Prólogo.
Era temprano por la mañana y el ya estaba despierto, más que despierto. Esperando en el aeropuerto el hijo de la amiga de su madre, el reloj ya estaba por dar las doce del día y el chico aún no aparecía. Maldijo el día en que acepto ir por el.
-Jinki… -la mujer se sentó a su lado regalándole una bolsa llena de pollo frito recién comprado.
-¿Si? –el chico sonrió entusiasmado al recibir tan preciado obsequio.
-En unos días mi hijo regresa desde América… y no conoce a nadie… ¿puedes ir por el?
-¡Si!… -Jinki abrió la bolsa sacando una presa de pollo sin cuidado para llevarla a su boca, sin siquiera prestarle atención a la mujer a su lado. Poco le importaba.
Ya habían pasado exactamente quince minutos y el aún sostenía el letrero con el nombre del muchacho que ni siquiera conocía. Kim JongHyun.
Su mirada se paseaba de lado a lado sin obtener resultado optimo, eso era más que obvio puesto que ni conocía al muchacho.
Estaba por rendirse cuando una voz varonil y armoniosa lo sacó de sus pensamientos.
-¿Eres Jinki?
El castaño pegó la vista en el chico frente a él; era un poco más bajo que él, de cabello castaño oscuro y unos rasgos fuertes en el rostro, resaltando unas facciones perrunas y atractivas. Se notaba que su cuerpo era trabajado y vestía casi como un modelo.
Era hermoso, casi perfecto.
-S-Si.. –Titubeo a la vez que aún observaba como el chico frente a él se sacaba los lentos oscuros y una sonrisa aparecía en sus labios-. ¿Kim JongHyun? –preguntó con obviedad, ganándose una sonrisa más amplia por parte del otro.
-¡El mismo! Gracias por recogerme… mi madre a veces es un descaro… -resopló el bajo aún al lado de Jinki, esperando que este iniciara el recorrido hasta su auto, cosa que no capto hasta diez segundos después, aún embobado frente a la figura del otro.
Justo en ese momento, sus hormonas habían empezado a actuar, al parecer el destino le había traído a alguien en quién volverse a enamorar… Pues si, Jinki era demasiado homosexual y no es algo que el halla escogido, es algo que solo pasó y todo se lo retribuía a Minho, su mejor amigo de toda la vida, con quien tuvo la primera experiencia gay, quien ahora llevaba una relación de pareja con su hermano mejor, pero poco le molestaba, es más, confiaba en Minho más que en nadie como para dejar a su hermanito en sus manos.
Ambos chicos subieron al vehículo, donde el castaño conducía algo nervioso, pero coloco la radio del auto para distraerse, pero el chico que viajaba con el se esmeraba en entablar alguna conversación con el. Se notaba que era un ser sociable.
-¿Estudias o trabajas?
-Ah… yo… trabajo, me titulé el año pasado, pero aún no encuentro trabajo en relación a lo que estudie… -resopló suave, sin mirar al chico en el asiento de al lado, tratando de sonar calmado y a gusto con la platica.
-Ow~ Eres mi hyung… -rió el otro-, yo aún estudio, bueno... este es mi último año y quise acabarlo en Corea… -El más bajo esperaba algún comentario del mayor, pero este solo se había limitado a sonreír.
El resto del viaje fue silencioso, solo con el sonido de la música que resonaba dentro del vehículo y las respiraciones de ambos chicos, hasta que dieron con la casa del mayor, en donde se haría una bienvenida al recién llegado. Después de todo su madre y la madre de Jonghyun siempre usaban su casa por que era más bulliciosa y animada, en cambio la casa de la señora Kim solo existía ella, pues su marido había fallecido.
Jinki abrió la puerta de su casa con lentitud para que luego el y Jonghyun entraran en la residencia recibiendo un sonoro y agradable “Bienvenido” por parte de todos los de allí. Entre ellos Minho y Taemin, el hermanito pequeño del castaño, quienes se habían colado al recibimiento solo por el hecho de haber comida.
