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Para encontrar hay que abrir los ojos por pandita_chan

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Notas del fanfic:

El segundo one shot más largo que escribo, tenía pensado dividirlo, pero mejor no xD 

Notas del capitulo:

 

No estoy haciendo ocupa de mi beta, si que por favor perdónenme las faltas de ortografía

[***]

 

Todos los años para su cumpleaños le llegaban miles de cosas tanto de sus compañeros de la PSC, de banda, como de amigos familiares y fans y ya estaba próximo a cumplir un año más. Estaba por cruzar la barrera de los treinta, siendo un líder responsable y un excelente baterista para The Gazette, pero lo que le preocupaba a sus compañeros y amigos era que Kai estaba soltero, ojo, soltero pero no solo. No tenía una pareja como los cuatro restantes, pero si tenía esporádicos compañeros de alcoba, tampoco quería decir que era fácil o medio puto, sino que como el mismo había dicho: “No ha llegado a mi vida la persona capaz de conquistarme completamente”. Sin embargo esa persona podía estar más cerca de lo que él creía…

 

Quedaba poco más de un mes para que fuera 28 de octubre y los Gazettos ya estaban ocupando su mente pensando sobre como festejar el cumpleaños de Kai, ya no estaban para fiestas sorpresas, por lo que otros tipos de ideas rondaban sus mentes todas con el mismo fin: hacer que Kai se divirtiera sin pensar en responsabilidades…

 

—¿Han pensado en algo?— consultó Ruki

—Yo digo que lo llevemos a una casa de putas— sugirió Reita

—No metas a Kai en tus cochinadas, ve tú solo si quieres— lo regañó Uruha

—Era broma, tampoco iría a una casa de putas— se defendió

—Podríamos llevarlo de paseo a un lugar que le guste— habló Aoi

 

Tantas ideas y no llegaban a consenso nunca, habían tantas cosas que podían hacer sin embargo nada les parecía lo suficientemente bueno como para sorprender a su líder. Pero mientras ellos seguían pensando, había otra persona que tenía un propósito también para el 28 de octubre y también tenía que ver con Kai…

 

Aquella tarde luego de su jornada laboral, cuando llegó a casa, Kai lo primero que vio en la puerta de su casa fue a alguien que no veía hace mucho, al menos no directamente, pero ahí estaba tan alto y extravagante como lo recordaba, recargado en la puerta mirando a un determinado punto que él no podía dilucidar desde ese ángulo. Se acercó silenciosamente y pasó una de sus manos frente a sus ojos, eso sacó a su visitante de sus especulaciones…

 

—Hola, Kai— lo saludó

—Hola, Miyavi— le devolvió el saludo mientras abría la puerta

—Hace mucho no te veía— dijo mirando fijamente lo que hacía Kai

—Bastante, ¿Qué te trae por aquí?— preguntó haciéndose a un lado para que Miyavi pase

 

El solista se dio muchas vueltas en que lo extrañaba, que hacía tiempo quería verlo, que sus hijas preguntaban por él, pero no iba al tema que de verdad lo tenía en las instalaciones del que haya sido uno de sus mejores amigos mientras estaba en la PSC. Pero el tema tampoco era fácil de abordar, menos cuando había expectación y nervios de por medio…

 

—Me da la impresión de que no es solo eso lo que quieres decir— le dijo Kai mientras lo observaba jugar con su taza de té

—La verdad —suspiró sin levantar la vista—, No es solo eso— concluyó dejando la taza de lado

—Entonces dime, sabes que puedes confiar en mi— lo animó

—Es que yo… yo—lo miró

—Tú ¿Qué?, Miya— lo apuró

—Me divorciaré— anunció

 

Kai esperaba de todo, menos eso ¿Por qué iba a divorciarse?, no cabía una explicación lógica a eso en su mente. El silencio reinó en la casa después de eso, cada quien perdido en sus propios pensamientos, Miya tratando de decidirse si decir o no la razón de su divorcio y Kai tratando de encontrar una razón para ese desenlace…

 

—¿Por qué?— preguntó Kai de pronto

—Porqué ¿Qué?— preguntó de vuelta

—¿Por qué te divorciarás?— volvió a interrogar. Y ahí estaba la pregunta que temía Takamasa

—Estoy enamorado de otra persona— reveló

—¿Melody lo sabe?— siguió preguntando

—Ella me pidió el divorcio, Kai— contó

 

Entre intermitentes silencios siguió la conversación con preguntas por parte de Kai y respuestas por parte de Miyavi hasta que se fueron atando cabos de a poco, pero aun así faltaba una pregunta y de todas esa era la que más temía el solista…

 

—¿De quién estás enamorado?— le preguntó

—¿Es necesario decirlo?— consultó

—Tú verás, no te obligo— dijo encogiéndose de hombros. Pero no había caso seguir ocultándolo, estaba ahí por eso…

—Estoy enamorado de ti, Kai— reveló

 

En primera instancia el batero no sabía que hacer, eso lo tomó aun más por sorpresa, ¿Eso quería decir que Miyavi se separaría por su culpa?, esa pregunta se le instaló en la mente y se perdió en sus divagaciones ignorando la cara de pánico que mantenía su amigo allí presente… Si tan solo se lo hubiese dicho antes, en el pasado él había amado a ese hombre, pero una vez le dijo que iba a casarse prometió olvidarse de él, con ayuda de los años, y un poco de distancia lo logró, no podía venir a decirle eso en un momento así, no era justo…

 

—Kai, ¿Estás bien?— le preguntó luego de un buen rato, en que parecía estar en trance

—Estoy sorprendido— dijo mirándolo directamente

—Me gustas hace mucho— contó

—Ahora no me interesa esa parte de la historia, no ahora que por fin pude olvidarte— dijo

 

Después de todo eso le tocó a Kai decir su parte, y le contó con lujo de detalles sobre aquellos años en que se guardó sus sentimientos hacía él, en algún momento del relato las lágrimas aparecieron en los ojos de Miyavi, siendo consciente de todo el daño que le había causado a la persona que amaba, pero lo que más le dolía era saber que se había perdido una oportunidad de ser feliz al lado de ese hombre que tenía en frente… Kai lo amó, él lo amó y aun lo hacía pero por lo visto no tenía opción de retomar oportunidades, había pasado mucho tiempo…

 

Luego de esa larga conversación donde quedaron atados todos los cabos sueltos entre ellos el solista se fue a su casa, dejando atrás las lágrimas, pero con la fuerte determinación de reconquistar a Kai, pensando en que tal vez, solo tal vez aun existía algo de ese amor que su amigo le tuvo en el pasado…

 

Kai por su parte luego de eso había quedado aun más agotado de lo que había llegado a su casa, solo que el agotamiento físico no se comparaba al agotamiento emocional con el que cargaba en esos momentos, escarbar así en su pasado no le hacía bien, pero tenía la seguridad de que el tema estaba superado, de otra forma habría huido como cobarde apenas Miyavi se le declaró, aun así era imposible no recordar con melancolía los días en que su esperanza estaba presente todos los días. A esas alturas de su vida no quería volver a cargar con esperanza de viejos amores, el pasado era pasado y allí debía quedarse, lo sentía en el alma por su amigo

 

[***]

 

Pasó un par de días luego de esa tediosa conversación con revelaciones incluidas y las cosas ya no eran del todo igual, incluso Kai se sentía poco más liviano luego de haber dicho todo, pero la vida sigue y ahí estaba él para cumplir con sus labores. El primero en llegar como siempre, entró en la salita esperando ver su pila de papeles que lo esperaba fielmente todas las mañanas, pero no solo se encontró con eso, junto a la ruma de notas de su manager había café, galletas y una tarjeta con su nombre… la tomó entre sus manos y la leyó antes de tentarse a probar lo que se le ofrecía…

 

“Estaba desvelado y me levanté temprano para dejarte eso antes de irme a trabajar, te iba a esperar pero se me hizo tarde.  Que tengas un lindo día.

 

Takashi”

 

¿De quién más iba a ser un detalle así? Takashi era la única persona que se preocupaba de él, aun cuando no se veían muy seguido y a pesar de todo él lo conocía bastante bien. No se había equivocado con elegir el desayuno, era el café y las galletas que al él le gustaban. Desayunó con una sonrisa en los labios mientras revisaba los papeles y le agradecía mentalmente a su amigo, gracias a él su día había empezado bien, pero se llevó una sorpresa más cuando terminó de comer, había otra nota debajo del envase…

 

“Algo me decía que no alcanzarías a tomar desayuno en casa, espero te haya gustado”

 

—Mi estomago te lo agradece— dijo en voz alta, sin darse cuenta que dos de sus compañeros entraban en la sala

—¿A quién le agradece tu estomago?— preguntó Ruki

—Nada~— canturreó y se levantó a botar los envases del desayuno

—Hablas solo, eso da miedo— dijo Reita

—Todos hemos hablado solos alguna vez— se defendió

 

La verdad, él tenía esa costumbre sobre todo cuando andaba con estrés, y no se había dado cuenta hasta que sus compañeros le hicieron la observación, a veces hasta era divertido verlo hablar solo, era como si hablara con alguien invisible a su lado a quien le decía que era lo que debía hacer…

 

Ese día tuvieron media jornada de ensayo, la otra jornada era pruebas de vestuario y maquillaje. Esas horas eran tediosas, odiosas, molestosas y todo lo que terminara en “osas”, porque pasaban de ser músicos a ser maniquís. Tenían que cambiarse de ropa constantemente y dejar que los maquillaran infinitas veces hasta encontrar el detalle de acuerdo al vestuario, era todo un lío, pero era parte del trabajo, parte que él personalmente odiaba y aguantaba en silencio y cooperando lo más que podía…

