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Un día en tu ausencia. por Enecita

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Notas del capitulo:

ya pos chiquillas (y chiquillos también) aquí les baila mi creación, espero les guste :D

 

Por favor se RUEGA que escuchen la canción por lo menos  una vez y aprecien lo lindo que ese hombre (Manuelito García) canta, escribe y toca guitarra, ámenlo conmigo

http://www.youtube.com/watch?v=SKLLMMGfTR0 :D ESCÚCHENLA!!! Adiós... Saludos a todos y gracias a todos los que lean :D

Un día en tu ausencia

 

Inspirado en la canción “azúcar al café” del maravilloso canta-autor Chileno Manuel García.

 

Capítulo único:

       -Azúcar al café.

 

“Al amanecer el árbol dio su flor

Y cantó el ave en todo su esplendor, tu canción

Y al despertar no pude decir dos

Pero recordé como era tu voz diciendo amor

 

Es extraño extender el brazo derecho por sobre la cama, con los ojos aun cerrados, una necesidad condenada de poder hallar algo más que solo la almohada, algo más que solo el frío de tu ausencia. De pronto, aun sin mover mis párpados tu voz suena, “Amor”, siento humedad aproximarse a mis patillas, lloro por esa ausencia que no me permite si quiera posar mis pies sobre el suelo, pero lo intento, debo hacerlo, debo terminar este día, esta semana, debo acabar con el mes, tengo que cumplir este año, estoy obligado a vivir mi vida, bacía absolutamente sin ti, pero vida al fin y al cabo.

 

Una vez más, mientras camino, de la que era nuestra habitación al baño logro escuchar tu voz. “Woo Hyun, amor, he traído un regalo para ti, te encantará ¡Lo se!”. Bajo las escaleras corriendo, al entrar al living hay flores por todas partes, las murallas, antes blancas, ahora tiene siluetas negras de todo tipo de flores, siempre te gustó pintar… ¿Cuándo has hecho todo esto? ¿Cuándo compraste todas las flores sobre los sillones y la alfombra? ¡Y la mesa! ¡Que maravilloso florero! ¿Has estado toda la noche trabajando en esto? ¿Cuándo yo dormía tu entregabas todo tu amor y dedicación en esto? ¿Crees a caso que puedo amarte aun más? Si fuera posible, si me fuera permitido, créeme que lo haría aun más, perdóname Sung Hyu, perdóname por no merecer ese derecho. Ahora que reconozco esto, el no poder amarte más, tu linda sonrisa se borra, tu figura se desvanece, desapareciendo poco a poco. Mis lágrimas, rebeldes, escapan otra vez, haciéndome notar que a pesar de conservar aun gran parte de las flores que rodeaban tu belleza, tú ya no estás entre ellas, mi pecho se contrae. Camino a la cocina y preparo algo cálido de beber, para poder calmar mi interior.

 

“Flores van girando en torno a ti otra vez.

Giran como gira espuma en el café.

Flores van girando en torno a ti otra vez”.

 

Me senté sobre el sofá en el que compartimos tantos momentos bellos, apasionados y entregados, discusiones, celos e interrogaciones, pero en el cual, sentados el uno junto al otro, sentimos el amor más grande y puro que jamás pudo y podrá existir.

Acerco la taza de café a mi boca, pero antes de hacerlo observo como en él, la blanca espuma gira aun, y de pronto la similitud entre esa espuma y tu clara piel me hizo recordarte otra vez… ¿Es que no hay algo en esta casa que no me recuerde a ti? Luego de mucho mirar ese café, me dirijo al baño, enjuago mi rostro con la intención de borrar el tuyo, que está presente y fresco en mi cabeza. Tu tez de porcelana, la pequeña nariz que adorna el centro de tu cara, tus ojos, diminutos y rasgados, perfectos para mi. Ni hablar de tus labios, lo más hermoso y llamativo que he visto en mi vida, en su única e incomparable forma, lo más exquisito que mi boca ha probado. ¿Tu sonrisa? (suspira) Tu sonrisa debería estar registrada en los record mundiales por belleza, es que ¿Podrá en verdad haber sonrisa más perfecta que la tuya? Besar tus pómulos tan dedicada y detalladamente bien esculpidos por manos de ángeles, incomparables. Todo, en conjunto, forma el rostro más especial que he visto en mi vida, el que más he amado y que de seguro amaré por siempre. Pero al que justo ahora resbala entre mis dedos, se escapa de mí, me es imposible retenerlo, tal como el agua que cae fría sobre mis manos, te vas y no te puedo retener.

 

“Y pensé en tu rostro mientras me lavé

Y te vi de nuevo en el agua que se fue

Lluvias van cayendo en torno a ti también

Can como cae azúcar al café.

Lluvias van cayendo en torno a ti también”.

