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Alcanza el triunfo por Mitzuuki

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Notas del fanfic:

Es el primer fic de más de un capítulo que hago sobre Death Note, espero que les guste.

Notas del capitulo:

Una historia diferente :D espero que la aprueben :P

ALCANZA EL TRIUNFO

 

 

 

.-LA INTELIGENCIA JUEGA EN CONTRA

 

 

 

Nos encontrábamos una vez más trabajando en el caso, una vez más con nuestras mentes inundadas en cada detalle que nos pudiera dar una pista, una pista clave que nos llevara a resolver de una vez por todas el caso Kira.

Seguí tecleando en mi computadora sin prestarle demasiada atención al resto de los policías que al igual que yo seguían trabajando sin cesar, poniendo su cien por ciento quizás en el que era el caso de sus vidas, aquel que tanto empeño les había costado hasta el momento, aquel que era tan difícil de descifrar aún con todas las mentes capacitadas que aquí nos encontrábamos.

Miré a mi fiel compañero hasta el momento, que estaba concentrado igual que yo en su computadora, con el ceño un poco fruncido. Tosí disimuladamente fingiendo ahogarme con un poco de mi café, aunque la mera actuación era sólo para llamar la atención de mi contraparte, que entendió mi característico llamado y me miró de reojo un breve segundo. ¿Qué estaría pasando?

 Tecleó con rapidez en su computadora, sin despegar la vista de la pantalla, luego, haciendo un clic, me miró fugazmente indicándome con un gesto en su cabeza que me fijara en lo que correspondía al momento.

Correo electrónico.

Abrí el archivo que me había enviado hace unos segundos, lo leí con precaución, mirando a mis espaldas disimuladamente cerciorándome de que nadie a excepción mía estuviera mirando mi monitor.

Un mensaje corto, preciso, que no requería de más detalles para comprender que ambos estábamos tan entrometidos en esto, que sería imposible que el uno traicionara al otro, aunque estuviéramos jugando a ambos bandos y esto fuera una mera actuación peligrosa, si queríamos comenzar con la creación de un nuevo mundo todo esto era necesario.

Escribí mi respuesta en otro correo electrónico, y la envié sin más contradicciones, mirando a mi compañero con seriedad, dedicándole una sonrisa tranquilizadora cuando me miró fugazmente.

-Ryuzaki, hemos encontrado algo. – Yagami-san parecía realmente emocionado. Light-kun me miró en el acto, algo asustado, aunque sabía que eso no era lo que sentía, ese muchacho lo que menos tenía registrado en sus emociones era el miedo, aún cuando la situación fuera tan delicada como ahora

-Lo escucho, Yagami-san. – Dije con ese tono desinteresado que estaba seguro me caracterizaba, y con el pulgar de mi mano derecha entre mis labios le presté toda la atención para escuchar su relato

-Al parecer los muertos de las prisiones han dejado evidencias extrañas, han sido tres en los últimos días, cada uno con una pista diferente. – Light-kun no dejó de mirarme en ningún momento

-¿Qué tipo de pistas? – Pregunté tratando de parecer interesado, conocía muy bien qué tipo de pruebas eran gracias a lo recién dicho por Light-kun. Giré mi silla de escritorio y con el pulgar entre mis labios miré a Yagami-san

-Han hecho extraños símbolos en las paredes, y dejado notas escritas antes de caer muertos. – El padre de Light se acercó a mi computadora y abrió una especie de correo, desde ahí, me mostró imágenes que el equipo había tomado en la escena. Una sonrisa traviesa se asomó en mis labios, todo iba perfecto.

-¿Una nota expresando el miedo hacia Kira?

-La ha dejado antes de morir… Es como una nota de suicidio, al menos creímos que eso era. – Light se acercó a mi lado, como lo había hecho Yagami-san y el resto del equipo analizando las imágenes junto conmigo. Lo miré de reojo, estaba atento a mis movimientos y a las cosas que diría.

-Si Kira puede manipular la hora de la muerte… No me sorprendería que también pudiera manipular los actos de las víctimas antes de morir… ¿Qué opinas Light-kun? – Todos los aludidos miraron a mi contra parte, no demostraba emociones, su estado era neutro y seguramente por su cabeza sólo estaba pasando la idea que yo quería que tuviera y expresara. Me miró por una milésima de segundo y luego dio un suspiro antes de hablar

-Yo sólo creo que esto debemos guardarlo en secreto, seguramente Kira ha querido probar algo con esto… No es necesario hacer públicas los verdaderos datos de las muertes y espantar aún más la población… ¿No es así Ryuzaki?