 

—Este pantalón me queda chico— se quejó Uruha mirándose al espejo

—¿Y cómo no? —dijo Reita tomando la etiqueta en la parte posterior de la prenda— Aquí dice: “RUKI”— concluyó aguantando la risa

—Takanori~ ¿por qué mierdas dejas tus cosas en donde van las mías?— lo regañó

—Yo no lo dejé ahí— Se defendió el vocal entre risas

 

Al final nadie pudo contener la carcajada, ni las maquilladoras que estaban presentes, ni el propio Uruha, no solía pasarle seguido eso de confundir las prendas a causa del desorden, pero era primera vez que se ponía la ropa de Ruki. Gajes del oficio, al menos él lo hizo inconsciente, no como Aoi que un día quiso hacer cosplay de su líder poniendo a propósito uno de sus trajes y paseándose con el por todas partes…

 

Ese percance había logrado tener una cosa de la que reírse a cada rato por lo que la agobiante jornada de maquillaje terminó rápidamente dejándolos libres de irse a casa o a donde quisieran. Uruha y Ruki se iban juntos en busca de sus respectivos novios a la sala de ensayos de una banda amiga y Reita con Aoi se iban juntos a sus casas en el mismo auto ya que quedaban cerca. Como tantas otras veces Kai se quedó solo, absolutamente solo, y por primera vez sintió el peso de la soledad en su espalda, miró alrededor y no había un alma, estaba él y su reflejo en el espejo, tenía donde llegar, pero no tenía quien lo esperara, por un momento envidió a sus compañeros y sus parejas, por un instante sintió que necesitaba alguien con quien compartir sus vivencias, pero luego de terminar de desmaquillarse él mismo, se fue rumbo a su casa…

 

El camino le pareció extremadamente largo aun cuando tomó vías directas para llegar pronto, aun sabiendo que no tenía nada que hacer y era temprano, pero estaba allí frente a su hogar, sin embargo otra vez había alguien ahí afuera, por un momento pensó que sería Miyavi y estuvo tentado a prender el auto y marcharse una vez más, pero cuando se dio cuenta quien era, sin querer se bajó más entusiasmado de lo que se esperaba. Recostado en su puerta estaba quien le haya dejado el desayuno en la compañía…

 

—Takashi— lo llamó moviéndolo un poco con el pie. Se estaba quedando dormido

—Kai~—de un salto el chico se levantó del suelo y se colgó de su cuerpo— ¿Cómo estás?— le preguntó

—Bien, ¿Y tú?— consultó mientras abría la puerta como podía con él colgado

—Bieeen, ahora que te veo por fin— contestó bajándose de su cuerpo para ingresar a la casa

 

Kai cerró la puerta tentado a reír con la actitud del chico, era siempre tan efusivo cuando lo veía, lo observó un segundo mientras dejaba las llaves colgadas, algo traía Takashi entre manos eso nadie se lo sacaba de la mente, pero luego de un instante lo supo…

 

—Te traje algo— le dijo el chico

—¿Qué cosa?— le preguntó sentándose al lado suyo

—Dulces~— dijo mostrándole una bolsa llena de ellos

—¡Dulces!— chilló Kai sin querer, estirando las manos

—Sip, dulces, pero te los daré con una condición— habló Takashi

—Ya sabía que no todo es gratis en la vida —río— ¿Cuál es tu condición?— preguntó

—¿Me puedo quedar hoy aquí?. Mi compañero me exilió porque llega su novio y no tenía a quien más recurrir— explicó

—Claro que sí, pero dame dulces— pidió

 

Pocos veían ese lado infantil de Kai, entre ellos sus amigos y familiares más cercanos, con los cuales actuaba así solo un instante y en un determinado momento, luego volvía a ser como siempre, pero él, Takashi tenía el poder de hacerlo comportarse así siempre, logrando que mostrara esa personalidad de forma permanente cuando estaba con él, revelando esa faceta de sí, que en parte solo era para cuando estaban ellos dos…

 

Sin esperarlo su tarde no fue tan solitaria como pensó en un principio, se divirtió bastante con su amigo y hasta se le estaba haciendo noche y no había comido nada más que dulces en exceso. No tenía ganas de cocinar ni de moverse, se sentía en paz y lo que era mejor, no estaba solo…

 

—Kai, ¿Te haz enamorado alguna vez?— le preguntó su amigo

—No lo sé— respondió sentándose derecho

—¿En serio no sabes o no quieres decir?— volvió a preguntar Takashi

—Nunca me había puesto a pensar en eso— le contestó

—Pero si te ha gustado alguien, ¿Verdad?— insistió

—Eso sí, pero hace mucho no me gusta alguien, no desde que Miyavi se casó— dijo más para si mismo que para su amigo

—Ya veo— dijo el chico y ahogó su suspiro

 

Takashi estaba consciente de los sentimientos que Kai había tenido por Miyavi, en alguna ocasión éste se los reveló en medio de una borrachera, solo que el batero no se acordaba, y era mejor así, de esa forma no se acordaba tampoco de lo que él le había dicho esa misma noche en que desahogara sus penas. El chico prefería ser un apoyo para Kai, no un estorbo en su vida, por eso mismo prefirió guardar lo que sentía en lo más profundo de si mismo, prometiéndose nunca revelarlo para no ocasionarle debates mentales, los cuales estaba seguro su amigo tendría y no le hacían para nada bien…

 

Una vez los bostezos interrumpían a cada rato la conversación decidieron dormir, aunque no había ganas el sueño los vencía y no podían luchar contra eso, por lo que una vez Kai preparó la habitación para su amigo se fue cada quien a la que le correspondía quedándose dormidos casi al instante…

 

A ambos la noche se les hizo corta, les faltó un momento más de sueño, pero no se podía, el deber llamaba por lo que el día empezó entre bostezos y quejas sobre “¿Por qué no dormí más?”, “¡Qué flojera!” y cosas así, pero entre reclamos y estirones todo pasó y se sentaron a comer juntos a la mesa el desayuno que Kai había preparado…

 

—Debo aprender a cocinar— comentó

—No es difícil, pero debes estar dispuesto a aprender sino nunca te saldrá— le contestó Kai

—No tengo quien me enseñe— dijo como si nada

—¿Y yo qué?, ¿Acaso no cuento?— reprochó

—A bueno tú, pero es que tienes mejores cosas que hacer que andarme enseñando cosas que debí aprender por instinto de supervivencia— respondió

—No tengo problema con enseñarte, pero debes adecuarte a mis horarios— se ofreció

 

Adecuarse a sus horarios era decir o muy temprano o muy tarde, pero si podía pasar tiempo con él, Takashi haría el esfuerzo aun cuando sus propios horarios estuvieran rozando en el límite, todo con tal de estar a su lado aunque fuera un par de horas. Si no podía ser su novio, seguiría aprovechando su amistad lo que más pudiese…

 

[***]

 

Habían logrado por fin pensar en una súper idea para festejar el cumpleaños de Kai, estaba todo fríamente calculado, pero un fallo en sus planes los hizo maldecir su suerte mil veces y de paso putear a los ejecutivos que habían planeado una mini gira que comenzaría una semana antes del cumpleaños de su líder…

 

—Hay que intentar que esa gira se retrase todo lo que se pueda— comentó Aoi

—¿Pero cómo?— preguntó Reita

—¿Qué tal un accidente?— acotó Shima

—Depende, ¿Qué traes en mente?— lo interrogó Ruki

—Algo ni muy serio ni muy arriesgado. Un corte en los dedos por parte de nosotros algo no tan profundo pero que nos imposibilite tocar, o que tú perdieras la voz— contó su idea

—Puede ser, pero aun así yo digo que no será la primera vez que estemos de gira mientras uno de nosotros cumple años— dijo de pronto Reita

 

Eso era verdad también, pero por lo mismo no querían festejarlo estando en medio del estrés de una gira, uno no cumple años todos los días y de por sí ya era un sacrificio no pasarlo con su familia, como para tener que trabajar justo ese día, por mucho que les gustara a lo que se dedicaban…

 

Con el pasar de los días y tras no haber sabido de él luego de la conversación que tuvieron, Miyavi hizo acto de presencia en la vida de Kai otra vez, solo que no de personalmente, llegó un presente a manos del batero a nombre de su amigo, pero a pesar de quien venia no fue nada muy sorprendente…

 

—¿Qué es?— preguntó curiosamente Aoi

—¡Oh, baquetas!, Justo no tenía— dijo sarcásticamente

—¿No tienes suficientes?— pregunto Reita

—Ruki suspiró— Sarcasmo, Akira, sarcasmo— lo reprendió

—Nunca están demás— acotó Shima en tono dubitativo

—Claro que no, quiero juntar los cien pares, y éstas son el número 99— dijo burlón mientras movía las baquetas entre sus dedos

 

Esa tarde Takashi tenía su clase de cocina con Kai y estaba preparando lo que le haya enseñado la vez anterior, para así darle a probar y saber si le había quedado bien sin ayuda, ese era el compromiso de las clases, que no eran solo aprender y cocinar, sino comer golosamente todo lo que llegaban a preparar por eso siempre las recetas eran cosas simples y ricas. Su compañero de casa llegó cuando estaba terminando por lo que le pidió probar los cup cackes y él no se negó, había hecho demás por lo mismo…

 

Lamentablemente cuando llegó a la casa de Kai éste no estaba solo, estaba Miyavi con él y parecía no tener intención de irse pronto, eso lo desalentó pero no lo hizo notar frente a ellos. El dueño de casa lo hizo pasar, y él le entregó su receta en la entrada y saludó cortésmente al solista que estaba en el sofá…

