Aquella mañana nunca pensé que entre las risas de mis compañeros le conocería camufladamente a él. Mis labios como siempre repetían las palabras de la profesora para poder ir tecleando en mi máquina de escribir para ciegos.
-Y entonces Colón descubrió América.- Termine de escribir.
-Descubrió América.- Repitieron a coro mis compañeros, realmente siempre me hacían sonreír.
-Vamos, dejen de bromear.- Entre la pesadez de la profesora golpearon la puerta y por el sonido de sus tacones note que ella avanzo hasta abrirla.
Pasaron unos minutos mientras retiraba la hoja de mi máquina de escribir, hasta que la carraspera de la maestra me hizo dejar de hacer mi deber.
-Bueno estudiantes, hoy se nos integra un nuevo alumno, sean cálido con el…¿Cómo te llamas?- Preguntó la estúpida docente.
-Mi nombre es Choi Minho, sean buenos conmigo.
-Está bien Choi, puedes sentarte ahí en el segundo asiento vacío, tras de Taemin, el chico de la máquina de escribir.
Cuando el pasó por mi lado sentí su esencia, llámenle perfume o no pero sentí como si todo mi cuerpo se erizara con su sola presencia. Así avanzaron las clases y todos los compañeros se habían marchado. Mi mejor amiga y casi hermana Ji Eun como todos los días se encargaba de echar mis pertenencias a mi bolso, ella realmente era una muy buena persona, no sé qué haría sin ella. Terminamos y la tomé del brazo para emprender nuestro camino, cuando una pregunta por parte de ella me sacó de mis casillas.
-¿Subes o bajas la calle?- Con quien estaría hablando.
-La subo.- Apenas unas horas y ya reconocía su voz, él aun estaba ahí.
-¿Quieres venir con nosotros?- Nuevamente preguntaba mi amiga.
-Claro.- Contestó él, por el sonido de la silla moviéndose junto a la mesa, se dio prisa.
Caminamos como siempre subiendo la calle desde el colegio, yo de costumbre del brazo de Ji Eun, era como mi red protectora desde que estábamos en el kínder. Llegamos hasta mi casa y la rutina de cada día.
-Tae dame las llaves.- Desde mi bolsón le doy las llaves a mi cómplice, ella abre finalmente.
-Hasta mañana Ji Eun.- Me despido de ella con un beso en la mejilla.- Hasta mañana Minho.- Estiro mi mano esperando que sea acogida por un apretón suyo y así fue, su cálida mano se junto con la mía.
-Hasta mañana Lee Taemin.- Pronunciaron sus labios haciéndome sentir el más feliz del mundo.
Así pasó la noche y un nuevo día había pasado, me encontraba tirado en suelo con mi cabeza afirmada en las piernas de Ji Eun. Entre sus múltiples escenas de paranoia “Lo juro Tae, Minzy te estaba echando el ojo en la clase”. Según ella todas las compañeras me miran, a todas les gusto, a veces pienso que hace eso para ver si mis preferencias sexuales puedan cambiar, pero el que sea ciego no quita merito a que me gusten los hombres.
-Sabes que no estoy interesado en ella.- Le contesté tras su casi monologo.
-Pero hace mucho tiempo no te interesa nada, soy tu mejor amiga Taemin, merezco saber estas cosas, además que siempre te cuento de los chicos que me gustan.
-Pero hace tiempo que no me gusta nadie, desde Max que no me gusta nadie.
-¿Puedo sentarme con ustedes?- La voz de Minho llega hasta nosotros.
-Por supuesto, Vamos Tae párate.- Dice Ji Eun sentándome, a mi lado se deja caer mi nuevo compañero.
Nos quedamos sentados ahí en el patio, conversando de cosas sin mucha importancia, entre las más repeticiones de Ji Eun hablando de Minzy y su supuesto loco amor por mí.
-¿Cómo les fue en el examen de historia?- Preguntó él rozando su rodilla con mi pierna, sentí como si las pulsaciones de mi corazón se aceleraran.
-Bien.- conteste dejando a Ji Eun con el tema de Minzy en la boca.
