-Todos están… muertos-
Todos y cada uno… los cadáveres de sus amigos estaban esparcidos a su alrededor, pintando el suelo de un cálido rojo…
-Lo lamento tanto Naruto… pero mataré a cualquiera… ¡A cualquiera que trate de interponerse entre tú y yo!-
Se cubrió su boca con las manos ensangrentadas… sangre ajena… sangre de sus amigos, quería gritar, quería vomitar, quería levantarse y atacar a Sasuke, pero ninguna parte de su cuerpo le respondía, sólo podía ver a sus amigos muertos y a Sasuke simultáneamente.
¿Por qué?
¿Por qué tuvo que pasar esto?
¿Por qué tuvo que ser Sasuke?
Sus lágrimas no paraban de caer, no paraba de sollozar, cerró sus ojos, temblando por toda la desesperación y el dolor que sentía ahora.
-No… Naru… no llores… tus ojos… se pondrán rojos-
Sasuke fue hasta él, lo rodeó con sus brazos, lo abrazó, beso su frente con amor y calidez, y Naruto no pudo alejarlo.
-Perdóname, perdóname, perdóname…-
Repetía Sasuke.
-Te he hecho tanto daño… te acosé, te encerré, te lastimé, te violé…. Incluso maté a tus amigos... Pero te amo tanto… que no puedo permitir que te alejen de mí-
Naruto sólo lo escuchaba, otorgándole un poco de silencio… Sasuke estaba llorando, igual que él.
¿Cómo fue que todo terminó así?
-Una vez… - Dijo Sasuke en voz alta, con voz quebrada- …Pensé en matarte, en quitarte la vida con mis propias manos… ¡Para que absolutamente nadie mas que yo te tuviera!
Naruto se tensó, y Sasuke lo abrazó con más fuerza.
-Pero no pude hacerlo… No podría hacerte daño otra vez… No quería destrozar tu cuerpo como en ése día en que te amarré a esa cama y destruí tu ropa… tu rostro tenía tanto miedo, y gritabas tanto… que cuando entendí lo que te había hecho me arrepentí… de cada lágrima, de cada marca en tu cuerpo, de cada gota de sangre de tu desgarrada entrada…-
El rubio temblaba, aterrado, recordando ésos espantosos momentos, ésas horas de intenso dolor… ¿cuántas veces se vino rugiendo su nombre mientras él le suplicaba que parara?
-No, no… Naru, Naru… no te asustes… no volveré a hacerlo, no volveré a herirte de ese modo-
Las lágrimas de Sasuke mojaban sus rubios cabellos, y él los acariciaba para tratar de apaciguarlo.
-Te amo tanto que nunca volveré a hacerlo, porque lo disfruto más cuando tú mismo te entregas… ¿lo recuerdas?, cuando hicimos el amor, cuando nos entregamos mutuamente, eso así se sintió mejor… podía sentir tu amor y eso me hizo tan felíz…-
¿Por qué lo torturaba de ésta forma?
¡Por supuesto que lo recordaba! No sólo esa vez, sino todas las siguientes, cuando todo era suave, todo era cariño, cuando podía sentir el aliento del otro en su piel erizada, y gemía de placer con cada envestida… ¿en dónde quedaron esos días? ¿A dónde se fue esa calidez?
El cadáver más próximo fue el cadáver de su amiga Sakura, quien tenía los ojos abiertos y desorbitados, con un hoyo en su cabeza.
Estúpida Sakura… ella era la culpable de todo. Fue ella quien le presentó a Sasuke, sin saber que él tenía una enfermedad mental, o que era buscado por asesinar a su tío Obito, a sus padres y a su hermano Itachi, ella siempre se dejaba engañar por las apariencias de chicos guapos, pero serios y misteriosos, ella fue quien primero comenzó a seguir a Sasuke, a acosarlo, pensando que así lo conocería y sabría cómo enamorarlo. Pero Sasuke siempre tuvo ojos, únicamente para él.
Cuando descubrió esos sentimientos que se dedicaban mutuamente trató de separarlos, trató de vencerlo, pero en realidad nunca hubo competencia, ella había perdido desde un principio. Pero fue ahora, no… ¡Fue hace casi 3 horas!, en que llegó de improviso a avisarle a Naruto sobre ese delito, sin saber que Sasuke se encontraba en la sala, pero estaba tan alborotada que no pensó en la mínima y obvia posibilidad de que Sasuke estaría de visita en la casa de su novio, o que debía de ser algo para tomarse con cautela, no apenas descubrirlo y decírselo a tus amigos.
Ése era el problema de Sakura, era tan inteligente para descubrir cosas, y a la vez tan idiota y presumida como para ponerse a sí misma y a los demás en peligro para que todos supieran que fue ella quien lo dedujo…
Con eso, se llevó a su querida Hinata, a su mejor amigo Gaara y a Sai con ella.
-No la mires-
Dijo Sasuke imperativo cuando lo descubrió viendo el cuerpo ensangrentado de la pelirrosa, lo agarró con fuerza de los hombros y lo tiró al piso, colocándose él encima.