 

—Toma asiento, Takashi— le indicó Miyavi como si estuviera en su casa

—Gracias— contestó en un susurro, para luego sentarse lo más alejado posible del solista

—¿Quieres té?— le preguntó Kai

—No, así estoy bien— dijo un poco incomodo por el silencio, sentía que estaba estorbando

—¿Siempre eres así de callado?— interrogó Miya

—Él no es callado —contestó Kai por él mientras reía— No se calla nunca, no sé qué le pasó— acotó viéndolo

 

El chico solo se encogió en su puesto, no estaba a gusto con ese hombre ahí, ¿Por qué no se iba?, no quería seguir compartiendo la estancia con él, pero no se iría, su casa quedaba lejos no podía ir y venir como cualquier otra persona. Eso lo obligó a escuchar el constante parloteo de Takamasa, que en mayoría estaba dirigido a Kai pasando él a ser un adorno del lugar como tantos otros que allí había, optó por ignorar completamente mientras jugaba con su celular y comía dulces disimuladamente, eso hasta que Kai lo descubrió…

 

—Dame~— canturreó sorprendiendo a Miyavi por el tono infantil que usó, no solía comportarse así con él

—No, tú come cup cackes— le dijo y siguió jugando

—No, quiero dulces— dijo un poco más serio

—Compra— contestó sacándole la lengua

—Insolente— intentó reprenderlo Kai, pero le había dado risa

—Pero al menos tengo dulces— se rió al ver el mal intentó de aguantar la risa de su amigo

—Quiero dulces— insistió

—Nooo~— volvió a contestar

—Por favor— pidió haciéndole ojitos

 

Eso ya fue mucho para Miyavi, nunca le gustó ser ignorado y eso era lo que sentía en ese momento, Kai no tenía nada mejor que hacer que rogarle a Takashi que le diera dulces. ¡Por Dios, son putos dulces!, pensó, fastidiado y se paró de donde estaba sentado intentando así llamar la atención de esos dos, pero no lo consiguió…

 

—Me voy— dijo tajante y molesto

—los dos se volvieron a verlo—

—Bueno, espero te haya gustado el regalo que te envié— dijo dirigiéndose a la puerta, ya que no veía signos de que el dueño de casa fuera a despedirlo

—Ah, sí, me gustó— dijo sin mayor interés

—Adiós— anunció y salió por la puerta sin esperar contestación

 

Refunfuñó durante todo el trayecto hasta su auto, ¿Quién mierdas era Takashi?, ¿Por qué Kai se comportaba así con él?, ¿A Kai le gustaban los dulces?, miles de preguntas se acumularon en su mente junto con el creciente odio que se apoderó de él al recordar lo sucedido, definitivamente Takashi se había convertido en su enemigo número uno y eso que lo había conocido recién, pero no solo él, todo aquel que se dignara a atravesarse en sus planes de reconquistar a Kai se convertiría en el blanco de sus maldiciones mentales y no solo eso…

 

En tanto dentro de la casa, luego del estruendoso portazo que dio Miya al salir, Takashi y Kai volvieron a lo suyo y luego de un ataque de cosquillas por parte del mayor a su amigo, logró quitarle un par de dulces mientras veía como se retorcía de la risa en el suelo. Luego de eso se propusieron comenzar con su clase de cocina aun cuando ya era tarde, lo bueno era que por coincidencia ambos tenían libre el siguiente día, por lo que podían desvelarse sin mayor preocupación…

 

—¿Te quedarás?— le preguntó a su amigo mientras veía como servía lo que habían preparado

—No me había fijado de la hora —dijo dejando los platos en la mesa— Creo que si trago puedo tomar el último tren y llegar a casa— especuló

—Es de madrugada, no te dejaré ir aunque quieras— interrumpió Kai sus pensamientos

—No quiero ser molestia, demás no me pasará nada, ya he andado a estas horas y más tarde solo en la calle, no soy un niño— debatió

—Qué no, te quedas y punto, si te vas no dormiré pensando en que te pudo pasar algo en el camino. Se que no eres un niño, confío en ti, pero no en los demás— contestó Kai, ante eso no tenía derecho a replica

—Mejor comamos— sugirió Takashi

 

Se sintió feliz de saber que Kai se preocupaba por él, pero sabía también que era solo por el instinto sobre protector que tenía su amigo, no solo con él, con todo aquel que lo rodeara y en parte esa era una de las cosas que le gustaba de él, porque se sentía protegido a su lado…

 

La cena pasó sin mayor contratiempo entre risas y anécdotas, de postre se comieron los cup cackes que hizo Takashi, TODOS y no eran pocos, pero qué más daba un poco de azúcar demás en las venas a esas horas, de todos modos no había sueño y la noche prometía ser larga…

 

En otra parte lejos de la casa de Kai, Miyavi había llegado a la suya, la cual no estaba desocupada, Melody estaba en busca de sus últimas cosas para marcharse a su departamento de soltera, lugar al que había vuelto con sus hijas tras la separación con el que fuese su marido no hace mucho…

 

—Te ayudo— dijo él acercándose para sostener la caja que cargaba su ex

—Gracias— susurró

—¿Cómo están las niñas?— consultó

—Preguntando porqué papito no está en casa, pero bien, gracias por preguntar— contestó de forma hiriente

—No tienes porqué tratarme así— le dijo

—¿Y cómo está Kai?, ¿Ya es tu novio?— interrogó en el mismo tono

—No, Melody, Kai no es mi novio y está bien— respondió con paciencia

 

Era obvio que esa mujer le guardaba un rencor enorme a Kai luego de saber que por él su marido le había aceptado el divorcio y estaba dejando atrás años de matrimonio y a su familia. Miyavi estaba consciente de esta realidad por eso trataba de llevar con calma el tema con su ex esposa para no desatar en ella la furia como el día en que le contó la verdad sobre sus sentimientos.

 

Siendo pasadas las cinco de la mañana y tras haber visto dos películas de corrido el par se quedó dormido en el suelo, Takashi sobre Kai. A su alrededor había envoltorios de dulces, migas y latas de refresco, ¡azúcar, azúcar everywhere!, pero ellos estaban felices y extasiados con el efecto, aun en sueños se les podía ver sonreír tontamente a ambos, ¿Qué estaban soñando? Eso solo ellos lo sabían…

 

Día libre de Kai, y quien hacía los tramites cuando él no estaba quedaba a la suerte del que llegaba primero y ese día había sido Reita. Luego de resignarse a ser líder de reemplazo por un día fue a llamar a su novia antes de empezar con sus tediosas labores impuestas a su nuevo cargo. Seguido de él llegó Aoi y tras él Shima y Ruki juntos…

 

—Eso estuvo cerca, para la próxima vez llegaré más tarde adrede— dijo Aoi

—Nosotros creíamos que tú entrarías primero, estábamos espiando desde el pasillo— comentó Ruki

—Yo venía resignado a ser líder, pero cuando vi a Reita me escondí— reveló

 

A ninguno le gustaba estar en el papel de Kai, leer documentos, firmar papales, encerrarse en reuniones, tomar acuerdos, llegar a consensos, tomar decisiones. Realmente admiraban la capacidad de aguante del batero, quien llevaba diez años con esa carga extra en la espalda…

 

Reita aprovechó su condición de líder suplente para jugarse la última carta con respecto al aplazamiento de la gira que comenzaría dentro de poco, pero aun con el respaldo y apoyo de sus demás compañeros no pudo hacerse nada. Al final solo les quedó rendirse, habían hecho hasta lo imposible…

 

[***]

 

Quedando una semana para empezar su gira y dos semanas para el cumpleaños de Kai, en la compañía les dieron libre la semana antes, pero era libertad entre comillas ya que debían preparar sus cosas para emprender el viaje. Lo que a ninguno de los cuatro restantes le gustaba de andar de gira era que sus parejas no podían acompañarlos y esos días estando ausentes eran eternos, sobre todo para Reita y Aoi, en cambio vocalista y guitarrista estaban un poco más acostumbrados a esa realidad ya que si no eran ellos los que andaban de gira, Saga y Shou se iban de gira con Alice Nine, aunque eso no quitaba que los extrañasen en las lejanías…

 

Como ya se había instalado la costumbre esa tarde llegó Takashi a la casa de Kai, una vez entró no esperó encontrarse con la ropa tirada sobre el sofá, su amigo no era desordenado, algo le indicaba que Kai estaba estresado y a juzgar por el desorden estaba muy, muy estresado…

 

—¿Cuál es la causa de tu estrés?— le preguntó desde el marco de la puerta de la cocina

—Me voy de gira en una semana y tengo que arreglar mis cosas— contestó

—Kai, no es la primera vez que esto pasa, pareces principiante— se burló

—Eso no me ayuda en nada, mejor coopera con el orden— le dijo

 

Luego de separar lo que ocuparía, guardarlo en su maleta, ordenar el closet de vuelta y tomar té para recomponer los nervios, otra vez se les había hecho tarde, pero no por eso dejaron de preparar lo que tenían destinado para ese día. Kai agradeció infinitamente la paciencia de su amigo, si él no hubiese estado allí no habría avanzado mucho…

 

—Tengo una duda— dijo Kai de pronto rompiendo el silencio

—¿Sobre qué?— consultó

—Takashi, ¿Tienes pareja?— interrogó. Esa duda le estaba carcomiendo la mente desde hace mucho, y ni sabía porqué.

