Saori Kido miraba fijamente a cada uno de los hombres presentes, estaba ansiosa por empezar la junta que la lanzaría como una gran empresaria hotelera, ya ¡por fin! su abuelo había decidido que era lo suficientemente responsable como para llevar acabo el más reciente proyecto de las corporaciones Kido: un enorme hotel en la Isla Andrómeda, con más de tres hectáreas, ella convertiría aquel lugar desértico alejado de la mano de Dios, en un paraíso terrenal, bueno ella y sus achichincles. Pero el hotel no era lo único que la tenía tan ansiosa, Milo su arquitecto estrella no llegaba, tenía más de 20 minutos de retraso y él era tan puntual que siempre estaba antes que todos, hasta parecía que acampaba en la oficina.
No podía dejar de sentirse nerviosa pues en unos minutos esperaban la llegada de la nueva adquisición, su primera jugada como empresaria había sido contratar a Shaka Vergine como decorador estrella del proyecto, era cierto que Milo y Aioria hicieron un magnífico trabajo al diseñar el hotel pero ese resplandor también tendría que mostrarse al interior y si había alguien lo suficientemente capacitado para lograr aquello, ese era precisamente el rubio.
Eran casi las 11 de la mañana y de Milo ni sus luces, así que no quedo de otra más que empezar con la reunión por la que le pidió a Saga que iniciara con las explicaciones legales de la construcción, después pasarían con las clausulas monetarias y al final ya que lo aburrido terminase dejaría lo interesante: la construcción de su maravilloso hotel, no podía a esperar para ver su obra maestra terminada.
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Pareciera que justamente ese día todo estaba en su contra, maldijo al despertador por quedarse sin batería, a la regadera que eligió justo el momento en que se enjabonaba para quedarse sin agua y tener que pedirle su baño a la vecina, la pobre anciana no tuvo un infarto instantáneo por pura suerte pues el ver su escultural cuerpo envuelto sólo en una toalla que aparte de todo le quedaba chica y no alcanzaba a cubrir sus nalgas no era para menos, de seguro le dejo una impresión tan fuerte que la pobre sólo atino a hacerse a un lado. Milo paso la peor vergüenza de su vida esperando semi desnudo en aquel pasillo tan transcurrido a que su vecina abriese la puerta, ¿por qué demonios el elevador tuvo que pararse justo aquella mañana? obligando a todos los residentes del edificio a bajar por las escaleras.
Recibió desde insultos leves hasta uno que otro recordatorio a su madrecita linda. Pero ahí no acabaron las cosas, no claro que no!!! ya que en el momento justo en que la amable anciana le cedía el paso a su ducha, una mano atrevida pellizcó uno de sus bien definidos gluteos, Milo solo atino a saltar por la sorpresa y cuando volteo solo vio una larga cabellera plateada perderse en el piso siguiente.
Su mala suerte termino o por lo menos eso esperaba, haciéndolo salir una hora después de lo habitual, no quería ni saber lo que Saori le diría tan solo llegara, sobre todo no quería que lo hiciera justo en frente de aquellos dos: Camus y Saga, Saga y Camus, como odiaba a aquel par que para su desgracia aun trabajaban en la misma empresa que él y aunque de verdad espero que después de lo de la boda ambos renunciaran se encontró que no sólo no lo habían hecho, sino que hasta se habían comprometido los muy sinvergüenzas, traidores rastreros.
Se enteró de aquello por Aioria, ya que en el momento en que ambos anunciaron su compromiso él se encontraba en Suecia “disfrutando” de su “luna de miel” solo, tan solo como el perro (y no es que Milo tuviese un perro en realidad no le gustaba esas criaturas que dificultaban la vida) y apenas llego de su viaje Aioria lo puso al tanto de lo acontecido en su ausencia. Y a pesar de que sus esperanzas fueran al fin de cuentas sólo esperanzas y que como tales se disolvieran Milo afronto aquello como solo un hombre podía hacerlo, levanto la cabeza y sin voltear a ver a nadie entro a su oficina, si los otros dos no habían renunciado él tampoco lo haría, jamás les daría ese gusto. Nadie vería al imponente Milo humillado, por lo menos no nuevamente.
