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Háblame con la verdad por aoiakiko

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Notas del fanfic:

Mi primer EunHae... y comienzo con lemon...

Notas del capitulo:

He vuelto con un one-shot~ hoy cambié de grupo xD! Pasé de SHINee a SUJU :B! 

EunHae lemon... es todo lo que tengo para decir :3

 

Disculpen las faltas de ortografía e incoherencias.

 

Enjoy it ;D!

 

 

- H-Hae… ¿Qué haces aquí?

Había salido todavía medio dormido al escuchar que llamaban a la puerta de su casa. Eran alrededor de las 9 de la mañana, o eso le pareció ver en el reloj que se encontraba sobre la mesita de noche, al lado derecho de su cama. Descansaba cómodamente, por lo que aún poseía un pijama azul claro como vestimenta. Se sorprendió bastante al abrir la puerta.

- Vine a visitar a un amigo que me dejó plantado ayer. – Recibió como respuesta. Se hizo a un lado dejándolo pasar.

- Perdón por eso – Hae se sentó en un sillón y él lo imitó - no me sentía del todo bien.

- ¡No me mientas, Hyuk! – Lo señaló acusadoramente - ¿Con quién me engañas?

- ¿Qué? – Pegó un pequeño brinco - Hae, por favor.

- Jaja, ¿ya estás mejor?

- Sí, eso creo.

- A ver – De a poco, Hae se acercó al rostro del monito, causando que éste, como reflejo, se alejara un poco. Colocó una mano sobre su frente y la otra sobre la de él - Estás rojo, pero fiebre no tienes.

- T-Te dije que ya me sentía mejor. – Habló separándose.

- No, tú dijiste que CREÍAS estar mejor. Es diferente, Hyuk, diferente.

- Como sea…

HyukJae se levantó del sillón, emprendiendo camino hacia la cocina, la cual se encontraba a escasa distancia, siendo separada de la sala únicamente por una barra que funcionaba como mesa. Hae lo siguió.

- ¿Te enojaste? – Preguntó recargándose en la barra con sus codos.

- No... – Respondió al dejar el vaso con agua que se sirvió momentos atrás.

- Parece…

- Estoy cansado. – Se recargó también, en la misma posición, quedando justo frente a él.

- ¿Hiciste algo? ¿Te sientes muy mal?

- No es físico, es cansancio emocional, Hae.

- ¿Problemas con el corazón?

- Algo así… - suspiró.

- Y… - se quedó callado, mirándolo con atención, esperando que continuara con la plática; pero no pasó - ¿qué esperas para contarme?

- No puedo…

- ¿Por qué no? Deberías de tenerme confianza, soy tu mejor amigo.

- Ese es el problema… - soltó en un susurro casi inaudible.

- ¿Qué dijiste? – casi.

- Nada. – Se quitó de ahí y empezó a caminar de nuevo.

- ¿A dónde vas? – Preguntó el pez al verlo perderse en un pasillo.

- ¡A mi habitación!

- ¡Lee HyukJae! ¿Vas a dejar solo a tu invitado?

- DongHae… - Regresó apenas un poco, lo suficiente para no hablar a gritos - conoces esta casa mejor que la tuya, sabes perfectamente que puedes hacer lo que quieras aquí. – Y ahora sí, entró a su habitación.

- No todo…

Se tiró, prácticamente, sobre lo largo de la barra, suspirando un par de veces. Tomó el vaso con agua a medio tomar que dejó su amigo y lo bebió de una, como si con eso crease algún tipo de fuerza que le llevara a hacer lo que tenía pensado, guardado y creído jamás decir. Emprendió camino a donde su amigo había entrado anteriormente. Abrió la puerta y fijó su mirada en un bulto sobre el colchón. Se acercó más, subió a la cama y se colocó sobre Hyuk, con una pierna a cada lado. Jaló su cobertor, descubriendo su cabeza.

- ¿Soy yo el problema? – Cuestionó directo.

- ¿De qué hablas? Pesas. – Se removió un poco, pero el otro no cedió. Incluso aplicó más fuerza.

- Hace un momento, cuando dije que debías tenerme confianza por ser tu mejor amigo, dijiste que ese era el problema. Responde, ¿hice algo malo?

- ¿¡Qué!? – Gritó - No, no, no. Tú no hiciste nada malo, nada.

- Tengo buen oído, Hyuk.

- El problema aquí soy yo.

- “No eres tú, soy yo” ¡Qué original! – dijo con sarcasmo sin quitarse en encima. - ¿Cuándo me dirás la verdad?

- La verdad… ¿quieres la verdad?

