La predisposición es el error más común de la humanidad
No tengo demasiadas ganas de salir de casa esa noche. Estaba realmente agotado de la semana pesada en el trabajo y lo que menos quería era asistir con Yoochun a un lounge de esos que ponen música suave; ver tantas parejas en plan romántico me daba incluso un poco de alergia y no contribuiría a alejar mi mal humor.
El amor no fue hecho para mí. Definitivamente no. Para mí no es una necesidad ni un requerimiento el estar acompañado de una persona, eso se lo dejaré a Junsu que se enamora todos los días, o a Yoochun que siempre hace extraños rituales para conseguir pareja.
Lo que necesito es un baño relajante y acostarme a dormir.
Pero pudiera ser también retirarme del fastidioso bullicio y los desagradables novios cursis que se besuqueaban sin pudor en medio del sitio, como si todos quisiéramos ver sus lenguas pasarse saliva, e irme a una parte más solitaria con Yoochun.
Me siento un anciano pensando de esta forma, pero qué le vamos a hacer.
Después de tomar una muy breve ducha, me miro al espejo con horror: mi expresión de cansancio y mis ojeras marcadas delataban la rudeza de mi rutina. Sacudí la cabeza para despabilarme y terminar de prepárame. Ni a Junsu ni Yoochun soportan la impuntualidad… Uno de mis graves defectos. Perder el tiempo en tonterías, distraerme con nada.
“Necesitas una pareja”, al menos un par de veces al día alguien me recalcaba mi situación sentimental y cada vez, mis respuestas se volvían más cortantes y groseras. No me gusta que se entrometan en mi vida personal, en especial quienes no me interesan.
Yoochun me envió un mensaje avisando que se encontraba en la planta baja con Junsu. Que me diera prisa. Coloqué mi camiseta muy rápido y despeiné mi cabello para lucir mejor mientras bajaba a toda prisa por las escaleras del edificio, en el cual y por fortuna vivía en el segundo piso.
—Se te nota bastante deplorable. — Junsu encogió su nariz analizando mi aspecto. — Pero hoy será distinto, Jaejoong. Hoy te vas a divertir.
—Sabes que yo no sirvo para ello. — Negué con las manos. — Sólo iré con ustedes por un trago y después tomaré un taxi. — Sé que soné demasiado tajante pero ese era mi plan.
“Pero, ¿cómo planificas lo que quieres que suceda? Lo que pueda suceder sucederá”.
El ambiente es, de hecho, mucho mejor de lo que me imaginé. Es relajante, luz difusa, delicioso jazz. ¿Cómo estos dos seres que llamo amigos conocían tan buen sitio?
Agradecí internamente el haber aceptado salir con ellos dos, porque había conseguido relajarme notablemente. Bebí el Martini de manzana que pedí de un trago… Todo esa noche iba perfecto. Junsu y Yoochun hablaban y reían de quién sabe qué cosa, yo cerré los ojos para mantenerme en el mismo ambiente en que ya me había introducido. Hasta que la música cambió radicalmente.
Un chico moreno estaba entonando una melodía que había escuchado en otro lado. Mis ojos se encontraron con los de él por un momento mientras él no dejaba de cantar…
Strangers in the night exchanging glances, wondering in the night what were the chances wed be sharing love before the night was through.
(Extraños en la noche, intercambiando miradas, preguntándonos en la noche qué oportunidad había de que estuviéramos compartiendo el amor antes de que la noche se acabara)
¿Por qué? ¿Por qué tenía que ser tan terriblemente atractivo? ¿Por qué tendría yo que estar fijándome en eso? Su voz…
—¿Jaejoong? — Me zarandeó Junsu. — ¿Estás bien?
—Sí… — Desvié la mirada del chico que no me apartaba la vista. Todavía sentía sus ojos puestos en mi cabeza.
—Estabas mirando al cantante. — Esta vez fue Yoochun quien comenzó a fastidiar. — Es lindo, ¿verdad?
Me encogí de hombros restándole importancia a su comentario. Sí, estaba mirándolo. No puedo entender el problema; sí, es atractivo.
Mis dos amigos se habían levantado para bailar con dos mujeres la canción del siguiente cantante. Seguramente el alcohol ya estaba haciendo efecto en su sangre y los hacían un poco más “amistosos”. Decidí rechazar la invitación a buscarme alguna de esas fáciles como yo les digo. Sólo quería pasar el rato allí sentado, sin ni siquiera beber o algo.