Termino llegando solo media hora tarde a la reunión, lo justo para no tener que soportar la horrenda voz de Saga hablar de los aspectos legales de la construcción, pero si tuvo que escuchar a Kanon de los aspectos económicos, presupuestos y todo eso que él ya sabía y solo conseguía ponerlo de mal humor ya que aunque no había tenido nada que ver con lo sucedido en la boda el gemelo menor, el solo ver su rostro lo irritaba. Se aguantó la charada de Kanon con el único propósito de no dormirse y quedar mal frente a los directivos a la espera de que fuese su turno de hablar.
- Bien- dijo Saori poniéndose de pie nuevamente (así es más fácil mirar a todos)- ¿tienen alguna duda hasta aquí señores?- espero unos segundos y al ver que nadie decía nada continuo- entonces está bien que pasemos al diseño y al programa de construcción del complejo turístico, Aioria, Milo tienen la palabra.
Milo se puso de acuerdo con Aioria por última vez, ambos, al ser los encargados de desarrollar proyecto estaba enterados de cada una de las la cualidades implementadas, así como del funcionamiento y practicidad que cada área tenia reservaba, los dos llevaban año y medio inmersos en aquello (había iniciado casi al mismo tiempo que fue anunciado su compromiso) ya se sabían todo de memoria así que no habría falla alguna en su exposición. Las luces de la sala de juntas fueron apagadas, la gran pantalla pronto dejo ver lo que pareciera una película de Hollywood por su gran definición y presentaciones en 3D de lo que era el hotel en su totalidad, las imágenes giraban alrededor del edificio principal dando entrada a la imponente voz de Aioria.
- Sanctuary, es el nombre que llevara el hotel y es precisamente lo que será- dijo el león con seguridad- un santuario rodeado de lujos, construido en la Isla Andrómeda abarcando la totalidad de su superficie seca y arenosa , no pretendemos cambiar su imagen desértica… transformaremos a la isla entera en los mismos Elíseos….
Pronto la voz de Aioria y Milo envolvieron a todos los presentes, aquellos socios que aún no estuviesen de todo seguros de colaborar terminaron por ser los más entusiasmados, eso eran los que tenían esos dos hombres eran capaces de hipnotizar a cualquiera con su voz.
La reunión con directivos y socios termino, los involucrados estaban por salir cuando la voz de Saori dio la orden de que los cuatro se quedasen y mandasen a llamar a los demás miembros del equipo, Aioria rezongo ya que era la hora de la comida y no había desayunado debido a los nervios por lo que Saori sin más, mando también a traer comida china para mantenerlo contento, cerca de media hora más tarde por fin todos se encontraban ya en la sala y escuchaban atentamente a Saori mientras comían su porción, algunos más concentrados en su plato que en lo dicho por su jefa.
Saori miro a los hambres que serían los encargados del proyecto, se preguntó cómo fue que termino rodeada de hombres cuya atención se dirigía más a su arroz que a lo que les estaba diciendo y molesta pensó que era momento de soltar la bomba que desde hace tiempo se moría por lanzar.
- Espero que comprendan como los profesionales que SON- recalco la última palabra- que quiero sólo lo mejor para este proyecto y que al ser una maravilla arquitectónica se merecía serlo también en comodidad, lujo pero sobre todo en armonía, simplemente hacerlo un sitio majestuoso digno de reyes, por eso contrate al único que puede lograr lo que yo exijo- espero unos segundos esperando que ante el silencio volteasen a verle y así fue, aprovechándose del momento soltó sin consideración el nombre del elegido
- Shaka Vergine, pasa por favor-
Las últimas palabras calaron hondo en la mayoría de los presentes, en algunos causo verdadera alegría, pero en la mayoría ese nombre fue como un balde a agua fría, especialmente para un par de peli-azules que se esperaban todo!!! menos eso.