-A mi no mucho…me manejo mejor en las matemáticas, son mi fuerte.- ContestóMinho, creo que me miraba, ya que me sentí observado.
-Entonces deberías ayudar a Taemin, él es muy malo en matemáticas.- Por fin luego de muchas horas decía algo cuerdo.
-Me gustaría verte resolver ecuaciones en braille (Lectura y Escritura Táctil para gente ciega)- Le contesté haciéndome el ofendido.
-Bueno, yo te ayudaré en el examen de matemáticas.- AgregéMinho poniendo su mano en mi hombro, realmente se sentía tan bien.
Ahí tenía mi maestro personal, las notas de Minho en matemáticas eran asombrosas, realmente él era un genio de las matemáticas.
Así avanzaban los días y todas las tardes nos pasábamos los tres hasta mi casa y en mi habitación estudiábamos, Ji Eun no necesitaba ayuda, ella era buena en matemáticas pero mala en explicar. Entre formulas y mas formulas la presencia de Minho llenaba mi mente, mi capacidad crecía y él era un genial profesor.
Una tarde de relajo nos pusimos a jugar a las escondidas en mi habitación, como niños chicos e ilógicos eran escondidas de un ciego. Ellos se ponían en cualquier parte y yo con el tacto los buscaba, al tocar o encontrar uno les haría una pregunta y así resolvería cual de los dos fue el que encontré. Llegue hasta una de las esquinas de mi habitación, tanteando llegue hasta un cuerpo, mis manos comenzaron a tocarlo, no había necesidad de hacerle una pregunta, era ChoiMinho, me di el gustito de poder tocar su rostro.
-¿Cómo hace el gato?- Pregunte nervioso sin saber si había tocado demasiado.
-Miau.- contesto con su voz varonil, haciendo que los tres estalláramos en risas.
Desde aquel momento una semana había transcurrido, estábamos con Ji Eun en el hall del pasillo esperando a Minho para ir hasta mi casa.
-Ji…Como es Minho.- Pregunté para indagar su forma física.
-¿A qué te refieres?- Preguntó ella, creo que su tono de voz fue algo curioso.
-Ya sabes, ¿Cómo es él?- Pregunté una vez más.
-ChoiMinho…Alto, Moreno y con su cabello largo y algo ondulado, una sonrisa hermosa y unos ojos muy grandes…Y ahí viene caminando hacia ti.- Dijo advirtiéndome de su presencia.
Llegó hasta nosotros y comenzamos nuestro diario camino, cuando íbamos a mitad del recorrido Minho hizo una pregunta que provocó que Ji Eun se detuviera, por lo que yo igual me pare.
-Ji… ¿Túvives por aquí verdad?- Preguntó haciendo respuesta al mismo tiempo.- Si quieres puedo llevar yo solo a Taeminnie.
Mi corazón sintió desorbitarse, nunca en la vida alguien me había llamado de esa forma, el me tenía un a modo de forma cariñosa.
-Pues no lo creo necesario.- Contestó de manera inoportuna.
-No hay problema Ji, puedes dejarme solo con Minho.
-Grandioso, justo tengo cosas que hacer, los veo mañana chicos.- Pude notar en su tono una molestia, más nos dio un beso a cada uno y se fue.
Sentí en brazo de mi amigo tocar el mío, me lo estaba ofreciendo para caminar tomado del. No lo pensé dos veces y suavemente me tome de su brazo. Caminamos las cuadras que faltaban sin decir palabra alguna, llegamos hasta la gran puerta de mi casa y le di la llave para que abriera, cuando me la devolvió pude sentir que tomo mi mano con sus dos manos depositando la llave en mi.
-Hasta mañana Taeminnie.- Dijo acariciando mi mejilla, creo que se fue corriendo ya que sus pasos fueron acelerados.
-Hasta mañana ChoiMinho.
Al siguiente día estábamos en clases de historia, Ji Eun pegada a mi ayudándome a tomar apuntes, en realidad no se lo había pedido pero ella lo hacía sola.
-Bueno chicos, ya que hemos estado hablando de Grecia, formaran parejas para un trabajo de dos.