—No, estoy solito— contestó con calma

—¿Y por qué tan solito?— preguntó

—No tengo buenos pretendientes— dijo riéndose

—O sea que estás solo porque quieres— comentó

—Algo así— le dio la razón

—¿Te gusta alguien?— siguió consultando

—Sí, pero —río— Nunca lo sabrá— dijo volteando la cara hacía otro lado

 

Siguieron avanzando los días y comenzó a sentirse solo en su casa, se levantaba temprano porque su organismo estaba acostumbrado a la rutina, pero luego de comer y ordenar no tenía mucho que hacer. Siendo más joven eso se solucionaba llamando a sus compañeros, pero al ver la estabilidad en sus vidas de pareja, él solo se hizo a un lado… En momentos así era que su mente viajaba sin rumbo por diferentes episodios de su vida, desenterrando recuerdos y aflorando sentimientos…

 

Sin proponérselo sus recuerdos empezaron a divagar por esos tiempos en que gustaba de Miyavi, exactamente el día en que le dijo que se casaría… Pero había recuerdos que no aparecían, solo sonidos se le venían a la mente, lo demás era todo negro; lo que podía recordar era sonidos de botellas, llanto, hipo, un par de brazos rodeándolo y un “Te amo” susurrado en su oído, pero ni siquiera recordaba donde había ido a caer luego de la noticia que le haya dado Miyavi, solo sabía que en ese momento tenía el corazón roto y necesitaba desahogo, sin embargo todo eso quedaba en segundo plano al recordar ese susurro, alguien lo amaba en ese entonces, ¿Pero quién era?, ¿Lo seguiría amando? Dudas que no tenía como responder, porque no recordaba nada de nada…

 

“Estoy aburrido y solo, ven a mi casa ¿Sí?”

 

Ese mensaje lo sacó de sus divagaciones y sin pensarlo dos veces se levantó del sofá y acudió al llamado de Takashi, se fue tal cual estaba, solo recogió las llaves, dinero y algo para abrigarse, pero estando fuera se dio cuenta de que alguien estaba allí y ese no era otro que Miyavi…

 

—Hola, Kai— lo saludó

—Hola, Miya— dijo un poco incomodo

—¿Vas a alguna parte en especifico o puedo acompañarte?— preguntó

—Voy donde Takashi— respondió jugando con las llaves de su auto

—Ya veo. Quiero preguntarte algo— dijo

—Claro, dime— accedió

—Exactamente ¿Qué es lo qué sientes por Takashi?— consultó

 

Nunca se había planteado esa pregunta, ¿Qué sentía por Takashi? Lo analizó con calma haciendo esperar a Miyavi mientras él se perdía en sus análisis. El muchacho era su amigo de años, a pesar de ser menor que él era bastante maduro y lo apoyaba siempre aun cuando estaba la distancia de por medio, con él se reía siempre, era la única persona capaz de sacar ese lado infantil que se empeñaba tanto en esconder, por todo eso y mucho más lo respetaba, lo quería y lo valoraba…

 

—¿Me contestarás?— insistió con cara de pocos amigos

—Ah, sí… —lo miró— Es mi amigo y lo aprecio mucho más de lo que puedo expresar con palabras— dijo no muy seguro de su respuesta

—Espero solo sea aprecio, Kai— comentó

—¿Por qué?— preguntó

—No quiero que ese niño te arrebate de mi lado. A veces me da la impresión de que te gusta— explicó

—Kai se sorprendió ante eso— Un momento, él no es un niño, los niños son inmaduros y él no lo es, además que me guste o no, no tiene nada que ver con que me aleje de tu lado, eres mi AMIGO, y —miró la hora— Ya debo irme— dijo

 

Antes de que le hiciera más preguntas, se despidió y se subió en su auto, sin mirar atrás, partió y condujo con cuidado, dentro de lo que su poca concentración a raíz de esa pregunta le había producido, con la vista pendiente del camino, pero con la mente en cualquier otra parte. Pasó a comprar para tener una excusa notoria por la demora, pero tampoco vio lo que compró, simplemente puso las cosas en el carro y pagó. Llegó a la casa de su amigo medio ido aun…

 

Sin proponérselo esa noche Kai habló demás, y terminó contándole lo que había pasado con Miyavi antes de ir a su casa, Takashi se sintió mal durante todo ese relato pero se quedó callado y siguió escuchando. Algo le decía que las cosas no iban a ir bien de ahí en adelante…

 

Cada vez quedaban menos días para que The Gazette se fuera de viaje y Miyavi estaba enterado de eso, por lo que aprovechó lo que quedaba de semana para ir a meterse a la casa de Kai todos los días, todo eso era bajo motivo de despedida, también le llevaba todos los días un regalo diferente con la intención de hacer visible su interés en él, cosa que de cierto modo Kai agradecía, pero también lo ponía incomodo a ratos. Pero a causa de lo mismo Takashi también se fue a despedir de Kai, solo que no tan seguido como Miyavi, y fue un día de esos en que se encontraron ambos en las dependencias de la casa del batero que la corazonada que tenía el menor se hizo realidad…

 

—Iba a preparar algo pero me falta un ingrediente— dijo desde la cocina

—Nosotros vamos a comprar— contestó Miyavi

—Pero yo no quiero salir— susurró Takashi

—No importa, no quiero molestarlos— contestó Kai

—No es molestia, Takashi me acompaña— dijo el cantante mientras miraba al menor con cara de “pobre de ti que digas que no”

 

Esa era la excusa perfecta para estar con ese niño a solas y no iba a desaprovecharla, por lo que a penas memorizó lo que debía comprar sacó disimuladamente a tirones al chico y sus cosas de la casa, aprovechándose de que Kai no estaba viendo lo que hacía en esos momentos. Una vez fuera su paciencia se esfumó y mientras seguía arrastrándolo comenzó a hablar…

 

—Te lo diré una sola vez, niño y quiero que me hagas caso por tu bien. Aléjate de Kai— advirtió

—Si no lo hago ¿Qué?, ¿Vas a caer tan bajo como para mandarme a golpear?— preguntó

—Puedo hacer eso y miles de cosas. Te lo estoy advirtiendo, si no me haces caso verás de lo que soy capaz, y me importa una mierda caer bajo, sé que puedo destruirte sin tener que pagar mucho— dijo

—Yo no te hago nada malo, ni a él mucho menos, ¿Por qué tendría que alejarme de su lado?— preguntó

—Se supone esto no debería decírtelo, pero ya que insistes —lo soltó y lo miró feo— Él es un hombre, no un niño, no puede andar siempre pendiente de ti y tus idioteces, él se preocupa demás por tu culpa, le estás cargando un peso extra encima, ¿Crees que no le basta con ser el líder de su banda?, Te haz puesto a pensar a cuanto estrés está sometido día a día como para andar pendiente de un pendejo como tú. No lo estorbes, aléjate de él de una vez— habló

—Lo siento— se disculpó reteniendo las lágrimas

—A mi no me pidas disculpas, solo haz lo que te digo— contestó

—Lo haré— aceptó

—Podrías empezar a caminar desde ya. Estabas interrumpiendo un acontecimiento importante— contó

—No sabía— se excusó

—Le habría pedido a Kai ser mi novio aunque tú estuvieras presente, pero de todas formas sé que no es grato estar de colado en una situación así ¿No?— dijo de forma hiriente

 

Ante eso y las miles de cosas más que le dijo Miyavi no le quedó de otra que irse y dejarlo hablando solo antes de que sus traicioneras lágrimas se hicieran presentes. Él nunca quiso ser un estorbo en su vida y se lamentaba por no haberse dado cuenta de que lo estaba molestando, pero por su bien se alejaría. No temía a las amenazas de Miyavi, por él le podían apalearlo si querían, lo que le interesaba era que Kai esté bien…

 

Una vez vio que sus lágrimas se le hicieron inaguantables y decidió irse, Miyavi quedó feliz, destruir a ese niño había sido más fácil de lo que esperaba, y de paso había confirmado los profundos sentimientos de Takashi hacia Kai. Había matado dos pájaros de un tiro, por lo que una vez respiró profundo luchando por no reírse como desquiciado solo en la calle, emprendió marcha a comprar lo que le habían encargado para después volver solo a la casa de Kai…

 

—Aquí está lo que me pediste— le dijo a penas entrar por la puerta

—Gracias. ¿Y Takashi?— preguntó al no verlo

—Lo llamó un niño y dijo que se iba para allá mejor— fue lo primero que se lo ocurrió

—Se suponía debía quedarse aquí, espero allá esté bien— dijo y cerró la puerta

                                

Ignoró las ganas de putear al mocoso, ni deshaciéndose de él Kai dejaba de preocuparse por como estaría. Pero bueno, al menos tenía la esperanza que eso pasara con el tiempo al no verlo más, porque confiaba en que después de haberle roto el corazón a ese niño no se volvería a acercar a Kai ni por sea caso…

 

Aun con la preocupación a cuestas Kai intentó concentrarse en su preparación y atender a su amigo, pero Takashi le hacía falta, él le ayudaba a cocinar, no como Miyavi que se sentaba a esperar que le sirvieran. Aun así no todo estaba dicho esa noche y una vez estaban sentados e instalados comiendo en la mesa la proposición que Miyavi tenía pendiente se hizo presente…

 

—Kai, tengo algo que decirte— anunció dejando los servicios de lado

—Te escucho— contesto Kai imitando el gesto

—Sé que después de tanto tiempo es raro que te haya dicho que te amo y esas cosas, pero quiero pedirte una oportunidad formal. Kai, ¿Quieres ser mi novio?— preguntó

 

