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...:::One Day At A Time:::... por aLeXXsHaWoL

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Notas del capitulo:

OMO!!!!

 

ESTA IDEITA ME SURGIO DE REPENTE!!! NO ESTOY DEPRE NI NADA KOMO PARA JUSTIFIKAR EL KE ESKRIBA ANGST... SIMPLEMENTE ESTE GENERO ME GUSTA... Y NO SE PORKE ME GUSTO PARA UN KRAY... AMO A ESTA PAREJITA!!!! ES LA UNIKA PAREJA DE EXO-M KE ME GUSTA Y PUES TRATARE DE HACERLO BIEN!!!!

 

PARA KIENES LEEN "SWEET GIFT" DON'T WORRY, NO ME HE OLVIDADO KE DEBO 2MIN... ESTA SEMANA PROMETO AKTU!!!

 

AHORA SI, SOLO ESPERO KE LES GUSTE Y KE LO DISFRUTEN, PORKE AUNKE ESTA ALGO TRISTE LO HICE KON MUXO MUXO AMOURS~♥

 

FIGHTING!!!

 

 

Se siente extraño.

Siempre soñé el día que ambos estuviéramos pisando la tierra que te vio nacer. Juntos.

Ahora la conozco. Es tan hermosa como me la describiste. Una ciudad en verdad deslumbrante. Y aunque ambos estamos aquí, no es como yo lo habría deseado.

No hay visitas a los centros comerciales que tanto te gustaban, ni días de campo en el valle que tanto deseabas volver a ver. No podremos ir a ver el Rio Han, como me prometiste. No hay paseos nocturnos por la ciudad que, según mi primo, se ve hermosa con sus luces nocturnas.

No hay consuelo en mis noches, que ahora paso solo, esperando que me abraces, pues el frio es insoportable. Sé que ese frio solo viene de mí. Pues ahora que no estás a mi lado, es lo único que siento.

Ya no estás para abrazarme, para besarme y dejarme dormir sobre tu pecho, siendo arrullado por los latidos de tu hermoso corazón. Para susurrarme al oído que me amas, después de hacer el amor y que ambos estamos cansados, pero llenos de ese sentimiento que nos roba el aliento y nos obliga a estar despiertos, hablando de cualquier cosa, o simplemente acurrucados juntos, sintiendo como nuestros corazones latían, en un perfecto vals, que solo nos confirma que ese es el lugar al que pertenecemos.

Se siente extraño.

Ya no escuchar tu voz.  Ya no escuchar mi nombre saliendo de esos labios que tanto amo. Un “Te Amo” dicho con tu dulce voz.

No me gusta vestir de negro. Ya no, y tú lo sabes.

Mi etapa de “rocker” ya pasó hace mucho. ¿Por qué tengo ahora que vestirme de negro? Se supone que nuestros trajes serían blancos. Así lo decidimos.

Tu madre fue la de la idea de vestirte de negro. De ser por mí, te habría vestido con tu chaqueta azul y tus jeans favoritos. Te ves tan guapo vestido así.

Las flores de Corea no huelen tan bien como las de Beijing, o tal vez sea el gentío que no me deja apreciar su aroma, mezclando perfumes caros y extravagantes con esa natural esencia.

Se siente extraño.

Parece solo un sueño. Aquí estamos los dos. En la tierra a la que tanto deseaste volver. Toda tu familia está aquí. Tu madre, tu padre, tu hermano y amigos. Solo los de Corea.

Excepto por mi primo, todos aquí son unos desconocidos para mí. Todos los que llegan y me dan palabras de ánimo, que yo siento falsas por venir de gente a la que no había visto en mi vida.

Ahora estás en tu tierra. Esa tierra que ahora abre sus brazos para recibirte. Para robarme el alma con cada puño de tierra que te es entregado en forma de despedida. Es extraño como el aire es tan necesario para mi, mientras tu estas encerrado en esa caja, que para mi disgusto, también es negra.

¡Es que tu madre no te conocía en nada!

Pero no discutiré ahora. Sé que eso no te gustaría. Odias verme molesto, o triste. Solo por eso no he llorado, aunque me parta el alma. No llorare. Por ti. Por hacerte feliz hasta el final.

Pero después de verte por última vez, no prometo nada. Sé que no soportare el dolor cuando esté solo, así que no me culpes, ni te enojes conmigo si me vez llorar alguna vez.

Duele.

Duele como no tienes idea.

