¿Alguna vez has escuchado de las locuras que hace la gente por amor? Ya sabes, dar la vuelta al mundo en busca de su alma gemela, oponerse a la opinión de los demás para proteger a su amado, morir por amor...
De esas historias existen miles en el mundo, pero ¿alguna vez has oído hablar de la historia del chico que se enamoró de un fantasma? Un amor completamente muerto, literalmente.
Sí la respuesta es no, permíteme relatarte esta bella y triste historia de amor que pudo sobrepasar las diferencias entre vida y muerte.
Era un día como cualquier, un pequeño Niel de 6 años jugaba con su mejor amigo LJoe de 7 años; lo conoció el día que el rubio se mudó a su vecindario desde América. Ellos hicieron click de inmediato y pasaban todo su tiempo libre juntos.
La felicidad en compañía el uno del otro fue efímera. Un día y sin previo aviso LJoe falleció; al parecer, arrollado por un auto camino al parque en donde Niel lo estaba esperando, un14 de febrero cuando el planeaba declararse al menor.
Niel nunca lo supo, espero horas en ese parque con un paquete de chocolates en sus manos; al regresar triste a casa, sus padres le mintieron diciendo que Joe tuvo que regresar a América de emergencia, la familia del rubio desapareció al día siguiente. Niel sufrió demasiado ante la ausencia de la persona que era una de las más importantes en su vida, pero los recuerdos pronto serían borrados con el tiempo. Es así como inicia su historia.
Un Niel de 19 años estaba regresando de la escuela como siempre, tomado de la mano de su prometido Bang Min Soo, mejor conocido como CAP, dado por su absurdo gusto por todo tipo de gorras. El día había sido totalmente cansado, pero estar junto a la persona que amaba hacia que todo fuera mejor. No obstante, últimamente había empezado a tener constantes pesadillas y en todas ellas era lo mismo: un pequeño niño rubio corriendo con un globo en forma de corazón y una caja de chocolates por la calle para luego ser arrollado por un automóvil. No entendía que significaba, pero tenía miedo cada vez que lo recordaba y su corazón se oprimía haciendo que quisiera llorar.
Al llegar a casa se despidió de su novio con un ligero beso en los labios, esa era la costumbre. CAP estaba loco por menor y le era una tortura tener que separarse de sus carnosos labios y de todo él en general, lo adoraba con una locura poco sana pero no podía hacer nada para evitarlo; el simple hecho de saber que dentro de 2 meses, cuando Niel cumpliera sus 20 años sería completamente suyo, hacía que el martirio de separarse de su amado disminuyera.
Se alejo del hogar del menor con una sonrisa en el rostro, los días junto a su prometido siempre eran los mejores. Por su lado, Niel ya se encontraba recostado en su dormitorio, como siempre sus padres no estaban en casa, así que tenía que estar solo. Se levanto de la cama y observo tras la ventana, la casa de alado, cuyo balcón quedaba enfrente del suyo, que con un salto eliminaba completamente la distancia entre ambas viviendas.
Un escalofrío le recorrió la espina dorsal al ver una sombra tras el ventanal, que lo observaba detenidamente, Cerró las cortinas de golpe y se lanzó a su cama envolviéndose con las sábanas.
Desde que el tenía memoria, la morada contigua siempre había estado abandonada. Según le iban dicho sus padres una familia americana había vivido allí hace tiempo, pero tuvieron que regresar a su lugar de origen dejando la casa deshabitada desde ese entonces. También le habían prohibido rotundamente tratar de ingresar en esa propiedad, pero él nunca había tenido la intención de hacerlo, hasta ese momento.
Armado de valor, tomó una mochila y dentro de ella colocó una linterna, un pequeño bate de madera, una toalla, una botella de agua y baterías. Se plantó en la ventana listo para llevar a cabo su resolución, pero los toques de la puerta le hicieron posponer su cometido.