Kai pasó saliva con dificultad mientras lo veía con expresión indescifrable. Miyavi le estaba pidiendo ser su novio, ¿Cuánto esperó oír esas palabras en el pasado?, sin embargo no estaba seguro de sentir exactamente lo mismo que en aquella época. Ahora tenía treinta, no veinte y tantos. En ese momento habían muchas interrogantes en su mente y antes las dudas decidió mejor no arriesgarse, menos con algo tan serio como es una relación de pareja…

 

—Lo siento, pero prefiero no aceptar— contestó

—Pero ¿Por qué?— preguntó Miyavi tomando una de sus manos entre las suyas

—se removió un poco incomodo— No estoy seguro de sentir lo mismo que antes por ti. Te quiero, sí, pero aun no sé con que intensidad, ¿Me entiendes?— explicó

—Piénsalo bien, Kai, de todos modos la propuesta sigue en pie— sonrió soltando su mano

—él solo asintió no muy convencido de todo eso—

—Te lo volveré a repetir en otro momento— comentó y siguió comiendo

 

Esa noche al quedarse solo en su casa luego de que Miyavi se haya ido se tendió en su cama a pensar lo que había pasado, ese día había sido extraño, demasiado para su gusto. La propuesta le daba vueltas en su mente, pero también estaba la preocupación sobre donde estaría Takashi a esas horas. Intentó dormir dejando todo de lado, pero su mente se despejaba a ratos y luego volvía a preocuparse, por lo que en una de esas tantas vueltas que se dio en la cama se atrevió a mirar la hora en su celular; 03:32 AM. Aprovechando el impulso llamó a Takashi, pero nadie le contestó. No pudo volver a cerrar los ojos después de eso.

 

[***]

 

Quedaba exactamente un día para que emprendiera viaje de gira con su grupo y desde la noche en que Miyavi le había pedido ser su novio no había sabido nada de Takashi, lo seguía llamando pero no le contestaba. Por otra parte también el cantante siguió expresándole su amor a través de regalos —algunos más útiles que otros, pero regalos al fin y al cabo—, que iba acumulando en su cuarto de invitados, mismo cuarto que ocupaba su amigo menor cuando iba a su casa. Simplemente todo le recordaba a Takashi, eso no le ayudaba a despreocuparse ni a relajarse, aun cuando tenía que cargar con responsabilidades…

 

Cuando llegó la mañana en que debía volver a sus labores como líder y baterista de su banda, mentalizado que ese día debería estar de cabeza con su fiel ruma de papeles —como siempre en esos casos—, se encontró con que había una persona dentro de la sala de ensayos y para su desgracia no era quien quería ver…

 

—¿Qué haces aquí?— le preguntó luego de saludarlo

—Vine a verte— contestó sentándose a su lado

—Me di cuenta —rió— ¿Vienes a despedirte?— consultó

—No me acordaba que hoy te vas— comentó

—Mejor, así no te pones triste— contestó Kai revisando sus papeles

 

Kai se enfrascó en sus papales y seguía intercambiando palabras de vez en vez con el solista por mera cortesía, no iba a decirle que se fuera, aunque lo requería para concentrarse de lleno en lo que tenía que leer y luego dar a conocer a sus amigos, y así siguieron hasta que los otros cuatro integrantes se hicieron presente. Se saludaron efusivamente entre los cinco tras no haberse visto en toda esa semana libre, saludaron también a Miyavi y antes de que se le fuera el detalle, Ruki le entregó lo que alguien le haya pasado en la recepción de la compañía…

 

—Esto es para ti— le dijo entregándole una bolsa bastante común

—¿Y esto?— preguntó tomándola

—Me lo pasaron en recepción, pero no me dijeron quien— se excusó

 

Se notaba lo que era y hasta el notó de parte de quien era, pero quería estar seguro por eso había preguntado, sin embargo al sacar el desayuno de la bolsa —que esa vez no era solo para él, sino para todos—, se dio cuenta que ahí estaba la infaltable notita por parte de Takashi…

 

“Hoy es el gran día, ojalá les vaya bien. Mucho éxito”

 

—¿Quién te envió eso?— preguntó Aoi  con cara de hambre, viendo como Kai sacaba todo de la bolsa

—Digamos que es regalo de un fan— contestó

—¿Te lo comerás todo tú solo?— consultó Reita

—Claro que no, todo tiene nombre, hay algo para todos— explicó repartiendo las cosas

 

En parte lo dicho por Kai era cierto, cuando conoció a Takashi lo hizo en calidad de fan, pero con el pasar del tiempo el chico demostró que no era la fama lo que le interesaba de él, sino su amistad como civil y jamás se aprovechó de eso para conseguir cosas, compraba todo con su propio dinero y conseguía los autógrafos por su medios cosa que Kai le causaba gracia, porque él pudiendo ayudarlo con eso nunca tuvo petición de su parte con algo así y lo veía como todos los demás fans hacer filas interminables con tal de conseguir una firma.

 

Al solista ahí presente no le agradó para nada el manifiesto de Takashi en la vida de Kai, aun cuando no lo había hecho en persona, por lo cual se dio cuenta de que ese niño como le decía, conocía mucho más a Kai y los detalles que le gustaban que él mismo que era su amigo de años —muchos más—. Eso lo frustró, se negó a probar lo que le ofrecían y se limitó solo a ver como los Gazettos desayunaban juntos y felices…

 

En medio del desayuno Kai intentó llamar a su amigo, pero no le contestaba el celular, por lo que harto de no tener resultado alguno y antes de que la frustración se haga presente le pidió el celular a Shima para ver si así respondía, y claro, eso resultó, luego de un par de tonos el chico contestó…

 

Ni se te ocurra cortar— le dijo

—Kai, ¿Qué pasó?— preguntó intentando estar tranquilo

—¿Cómo qué, qué pasó?, te estoy llamando hace días y no me contestas— reclamó

—Ah, eso… Es que…— Iba a explicar

—A estas alturas no hay explicación que valga, solo quiero saber si estás bien— lo interrumpió

—Estoy bien, tranquilo— contestó con voz serena

—Kai suspiró aliviado— Eso es bueno, por tú culpa no dormí bien. Avísame cómo estás mientras no estoy— pidió

—Sí, mi amor— le contestó aguantando la risa

—¡Oye!— chilló avergonzado

—Debo cortar, te daré mi reporte, Kai— anunció

—Bueno, cuídate y gracias por el desayuno— y fue en ese momento cuando se escuchó un gracias por parte de los demás también

—rió— De nada, espero les vaya bien en su gira. Ya y ahora si debo irme— respondió

—Está bien, nos veremos— dijo

—Te quiero, Kai— habló

—Yo también— contestó

—Adiós~— canturreó conteniendo los nervios

—Adiós, Takashi— se despidió, luego cortó

 

Apenas cortar sintió las miradas sobre él, por lo que antes de tener que contestar preguntas huyó del lugar dejando el celular de Shima sobre la mesa y yéndose con los papeles. Los dejó a todos con la palabra en la boca y se fue por los pasillos pensando en la frasecita que le había provocado ese cosquilleo en el estomago, ¿Cuánto tiempo no escuchaba que alguien se dirigiera a él con un “Mi amor”?, y peor aun, ¿Cuánto tiempo no sentía ese incansable cosquilleo en el estomago a causa de algo así?. Sabía que lo había dicho de broma, pero el hecho que lo haya dicho era lo que lo tenía así y lo tuvo permanentemente…

 

Las horas pasaron raudas y esa tarde debían embarcarse para comenzar su gira. Todos tuvieron su momento de despedida a solas con su parejas al estar a minutos de marcharse; Shima con Saga, Ruki con Shou, Reita con Chiharu y Aoi con Aiko. Y Kai, él solo miraba intentando no sentirse solo ni vacío, mientras una pequeña vocecita en su interior le recriminaba que era demasiado adulto como para no tener pareja, pero sus recriminaciones no duraron mucho, porque alguien hizo acto de presencia y con él volvió a aparecer el cosquilleo en el estomago que se le había pasado hace poco…

 

—Kaai~— lo saludó lanzándose encima después de no haberlo visto en mucho tiempo, de paso haciéndolo caer por lo desprevenido que lo pilló

—Takashi— contestó rodeándolo con sus brazos mientras estaba en el suelo

—Te extrañaba— dijo acomodándose sobre él

—Yo también te extrañé y me preocupé mucho por ti— reveló estrechándolo más el abrazo

—Lo siento mucho, no quería ser un estorbo, pero parece que aun así te causé problemas— contestó

—No eres una molestia para mi, Takashi, y si me preocupas es porque te quiero— intentó explicar

 

Takashi estaba allí con un propósito muy claro, en la distancia había pensado muy bien lo que haría a partir de ese día ya que la amenaza de Miyavi lo había hecho pensar en cosas que antes él creía tener bajo control, específicamente sus sentimientos por Kai. Inevitablemente en todos esos años ese hombre llegó a significar mucho en su vida, de alguna forma siempre le gustó, pero con el pasar del tiempo se enamoró y la misión de esa visita era revelarle lo que sentía… pero lo haría de la única manera que se atrevía…

  

Una vez todos se despidieron se subieron a la van que los llevaría lejos de Tokio por poco más de un mes. Pero en esa ocasión Kai ya no tuvo como escapar de la preguntas de sus compañeros, ellos tenían la curiosidad de saber quien era Takashi, desde cuando lo conocía, como lo conoció y todas esas cosas, por lo que durante el trayecto tuvo que responder todas y cada una de la preguntas de sus compañeros, quienes no solo conformes con saber lo molestaron todo el camino. Luego de un largo camino y par de horas de vuelo llegaron a su destino directo a descansar. Cada quien arrastró como pudo su equipaje hasta su habitación y luego se encerró a descansar, al día siguiente había miles de cosas que cumplir…

 

Un detalle bastante conocido por los cercanos a Kai era que le gustaba dormir desnudo cuando estaba solo, por lo que antes de meterse a la cama, dejo todas y cada una de sus prendas de lado, sorprendiéndose bastante al encontrar algo que a primera vista no le pertenecía, sin embargo al recoger se dio cuenta que ese sobre tenía su nombre. Se acostó con la duda de si leer o no, pero luego de pensarlo un par de minutos su curiosidad ganó y abrió el sobre en el cual se podía distinguir la letra de Takashi…

 

Ese día me había ido bien en el trabajo a pesar de que había sido una jornada agotadora. Recuerdo que estaba a unos minutos de salir y recibí una llamada tuya, de la cual entendí la mitad y la otra la deduje, me bastó que nombrarás a Miyavi para saber el porqué sonabas herido y ebrio.