 

Retomé el sofá, aun me es difícil hacer todo sin ti. Comienzo a imaginarte, qué haces en este momento, caminas por las calles, miras todo a tu alrededor, te sorprendes con algunas cosas, sonríes o te apenas levemente por otras, miras al cielo y observas el radiante sol que te alumbra, le agradeces cortés el calor que te entrega, siento celos. Para mi, tu eres como el café que bebo ahora, la calidez necesaria, la dulzura perfecta, la fuerza justa, yo quisiera ser el sol para ti, ya no lo quiero a él sobre tu persona, los rencores y el dolor de mi corazón forman las nubes del cielo, el día se vuelve oscuro, no puedo ser tu sol. Dejo caer desde la cuchara de té, el azúcar sobre mi bebestible, imaginando lluvia que cae de aquellas nubes, de mi dolor, tu eres mi café, me das calor, ya no quiero que tengas esa temperatura, te enfrío con lluvia para ya no depender más de ti. Ya no eres cálido amor, el agua del cielo cae sobre ti y por mucho que corras no podrás refugiarte, llevaré mi dolor hasta alcanzarte, donde sea que estés.

Necesito encontrarte, saber donde estás, decirte que aun que tu calidez se valla, aun que te vuelvas frío sigo necesitándote. ¡Es extraño! Sin razón o necesidad aparente salgo de casa, camino por horas a tientas, llegando a un lugar que amas, barcos son sostenidos por el mar, camino por ese puente que atraviesa una ínfima parte del enorme océano y me quedo ahí, con los ojos cerrados, solo sintiendo la brisa sobre mi pelo, sobre mi piel, sobre mis ropas.

Abro los ojos lentamente para encontrarme con los tuyos observándome desde el cielo, en la parte más cercana del mar, donde este y el cielo se juntan y solo el relejo del son los distingue el uno del otro. Ahí están otra vez, tus sensibles y sinceros ojos, que a pesar de nunca mostrar lágrimas o felicidad plena, conmigo siempre fueron transparentes.

-¿Dejarás de mirarme alguna vez?- Pregunto mirando el agua que no logra alcanzar la transparencia cristalina de tus pupilas.

-¿Crees que podría?- Preguntas en forma de respuesta, “¿Crees que podría?” Claro que lo creo, ya lo haces, solo en mis sueños e imaginación tú aun me observas. Quiero soñar por siempre.

-Siempre estás soñando, eres un gran soñador mi pequeño Woo Hyun. Sigue haciéndolo, yo siempre te observaré y protegeré mientras lo hagas. Cuando llegué a casa habías escrito esta carta. ¿Es cierto todo lo que dice?

-Claro Hyung ¿Puedes leerla en voz alta? Por favor.

-Está bien, pero antes una pregunta, ¿Qué hiciste hoy?

-Fui al puerto, vi tu mirada sobre mi, entonces volví a casa para escribirte una carta, bebía un café por segunda vez en el día, para sentir que te tenía dos veces en menos de 24 horas, ese café reflejó palabras que nunca pude sacar de mi interior, por eso es que decidí hacer una carta diciendo todo lo que siento.

-¿Y qué hiciste luego de escribir esa nota con tus sentimientos?

-Esto, acostarme en el sillón por tercera vez en el día, cerrar mis ojos y buscarte en el único lugar seguro para encontrarte, mis sueños, ahora, por favor lee la carta.

 

“Y la tarde fue más rara aun porque

Caminé sin rumbo hasta que me encontré en el puerto

Y al atardecer creí en el cielo ver,

Y al atardecer creí en el cielo ver tus ojos, tus ojos.

Antes de acostarme y soñar después, antes de acostarme y soñar después

Contigo, escribo esta carta y tomo un café y en su espuma gira

Lo que no alcancé a decirte muy bien, a decirte…”

 

-¿Woo Hyun? ¡¡Nam!! Necesito que abras los ojos ¿Si?

Mi rostro es levemente golpeado, mis hombros suavemente zarandeados. No puedo abrir los ojos pero si oír con claridad, ¿Sung Hyu está llamándome? Debo intentarlo, quiero ver sus ojitos mirándome otra vez, solo una vez más. Los abro.

-¡Oh! ¡Gracias al cielo! Mi pequeño. ¿Qué ocurre? ¿Porqué llorabas? Llego del trabajo y me encuentro contigo así, llorando, tendido en los cojines del sillón, estás helado mi amor.

Me abraza, su voz tiembla, mis lágrimas caen en su ropa. ¿Es real? ¿Estoy soñando?

-Amor, háblame- Insiste él- ¿Tú escribiste todo esto? ¿Porqué tanta tristeza en tus palabras? Amor mío, mi pequeño Nam, nunca dejare de verte, amo tu voz al hablar o al cantar, tus brillantes ojos, tu hermosa piel que deseo cada día, los hoyuelos junto a tu boca al sonreír… ¡Oh! ¿Sonreír? Tú eres quien debería ganar ese premio a la mejor sonrisa, no yo. Te amo, lo sabes ¿Verdad?