-Es lo mismo que estaba pensando, Light-kun… Bien hecho. – Y ambos conocíamos el doble significado de mis palabras, aunque no pudiéramos hablar claramente frente a todas éstas personas, no era necesario. – Por favor Yagami-san, encárguese de ir personalmente con el resto a investigar el lugar, estoy seguro de que podrán encontrar otro estilo de pistas que nos ayuden

-Claro Ryuzaki, vamos de inmediato. – Los policías tomaron sus placas y las armas que les facilité en un comienzo de la investigación, y uno a uno fueron saliendo del edificio hasta dejarme completamente a solas con Light.

-Sigue Ray Penbar. – Le dije sin mirarlo, enfocando mi vista en el monitor. – Es hora de que saquemos al FBI del país, y siendo L quien los ha mandado a llamar, no puedo ser yo mismo quien ordene retirarlo, eso traería sospechas… Aparenta normalidad. – Le indiqué

-Estoy cansado de seguir tus órdenes Ryuzaki. – Y aquí íbamos nuevamente con el espectáculo del “quiero terminar el juego”

-Te lo he dicho muchas veces, puedes retirarte… Ateniendo las consecuencias

-Sabes que no te sería fácil trabajar sin mí, tus planes estarían fracasados

-¿Sólo mis planes, Light-kun? Te recuerdo que comenzamos juntos en esto, teníamos los mismo ideales en un comienzo, es por eso que acepté integrarte

-Me integraste por conveniencia, soy el dueño de la Death Note, por ende, soy yo quien puede cumplir con tus plegarias

-Sólo sigues haciendo lo que hacías en un comienzo, con la sola diferencia de que ahora estás con alguien más astuto que te ayuda a pasar desapercibido

-No subestimes mi inteligencia, no necesito de nadie para cumplir lo que deseo

-De ninguna manera trato de subestimarte, sólo trato de decirte Light-kun, que si decides abandonar el equipo ahora, en un par de horas estarías tras las rejas. – Al momento de decir eso entró Watari con el carrito lleno de dulces como siempre, él era el único que conocía todos nuestros planes, el que sabía que Kira era mucho más poderoso de lo que demostraba ser. – Gracias Watari. – Le dije cuando dejó ante mí un delicioso trozo de pastel

-Ryuzaki, el resto tardará en llegar… Creo que es conveniente que hagan un par de juicios en este momento

-Es una excelente idea. – Le mencioné comiendo un trozo del pastel. – Iremos enseguida. – El anciano se retiró luego de hacer una leve reverencia.

-Lo haremos a mi manera ésta vez. – Me dijo de la nada el castaño. – Si quieres que sigamos juntos en esto deberás dejarme hacerlo como quiero

-Entonces… ¿Cuál es tu plan Light-kun? No, espera… Dímelo después de que enjuiciemos a algunos criminales sueltos, por favor acompáñame. – Me puse de pie y caminé en mi típica posición encorvada hacia la habitación. Una vez dentro, Light retiró de aquel cajón tan especial el cuaderno de la muerte, sentándose luego en el escritorio, abriéndolo en la última página utilizada

Internet, periódicos, televisión y documentos policíacos eran el menú cada vez que debíamos enjuiciar. Docenas de nombres eran escritos por Light en el cuaderno, mientras yo iba ideando las maneras de zafarnos de nosotros mismos, de qué pistas debíamos dejar para guiar la situación hacia otro lugar, sin que rebotara en nosotros.

-La verdad es que creo que las cosas se nos complican, Ryuzaki. – Me dijo sin despegar la vista del cuaderno, escribiendo con rapidez un nombre tras otro. – Y el que te la pases diciendo que estás seguro que yo soy Kira no está ayudando en las cosas

-Claro que ayuda. – Le respondí en cuestión. – Pues verás Light-kun, si dejaba de sospechar de ti sólo porque te he integrado a esta investigación tan sorprendentemente misteriosa, los demás, incluyendo a tu padre, comenzarían a tener extrañas cavilaciones, en cambio, si mantengo mi postura firme sobre que tu eres Kira, ellos tratarán de verle el otro lado a las pistas, para liberarte de mi acusación tan falsa y morbosa

-De todas maneras. – Dejó el lápiz sobre el escritorio y cerró el cuaderno dando por terminado su trabajo. – Siento que estamos tardando mucho, me estoy aburriendo de la monotonía en la que nos hemos metido. – Tomó mi camiseta blanca desde mi pecho, acercándome a su cuerpo con brusquedad

-Una monotonía casi infernal, como bien dices. – Le respondí mirando sus labios. – Pero que nos llevará a la cima tarde o temprano

-Espero que sea más temprano que tarde. – Me besó sin más tapujos, devorando mis labios una vez más en un beso que en un comienzo me había costado asimilar como gustoso, pero que ahora, después de tanto que habíamos pasado, me parecía agradable y casi adictivo.

