Cuando despertó lo primero que identifico fue la familiar sensación de los delgados dedos acariciando su cabello. La voz de Hadrian le obligo a despertar por completo.
"gracias por venir a verme, chicos son muy amables"
Draco observo la bella sonrisa y sin poder evitarlo abrazo con fuerza el pequeño cuerpo. Por Merlin estuvo tan cerca de perderle!
"estoy bien Dray"murmuro la melodiosa voz cerca de su oído"no acabaran conmigo tan rápido"
El rubio le dio una sonrisa para después recuperar la compostura y volver a sentarse como el sangre pura que era. Aveces odiaba el titulo.
"no sabíamos que el príncipe del hielo-"
"estaba hecho de suave nieve"
Hadrian rio"no digan eso"el calculo brillando en sus ojos verdes. Draco sabia por experiencia que esos dos gemelos estaban dentro de los planes de su hermano.
"bueno peque te vemos mañana en-"
"el gran salón sino venimos a-"
"sacarte de aquí"
Draco rodó los ojos ante las frases que acaban el uno por el otro. Era casi...divertido.
"nos vemos, Fred, George"
Los dos gemelos pelirrojos hicieron una inclinación burlesca antes de desaparecer por las puertas de la enfermería.
"que planeas?"pregunto Draco estudiando el rostro de su hermano.
"no se de que me hablas"parpadeo inocentemente. Draco solo cruzo los brazos"oh!bien! Quiero aliados y ellos entran en mis estándares"
"gustos raros pero es tu decisión"
Hadrian le sonrió alzando los brazos en un mudo pedido de ser abrazado nuevamente. Draco nunca le negó nada y no empezaría ahora.
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En su mundo solo existían ellos dos. Solo Fred era capaz de reconocer a George y solo George era capaz de reconocer a Fred. Era triste que incluso su madre no fuese capaz de saber quien era quien.
Los primeros años fue gracioso y no le dieron importancia a la pequeña mancha que empañaba el amor por su familia. No merecía la pena.
Ser confundidos continuamente se volvió un poco doloroso pero la indiferencia era mejor que el enojo y enfocaron su tristeza en hacer reír a la gente. Quejarse no serviría de nada.
En los últimos años aquella conexión y amor hacia los Weasley ya no existía. Demasiado doloroso para seguir manteniéndola. Las bromas ya no eran lo suficientemente alegres o llamativas como para distraer sus sentimientos. Ahora de verdad eran solo ellos dos.
"eh! Chicos que hacen?"una voz suave les obligo a voltear"que planean esta vez?"
Los pelirrojos sonrieron sin poder evitarlo al ver la pequeña figura de Hadrian Malfoy apoyado contra la pared fuera del gran salón. Al parecer les estaba esperando.
"hola Hadrian nos alegramos de ver que ya-"
"saliste de la enfermería pero nos-"
"hubiese gustado poder sacarte de allí-"
"nosotros mismos"
Hadrian río, sus ojos verdes brillantes e hipnotízantes"si estoy seguro que era por mi bien estar y no por una travesura"
Fred y George se miraron inocentes"te aseguramos querido Hadrian que-"
"todo lo que hacemos es por tu bien"
"estoy muy seguro que es así"esmeraldas se centraron en algo tras ellos"Mi hermano ya llego, les veo luego Fred, George"
Los gemelos abrieron los ojos sorprendidos. Como era posible que ese niño lograse saber quien era quien. Era imposible pero...Hadrian había mirado a cada uno cuando dijo sus nombres. Como si...como si estuviese seguro de saber identificarlos.
"crees que el-"
"sabe quien es quien?"
Asintiendo con la cabeza Fred miro a su hermano para después empezar a reír de forma casi histérica consiguiendo que los demás les mirasen horrorizados.
Pero eso no importaba.
"no estamos solos"murmuraron al unísono los dos hermanos.
Y en ese momento su mundo tan oscuro y frío se convirtió en el lugar mas cálido del mundo pues unos hermosos ojos esmeralda les devolvían la mirada.