Cada segundo que paso sin ti, duele como si mil agujas se clavaran en mi corazón, deseando con cada punzada de dolor que mi agonía termine. Pero desgraciadamente, el dolor no es suficiente para hacerme ceder. No es suficiente para matarme. Solo duele, como nada y como todo a la vez.

Ahora ya no hay nada dentro de mí. Todo lo que tenia te lo entregué. Es tuyo y ahora te lo llevas contigo.

No me quejo, pues se que tu amor se queda conmigo. Que a pesar de que ya no te veré, no te sentiré ni podre amarte, aun así fuiste mío y yo, soy tuyo. Siempre lo seré.

Desearía tanto regalarte un beso, un abrazo, una caricia… pero ahora ya no puedo.

Un ramo de rosas. Es todo lo que recibirás de mí ahora. Rosas y lo que queda de mi marchito corazón, solo para ti. Para el hombre que amo y amare siempre.

 

.*.*.*.*.

 

-¿Yixing?- abrió la puerta lentamente, solo para encontrar el delgado cuerpo de su primo en la misma posición que lo dejara esa mañana, recostado en su cama, como había estado en las últimas dos semanas, desde que regresaran de Corea- te traje la cena…

-…- como todos los días, solo estaba ahí, sentado mirando a algún punto fijo en la pared, llorando en silencio. Solo. Hasta quedarse dormido.

-Debes comer algo o enfermaras. Anda, te traje tu favorito…

-¿Por qué sigues aquí, Luhannie? Te dije que te fueras…- le dijo el castaño sin siquiera mirarlo.

 -No pienso dejarte solo en estos momentos, Yixing. Sabes muy bien que por más que no quieras, aquí voy a estar, molestándote hasta que vuelvas a levantarte.

-¿Para qué? Ya no tengo una razón…

-Claro que la tienes, ¡Tu mismo!- tomó lugar junto al castaño en la cama- debes esforzarte, ¿Qué pensaría Jun Myeon si te viera en estas condiciones?

-Jun Myeon no piensa ya, ¡Esta muerto!- sus ojos se cristalizaron ante la dolorosa realidad de sus palabras- Vete, Hannie. Déjame solo, ¡Por favor!- se hizo un ovillo en su lecho, ocultando su dolorida expresión entre las almohadas aun impregnadas con el olor de quien fuera su prometido, el hombre con quien había soñado compartir su vida.

-¡No, no pienso dejarte! Mira en lo que te has convertido, Yixing… ¿Crees que a SuHo le gustaría verte así?

El castaño, en medio de su llanto, comenzó a reír ante los comentarios tan fuera de lugar que lanzaba el pequeño rubio.

¿Qué si qué pensaría Jun Myeon de verlo en ese deplorable estado? Nada. Jun Myeon ya no piensa, ya no siente, ya no respira. Jun Myeon ya no vive. Ahora solo es un cuerpo inerte en la tierra. Un cuerpo sin vida.

Aunque Yixing de algo estaba seguro. De alguna manera, LuHan expresaba algo de verdad en sus palabras. A Jun Myeon nunca le gustó verlo triste y si él estuviera aun a su lado, estaría molesto, preguntándose, ¿Dónde quedo el siempre alegre Lay? Ese que siempre tenía una sonrisa en su rostro, una actitud optimista y una palabra de aliento.

Incluso LuHan, sentado ahora a su lado, se preguntaba exactamente lo mismo. Le dolía ver a su primo sufrir otra vez, y aun cuando las dos heridas eran por amor, ambas eran muy diferentes entre sí. Lay, como lo llamaban de cariño, se entregaba al dolor en demasía, ahogándose sin ninguna necesidad en su sufrimiento.

Toda la felicidad que existía en ese pequeñísimo departamento, hasta hace apenas unos días, se perdió en un abrir y cerrar de ojos.

 

.*.*.*.*.

 

Ese era un día especial para SuHo, aun cuando él no lo sabía.

Ese día era su despedida de soltero, organizada por su mejor amigo en su ahora hogar, Beijing. Yifan se había esmerado en mantenerlo como una sorpresa para su amigo, y aunque en cierto modo sabía que a Yixing no le agradaría la idea de dejar a su prometido en sus manos, ni se molestó en avisarle, pues haría un drama que terminaría arruinando sus planes.

-Entonces, ¿A dónde vamos?- era la pregunta que no dejaba de salir de los labios de SuHo, al ver a su amigo Kris tan misterioso.