La tarde pasó tranquila a lado de CAP quien lo había ido a visitar. Salieron a dar un paseo por el parque y terminaron en la casa del menor viendo una película de terror, nada fuera de lo común. Al acabar el filme, decidieron que era hora de dormir, al no haber llegado aún los padres de Niel, su novio se ofreció a acompañarlo como muchas otras veces había hecho...
Los dos cuerpos se removían en la cama, haciéndola rechinar de vez en cuando; el sonido de bocas besándose resonaba por toda la habitación y el ambiente quemaba todo a su paso. Las caricias poco a poco empezaron a subir de intensidad y junto con ellas, la necesidad de deshacerse de la ropa que cubría sus anatomías cubiertas por una perlada capa de sudor.
El mayor se deleitaba de la cavidad de bucal del menor, era una perdición para él. El menor empezaba a necesitar oxígeno para poder respirar, se separó del mayor y lo que vio lo dejó petrificado, en el balcón de enfrente se podía ver la imagen de un rubio con lágrimas en los ojos observando absorto la escena de pasión entre los amantes.
Un grito ahogado escapó de su boca haciendo a su novio sobresaltarse y voltear a todos lados buscando, tal vez, a sus suegros, que los habían atrapado en su acto de amor.
Abrazó protectoramente al castaño luego de no encontrar nada, mientras este último sentía su corazón oprimirse al ver como el rubio se daba media vuelta y se adentraba en la habitación de la casa de enfrente.
Tras eso, el ambiente había sido roto por completo, Niel se excusó diciendo que había visto un insecto en la ventana y CAP le creyó por completo, sabiendo de sobra la fobia de su novio a esas cosas. Ambos se acomodaron en la cama, Min Soo sin soltar en ninguno momento a su yeobo, quedando completamente dormidos después de un rato.
Las campanas del reloj marcaban la media noche, Un perezoso Niel se levantó al sonar la última campanada. Se sobó los ojos y miró a ambos lados la oscuridad que adornaba la habitación. Un destello le había llamado la atención. Se paró de sus aposentos deshaciendo el abrazo que el mayor le proporcionaba y se dirigió al balcón corriendo las ventanas en una acción limpia.
La fresca brisa lo golpeó de lleno haciéndolo cerrar sus ojos de golpe, una vez pasado el airecillo, volvió a abrir sus ojos descubriendo frente a sí a imagen del mismo rubio que lo observaba hace horas atrás, parado dentro de la habitación de enfrente tocando un violín.
Con la curiosidad al máximo, dio una rápida mirada a CAP que aún dormía plácidamente, y salto al ventanal contiguo. Una vez llegado a su destino, ingreso dentro del cuarto con movimientos una tanto felinos sorprendiendo así al joven violinista que, una vez salido de su asombro, continuo con su suave melodía.
El sonido lo envolvía por completo, haciendo que su cuerpo se relajara y su corazón llorará de alegría. Esa ligera tonada la conocía de algún lado, pero aún no podía recordar de donde. Al acabar la armonía, aplaudió ligeramente haciendo sonrojar a su acompañante.
“Tocas hermoso”
Dulces palabras...
“Muchas gracias, te la dedicaba a ti”
...De la persona que más había amado en vida.
“No sé qué decir”
Una distancia dolorosa…
“Niel ¿acaso no me recuerdas?”
… que volvía a ser acortada.
“¿debería hacerlo?”
Palabras hirientes…
“¿es enserio? ¿Por qué tú pudiste olvidarme y yo a ti no?”
… de alguien a que adoras.
“Está es la primera vez que te veo”
A veces el olvido…
“Niel, trata de recordar, por favor, soy L.Joe”
…hiere más que los golpes.
“Me estás asustando”
¿Sí tú no me recuerdas…
“He vuelto por ti, porque te amo”
…qué va a ser de mí?
“¡ALÉJATE!”
Niel retrocedió asustado, mientras Joe se acercaba a él despacio, con el dolor plasmado en su mirada ¿era verdad que lo había olvidado? De repente todo se volvió negro para el castaño…