Reacciono, ¿No estoy soñando? ¿Antes soñaba? Espera… No entiendo nada, solo quiero besarlo, lo hago, tomo su cara con fuerza y acerco mi boca a la suya, nuestros labios chocan con ternura y pasión a la vez, sin esperar más Sung Hyu abre su boca, mi lengua hace ingreso, saboreando al in sus exquisitos labios una vez más. Una sensación extraña recorre mi cuerpo, mis bellos se erizan, mi espalda siente una gran corriente, el frío y el calor se apoderan, a la vez de mí, las manos de mi hyung recorren mi espalda y ahora juegan por debajo de mi polera.

-Te necesito, necesito tu calor- Y no miento, dormirme en el sofá en otoño, luego de escribir esa historia para la editorial en la que trabajo, me ha enfriado demasiado el cuerpo. Tanta concentración en la escritura causó una confusión en mi subconsciente, el sueño parecía real, pero no lo es, por que el hombre al que amo está justo aquí, ahora, bajando lentamente el cierre de mi polerón, me mira con cara seductora, esa que logra enloquecerme a lo sumo.

-Lo veo, estás frío, pero solo dame cinco minutos y tu cuerpo arderá. El amor es pasión y la pasión es fuego. Fuego para ti es lo que me sobra.

Sus manos jugando sobre mi estómago me producen un cosquilleo interno en todo el cuerpo. De pronto se detiene y pasa la yema de su dedo índice desde la manzana de Adán de mi cuello, desciende lentamente, pasando por el espacio que queda entre las clavículas, sin levantar su dedo siguiéndolo con su mirada cargada de deseo, baja por mi pecho hasta mi abdomen, llega a mi ombligo y esboza una pequeña sonrisa de lado, yo solo observo su mirada deseosa de placer. Baja su dedo hasta el botón de mi pantalón, y antes que haga algo más me levanto hasta alcanzar su cintura, vuelvo a recostarme jalándolo a él conmigo, haciéndole caer sobre mi, su peso hace que nuestros cuerpos se apeguen y encajen de maravilla. Entonces siento mi excitación crecer, el rostro de Sung Hyu enrojece, cierra sus ojos mientras acaricia mi cintura, mis costados ya desnudos.

-¿Siempre vas a mirarme?- No se que respuesta quiero escuchar, pero me muevo un poco debajo de él, haciendo presión con mis manos sobre su espalda para pegarlo aun más a mi. Ante mi movimiento él cierra sus ojos con fuerza y bota un suspiro. Responde con la voz entrecortada.

-Sie... ¡Ah! Siempre que te… hmmm… tenga vida.

Es todo, eso es todo lo que tengo que saber para poder seguir con esto sin temor.

-¿Puedo entrar en ti?- Me pregunta, el hombre al que amo, con una carita suplicante pero sexy.

-Por favor- le digo y automáticamente obedece, a pesar de la preparación previa a mi interior, duele de todas formas, pero poco a poco el dolor se va. Ahora solo puedo concentrarme en las expresiones de Hyu, su maravilloso rostro, levemente sudado, sus pómulos enrojecidos, su respiración entrecortada que cada unos cuantos segundos suelta algún gemido. Sus ojos, abiertos como pocas veces, fijos en los míos, me hacen sentir pequeño, débil, me siento realmente indefenso ante tanta perfección y dominio del tema, por eso solo me entrego, mi amado ha sido capas de de llevarnos a ambos, en un mismo tiempo al clímax de todo.

-Creo que deberías usar otros nombres para tu historia, no cro que ese final se asemeje al nuestro.

-¿Qué tal si le agrego todo esto a m historia?

-Me parece perfecto, pero con mayor razón no quisiera ver mi nombre en ella.

-¿Y a quien más puedo utilizar para protagonizar nuestra tarde de pasión?

-Podrían ser Minho y Taemin, ellos se muestran como el famoso dúo que canta y baila, que son rodeados por fans, pero se que en el fondo se aman como tu y yo.

-Si, es una buena idea, además el nombre de ídolos le dará mayor venta y fama a mi escritura.

Sung Hyu me abraza y me acomoda en su pecho mientras yo le abrazo también.

-Debes dormir, mañana temprano, mientras preparo el desayuno tu terminas tu historia y así la tendrás lista para el horario acordado.

-Está bien, descansa y nos vemos mañana al despertar.

-Claro, y pasado y todos los días hasta la misma muerte.

 

“Taemin besa en los labios a su hyung.

-Perdóname Minho, nunca imaginé que sentías todo esto por mi, me segué pensando e que todo lo hacías por que me veías como un hermano pequeño, que jamás te fijarías en mi y a causa de esto casi te pierdo.

-No mi pequeño, jamás me perderás. Por eso he hecho esta carta narrando como sería un día completo sin ti. Te amo, por favor no me dejes nunca.

-Te amo también Mino, y no, no te dejaré jamás. Eres tan obsesionante, cálido y delicioso como un café en invierno, por eso simplemente jamás podré dejarte”.

 

-Es un buen final, me gustó

-Gracias… ¡Sung Hyu!

-¿Mmm...?

-Te amo.

-Te amo también.

-¿No dejarás de verme nunca?

-Lo juro, por todo el amor que te tengo, jamás lo haré.

-¡Que bueno, no quisiera que se volviera realidad mi sueño de un día en tu ausencia!


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