 

Cuando salí de mi trabajo tú estabas allí afuera y tu apariencia era tal como me la había imaginado apenas escuché tu voz rota al otro lado del auricular, nunca te había visto así en el tiempo que te conocía, siempre solías ser responsable al beber, siempre sonreías sin importar qué, pero el que estaba en frente mío no era el Kai al que yo estaba acostumbrado y me asusté un poco.

 

No pude evitar maldecir a quien te había hecho eso —Lo tenía clarísimo por eso desde aquel día lo odio con todas mis fuerzas aun cuando ha pasado tiempo—. Miyavi no merecía tus lágrimas, no merecía tu sufrimiento, pero ¿Quién era yo para decírtelo?, mucho menos en ese estado en que te encontrabas.

 

Dejé de lado mi instinto asesino, mi odio y todo lo negativo hacia el responsable de tu agonía, te llevé a tu casa, me esforcé en entenderte y me enfoqué en escucharte aun cuando me dolía todo lo que decías. Aunque realmente me hubiese gustado no saber todo aquello, de alguna manera lo sospechaba, pero escuchar de tu propia boca que estabas enamorado de otro terminó por destruir mi fortaleza.

 

Hice el intento vano de consolarte, pero no sabía como hacerlo; el silencio los sollozos y el alcohol hicieron lo suyo y terminaste dormido encima mío, fue en ese momento en que llegó mi desahogo, te abracé, lloré por ti, porque me dolía verte así, pero también lloré porque ese fue el día en que mis esperanzas murieron junto con las tuyas

 

Y fue ese el día en que aprovechando que no estabas consciente susurré en tu oído lo que me llevaba guardando por tanto tiempo; ese “te amo” salió desde lo más profundo de mi alma y juré nunca más repetirlo… hasta ahora.

 

Algo ocurrió en mi vida que me hizo tener que revelarte todo esto, pero no lo hago con ninguna intención aparte, solo quería que te enteraras que sigo sintiendo eso por ti, han pasado años, lo sé, pero aun cuando tuve la intención de olvidarte no pude, los sentimientos siguen muy dentro de mí.

 

Yo haré mi último esfuerzo por olvidar, lejos de ti y de todo lo que me recuerde que nunca me amarás.

 

 Tú solo sé feliz, Kai, te lo mereces.

 

Díganle cobarde, inmaduro o poco hombre, pero esa era la única manera que Takashi tenía de decir las cosas, de frente nunca le habría salido la voz para revelar algo así, no habría sido capaz de terminar su discurso sin ponerse a llorar o sin ser interrumpido por Kai, pero debía decirlo de alguna forma y entre las manos de su amigo estaba la opción más convincente…

 

A esa misma hora mientras Kai luchaba por poder comunicarse, él estaba terminando de empacar sus cosas para volver a aquel pueblo del que haya salido con solo lo puesto y una guitarra al hombro en busca de un mejor futuro para él y su familia. Se estaba recriminando los dolores de cabeza que esa revelación provocaría en Kai, pero él también necesitaba sacarse un peso de encima…

 

Las cosas no serían igual para nadie de ahí en adelante, eso era lo único seguro…

 

[***]

 

Los demás miembros del grupo se dieron cuenta del cambio de Kai luego de la primera noche allí, pero no quisieron preguntar con la esperanza que se le pasara pronto, sin embargo luego de un primer concierto y tras el cambio a la siguiente cuidad esto no pasó, aumentando la curiosidad y la preocupación por parte de los cuatros. No era normal ver a Kai serio todo el tiempo, algo aquejaba a su líder y tenían que averiguarlo como fuera…

 

Pero antes de que pusieran manos a la obra con cualquier descabellado plan digno solo de ellos cuatro, llegó hasta las instalaciones del hotel en que se estaban quedando una de las pocas personas indicadas para distraer a Kai. Miyavi llegó preguntando por el líder Gazetto y apenas saber su paradero hizo oídos sordos a las advertencias sobre su estado de ánimo, él solo quería verlo y entregarle el regalo que le tenía…

 

—¿Qué haces aquí?— le preguntó después de abrir la puerta

—Quería verte, te extrañaba, Kai— contestó abrazándolo

—solo correspondió el abrazo y cerró la puerta—

 

De alguna u otra forma necesitaba ese contacto, aunque no dijera nada quería permanecer apegado a alguien para ver si así de algún modo disminuía la tristeza que sentía, pero Miyavi jamás notó el reflejo del alma rota que podía apreciarse en los ojos de Kai, él solo estaba satisfaciendo su necesidad de verlo nada más…

 

—Te traje un regalo— anunció el solista

—¿Qué es?— preguntó curioso

—Cierra los ojos— indicó

 

Kai obedeció y cerró los ojos pudiendo sentir como su amigo ponía algo alrededor de su cuello, Miyavi aprovechó el momento y le robó un pequeño beso, acción que terminó por motivarlo a abrir los ojos. Se había sorprendido con ese beso, una pequeña jugarreta característica de él. No era primera vez que eso pasaba, pero anteriormente un beso robado por parte de Miyavi le estremecía de pies a cabeza, en cambio el beso que acababa de darle no había provocado efecto alguno en él, un claro signo de que realmente ya no sentía más que amistad por esa persona que tenía en frente…

 

—tomó el regalo entre sus dedos— Gracias— dijo

—De nada— respondió sonriendo

—No deberías regalarme cosas cada vez que me ves— comentó en tono serio

—Yo quiero hacerlo, es una forma de demostrarte cuanto te amo— contestó

—Aun así, Miyavi, no es necesario— insistió

 

El solista le anunció que se quedaría en ese hotel hasta el día del concierto que se ofrecería para su cumpleaños, le tenía una última sorpresa para ese día y que luego de eso se iría, pero aun bajo la insistencia de Kai él no le reveló nada de lo que sería. Le anunció también a los demás Gazettos y a ellos si les reveló la sorpresa que tenía en mente, ganándose su completo apoyo si eso lograba animar a Kai…

 

Dos días quedaban para que cumpliera los treinta y uno y él solo podía pensar en que sería de Takashi, él le había prometido avisarle como estaba mientras estuviera fuera de Tokio, pero luego de leer la carta esa noche dudaba que fuera a cumplir con su palabra y lo que lo tenía peor era que por más que intentará comunicarse el número ya no existía, eso no lo ayudaba mucho a disminuir su preocupación…

 

Los dos días que faltaban para ese concierto y también para el cumpleaños de Kai estuvieron llenos de preparativos por parte de las cinco personas que lo rodeaban, Miyavi con lo suyo, los Gazettos con lo propio, todos velando porque los detalles estuvieran listos para ese día. Lejos de allí había otra persona que había estado pendiente de esa fecha, solo que para él ya no había pero que contara, no sacaba nada con emocionarse en vano por el cumpleaños de quien amaba si no podía verlo, aun así en la lejanía le deseaba de todo corazón que ese nuevo año de vida que cumplía trajera consigo la paz que necesitaba Kai en esos momentos…

 

Diez para las doce de la noche y Reita llegaba con la tarjeta extra de la habitación de su líder, los otros tres le ponían TODAS las velas correspondientes al pastel que le habían mandado hacer…

 

—No sé porqué tengo el presentimiento de que estará desnudo— anunció Shima mientras caminaban hacía la habitación de Kai

—No será la primera vez que lo veamos en cuero— dijo Reita restándole importancia. En parte era verdad, todos lo habían visto desnudo alguna vez por diferentes motivos.