-No los veas, a ninguno… sólo mírame a mí, sólo tienes que mirarme a mí-
Sus ojos escocían por el llanto, pero los de Sasuke también se encontraban rojos. Desde esta posición, esos ojos negros parecían asustados y arrepentidos.
-Mírame a mí… quien te ama tanto, quien ha matado por ti… quien te ha hecho tanto daño… quien ha matado a tus amigos… por un amor enfermizo… -dijo en tono cada vez más bajo, cada vez más lastimero. Se levantó, cubriéndose la cara con sus enormes manos, escondiendo sus ojos.
Naruto se levantó también después de unos tensos segundos, extrañado, cuando sintió el filo de un cuchillo en su cuello, un cuchillo sostenido, por la mano temblorosa de Sasuke, el cual no podía dignarse a mirarlo.
-Debería de matarte… debería de hacerlo y así acabar con esto…. Acabar con tu sufrimiento… a pesar de que yo me quede solo…- Decía con trabajo, con esa voz rasposa y psicópata que tenía, y aún así no se dignaba a verlo, y su voz se quebraba, a punto de soltarse a llorar. Pero entonces el filo fue removido y en vez de eso sintió cómo él tomaba sus manos y colocaba el mango en sus manos. Y él guiaba la punta a su pecho.
-Aquí… justo aquí. No falles usuratonkachi-
Naruto abrió todo lo que pudo sus ojos, ¡¿en serio le pedía que le hiciera eso?!
-Ya no puedo más Naru… ya no puedo con esto, si vivo, te seguiré haciendo más daño, te seguiré haciendo llorar. No puedo soportar tal idea…. De que vivas con miedo, de que vivas temiéndome. No puedo soportar la idea de que me rechaces, así que por favor mátame, y acaba con nuestro sufrimiento… serás libre, y yo tendré la mente en paz de que tú estarás a salvo una vez que te deje-
¡No podía estar pensando en eso!
Naruto no podía procesar todas esas palabras, su cuerpo temblaba, su agarre también temblaba, incluso el arma se caería si no fuera por la mano de Sasuke que la sostenía con fuerza.
-No dudes Naruto, no temas… cuando los demás lleguen, sabrán que yo maté a tus amigos, pero que no pude matarte a ti porque tú fuíste más listo, me quitaste el cuchillo y luego me lo enterraste en el pecho. Habrá sido en defensa propia y no saldrás perjudicado.-
Jadeó aterrado… ¡no podía estar hablando en serio!, ¡no podía estarle pidiendo eso!
-Sa…Sasuke…- Su voz se quebraba, su llanto volvía con tanta o más desesperación que antes.
-No lo pienses mucho, sólo entiérralo, profundo, y rápido-
Sasuke le sonreía, le sonreía arrepentido, amoroso.
-¡NO! –
Gritó histérico, lanzando hacia algún sitio el objeto punzo-cortante, rompiendo a llorar desgarradora y libremente mientras tomaba a Sasuke de la cabeza y unía sus labios con los de él…
Si él se iba… si él se iba, volvería a estar solo… se quedaría completamente solo, sin familia, sin amigos, y con el corazón roto. Él también lo amaba, lo amaba tanto que perdonó su acoso, que perdonó sus celos, que perdonó que lo hubiera violado ése día en que Sasuke pensó que quería engañarlo con Gaara…
Amaba todo de él, amaba su cabello negro azabache que le hacía cosquillas cuando rosaba su vientre, amaba esos ojos ónix que siempre lograban estremecerlo, amaba su voz, sobre todo cuando le susurraba suaves palabras de amor por las noches antes de dormir, amaba su actitud de chico excéntrico y huraño, cuando le decía “dobe”, o cuando sonreía de lado, orgulloso. Y amaba sus labios cuando lo besaba con hambre, justo como ahora se estaban besando, con rudeza, desesperación y salvajismo.
-¡Sasuke… te amo, te perdono… te perdono cualquier cosa que hagas… con tal de que estemos juntos!-
Lloraba y gemía, abrazándolo con fuerza.
-¡Estúpido! ¡Estúpido dobe, usuratonkachi…! Te arrepentirás por esto… por haberme dejado vivir…-
Decía él, entrecortado por el llanto, abrazándolo de igual modo, enterrando sus dedos en su espalda y brazo, con amor, con tristeza y con felicidad.
-Aún en éste mar de sangre, aún estando rodeados por la muerte… aún estando bañados en lágrimas…- Los ojos cansados se cruzan y se conectan. –Aún así yo… ¡quiero estar contigo! ¡Quiero vivir a tu lado! ¡Sin importar el precio!-
Maldito sea el destino que los unió
Maldito sea ese futuro oscuro, lleno de incertidumbre
Maldito sea kami, quien divirtiéndose con sus vidas humanas creó esta tragedia
Los enamorados se besan y se buscan, a tal grado de ya no poder vivir el uno sin el otro… aunque ese amor ya estuviera marcado con la muerte.