-¿Por qué Light-kun? ¿Estás cansado de estar bajo mis órdenes? ¿Deseas ser libre y separarte de mi lado?

-Lo dices como si tú tampoco lo desearas, sé que estás en mi misma situación. – Nos tiró a la cama, quedando yo debajo de su cuerpo. Comenzó a subir mi camiseta con apuro, como cuando nos dominaban estos momentos de atracción y lujuria y yo ponía de mi parte más de lo usual rasgando los botones de su camisa.

-Mmm… Sabes bien que no deseo… Que nos separemos, Light-kun. – Sus besos sobre mi cuello y pecho estaban logrando desconcertarme, causando que me fuera costoso armar oraciones coherentes en ese momento. Me empiné un poco aún acostado en la cama y alcancé sus labios con los míos una vez más, ese sabor tan dulce pero desconocido que jamás había podido identificar, a veces me pregunto si ése era el sabor típico de Light-kun, o solo era el reflejo del dulce de los míos, fuese como fuese, ambas maneras eran exquisitamente deseables.

-Dices eso solo porque te gusta lo que hago… - Lo dijo al momento que desabrochaba el botón de mi pantalón, y metía una de sus manos por debajo de mi ropa interior sacándome suspiros bastantes profundos

-Acepto que eres bueno… En esto… Aah… - Su mano estaba masajeando frenéticamente mi miembro que se ponía más duro con los segundos

-Creo que somos un buen equipo… - Se fue deshaciendo de mi ropa hasta que logró dejarme desnudo por completo.

Con deleite, vi como él mismo comenzaba a despojarse de su pantalón y de su ropa interior, quedando solo con su camisa blanca desabotonada, dejándome admirarlo en su semi desnudez.

-Yo lo creo también… Kira. – Sabía que aunque me dijera que detestaba que le llamara de esa forma, en el fondo lo prendía aún más. Esta vez no fue diferente.

Frunció su ceño al mirarme para después separarse de mi lado y recoger del pequeño mueble la botellita de lubricante que siempre tenía para éstas ocasiones. Se quedó sentado sobre mi pelvis mientras embarraba sus dedos con la loción, matándome por la fricción de nuestros miembros, Light-kun no estaba mucho mejor, sus mejillas estaban rojas y de vez en cuando podía notar que reprimía un gemido. Maldito su orgullo.

-¿Ya estás listo? – Sentí como introdujo de una sola vez dos dedos en mi interior, y como siempre ocurría, el agudo dolor de un comienzo era reemplazado prontamente por placer cuando Light comenzaba un vaivén lento y preciso con su mano

-Mmm… Yo no creo que sea correcto… Que plantees semejante interrogante… Cuándo ya estás comenzando mi dilatación, Light-kun. – En ese momento metió un tercero, mi espalda se arqueó un poco entre dolor y placer, sus dedos estaban ya cerca de ese punto tan preciso.

-Sabes que es simple cortesía, mi querido Ryuzaki. – Lo miré y me sonreía cuán arrogante. Me robó un beso en los labios, de esos que me desconcertaban, pues eran tan dulces y delicados que me hacían cuestionarme si esto para Light era solo sexo o algo más. Porque para mí era eso, sólo una buena ronda de sexo.

Terminó por pasar un poco más del lubricante por su miembro, lo miré como buen espectador, tranquilo sobre la cama esperando la mejor parte.

-Espero que no estés pensando… En alargar este momento, Light-kun

-Claro que no Ryuzaki, si estoy tan apurado como tú. – El castaño escondió su rostro en mi cuello cuando comencé a sentir como la punta de su miembro se hacía espacio en mi interior, con ese dolor que parecía querer desgarrarme en cualquier momento siguió su camino hasta que logró quedar dentro por completo. – Tan estrecho… - Susurró contra mi piel, provocándome fuertes escalofríos

-Es inevitable que lo esté… Si no suelo tener dentro de mí… Tu miembro todo el tiempo. – De a poco iba sintiendo como el dolor desaparecía casi por completo, sentí como Light sonrió aún escondido en mi cuello, y me dio un pequeño beso en esa zona antes de incorporarse y mirarme a los ojos

-Tal vez no todo el tiempo… Pero sí gran parte de él. – Comentó risueño. - ¿Te molesta si comenzamos ya?