-¡Ya verás! Tu solo deja de preguntar y dedícate a disfrutar esta noche, que a partir de mañana eres hombre amarrado… Digo, casado-SuHo no podía evitar reír ante las “bromas” de su amigo, pues sabía que muy en el fondo estaba feliz por Yixing y por él.

Esa noche, celebraron en un bar muy popular de la ciudad. Kris se lucio con la fiesta y los invitados, en su mayoría alumnos de la especialidad de actuación, en la que ellos estudiaban. Se divirtieron, bailaron, bebieron, aunque Jun Myeon, prefirió no tomar mucho, pues debía estar sobrio para el día importante, su día y el de su Yixing.

Kris siguió la fiesta hasta muy entrada la madrugada. En el lugar solo quedaban unos cuantos de los que asistieron a la celebración.

El dueño del establecimiento les pidió que se retiraran, ya molesto después de ser esta la tercera vez en pedírselos, pues ya era hora de cerrar, de no ser así, sería multado por las autoridades por no acatar los reglamentos.

-¿Kris? Anda, vámonos. Ya es hora-le hablaba al rubio, aun sentado en la barra, con el rostro oculto entre sus brazos, casi durmiéndose del estado en el que se encontraba.

-¿A dónde vamos?

-A mi casa. Debo alistarme, ¿recuerdas? Hoy me casaré-movió al alto por los hombros para que espabilara. 

-¡Ah, sí! Tu boda… con Yixing. ¿Por qué te vas a casar con él, SuHo? Ese Lay es tan aburrido… no sabe divertirse como yo…- el rubio guardo silencio al captar el veneno en sus propias palabras.

-¿Te molesta que me case con él?- hizo una pausa para esperar una respuesta de parte de Kris. Respuesta que no obtuvo- Yo lo amo, Kris. No es mi culpa que lo de ustedes terminara mal- se levantó de su asiento y caminó a la salida.

Kris se levantó de su lugar, caminando con algo de torpeza, pues su nivel de alcohol rebasaba por mucho el nivel de tolerancia del cuerpo humano. Alcanzó como pudo a su amigo y lo haló del hombro para que lo mirara de frente.

-Lo siento, Jun. No quise decir eso- pensó un poco sus palabras- Bueno, la verdad sí. Pero al menos no quería que sonara tan mal- terminó diciendo con tal frescura. Era increíble como SuHo nunca podía enojarse en serio con el imprudente Wu Yifan. Su amigo soltaba su lengua y terminaba a golpes con alguien cada que se pegaba una de sus maratónicas borracheras.

Aun no muy convencido con la “disculpa” de su amigo, salió del lugar seguido muy de cerca por Kris, para beneplácito del ahjussi que desde hacía mucho rogaba por que se fueran.

Llegaron al lugar donde el rubio había estacionado su auto. Sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta del lado del conductor, estaba por entrar al auto, cuando su amigo lo detuvo.

-¿En serio piensas conducir?

-Es mi auto y yo conduzco. O que, ¿crees que no puedo?- el castaño lo miro, deseando que las miradas dolieran.

-¿Estás loco? Si quieres matarte está bien, pero no lo hagas el día que se supone debes estar apoyándome. Eres mi padrino y te quiero conmigo para que evites que haga el ridículo frente a Yixing- le arrebató las llaves de la mano y lo ayudó a subir al auto por el lado del copiloto, le abrocho el cinturón para ir a su lugar tras el volante.

Condujo con mucho cuidado, esperando no toparse con algún policía en el camino, pues aunque no estaba ebrio, si había bebido y eso le podía costar, como mínimo, una infracción.

Ya superado el mal rato que le hizo pasar su amigo, por sus comentarios para su prometido, solo se divertía de escuchar a Yifan balbuceando incoherencias, en su ebrio estado. Como deseaba no estar conduciendo para poder grabarlo y burlarse de el al día siguiente al mostrarle a sí mismo en ese risible momento.

-¿De qué… te ríes, Jun Myeon?

-De ti, ¿De quién más? Le contestó sin dejar de pones atención al camino. Solo espero que no te estés muriendo por la resaca en unas horas…

-¡Pfh! Sabes que eso no me pasa… ¡Soy un súper macho!- dijo golpeándose el pecho con el puño y volviendo a caer en un estado de somnolencia- Por eso le gustaba a Yixing…

SuHo detuvo el auto en seco al escuchar esas palabras de boca de su mejor amigo. Lo miró encolerizado aun cuando sabía que no había sido intención de Yifan decir eso. Sabía que no debía sentirse celoso.