-¡Jonghyun! –la señora Kim corrió a brazos de su hijo, estrujándolo en un fuerte abrazo, mientras el resto se carcajeaba debido a tan cursi escena.
Una vez que estuvo libre, se digno a saludar al resto de la familia, que eran unos pocos.
-¿Y que tal hyung? ¿Es simpático? –Taemin atacó a su hermano con preguntas una ves que se sentó a su lado, donde el estaba sobre las piernas de Minho sumamente cómodo.
El mayor suspiró bajo, casi como si la pregunta le hubiera molestado.
-La verdad… es simpático…
-Entonces hay que invitarlo a que se una a nuestra platica… -exclamó Minho con entusiasmo para luego alzar una de sus manos haciendo señas al recién llegado-. ¡Hey!
El más bajo al oír el grito del moreno, fue con él, sentándose justo al lado de Jinki, causando un poco de incomodidad en este último.
-¡Hola hyung! –Inquirió el menor de todos, con una amplia sonrisa sobre sus labios, aún abrazado al cuerpo del moreno desde el cuello-. Soy Taemin, el hermano menor de Jinki hyung
El chico rió y luego observó al menor.
-Mucho gusto Taemin… ¿Me presentas? –comentó refiriéndose al moreno que estaba bajo el menor.
-Ah.. si.. El es Minho hyung, es mi novio... –y sin descaro alguno besó los labios del alto, hasta que Jinki se interpuso y los separó.
-Más respeto ustedes…
-Aish.. Hyung eres un aguafiestas.. –esta vez habló el alto-. Mucho gusto Jonghyun cara de perro… -rió alto, a lo que el chico nuevo en el grupo frunció levemente el ceño debido al comentario.
-No le hagas caso a la rana… -murmuró nervioso el castaño debido a la mirada molesta de Jonghyun.
-No te preocupes…
En ese momento Minho se levantó del sofá aún con Taemin en sus brazos, para luego dejarlo sobre el piso.
-Creo que es hora de comer… -anunció el menor tomando la mano de su novio- Nosotros iremos a revisar por que tengo hambre…
-Minnie tu siempre tienes hambre… -su hermano habló, causando que el menor le enseñara la lengua y corriera con su novio hasta la cocina, dejándolo a solas con Jonghyun.
-Discúlpalos, ellos son así –Jinki lucía un poco más confiado, pero no se dignaba a mirar al contrario, no aún después de haber sentido una atracción hacia él.
-Se ven bien juntos… -sonrió el chico, desconcertando un poco al mayor, ya que logro divisar aquella perfecta sonrisa sobre sus labios-, No soy de mente cerrada así que no hay problema…
Internamente Jinki saltaba de alegría al oír eso, por una parte le daba un poco de esperanzas a lo que comenzaba a sentir…
Un momento… a mi no me gusta… lo acabo de conocer… eish~
Estiró sus brazos con pereza fingiendo estar totalmente cansado para zafarse de esa charla con el menor, no es que no quisiera charlar con el, pero se sentía algo extraño.
-¡La comida esta servida! –se oyó la voz de Taemin desde el comedor, lo que causó que ambos chicos que estaban sobre el sofá se levantaran para ir a comer. Sin volver a dirigirse la palabra.
Por un lado Jonghyun estaba algo atónito por la extraña forma de ser de su mayor, llegaba a incluso a pensar que no se llevarían bien, y eso no le agradaba… Después de todo nadie le niega ser su amigo, Kim Jonghyun es la popularidad en persona y se esmeraba por conocer gente a cualquier costo.
Pero Jinki era diferente, sumiso, desconfiando y demasiado torpe… Dejando pasar la oportunidad de acercarse a ese chico que llamó su atención en apenas cinco segundos cuando escuchó su voz en el aeropuerto…
Que idiota, pensó fugazmente mientras tomaba asiento al lado de su mejor amigo, la comida lucía exquisita, pero no tanto como esos labios que llevaba Jonghyun… Golpeo su mente mentalmente al sacudir su cabeza, una vez más su mente le jugaba en contra… y tal vez su corazón.