Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Para Takashima KouYou. por Tei-chan

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Ya van a ser tres años, y acá me tienes… Escribiendo como un completo imbécil esta maldita carta, como si fuera el idiota más grande que pisa esta tierra por el simple hecho que en mi mente aún te ocultas, te ocultas en lo más recóndito de ella… ¿Cuándo piensas salir? Que yo ya no te quiero más en mí.
Siempre vuelve a existir la manera para que vuelvas a entrar, siempre encuentras la forma para que aquellos recuerdos que ya están llegando a ser borrosos, vuelvan a mí y dejes que todo mi humor se vaya a la mierda.

¿Desde cuándo me he vuelto tan melodramático para mis cosas?, cierto, desde aquel día que decidiste dejarme atrás y no volver, para poder ir con aquello que según tú decías era felicidad.

 

Aún recuerdo, como si aquel aroma aún estuviera cerca de mí, ese olor tan dulce y tan agradable, único, especial e inigualable. Es que aún ni siquiera logro saber el nombre del perfume que te cargabas para cuando hacíamos el amor, aún no logro encontrarlo para al menos volver a tener ese recuerdo en ti.

Es que ni siquiera puedo olvidarte por completo y tampoco puedo tener todo de ti. No puedo recordar al cien todo lo que vivimos, ni todo lo que sufrimos. Solo tengo el recuerdo de las palabras vacías que murmurabas cada vez que besabas mis labios luego de las mejores noches de mí vida.
Acá me tienes ¿estás feliz acaso? Estoy escribiendo esta carta como si con ello tú fueras a leerla y regresaras a mis brazos. Son exactamente las 2:24 a.m y sé que al abrir mis ojos mañana será un nuevo día, en donde al mirar en la calle a las diferentes personas que común mente salen a trabajar o hacer sus labores, me acordaré de ti. Recordaré esta carta y sonreiré al recordar lo estúpido que puedo ser en ocasiones.

 

Aún no tengo claro que es lo que me volvió el recuerdo tuyo a mi mente. Te mantuve encerrado, encerrado por todo este largo período en donde todo era felicidad, puesto que no estabas en mis pensamientos antes de dormir o al empezar el día a día.
Si tan solo hubiera sido una atracción física, si tan solo hubiera sido a causa de aquellas piernas que todo el mundo te envidia y tú con tanto orgullo luces ante el público general. Si fuera esos labios que fueron míos a escondidas de todos, esos mismo que se colocaban rojos luego de tanto beso apasionado que me entregabas; si fuera solamente una atracción tu cuerpo perfecto ante los ojos de cualquier dios. Yo, yo, Shiroyama Yuu no estaría recordando esas sonrisas que para mí eran perfectas, a la vez que acariciabas de mí cabello ante suaves susurros que podían hacer que durmiéramos al final de lo que todos mencionaban que era hacer el amor.

¿Recuerdas aquel día cuando íbamos caminando después de un largo día de trabajo? Ese día donde el color gris empezó a apoderarse por completo del cielo. Dejando caer lentamente gotas diminutas que iniciaban y advertían una fuerte tormenta. Tu y yo, caminando de la mano por entre las calles, sin importar mucho en verdad, lo que los demás pudieran decir o pensar. Sonriendo como dos adolescentes enamorados, como lo estúpido que era y sigo siendo cuando miraba esos ojos delicados y tan bien delineados. Tu cabello que se meneaba ante la brisa que pasaba entre nosotros dos, haciendo que ese olor característico tuyo y tan inexplicable llegara a mí para tener presente que jamás te olvidaría.
Hablabas de mil cosas que realmente no lograba e entender, tan solo el hecho de tus palabras, aquellos “para siempre.” Que hasta el día de hoy retumban en mí cabeza, haciéndome creer que realmente aquello no existe.

Aún siento esa fría lengua entrelazarse con la mía, aquella que tan bien conocía mi boca, mis labios y mi cuello. Así mismo como mis labios conocían a la perfección cada parte de ese níveo cuerpo que amaba tocar cada noche. Aquel que a pesar de saber que no era por completo mío, que tan solo era dueño y amo de ti ciertos días cuando sabías que Yukata no estaría para separarnos. Yo era feliz.

 

¿En dónde te encuentras Shima? ¿Qué estás haciendo ahora?, en este minuto que yo estoy pensando en ti como si fuera ayer cuando me susurrabas un adiós, luego de ese tenue beso que depositabas en mis labios.

Quizás de las cientos de personas que llegarán a leer esto, ninguna seas tú. Que pasen más días y no llegue a tus ojos esta carta. Pero sé perfectamente, que cuando la leas, a pesar de que no llegues aún a las líneas en donde he pronunciado mí nombre, sé que recordaras lo mismo que yo he recordado al escribir. Recordaras mi nombre, mi ser, mi cuerpo y mi besos. Y recordarás la promesa que te hice al momento de separarnos.

Recordaras aquel momento en donde, como si de una muñeca se tratase, te sentabas en aquel sillón, sonriéndome tan infantilmente. Sabiendo que no existía nadie más que tu y yo en ese mundo perfecto que habíamos creado ambos. En una soledad que no nos importaba, en un espacio y tiempo muy diferente a la realidad.

Es difícil de comprender, es quizás más complicado que leer las historias de “Da vinci” al intentar comprender al ser humano. Pero sé, y aún mantengo la simple esperanza que tú lo leas y puedas descifrar todo lo que hay entre estas líneas.

Sonaré contradictorio y masoquista. Pero la única forma que tengo para poder olvidarme de ti, es tan solo escuchando una y otra vez aquel disco que acompañaba a las noches más hermosa cuando hacíamos el amor una y otra vez en esas sabanas rojas, en donde Uke de igual manera te besaba. Quizás no con la misma pasión que yo, quizás no con el mismo amor que yo.
Ver la única fotografía que tenemos tú y yo. Esa fotografía de escuela, en donde aún no empezaba la que ahora yo llamo: “una historia de amor peligrosa.”

Estoy siendo tan jodidamente patético. Contradictorio e ignorante, puesto que… Aunque mi corazón quiere asegurar que tu leerás esto. Mi mente está intentando ser consciente y coherente al decirme que eso jamás pasará ni en mil años. Mil años que lo más probable es que… Aún te recuerde.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).