- Eso te pedí, ¿no?

- Bien – Hyuk resopló – ¡TÚ tienes la culpa! – DongHae abrió los ojos y la boca en acto de sorpresa – Es tu culpa por ser tan bueno y lindo conmigo…

- ¿Eh?

- No estoy ni estuve enfermo. – Continuó - Anoche no quise salir contigo y con los otros porque seguro íbamos a ir a un bar.

- ¿No es lo que hacemos siempre?

- ¡Exacto! ¡Siempre vamos a un bar repleto de gente, tomamos y bailamos con la primera zorra que se nos insinúe! – Su respiración se había agitado – Sobre todo tú. Eres al primero que se le acercan.

- ¿Y eso qué? – Su cara no podía expresar más confusión. – Tú también bailas…

- ¡Ya lo sé! Pero tú… yo… de ti… estoy… sí… - Entonces comprendió.

- Hyukkie… mejor cállate.

Antes de que pudiera hacer ningún comentario o reclamación, los labios de Donghae ya estaban sobre los suyos, moviéndose con delicadeza. Por un momento sólo atinó a quedare estático, pero después de unos segundos empezó a corresponder aquel beso.

- DongHae…

- Lee HyukJae, me gustas…. No, te quiero. – Corrigió con una sonrisa. – Y sé que tú también me quieres.

Ensanchó su sonrisa y se acercó de nuevo, esta vez besando con más fiereza. Sus labios se movían al mismo compás, rozando sus lenguas y mezclando sus fluidos, disfrutando de aquel momento. Hae, buscando más contacto, coló sus manos por debajo de la parte superior del pijama, tocando el vientre del otro.

- Hae… - Hyuk lo detuvo - ¿No crees que vamos muy rápido?

- Tengo AÑOS esperando esto. Créeme que para mí, vamos lentísimo.

Al escuchar aquella confesión, el monito retomó el beso anterior, inundado de una inmensa felicidad. Dejó de besar sus labios para empezar a hacerlo en su cuello, mordiendo a su vez, marcando levemente esa parte de su cuerpo. Las manos de ambos no se estaban quietas. HyukJae metía las suyas por debajo de la camiseta del pez, acariciando sus costados y levantándola con el único propósito de deshacerse de ella. Por su parte, las manos de DongHae se escurrían por dentro del pijama, la parte inferior, sobando su miembro semi-erecto.

- Al parecer también me tenías ganas – dijo con sorna – No traes ropa interior.

- Es más fresco si duermo así, y sí, te tengo muchas ganas.

- También tengo calor – Comentó sacándose la playera – Mucho mejor.

- Espera – Lo imitó sacándose la ropa – El clima de hoy en día es bastante caluroso, ¿no crees?

- Demasiado, diría yo – Se levantó del cuerpo del castaño para quitarse los pantalones, llevándose de paso también su bóxer – Perfecto.

- Hae… ya estás…

- Sí… Esto definitivamente es tú culpa. – Su mirada se paseó por todo el cuerpo del otro, deteniéndose en un lugar específico – Tampoco te quedas atrás.

No respondió con palabras, simplemente se tiró hacia DongHae, recostándolo en la cama, atacando directamente su cuello. No duró mucho en ese lugar cuando comenzó a bajar por su pecho, pasando por ambos pezones, lamiéndolos hasta ponerlos totalmente duros. Continuó su camino dejando un rastro de saliva en su vientre; entretuvo a su lengua en el ombligo, simulando unas ligeras embestidas, y continuó llegando al principal objetivo.

- Ah~ - Hae suspiró un gemido al sentir como una boca atrapaba su miembro ya erecto, y una lengua jugando con la punta del mismo. Sentía el subir y bajar, excitándolo de sobremanera – P-Parece que… ah… tie-tienes práctica…

- No realmente – No terminaba de hablar cuando el otro había volteado las posiciones, quedando ahora sobre el monito - ¿Qué haces?

- Mi turno… - un tono lascivo salió de sus labios al mencionar aquella pequeña frase.

Fue directo a la hombría de Hyuk, quien para ese instante ya se encontraba totalmente erguido, y cómo no después de escuchar gemir al pez. No tardó mucho cuando la boca de éste lo rodeaba con destreza, pasando por toda su extensión. Su ritmo era desesperadamente lento, casi llevándolo a la locura. Soltaba suspiros y gruñidos debido a la velocidad. Llegó a tomarlo del cabello con el fin de apresurarlo, pero se negó a hacerlo.