La mano de Ji se apodero de mi muñeca con fuerza, ella debe haber estado contenta de que hiciéramos un trabajo juntos.
-Pero las parejas serán entre chicas con chicas y chicos con chicos.
Su mano soltó su presión, sentí como la voz de Minzy le hablo y quedaron juntas haciendo el trabajo.
-Los chicos escribirán sobre Esparta, y las chicas sobre Atenas.- Indicó el profesor.
Sentí las dos manos de Minho ponerse sobre mis hombros, fue como una especie de masaje dándome a entender que haríamos el trabajo los dos, pasé mi mano y tomé su muñeca mandándole un si a través del gesto.
Llegamos al final de la clase y como todos los días pensábamos caminar juntos, esta vez fue diferente y el tono de molestia en Ji Eun crecía cada vez mas.
-Bueno chicos, yo debo irme con Minzy hacer nuestro trabajo, nos juntaremos en la biblioteca… ¿Ustedes donde lo harán?- Preguntó.
-En mi casa.- contesté sonriendo.
-Buena suerte.- Contesté sin mas despedirse y se fue.
-¿Has sido siempre así?- PreguntóMinho una vez que Ji se fue.
-Así como ¿ciego?. Le dije riendo.- Pues sí, desde que nací.
-Entonces nunca has visto la cara de Ji.
-No, nunca.
-Es gracioso pero creo que le gustas.- Dijo ayudándome a parar y me tomo esta vez el del brazo para irnos hasta nuestra casa.
Llegamos hasta mi casa, estábamos en mi habitación cuando el me pidió el baño para cepillar sus dientes, le indique donde estaba y salió del cuarto. Encendí mi computador especial y sentí un suéter puesto en la silla, debe ser el de Minho por lo que lo deja puesto en la cajonera del escritorio.
Así llego el siguiente día, estábamos ordenando nuestras cosas con Ji, Minho ese día tenia hora con el dentista por lo que me iría solo con mi amiga.
-Ji…tengo algo que contarte.- Dije aun sentado en mi silla.
-Que es lo que tienes que decirme.- Dijo ella aun haciendo sonidos mientras guardaba sus cosas.
-Queda alguien aquí.- le pregunte.
-No Taemin, vamos cuéntame que estoy curiosa.
-Ji…Creo que estoy enamorado de Minho.
Ella se paré de su silla, incluso la voté, no me dijo nada y se fue del lugar dejándome solo en esa aula. Me tuve que ir conmigo solo, afirmado por las casas hasta que llegue a mi casa, gracias a dios ese déa estaba mama en casa y me abrió la puerta.
Me tiré en mi cama sin tener pensamientos, que le sucedía a Ji Eun, porque me dejé solo en la sala sin decir nada… Seré cierto que siente cosas por mi.
La puerta de mi habitación se abrió, de seguro era Ji que había venido a disculparse conmigo, rápidamente me senté y pare esperando estar mirando con dirección a la puerta.
-Ji Eun, no puedo creer que te hayas ido después de lo que te dije.- Fue lo primero que pronuncie.- Ya sé que no es fácil de escuchar, pero eres mi amiga…me dejaste solo.- Realmente estaba triste.- No sé si hice bien al decirte que me gusta Minho, pero eres muy importante para mí y necesitaba que supieras eso.- ¿Ji Eun?- dije en tono de pregunta al no tener respuesta de su parte.
Sentí unos pasos caminar hacia mi, luego unos labios apoderarse de los míos, fue un cálido y dulce beso. Llevé mis manos a la altura de su cuerpo pero cuando iba a tomarle se alejé de mi y sentí como la puerta se cerraba.
Toqué mis labios, ¿Quién me había besado?
-Mama.- Grité y ella no tardo en llegar.
-Ya recogió su suéter tu amigo Minho.- Cuando ella menciono eso sentí que la felicidad estallaba en mi como fuegos artificiales.- Hijo, estas bien.- Pregunto ella tomándome de las manos.- No olvides que la próxima semana es tu intervención quirúrgica, quizás deberías contarle a tus amigos…Continuara.