El cielo nocturno estaba más negro que nunca, pues no había estrellas que la iluminaran ni tampoco la luna, todo estan tinieblas. La energía electrica estaba fallando así que una única vela era lo que iluminaba la estancia. Yusuke tenía la extraña sensación de que esta noche pasaría algo increíble, y no en el buen sentido de la palabra.
Angel de la guarda
Sé que estas aquí
Cuéntame una historia
Antes de morir...
La luz que despedía su vela comenzaba a parpadear más de lo normal. Como si un viento obstinado quisiera apagar su fuego. Miró a su alrededor, solo para descubrir que las sombras bailaban y se burlaban de el. Una extraña sensación se apoderó de el entonces. Trató de no darle importancia. Regresó a su lecho para poder descansar.
Las velas ya se apagan
El sol se va de aquí
Las sombras an venido
A acostarse junto a mí…
Entre las sombras que reflejaba una débil luz de una vela, una figura se movía con grácil suavidad. Su silueta estilizada se movía entre las paredes frías de duras piedras. Unas manos suaves y delicadas sostenían dicho objeto que portaba la pequeña llama. Sus labios, sensuales, se mantenían estoicos mientras luchaban por contener la ligera sonrisa que quería brotar ante su anhelado objetivo que aún estaba lejos de su alcance. Sus hermosos ojos amielados brillaban con el fulgor del deseo y el fuego que alumbraba su suave rostro, otorganole a sus cabellos castaños preciosos destellos casi dorados.
Fuegos arde de este sendero
Que va al más allá
Que las llamas fundann nuestros
Recuerdos
Con la eternidad…
Yusuke trataba de poder calmar su alma, miraba por la gran ventana que dejaba alumbrar a la oscura y tétrica habitación en que se encontraba. Los relampagos de la lluvia daban al lugar el espectaculo perfecto para inspirar el miedo. Podía sentir unos pasos alejados que se estaban acercando cada vez más. No quería mirar de nuevo, pero sus ojos lo traicionaba para posarse sobra la puerta vieja de madera.
Rezo justo antes de poder dormir
Se que un nuevi día no podré sentir
Debo despertarme, todavía no es tarde…
Aún no me tengo que ir
No podré zafarme de ésta oscuridad
No quiero perderme en la soledad
No puedes llevarme, siento que la muerte
Tendria que esperarme más…
Los pasos lo guíaban a su destino. Sus pies subian escalón por escalon hasta que casi estaba cerca. Preparandose para estirar su mano para poder alcanzas la manija de la puerta que aún los dividía. Se detuvo entonces…
Del otro lado. Yusuke comenzó a derramar sus lágrimas de reproche. Sentía que estaba cerca el fin. Luchaba por aferrarse. No, aún no era su hora.
No supo a que se devía. Sitión que su pecho dolía. Su mente comenzaba a sentir una angustía que no era propia. Rechazo… ahora lo sentía cuando minutos antes el sentimiento lo llamaba anhelante, incitgandolo a que continuara. Su mirada se llenó de tristeza. Muchas veces era bienvenido, quisieran o no. Al final los abrazaba gustoso para otorgarles el regalo de la verdad definitiva. El destino.
Ángel de la guarda
Se que estas aquí
Cuentame una historia
Aantes de morir…
Si es que no despierto
No llores por mí
Ya todo está escrito antes de partir…
Yusuke intentó nuevamente dormir. No. No debía hacerlo. Se levantó y miró a su alrededor. La angustia otra vez se anidaba en su pecho. Al final la clara resignación osaba quedarse, pero era terco y no la aceptaba. La lanzaba lejos, la repudiaba. No le gustaba la resignación. Era abominable.
Un viento frío se coló a su espalda. La ventana estaba cerrada. Provenía de la puerta. Cerró sus ojos tratando de alejarse de aquel ambiente. Mientras que del otro lado, trataba de entrar. Si no era recivido de buena gana esperaría a que la verdad llegara sola al anhelado deseo.
Las velas ya se apagan
El sol se va de aquí
Las sombras han venido
A acostarse junto a mí…
La verdad trataba de llegar. La calma inundó el lugar. Por fin. La lucha había acabado. Yusuke sucumbió ante la resignación. Y descubrió que no era tan terrible como imaginó. De hecho, era agradable. Así, pudo la sombra entrar. Desde la osuciradad, sin tocar la puerta jamás, solo con el deseo resignado del joven. Pudo distinguirse a un hermoso joven. Que miraba sonriente a su anhelo.
Pudo Yusuke sonreír al ver al hermoso ángel que había llegado a su llamado anterior, y entonces, supo que había deseado aquello todo el tiempo. Encontrar al ángel… el precioso ser que aún sin alas visibles, era perfecto. La llama de la vela al fin se extinguió y con ella la vida de Yusuke, que a´ún así, estaba feliz. Por que esa noche, el cielo al fin dejó brillar a las estrellas y a la luna. Ambos, mortal e inmortal, se reunieron al fin. Ambos, para ser uno para siempre. La mano que antes sostenía la vela ahora era tomada con cariño y dulce suavidad por el pelinegro. Ambos, llenos de fresco amor.
Que mi barca sompa los cielos
Más allá del mar
Y anque estés viajando encuentres…
Luceros
Hechos de cristal.
Por que nunca un ser más perfecto es aquel al que ahora amaba. Oh! Bello ángel mortal. Por que la muerte es siempre el más dulce de los placeres cuando al fin llega. Cuando siente que ya es la hora. Con su gentil mano que algunos tienen la dicha de conocer. El ángel de la muerte, cuyo nombre solo el conoce ahora…
…Koenma.
La vida es como una vela, cuando su llama arde como nunca lo ha hecho antes, esta rebosante y orgullosa, pero cuando siente su final lucha por sostenerse, hasta que se extingue y al final queda el espectro de su presencia, pero su luz anterior seguirá latente aún después de haberse apagado.
Mayra Chris-Conejita_yaoi-