Se desabrochó el cinturón que sentía, lo asfixiaba, abrió la puerta del auto, agradeciendo que a esas horas no hubiera tanto tráfico, pues de ser así, habría ocasionado un accidente de tan repentino freno que dio.

Yixing ya le había demostrado de una y mil maneras que lo amaba. Pero no podía evitar recordar el estado en que él había recogido el corazón de su Yixing, pedazo a pedazo, después de que Kris lo destrozara, por una simple calentura. Lo lastimó, lo engañó ¡Lo hizo llorar hasta que ya no pudo más! Y el recordar eso, solo le demostraba que Lay, al menos en aquel entonces, había amado a Kris como a nadie.

Recargó su cabeza en el volante. Aun tratando de superar esos sentimientos que inundaban su cabeza y su corazón. Estaba por amanecer. La tenue luz amarilla que comenzaba a inundar el cielo se lo advertía.

Con Kris ya completamente dormido a su lado, continúo su camino. Condujo unas cuantas calles, lo que quería era llegar a casa y darse un baño, descansar y olvidarse de todo lo que lo alteraba. Para que Yixing no fuera testigo de todas las dudas que lo habían asaltado en un momento de celos e inseguridad.

Solo bastó un segundo. Un segundo de descuido, en el que no vio la luz roja del semáforo frente a él. Un golpe seco, del lado del conductor que hizo que el auto se volcara, dando varias vueltas antes de parar en medio de la calle.

Kris despertó sintiendo su cuerpo entumido hasta la medula. Se tocó la cabeza al sentir como algo viscoso corría por su frente. Solo al ver la sangre en su mano fue consciente del dolor que lo invadía. Trató de moverse y solo entonces se percató que el auto estaba boca abajo sobre el asfalto. Su pierna y su brazo derechos dolían como si cien cuchillos estuvieran siendo clavados simultáneamente, destrozando sus extremidades. Su cuello dolía, pero era soportable. Miro al lado del conductor buscando a su amigo, pero en el auto solo estaba el.

Entro en pánico. Como pudo se libro del cinturón de seguridad, cayendo en seco sobre el techo de su amado auto, ahora hecho mierda.

Salió por la ventana, también destrozada por el vuelco, rasguñándose los brazos las rodillas y las palmas de las manos con los vidrios regados en el asfalto. Un pequeño grupo de gente que estaba ahí en ese momento, trató de ayudarlo, pero a él no le importaba esa gente, solo tenía en la cabeza encontrar a su amigo.

Lo comenzó a llamar a gritos. Esperando escuchar su voz en respuesta. Pero lo que recibió en cambio fue el silencio incomodo de todos ahí.

A unos diez metros de donde él se encontraba, otro pequeño grupo de mirones estaba reunido, mirándolo ahora con cierto dejo de lastima. Eso lo enfureció. Camino hacia ellos, dispuesto a gritarles que le ayudaran a encontrar a su amigo, pero al acercarse, su corazón se detuvo, provocando que las lágrimas se escaparan de sus ojos, al sentir el dolor sofocante que le presionó el pecho.

Ignorando el dolor insoportable en su pierna, corrió al lado de quien reconoció por sus ropas. Su chaqueta favorita, esa azul que le regalara Yixing en su cumpleaños, hacia apenas unos meses. Los jeans que compró para la presentación del grupo de danza del que  Yixing era miembro y que al castaño tanto le habían gustado, según palabras de Jun Myeon. Y sus zapatos… O mejor dicho, el que quedaba, pues al parecer por el impacto terminó perdiendo el derecho. Jun Myeon amaba esos zapatos, porque Yixing los había escogido especialmente para él, el primer día que salieron, siendo pareja oficialmente.

Ahora, ¿Qué haría?

¿Cómo le explicaría a Yixing lo sucedido? ¿Cómo le haría saber algo como esto el día que, se suponía, sería el más feliz de su vida?

Yifan amaba a Jun Myeon, ¡era su mejor amigo, con un demonio! Pero el amor fraternal de Wu Yifan no era nada en comparación con el amor que Zhang Yixing le profesaba a Kim Jun Myeon.

Pues Kim Jun Myeon se había convertido en el todo de Zhang Yixing.

Notas finales:

WOAAAA!!!!

 

SOLO ESPERO KE LE DEN UNA OPORTUNIDAD AL KAP 2...

 

BUING~♥ BUING~♥ PARA KIENES LEYERON Y KIERAN KOMENTAR KE LES PARECIO...

 

AJA, AJA, FIGHTING!!!


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