Pero allí estaba el chico todavía, una vez más me di cuenta de que me miraba. Era tan incómodo. Aparté el rostro procurando contenerme, hacía demasiado tiempo que no me sentía tan tímido. Usé mi cabello como escudo contra su mirada, pero pude ver a través cómo una sonrisa de medio lado adornó su rostro.
Pensé que el rostro me ardía.
—Buenas noches, extraño. — Miré al dueño de esa voz. ¿Cuándo había llegado a mi lado? —Respondí con una especie de movimiento de cabeza. ¿Acaso ser tan reacio a enamorarme me castigaba ahora… Enamorándome a primera vista?
Something in your eyes was so inviting, something in your smile was so exciting.
(Algo en sus ojos era tan atrayente, algo en su sonrisa era tan excitante)
Su mano se extendió hacia la mía; le respondí el gesto por mera cortesía… Porque, por mil demonios, ese hombre era demasiado para mis sentidos.
—¿Quisieras bailar? — Bailar y yo no iban bien juntos en una misma frase. — No me digas que no te gusta el jazz. — Me regaló otra de sus sonrisas.
—¿Por qué no? — Me puse de pie, aceptando su invitación para bailar. — Nunca un desconocido me había invitado a bailar con él.
—Nunca había invitado a bailar a un desconocido. — Respondió él con gracia. — Tienes un bonito rostro.
Elevé mis cejas ante el comentario. Le guiñó el ojo al cantante y prosiguió hablándome:
—¿Es tu nombre tan lindo como tu cara? — Inteligente. Muy inteligente.
—No trates de flirtear conmigo, créeme. Terminarás herido. — Su mano se posó en mi cintura con suavidad para pegarme a él mientras nos movíamos al ritmo de la música suave. — No soy alguien que se doblega fácil al amor.
—Yo sólo te pregunté por tu nombre. — Hablaba contra mi oído y la piel se me erizó. — El mío es Jung Yunho.
—Kim Jaejoong… — Mis manos, instintivamente, rodearon su cuello. Era más alto que yo y condenadamente masculino. Era peor que una inyección de testosterona pura. — ¿Por qué te fijaste en mí?
—Resaltas. — Susurró tiernamente. — Todo en ti llama mi atención. Incluso que digas que eres difícil.
Something in my heart told me I must have you.
Strangers in the night, two lonely people.
(Algo en mi corazón me dijo que debo tenerte… Extraños en la noche, dos personas solas)
Yunho tenía sus brazos rodeando mi cuerpo con bastante suavidad. No recordaba cuándo fue la última vez que me sentí así. Ni cuándo había sido la última vez que me sentí tan… completo. Sólo quería disfrutar de él, de su tacto, de sus palabras románticas. Parecía sacado de esas películas de antaño en que los personajes principales eran auténticamente románticos, sin intereses banales, simplemente se dedicaban miradas que lo decían todo.
Sé que Yoochun y Junsu me miran con gracia desde la mesa que habíamos elegido al entrar. Deben estar pensando que soy demasiado contradictorio, pero decidí perderme un rato en los ojos cafés de ese chico que me miraba cariñosamente.
—Tú… ¿Tienes a alguien? ¿Pareja? — Preguntó de la nada.
—Te he dicho que el amor no es para mí.
—¿Quién dijo esa tontería? — Su pulgar acarició mis labios. — Yo me enamoré de un extraño esta misma noche. — El tiempo se detuvo un momento. Normalmente las personas apoyaban mi propio concepto, mi mal carácter no daba para algo más.
¿Por qué Yunho es diferente?
—Y…yo… — Me fui acercando lentamente hasta quedar mis labios con los suyos.
¿Ahora qué pasaba conmigo? Estaba besando a un extraño. Pero su boca y la mía eran como un rompecabezas hecho a la medida.
Yo no puedo enamorarme… Me separé tan rápido como pude de su boca. Un error, eso fue.
—Te rompieron el corazón… — Dijo él para luego besar mi mejilla con dulzura. — Fue eso, ¿no?
Mi historia con Hyun Joong era personal. Nadie, ni Yoochun o Junsu, sabían acerca de mi pasado amoroso. Sólo yo. Sólo mi almohada sabía cuántas lágrimas amargas derramé por el maldito amor. Y luego de esta noche, ¿qué? Ya no vería a Yunho más.
We were strangers in the night. Up the moment when we said our first hello. Little did we know love was just a glance away.
A warm embracing dance away.