- Por Dios, D-DongHae… m-me estás… ah… torturando así… - Pronto dejó su trabajo para subir a besar sus labios, húmedos de tanto placer. Tomó una de las manos de Hyuk y la llevó a su boca, comenzando a ensalivar sensualmente sus dedos. - ¿Q-Qué haces?

- ¿No sabes? – Habló apenas terminó con sus dedos, llevando la mano a su entrada. – Quiero que sea así, Hyuk.

Comprendió lo que pretendía, así que poco a poco fue introduciendo su índice, sintiendo la estrechez de la que era dueño su acompañante. Empezó a moverlo lentamente hacia los lados y en forma de círculo. Un pequeño quejido lo detuvo.

- ¿Te duele mucho? – cuestionó con preocupación.

- No, tú sigue, puedo soportar.

Dicho y hecho. Pronto el dedo medio hizo intromisión, resultando otro quejido, un poco más leve pues intentó acallarlo. Movía ambos dedos en todas las direcciones que le era posible, procurando no lastimarlo demasiado, pero al mismo tiempo lo suficiente como para dilatarlo.

- Con eso basta… ahora te quiero a ti.

Y como si de una orden se tratase, giró colocando al menor debajo; alejó su mano y la llevó a su palpitante miembro para guiarlo a aquella rosada entrada. Entró lento, no quería dañarlo, además… le parecía excitante ver como el otro se desesperaba, pegándose más a su cuerpo, apresurándose por sentirlo. No lo dejó sufrir más y terminó de introducirse, adentrándose lo más que pudo. Se quedó quieto, disfrutando del estar donde estaba.

- Listo, puedes moverte.

- ¿Seguro?

- Preguntas mucho, sólo hazlo.

Acató la indicación y comenzó a moverse, un poco lento para el gusto de ambos, pero al fin y al cabo no duró mucho con ese ritmo, pues él también se estaba cansando de la lentitud, así que sin más ni más aceleró las embestidas, llegando a lo más profundo del moreno, tocando ese punto dentro que lo hacía enloquecer.

- Ah~ - gimió – A-Ahí… otra vez ahí…

De nuevo obedeció, penetrando cada vez con más rapidez. La habitación se llenaba con las voces de ambos, sofocados en suspiros, jadeos y gemidos, todos y cada uno de ellos repletos de puro placer. Hae, ejerciendo fuerza que sacó de quién sabe dónde, giró al contrario sin salirse de él. Quedando arriba, sentado a horcajadas, empezó a auto-penetrarse, brincando sobre el miembro de Hyuk. Éste lo tomó por las caderas ayudándolo en el proceso para poder profundizarse completamente. Se sostuvo con la mano izquierda en el vientre del mayor, mientras que la otra la llevó a su hombría comenzando a masturbarse al mismo ritmo de las embestidas.

- Mmmghh… ah… Hyukkie, n-no creo que… ah… aguante más.

- N-Ni yo...

- ¡Ah~!

Sin otro aviso, Donghae se corrió, cubriendo con su semen parte de su mano y el vientre del otro. Con unas cuantas penetraciones más, Hyuk se vino dentro de él. El pez, no aguantando más su peso, se dejó caer sobre el castaño; respirando dificultosamente y todavía sintiendo pequeños escalofríos recorrer su cuerpo.

- H-Hae… - él se encontraba en condiciones similares.

- ¿Mmm?

- No te duermas así. – Sintió como la respiración sobre su cuerpo se hacía más calmada y pesada. – Ni siquiera he salido de ti.

- De acuerdo – Se incorporó un poco, saliendo de él y recostándose a su lado. El monito se acomodó, quedando justamente de frente.

- Donghae… - susurró acercándose a su oído – Te amo.

- Yo también te amo, Hyuk – Una sonrisa hermosa adornó su rostro – Te tardaste un poco. Siempre pensé que darías el primer paso.

- Pero no fue mucho… ¿o sí?

- De hecho sí – lentamente se acurrucó en su pecho aún sonriendo - Eso te pasa por no hablarme con la verdad.

 

 

Notas finales:

¿Y qué opinan :D? ¿Cómo me quedó? Ya sé que todo pasó muy rápido pero, hey, ya se conocían(?).

Últimamente se me dificulta escribir lemon... la vida no me ha dado suficientes limones para hacer yaoi :C

En fin~ espero que les haya gustado ^^;

Si les gustó, si no les gustó, si lo amaron, si me aman(?), dejen review para saber qué es lo que piensan :)

 

Nos leemos luego~ kiss >3<!


Les dejo mi paginita de FB: Aoi Sandy
Para que le den like, probablemente esté subiendo nuevas cosas y pues... Se van a enterar<3


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