-Para nada, puedes comenzar a moverte Light-kun. – Obedeció a mi sutil orden, y comenzando a mover sus caderas se retiró por completo de mi interior para volver a entrar de una sola estocada otra vez. Mi cuerpo comenzó al poco tiempo a moverse buscando un mayor contacto si era posible, buscando que diera con ese punto que como siempre me hacía sentir en el cielo.

No tardó en entender mi silenciosa súplica, y con vehemencia tomó una de mis piernas para situarla en alto, sobre su hombro. Con sus manos agarró mis caderas como si de eso dependiera su vida, y sus estocadas subieron de nivel segundo a segundo, llevándome al cielo, provocando que mis manos se aferraran a su espalda como garras, rasguñándolo al sentirme vulnerable a sus caricias y su andar, me tenía por completo.

-Si sigues… Apretándome de esta forma. – Me dijo con cierta dificultad. – Creo que… Llegaré muy pronto

-N-No me molesta… Light-kun… Si quieres hacerlo pronto… No me encuentro en mejores condiciones… Mmm d-déjame decirte… Que estás haciendo un buen trabajo

-Me halagas… Ryuzaki… Dios… Estoy a punto de correrme…

Me sujeté esta vez de sus hombros al escucharlo, y me ayudé en el agarre para impulsarme más hacia abajo con mis caderas volviendo las estocadas más profundas y bruscas.

-N-No deberías… Invocar a Dios… Tú eres… Eres… Kira… ¡Mmm aaah! – El juego de emociones hicieron que eyaculara más prontamente entre nuestros cuerpos. Light-kun me quedó mirando, estaba consciente de que le había molestado lo que le dije pero no lo tomé en cuenta, me concentré en seguir sintiendo sus embestidas que buscaban su propia liberación.

-Te recuerdo… Que ambos lo somos… - Emitió un placentero gruñido al momento que sentía ese líquido caliente bañarme por dentro.

Nos tomó un par de minutos recuperar el aliento, y como si ya se nos hubiera hecho ritual, antes de separarse de mi lado besó con fogosidad mis labios que parecían estar hinchados.

Se recostó a mi lado, y con poca sutileza me arrojó al cuerpo una toalla que estaba a mano para que limpiara el desastre de mi cuerpo.

-Iré por una ducha. – Mencionó poniéndose de pie sin siquiera mirarme. Era común, tenía claro que a Light lo embargaban sentimientos de culpa, arrepentimiento y rabia cada vez que terminábamos nuestra jornada sexual, pero hacía oídos sordos, después de todo era algo que seguíamos haciendo sin oponer resistencia alguna, era como si nuestros cuerpos nos gritasen por atención cuando se sentían a escasa distancia del otro.

Me puse de pie y caminé de igual cuenta al baño de esta gran habitación, el vapor inundaba el ambiente haciéndolo un poco sofocante, por las puertas corredizas de vidrio polarizado se podía ver la silueta de Light limpiando su cuerpo con premura, sin notar mi morbosa presencia que lo observaba desde afuera.

Me pregunto cuándo fue exactamente que caímos en este juego tan poco corriente y secreto. Por mi mente sólo vagaban con claridad los momentos en que me acerqué disimuladamente a Light-kun para ganarme su confianza, para que se diera cuenta de que aún siendo L tenía las mismas oscuras intenciones que él, salvar a este mundo de las injusticias y de la espesa maldad que derramaban algunos humanos.

Ahora que lo pienso con mayor detenimiento, creo que sí recuerdo nuestro primer beso, fue aquel día en que le insistí casi por horas que me enseñara la Death Note, que me mostrara lo que esa pequeña agenda era capaz de hacer, accedió después de mucho pedírselo, y nos metimos en esta misma habitación desactivando las cámaras de seguridad para tener más privacidad. Puso aquel cuaderno sobre el escritorio, y comenzó a explicarme con detalles cómo era que funcionaba, amenazándome en el trayecto, dejándome en claro que tenía mil maneras de hacer que muriera yo y todos los de mi alrededor si la policía lograba hacerlo caer, aún ahora me río de mi estúpida ingenuidad de ese momento, si era imposible que Light pudiera hacer algo de tal calamidad sin ese cuaderno de la muerte que le entregaba todo lo que era.

Procedió a mirar las noticias, un violador había atacado a más de nueve mujeres en tan sólo una semana y seguía libre merodeando por las calles de la ciudad como si fuera algo normal lo que hizo. Con profunda molestia, Light tomó una pluma y escribió con firmeza el nombre de aquel sujeto sobre una de las hojas, con una caligrafía clara e impecable digna de ser de él. Pasaron los cuarenta segundos y nada ocurría, se me pasó por la cabeza de que mi acompañante no me había jugado nada más que una estúpida y sucia broma. Pero luego me lo explicó todo, había escrito con detalles que aquel hombre moriría de un infarto a la hora en que daban los informes noticieros por todo el país, logrando que de esa manera saliera un anuncio casi instantáneo y público de lo ocurrido al ratón de laboratorio.