—Aoi prende las velas~— canturreó emocionado Ruki

—Listo, ahora abre la puerta, Reita— pidió Aoi 

 

Entraron los cuatro en la habitación de Kai con pastel en mano, velas encendidas, no cantaron de inmediato porque no estaba en la cama, una vez Ruki lo localizó se pusieron a cantar sacándole un par de risas en el proceso por lo descoordinados y desafinados, pero la intención era lo que valía. Luego de eso cada quien se acercó a felicitarlo…

 

—Es bueno verte sonreír, hace días no lo hacías— comentó Shima

—Hoy vale la pena sonreír— contestó sacando crema del pastel con el dedo y llevándosela a la boca

—Bienvenido al club— lo molestó Reita mientras lo abrazaba

—No me recuerdes eso, idiota— dijo picándole las costillas entre risas

—Y el otro año me toca a mí— acotó Ruki con cara de pánico

—Tener más de treinta no es tan malo— defendió Aoi, inevitablemente todos rieron ante ese comentario 

 

Por un buen rato se quedaron los cinco haciéndose compañía, comiendo y riéndose de cualquier estupidez, los momentos así se valoraban, momentos así les confirmaban que dentro de la banda no solo había compañerismo sino una amistad bastante grande…

 

—¿Por qué haz estado raro estos días, Kai?— Aoi se atrevió a preguntar por fin

—suspiró— Estoy preocupado— dijo en tono dubitativo

—¿No estás seguro?— inquirió Reita

—La verdad, no, pero supongo que pasará— contestó

—¿Y qué es lo que supuestamente te preocupa?— interrogó Ruki

—Una persona— susurró

 

Lo que necesitaba Kai era desahogo y encontró eso y mucho más en compañía de sus amigos. Ellos siempre habían estado allí y esa no fue la excepción, pero últimamente había estado tan enfrascado en sí mismo tratando de dilucidar por cuenta propia que era lo que le sucedía que no recurrió antes a la comprensión y el apoyo que le brindaban ellos cuatro…

 

Les contó todo, absolutamente todo lo que le había sucedido en el último tiempo dejando a todos con algo claro: Kai estaba enamorado y no se daba cuenta. Pero también les quedó claro que si no le decían a Miyavi que desistiera de su idea saldría ridiculizado. Por el bien de ambos los cuatro guardaron silencio prometiéndose hacer algo con respecto a lo que el solista tenía planeado para esa noche…

 

Dos decisiones sacaron en limpio luego de haber escuchado los problemas de Kai, por lo que antes de dormir esa noche debían intentar avanzar lo más que podían con ambas cosas. Habían pensando tanto un regalo para su líder, y resultó que él mismo les terminó dando la respuesta, inconscientemente, claro está…

 

Apenas hubo un momento a solas con Miyavi lo abordaron entre los cuatros apelando a su buen criterio y al amor que decía tener por Kai para que no hiciera ninguna estupidez esa noche, lo decían también por su bien. Lamentablemente el ego del solista era más grande que cualquier otra cosa y confiado en algo que según él era cierto no quiso desistir de su plan…

 

Por otra parte también los cuatro, haciendo uso de todas su facultades tecnológicas lograron lo otro que tenían en mente, pero necesitaban cómplices y luego de rogar un poco a parte del staff consiguieron que se movilizaran en Pro de su sorpresa…

 

Apenas se levantó esa mañana todo fue abrazos y felicitaciones para él, hacía tiempo que le venía dando miedo cumplir años, pero aun así se alegraba por el hecho, era un día en que todo el mundo estaba pendiente de él más que en otras ocasiones y eso era reconfortante en cierto modo. Recibió regalos de parte de sus amigos, de la gente del staff, otro por parte de Miyavi y como siempre no faltaron los regalos y cartas por parte de fans, pero dentro de todo hubo un presente que le llamó bastante la atención, no tenía mayor detalle que identificará su remitente, pero estaba lindo; era un peluche que sobresalía ante los demás, no por su tamaño sino por el color, era un conejo blanco; lo tomó entre sus manos y lo observó por un momento, le recordaba a alguien pero en esos momentos no identificaba a quien…

 

Como siempre las horas se iban como agua entre los dedos y antes de que empezaran con los detalles para el concierto que se avecinaba a pasos agigantados, se fijaron de que su plan haya funcionado, solo una vez eso estuvo listo se sintieron con una carga menos para poder empezar a vestirse y maquillarse. Hasta que llegó la hora en que debían presentarse frente a un multitudinario público que los esperaban con ansias, público que también hizo manifiesto de su cariño por el baterista y le deseo a todo pulmón un muy feliz cumpleaños.

 

Hasta ahí y en pleno show estaba todo bien, pero Uruha, Aoi, Reita y Ruki rogaban porque a medio camino Miyavi haya desistido de lo que tenía planeado, eso los tenía con la paranoia a full en todo momento, cualquier movimiento del público les parecía sospechoso, hasta que el fatídico momento llegó en un instante de silencio por parte de las fans y de ellos mismos…

 

Poco a poco pequeños carteles fueron haciendo aparición entre el publico hasta formar una frase que dejó a los cinco sobre el escenario inmóviles y sin palabras, sobre todo a aquel para quien estaba dirigida: “Kai, te amo, sé mi novio”. No hacía falta preguntar de parte de quien era, pero ¿Tenía que responder ahí, públicamente?. Bien había dicho el solista eso de “Te lo volveré a repetir en otro momento” pero no esperaba que lo hiciera de esa manera…

 

Luego de un par de minutos de sepulcral silencio por parte de todo el mundo, las caras de pánico de sus compañeros e ignorando el nudo que tenía en la garganta, Kai se atrevió a ponerse de pie, tomar el micrófono e intentar responder sin tartamudear…

 

—Lo siento, pero mi respuesta es NO— enfatizó la última palabra

 

Eso era lo que se temían que pase, pero se lo advirtieron durante todo el día y Miyavi no quiso hacer caso. Esa respuesta causó el chillido general del público que estaba viendo todo en las pantallas gigantes del recinto. El grupo volvió a tocar después de eso, aun así podía escucharse el murmullo general por sobre la música y la voz. Y realmente no era para menos, no todos los días Kai rechazaba tan tajantemente una propuesta de noviazgo de otro Jrocker, menos de forma pública…

 

Se suponía que un concierto era para disfrutar, que su cumpleaños era motivo de alegría, pero sin quererlo todo lo que se suponía debía hacerlo sentir feliz ese día le estaba causando solo dolores de cabeza. Luego de esa proposición sorpresa y su posterior y profundo rechazo lo que quedó de concierto no fue tan ameno como debía serlo. Si buscaban hacerlo enfadar con una idiotez, ese pequeño gran detalle lo logró y una vez terminó la última canción solo esperó el último acorde y salió sin esperar orden ni protocolo. No estaba de ánimo y a esas alturas le daba todo exactamente igual, él solo quería estar en paz…

 

Alguien pretendió alcanzarlo a medio camino, pero cuatro personas se interpusieron en su camino. Sus amigos no iban a permitir más cosas ese día para su líder, con lo que había sucedido era más que suficiente…

 

—Déjalo en paz— pidió Aoi

—Necesito hablar con él— dijo intentando pasar

—Ya basta, Miya, le arruinaste su día— comunicó Ruki

—Tengo que saber porqué me rechazó— insistió

—¿Qué acaso no entiendes o que mierda tienes en la cabeza? —Reita estaba empezando a perder la paciencia­— Si te rechazó es porque NO-TE-AMA— dijo

—Déjalo de una vez, esto ni siquiera es amor, Miyavi, es capricho, si lo amarás te habrías dado cuenta desde que llegaste que Kai no está bien— habló Uruha

—Pensé que era estrés— se defendió

—Pensé que era estrés, pensé que me amaba, pensé que estaba bien —habló Aoi imitándolo—. Tú no piensas en nadie más que en ti mismo, si amas a alguien es solo a tu reflejo. Vete de una vez antes de que él mismo termine de descargar la ira que carga contra ti, eso te dolería más que su rechazo. Si de verdad dices amarlo hazte a un lado, lo que menos necesita en estos momentos es que le pidan explicaciones— lo sermoneó

 

Mientras eso pasaba Kai estaba hecho una furia en su habitación, tantas cosas tenía en la mente; sabía que le debía una explicación a Miyavi, estaba consciente de que el manager le llamaría la atención por haber salido de improviso al final del concierto, y seguía preocupado por Takashi. Nunca antes los problemas y preocupaciones le habían pasado la cuenta de esa forma, pero todo eso acumulado fue más fuerte que él y su profesionalismo, necesitaba estar solo o quizá no tanto…

 

A esas alturas ya no sabían si molestar a Kai con la sorpresa que el tenían, pero ya estaba ahí no podían despachar así como así luego de todo lo que les costó encontrarlo. Arriesgándose a salir como mínimo con el oído reventado por los gritos de Kai, los cuatro Gazettos y su sorpresa se hicieron presente frente a la puerta de su habitación…

 

—Insisto en que se vería más lindo con un listón en la cabeza— bromeó Uruha

—A estas alturas no cuenta —Ruki miró la hora— Hace más de una hora que ya no es su cumpleaños— comentó

—Reita, tú te fijarás que no se escape— mandó Aoi 

—Siempre me toca el trabajo pesado, ¿Sabes lo que es tener que aguantar sus gritos a estas horas de la madrugada?— se quejó

—Nada de cosas, te fijas y punto— sentenció Uruha

 

No le quedaba de otra que obedecer, por lo que apenas él mismo tocó la puerta los otros tres huyeron y él hizo lo mismo cuando sintió que Kai abría la puerta. Se escondieron tras una pared y asomaron la cabeza disimuladamente para ver que sucedía…

 

Había logrado quedarse dormido recién y alguien se atrevía a molestarlo a esas horas, definitivamente las cosas no estaban de su lado. Con desgano se levantó de la cama y abrió la puerta dispuesto a putear a quien tuviera en frente fuera quien fuera, pero su mala disposición desapareció a penas sus cansados ojos se posaron en la persona que tenía en frente…

 

Reita, Aoi, Ruki y Uruha prácticamente no respiraban esperando escuchar algo en la lejanía, pero Kai no les dio en el gusto y antes de que pudieran seguir de chismosos lo último que vieron fue que esa persona era tironeada de un brazo hacía el interior de la habitación de su líder y lo único que lograron escuchar fue un gran portazo. Un poco desilusionados pero felices en el fondo, los cuatro se fueron a intentar dormir, su parte ya estaba echa.