(Éramos extraños en la noche. Desde ese momento cuando dijimos nuestro primer “hola”, no sabíamos que el amor estaba a una mirada de distancia…Y a un baile cercano y cálido de distancia)
¿Cómo terminé aquí con él? Encerrados en una de las habitaciones de un hotel cercano, besándolo como si no hubiese un mañana –seguramente no habría–. Sintiendo el calor de su cuerpo sobre el mío, contándole la patética historia de mi vida. Mi historia amorosa y cómo me habían roto el corazón… La razón de determinarme que no quería nada con el corazón. El amor es el mal y el bien más grande de este planeta… Ahora lo sé. Que hay una razón por la que todos lo buscan.
—Yunho… — Mis dedos se enredaron con su cabello castaño a la vez que su boca atacaba mi cuello. Mi corazón latía demasiado rápido y mi cerebro no estaba racionalizando la situación. Mi deseo superaba por muchísimo cualquier cosa…
Sólo conseguía gemir su nombre cada vez que su piel hirviente rozaba con la mía. Su boca se apoderó de una de mis tetillas, mordiendo levemente, haciéndome dar un grito al aire de la excitación que estaba volviéndome loco.
Hasta que sentí su caliente respiración sobre mi vientre. Cerré los ojos tratando de no terminar… Al menos no todavía. Pero, por todos los cielos, era un maestro. Sí, me la chupaba como un profesional…
Llevaba tanto sin sentir que me hacían el amor.
Sus dedos comenzaron a estimularme para lo que seguía, con suavidad, pero me dolía horrores. Sentía que me ardía el cuerpo, pero allí estaba, Yunho se posicionó y rápidamente entró en mí. Me besó para acallar el grito de dolor que estaba por escapar de mi garganta… Sus gemidos llegaban directo a mi boca, allí se ahogaban. Su aliento dio de lleno en mis labios, subiendo más mi temperatura. Empujaba tan fuerte que pensé que veía estrellas…
Agradezco haber bailado con él, haberme dejado llevar cuando siento que llega a un punto en mí que hace que arquee mi cuerpo.
—Jae…Joong… — La voz de Yunho me sacó del trance en el que me encontraba. — Jaejoong, te amo.
Él dijo… Te amo.
Y entonces terminó en mi interior mientras yo también lo hice entre nuestros vientres.
Ever since that night we’ve been together… Lovers at first sight, in love forever. It turned out so right. For strangers in the night.
(Y desde la noche en que estuvimos juntos, enamorados a primera vista. Enamorados para siempre. Resultó tan bien para unos extraños en la noche)
Un mes y medio desde que vi a Yunho por última vez. No sé cómo, no sé por qué, creo que me enamoré de ese extraño. Ese dulce chico que me recordó cómo es el auténtico amor.
Sabía lo que pasaría. Fui yo quien huyó por la mañana de su lado y más nunca pude contactar con él. Un suspiro escapó de mis labios.
—Ese suspiro no puede ser porque Hyun Joong regresó pidiendo tu perdón. — Yoochun se sentó frente al escritorio de Jaejoong. — ¿Qué pasó con tu extraño? ¿No hay pistas sobre él?
Levanté el rostro con pesar. Había averiguado sobre él muy pocas cosas: era cantante, junto con su amigo Changmin paseaba por las ciudades y entre Japón y Corea haciendo giras. Mostrando su talento.
—No tengo idea sobre dónde pueda estar él.
Ésa era la verdad.
—Hyun Joong está esperando que le confirmes si quieres volver con él. — Le recordó Yoochun.
—Que no me venga a joder él con eso. Lo hizo porque una de sus mujeres lo dejó. — Casi nunca uso malas palabras, pero comenzaba a hastiarme. — Iré a almorzar. Hablaré con ese tipo después.
La vida nos da otra oportunidad, la vida nos vuelve a encontrar.
Revolvía la comida con pesar. Otra vez estaba solo, tomando en el mismo lugar en donde vi a Yunho por primera vez. “Sigue con tu vida”, eso sugirió Junsu. ¿Seguir con mi vida?
No fue una ilusión. Yunho fue muy real… Yunho fue capaz de hacerme volver a enamorar.
Salí sin siquiera probar el trago que había pedido. Su recuerdo no me dejaba en paz ni un minuto. Su cuerpo, su boca.
Es insoportable…
—La vida es injusta… — Dije a la nada.
—¿Lo es? — Mi corazón se aceleró al escuchar esa voz. — Para mí lo era hasta este mismo momento, mi extraño.
—Yunho… — La luz de las farolas se adaptaban perfectamente a la situación. Su imagen parecía hasta irreal. Me acerqué hasta él para besarlo. Quizás sólo para asegurarme que era real.
Era Jung Yunho. Era mi extraño. Ese que conocí aquella noche.
Sólo te necesito a ti, de ahora en adelante.