Siempre se negó por que no era sano que a su corta edad saliera con un chico de 20, tan solo tenía 15 años, siempre tenía la misma pregunta, ¿Qué diría su madre de eso?; fácil, sería castigado de por vida y pronto a ser monje, no tiene oportunidad de ser feliz.
Sus manos estaban entrelazadas dentro de un ángulo en el cual nadie los veía, KyuHyun iba rojo de vergüenza, mientras que Siwon era un alma tranquila, era la primera vez que el mayor llevaba a su novio a su apartamento, estaba más emocionado que nervioso.
-¿Won, estamos cerca? –
- Sí, solo un poco más.
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Llegaron a un apartamento más que lujoso, ¿Cómo es que nunca supo que Siwon tenía tanto dinero?, poco tiempo después tomo conciencia de donde estaba…
Estaba nada más ni nada menos que en la casa de su novio…
Los nervios lo atacaban por completo, dejándolo estatico en la entrada de la cocina.
-Kyu, ¿no entras? – La voz de Siwon logró que saliera del trance por unos pocos segundos, pues cuando estaba dentro de la cocina, entro en otro.- ¿Te sientes bien?
- ¿Ah?... Sí, sí…
-¿Estás seguro? Si quieres te llevo de vuelta a tu casa…
- No, no hyung… estoy bien, solo… déjame asimilarlo… - Siwon y su sonrisa, otra vez, si algo quería KyuHyun que Siwon dejará de hacer en esos momentos era sonreír por que lo desconcentraba más. – no sonrías…
- ¿A que viene eso?… Creí que te gustaba mi sonrisa… - Dijo Siwon un poco decepcionado, acostumbraba que todos amaran su sonrisa de galán.
- Sabes que me encanta, hyung, pero me desconcentra.
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Tenerlo en su sofá, un sueño.
Tenerlo recostado en su sofá con las mejillas infladas y sonrosadas, más que un sueño.
Tenerlo a su disposición, la realidad.
Beso el cuello del menor como quiso, mordiendo y lamiendo por donde veía tan blanco espacio. Suaves suspiros del menor hacían que Siwon no se arrepintiera de lo que haría, el menor era bastante deseable, debía hacerse cargo de lo que provocaba, aunque… su moral siempre iba primero, siempre.
-No. – Se levanto del sofá, dejando a KyuHyun confundido, él lo quería, él se iba a entregar a Siwon, algo que ni en sus sueños lo pensó.- No podemos… lo sien-
- Pues termina lo que empiezas, Wonnie… - y se lanzo a los labios del mayor, dando fuertes mordiscos a sus labios.
- Tu quis-
- Cállate ya, hyung.
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Los gemidos eran la iniciativa de Siwon, dilatando la entrada del menor, esa rosada entrada que tanto quiso profanar, era de sus privilegios de tener a Kyu como novio, el menor era virgen y como ya dicen por ahí, mientras virgen sea… mejor la experiencia. Dichos de la gente de su pueblo, ahora que él lo entienda… difícil.
-¿Puedes apu…rarte?
- Ya va, cariño… no seas impaciente…
- Ugh.. me arde…
Las lágrimas, no… su moral volvía de nuevo, ¿Cómo iba a parar ahora?; ¿Por qué KyuHyun se lo hacía tan difícil?; ¿Por qué tenía que llorar ahora?... un gemido hizo que toda moral se fuera, vaya que era fácil de convencer.
-Voy a …
- Apúrate entonces… no me avises – Esa antipatía que tenía KyuHyun era uno de los mayores encantos según Siwon pues lo hacía ver como un gatito enojado al cuál le das amor y los tienes en la palma de tu mano. – Ahhh~ ugh… - Se quedo quito, pues parte de su cerebro seguía con la moral incrustada.- Ahhh~ me duele – Lágrimas otra vez, ¿Qué no se aburría de hacerlo sentir culpable?. – Muevete… Won.
- Como tu digas…- Beso su espalda antes de comenzar las embestidas, lentas pero fuertes, a opinión de KyuHyun claro.
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-¡Te odio!... ¡ya ni camino por tu culpa! – La voz desde su habitación solo indicaba una cosa, KyuHyun se despertó y más molesto de lo que solía amanecer.