, ya regreso.
Él otro solo asintió.
…
.- ¡Dímelo ahora, Lee Taemin! – exigió con voz baja pero seria mientras caminaba por el pasillo vacio.
.- Umma, no puedo. Jonghyun dijo que no… - Volvió a negar el menor con voz temblorosa, Key sabía que estaba a punto de quebrar a su bebé pero necesitaba saberlo.
.- No me importa lo que él dijo, Taemin. Dilo – gruño, ya cansado de insistir sin lograr ningún avance - ¡Dímelo!
.- Deja en paz a mi novio, Key – gruño la voz de Minho al otro lado de la línea mientras la diva pegaba un respingo por la sorpresa - ¿Quieres saber lo que pasa? ¡Te diré lo que pasa!
.- Dilo entonces – se adelanto, ya desesperado.
.- La abuela de Jonghyun murió esta mañana Key… - la voz de Minho había parido ese tono peligroso y Key no pudo comprender bien lo que dijo - Su abuela, la única persona de su familia que lo aceptaba y te aceptaba murió y aún así el hizo todo lo que pudo para ir a verte.
Key dejo que su celular se estrellara contra el suelo mientras la verdad lo golpeaba. La abuela de Jonghyun. La única persona que lo había aceptado con una sonrisa.
“.- Ven aquí, chico – murmuro la anciana mientras lo incitaba a sentarse a su lado.
.- Señora, y-yo… - empezó a hablar, nervioso.
.- No te preocupes, Kibum – le corto ella con una sonrisa – No me importa nada mientras mantengas esa sonrisa en el rostro de mi nieto. Por qué jamás lo había visto a si de feliz.
Key la miro sorprendido por aquellas palabras. Se había acostumbrado a los gritos. A los gritos de su padre y el reclamo silencioso de su madre. A los gritos de la madre Jong y a la bofetada del padre de su novio… Jamás espero aquello.
.- Si él es feliz y tú lo eres, Kibum – siguió hablando ella – No importa nada. Y ten siempre presente, que cuentan conmigo y mi bendición hasta el final porqué se lo que es amar de verdad.”
.- ¿Te lo dijo? – la voz de Jong lo asusto y lo obligo a darse la vuelta con prisa. Su novio estaba ahí, quieto e imperturbable en mitad del desolado pasillo, mirándolo con amor.
.- ¿Por qué no me lo dijiste, Jong? – murmuro con la voz rota.
.- Por qué este era tu día, Key – Jong avanzo un poco así a él – Y no quería que nada ni nadie te hiciera infeliz.
Key negó sin poder hablar y se tiro a sus brazos mientras Jong lo recibía tembloroso.
.- Ella…
.- Ella esta feliz de que este aquí, contigo – hablo Jonghyun – Por qué este día Key, aunque suene cruel… No tuvo ni una sola pizca de oscuridad por qué aunque ella se fue… Tú llegaste hace 21 años y eso es aún más brillante que cualquier cosa.
Y se quedaron ahí unos minutos, llorando un tanto los dos en los brazos del otro. Entregándose a los sentimientos que los embargaban. Key sin crear aún aquello.
.- Hay algo más, Key – shi – murmuro Jonghyun mientras se separaba un poco de su cuerpo y le miraba calmado – Hay un regalo más.
Key asintió con un nudo en su garganta mientras observaba que Jong sacaba una pequeña caja de su bolsillo y se hincaba frente a él. Lo miro con los ojos abiertos a más no poder, con su mente trabajando a mil por hora para tratar de concebir una idea sobre aquello.
.- Eres el regalo más preciado que la vida me ha dado y se que no te merezco pero te amo como jamás amare a nadie, Key – Jonghyun abrió la pequeña caja y Key pudo observar una pequeña sortija de plata que pudo reconocer, por qué era el anillo de matrimonio de la abuela de su novio – Kim Kibum, ¿quieres unirte a mi para siempre?
Key asintió sin poder hablar y dejo que Jong colocara la sortija en su dedo y lo besara con suavidad.
.- Se ve mucho mejor en ti – murmuro – Aunque en ella también se vio hermoso durante todos los años que lo tuvo.
.- Quiero que dure todo ese tiempo en mi dedo, Jongie – respondió mientras lo besa de regreso – Quiero dure incluso mucho más. Por qué ella amo a tu abuelo hasta al final y yo te amaré a ti hasta el último día de mi vida.
Jonghyun asintió mientras lo jalaba de regreso al aula para comer lo que seguramente, ya estaba un poco frío. Pero la felicidad los embargaba y nada importaba.
.- Y yo te amaré a ti, Kim Kibum… Hasta que él último aliento exhale de mi cuerpo.
(…)