 

—¿Por qué te empeñas en desaparecer de mi vida?, ¿Por qué?— le preguntó mientras lo abrazaba

—Yo no debería estar aquí, me prometí a mi mismo dejarte en paz— respondió correspondiendo apenas el abrazo

—Pero estás aquí porque me amas —no había sido una pregunta. Takashi solo asintió dándole la razón— No sé quien te haya metido en la cabeza que eres un estorbo en mi vida y tampoco me interesa. Tú solo prométeme que no me dejarás solo de nuevo, por favor— le pidió

—¿Por qué no me dejas olvidarte?. Tenerte como amigo, amándote como lo hago me hace daño— habló

—No quiero que me olvides. Estar conmigo no tiene porqué hacerte daño si correspondo tus sentimientos— contestó

—Tampoco es necesario que me mientas para que me quede a tu lado, Kai— reprochó soltándose del abrazo

—No te miento. Me costó darme cuenta —se rascó la nunca nervioso—, sabes que soy despistado, pero si de algo estoy seguro es que te amo— reveló

 

Él sabía que Kai no mentía, mucho menos con ese tipo de cosas, pero por otro lado había esperado tanto escuchar esas palabras, que su corazón no llegaba a convencerse ni asimilar lo que había oído. Mientras buscaba convencerse se sentó en la cama y paseó su vista en toda la habitación sin ver realmente solo distraerse sin fijar sus ojos en los detalles…

 

—Dime algo— pidió Kai

—Algo— contestó

—Já, chistoso —estuvo tentado a reírse con eso—. Lo digo en serio, quiero que me des respuestas— volvió a pedir

—No sé que decir, tengo la mente en blanco— respondió

—se acuclilló frente de él— Dí que me amas y juro que no te arrepentirás— sugirió

—¿Por qué me pides cosas difíciles?— preguntó avergonzado

—No es difícil decir te amo si realmente lo sientes— contestó buscando su mirada

—él solo se quedó callado y sin mirarlo directamente—

—Yo si te amo, Takashi —confesó tomando su rostro entre sus manos haciendo que lo mire—, y aunque me da vergüenza decirlo quiero que te convenzas de lo que estoy confesando— concluyó y luego depositó un casto beso sobre sus labios

—Te creo —dijo y luego lo abrazó—, te amo, Kai— susurró en su oído

—Eso era lo que quería escuchar— contestó feliz mientras estrechaba el abrazo 

 

Después del par de besos que se dieron, en común acuerdo dijeron que había que dormir, y aun cuando Takashi insistió que tenía su habitación en otro lado Kai no lo dejó irse y lo obligó a dormir con él. Estaba cansado luego de todo lo que había ocurrido, pero teniendo a Takashi entre sus brazos poco le importaba lo que sucediera después, le haría frente a lo que viniera como sea, pero de ahí en adelante se dedicaría a ser feliz, aun cuando estaba consciente de que debía muchas explicaciones…

 

Reita aun conservaba la tarjeta extra de acceso a la habitación de Kai y tentado por la curiosidad, a la mañana siguiente intentando hacer el menor ruido posible se inmiscuyó en la habitación de su líder, esperando encontrar de todo, se había tapado los ojos por sea caso, pero cuando los descubrió se dio cuenta que no había pasado nada de lo que imaginó, solo habían dos hombres en una cama que dormían abrazados, estaban con ropa, muy juntitos y se veían felices. Eso le bastó para que retrocediera sobre sus pasos y cerrara la puerta una vez más antes de ir a devolver esa tarjeta a la recepción…

 

Con el poco ruido que había hecho Reita en la habitación Takashi se despertó, pero no quiso abrir los ojos por vergüenza y los mantuvo cerrados hasta que se volvió a cerrar la puerta. Luego de eso sí, se removió entre los brazos de Kai y se quedó viendo mientras dormía, era temprano aun para él, pero sabía bien que para quien lo tenía apresado entre sus brazos se le estaba haciendo tarde y tenía muchas cosas con las que cumplir…

 

—Kai— susurró removiéndolo un poco

—¿Qué?— susurró de vuelta sin abrir los ojos

—Tienes que levantarte— dijo ya en tono normal

—Sí sé, pero en un ratito más— pidió acurrucándose más en la cama sin soltarlo

 

Realmente Kai no tenía mucho ánimo de levantarse, había dormido poco y tenía un leve dolor de cabeza, pero sus deberes estaban ahí y nadie los haría por él, aun así siguió con los ojos cerrados como esperando a que la energía hiciera posesión de su cuerpo. Y si bien no consiguió desperezarse por medios propios, el beso que le dio Takashi terminó de despertarlo mientras correspondía…

 

—Ahora si levántate— repitió el menor una vez se separó del beso

—Lo haré, pero con dos condiciones— contestó hablando cerca de sus labios

—¿Qué condiciones?— le preguntó resistiendo la tentación de besarlo de nuevo

—Que seas mi novio y que prometas despertarme con tus besos todas las mañanas— respondió

—Eres tan poco convencional para tus cosas— se burló

—Pero así me amas —mordió su mejilla—, ¿Lo tomas o lo dejas?— consultó

—Acepto ambas condiciones— contestó

 

Pudieron haber seguido en esa conversación, dejando de lado todo lo demás y aunque estaba la ínfima intención e iban por buen camino, alguien tocó la puerta y a juzgar por sus duros golpes no iba en son de paz hasta esa habitación y Kai se estaba haciendo la idea de quien era por lo que antes de abrir le pidió a Takashi que se esconda en el baño para no agrandar más el problema…

 

—Miyavi —el nombrado entró hecho una furia a la habitación—, ¿Qué se te ofrece?— preguntó aun sabiendo la respuesta

—Una explicación, ¿Puede ser?— consultó

—Lamento haberte rechazado de esa forma— se disculpó

—Pudiste haberme ahorrado la vergüenza— dijo molesto

—Ya pasó. Realmente lo siento mucho, pero no podía mentirte —suspiró—, y tampoco se me ocurrió hacer otra cosa, me tomaste por sorpresa— explicó

—¿De verdad ya no me amas?— preguntó

—Hace mucho ya no, Miyavi —se calló un momento—… Y creo que aunque te amara todavía, no soy tan idiota como para lanzarme a tus brazos después de todo lo que sufrí por tu culpa— aclaró

 

Dicho de frente y con calma le dolió aun más su rechazo, pero Kai estaba siendo honesto con él, lo notaba y eso sin poder evitarlo lo enfurecía, había herido su orgullo en los más profundo y estaba evitando a toda costa descargar su ira con él, aunque no era del todo culpable —al menos estaba consciente de eso—, él también se lo había buscado por no hacer caso a advertencias. Permaneció de pie dándole la espalda por un par de minutos buscando serenarse, luego de eso retrocedió sobre sus pasos hacia la puerta y la abrió…

 

—Nadie te amará como yo lo hago— le dijo antes de cerrar la puerta

 

Una vez escuchó el portazo que dio Miyavi al salir, Takashi salió de su escondite y fue directo y en silencio a abrazar a Kai quien no dudó en corresponder su abrazo. Ese niño como lo llamaba todo el mundo lo conocía tan bien, era la única persona capaz de alegrarlo con detalles tan simples, era el único capaz de soportar todas y cada una de sus facetas… ese niño era la persona a la que tanto esperó y nunca se dio cuenta de que estaba más cerca de lo que imaginó…

 

—Se te hizo tarde— comentó Takashi

—Pero no importa, tengo menos carga sobre los hombros, eso me tranquiliza un poco— contestó

—Siempre te complicas tanto la vida, a veces no es malo pensar menos y actuar más— acotó

—Había llegado a la misma conclusión— río

 

La reprimenda para Kai no se hizo esperar, pero como buen profesional se comprometió a cambiar de actitud y a no dejar que los problemas vuelvan a repercutir en su desempeño —aunque de todos modos era primera vez que le sucedía—. Y luego de escuchar tres sermones seguidos de diferentes personas fue libre, porque sus responsabilidades las habían asumido sus compañeros… De todos modos su libertad fue aprovechada solo en despedirse de su novio, quien debía volver a su pueblo…

 

—le pasó un manojo de llaves— Sácale copia, son las llaves de la casa— dijo

—De tu casa— habló él recibiendo la llave

—NUESTRA casa —corrigió mientras desordenaba su cabello—. Cuando vuelva te quiero ver allí— pidió

—Así será, mi amor— contestó 

 

Luego de un último beso Takashi se fue de vuelta hacia el lugar de donde había llegado, iba con dos cosas en mente: volver a trasladar sus cosas a Tokio y sacar la copia de las llaves de la que sería su nueva casa. Y pensar que se había negado a recurrir al llamado de los Gazettos en un principio, si hubiera sabido que eso terminaría así, pudo haberse arrepentido toda la vida de no haber ido…

 

A The Gazette le quedaban fechas de conciertos por cubrir aun, y les quedaban semanas de arduo trabajo por delante, luego de eso tendrían sus preciadas vacaciones. La diferencia en todo eso a como empezó y a como terminaría era que luego del cumpleaños de Kai TODOS tenían quien los espere en casa al volver y ellos dejarían de preocuparse por la soledad de su líder…

 

El cumpleaños en sí a lo mejor no fue el mejor del mundo, pero a fin de cuentas le dieron una linda y buena sorpresa a Kai. Puede que Miyavi no haya logrado reconquistar al amor que dejó escapar en el pasado, pero se dio cuenta que él ya tenía sus propias razones para ser feliz: sus hijas. Takashi se demoró años en relevar sus sentimientos; a Kai le costó tiempo y sobreesfuerzo darse cuenta que estaba enamorado de su amigo, pero había algo de lo que estaban convencidos en partes iguales: lo que cuesta conseguir se valora el doble…

 

Muchas veces lo que buscas y necesitas está más cerca de lo que te imaginas… abre los ojos y no le des tantas vueltas… Las cosas serán simples o complicadas dependiendo de cuánto dejes que te afecte. 

Notas finales:

Muchas gracias por leer :D

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