Pasó de esa forma, el hombre murió de un infarto cardíaco y la noticia no tardó en ser transmitida por todas las redes televisivas de Japón. Me miró sonriendo maliciosamente, con un extraño tono rojizo profundo en sus ojos que sólo demostraban satisfacción, él se sentía satisfecho eliminando a los “malos” del mundo. Exactamente como yo también quería sentirme.

Recuerdo haberme acercado a su lado y mirarlo directamente a los ojos, para decirle luego que estaba seguro de que haríamos una excelente pareja, y él, tomándome completamente por sorpresa, se había abalanzado hacia mí robándome los labios en un beso bastante posesivo que le respondí luego de que se pasara mi impresión.

-Estás aquí. – Dijo Light-kun saliendo de la ducha y devolviéndome al mundo real, fuera de mis recuerdos. - ¿En qué pensabas? – Amarró una toalla a su cintura mientras que dejaba el pequeño cubículo desocupado, dejándome libre la entrada

-En nuestro primer beso. – Le respondí como si nada consciente de que había logrado dejarlo un poco desentonado. Abrí el agua caliente otra vez y me metí bajo ella extasiado con el contacto que lograba contra mi piel

-No sé si debería darte algún comentario con respecto a eso Ryuzaki. – Me sorprendió el que todavía siguiera dentro del baño. Mis labios se curvaron en una sonrisa, el universitario podía sorprenderme mucho a veces con su falsa ingenuidad.

-Tal vez lo correcto es que no digas nada, la verdad es que sólo estaba en una meditación interna

-¿Sobre nosotros? – Su tono de voz era extraño

-No precisamente, sino más bien de cómo fue que comenzó todo, y con todo me refiero a nuestros encuentros íntimos durante el día

-Pues deberías dejar de vagar por el pasado, no tiene sentido, no puedes cambiar nada aunque lo intentes. – Sentí que cerró la puerta del baño. Al encontrarme ya limpio salí de la ducha y al igual que Light cubrí mi cintura con una toalla blanca, luego salí a su encuentro, estaba frente al espejo subiendo sus pantalones de tela negra

-No es que quiera cambiar las cosas, mi intención no ha sido transmitirte esa idea en ningún minuto. – No sabía por qué le daba explicaciones, sólo tenía claro que me incomodaba que pensara cosas sobre mí que no eran correctas, como por ejemplo que creyera que me arrepentía del estilo de relación que llevábamos actualmente

-No debes explicarme nada, tampoco pienses que me ha molestado la idea que se ha cruzado por mi cabeza. – Dijo mirándome mientras abotonaba su camisa. – De todas maneras, yo no cambiaría nada de lo que pasa entre nosotros, debo admitir que nos acoplamos muy bien en la cama. – Fue inevitable no sonrojarme al escucharlo, éste estúpido mocoso universitario sabía muy bien cómo y cuándo desencajarme con sus comentarios abruptos y de la nada.

Le quité mis ojos de encima de un golpe, y caminé hacia el armario en busca de ropa para ponerme. Los jeans clásicos y la camiseta blanca de mangas largas fueron las prendas elegidas, pasé la toalla una vez más por mi cabello buscando dejarlo menos húmedo, y despeinado como habitualmente lo llevaba.

Nuestras miradas se cruzaron por los espejos, éramos dos polos completamente opuestos. Light con su ropa de siempre de etiqueta, muy bien puesta y planchada, sin ninguna arruga que arruinara su estética. Su cabello muy bien peinado y estilizado, sus zapatos brillantes y ese toque de su perfume que muchas veces lograba desconcentrarme.

En cambio yo, sacaba literalmente lo primero que encontrara en el clóset, mi estilo desmarañado, despreocupado y para nada elegante dejaba mucho para desear. Pero no me preocupaba, era con lo que me sentía más cómodo y al fin y al cabo no necesitaba impresionar a nadie.

Noté como mi acompañante terminaba de acomodar su corbata sobre su camisa, y con una invitación silenciosa me indicaba que saliéramos de la habitación.

-El resto debe estar por llegar, debemos atrapar a Kira. – Asentí con mi cabeza y bajamos nuevamente a los paneles de computación. Como suponíamos secretamente, la habitación de las cámaras de seguridad estaba vacía, Watari había salido del edificio.

 

Notas finales:

Reviews? para saber si lo continúo o no :D


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