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"el joven a demostrado ser un prodigio, muchos de sus profesores han propuesto adelantarle un curso, tiene incluso el apoyo del adusto profesor de pociones"explico sin levantar la vista del suelo.
Sus rodillas clavadas en el suelo sintiendo el frío que la sola presencia de su amo lograba crear.
"sigue al pequeño como hasta ahora"
Suspirando el hombre se levanto del suelo en un ágil movimiento, su cuerpo estaba entumecido por la inclusa posición en la había estado. Paro en seco al escuchar la voz de su amo.
"has hecho un buen trabajo Adán"
Su corazón latió con fuerza e inclino la cabeza en señal de saludo antes de marcharse. Una brillante sonrisa se formo en su atractivo rostro, no importaba lo que tuviese que hacer con tal de volver a escuchar el tono complacido de su amo.
Los ojos azules bebieron todas y cada una de las fotos frente a el, en todas ellas aparecía la misma persona en diferentes ángulos, un hermoso niño de cabello negro azulado, de facciones delicadas y cuerpo delgado, su piel pálida como la porcelana, los labios color cereza carnosos y unos impresionantes ojos verdes.
"el color de la maldición asesina..."murmuro el hombre con el mismo brillo posesivo en la voz y en los ojos.
Jamás podría olvidar el día en que conoció al niño, su niño.
El disgusto era evidente en el rostro del hombre, su magia oscura bailaba entorno a su cuerpo causando que la gente a su alrededor retrocediese presas del pánico. No les presto demasiada atención saludando con una simple inclinación de cabeza a los anfitriones de tan aborrecible fiesta, los Malfoy, una pareja de sangre pura que no lograba soportar mas de una hora al año.
"bienvenido, Lord Valiere"
"un placer"contesto con simpleza.
Marcus Valiere siguió su camino hacia el lugar mas desolado de toda la abarrotada celebración, el jardín de Malfoy Manor era uno de los mas bellos en toda Gran Bretaña, Marcus no pudo evitar estar de acuerdo.
Con un movimiento de su mano ordeno a sus guardias que le dejasen solo. Marcus suspiro sentándose cerca de la rosaleda y para su completa satisfacción una hermosa melodía empezó a sonar.
Con pasos silenciosos Marcus se acerco al lugar de donde procedía tan hipnótico sonido quedando embelesado ante la imagen que le era ofrecida. Un hermoso niño de ocho años vestido completamente de blanco con sus delgados brazos sujetando un violín, que por su aspecto parecía ser uno de los tan buscados Stradivarius, tocaba balanceando su pequeño cuerpo al compás de la música, sus ojos cerrados mostraban la concentración del niño.
Era casi etéreo.
El ultimo acorde resonó en su cabeza durante unos instantes mientras unos bellos ojos verdes se abrían siendo enmarcados por abundantes pestañas negras.
"quien eres tu?"pregunto la voz infantil en un tono suave.
Marcus por primera vez en su larga e inmortal vida no sabia que responder e inconscientemente se fue acercando a la pequeña figura.
"soy Marcus Valiere"el niño ladeo la cabeza ocasionado que su largo cabello se moviese.
"un placer señor Valiere, soy Hadrian Malfoy"
Y así fue como empezó la insana obsesión de uno de los magos mas poderosos del mundo mágico.
"muy pronto serás mío..."murmuro acariciando la foto del niño.
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Draco lanzo una mirada llena de odio al famoso niño que vivió, apretando de forma inconsciente su mano en el delgado hombro de Hadrian.
"tranquilo, estoy seguro que tío Severus le dio un buen castigo"dijo su hermano lo suficientemente alto como para que el niño de oro y su mascota pelirroja le escuchasen.
Jonatan apretó los dientes sin embargo se quedo callado silenciando con sus ojos avellana a un enfurecido Ronald Weasley.
Draco sonrió de lado"has aconsejado a mi padrino sobre sus nuevos métodos de castigo, verdad?"
"mmm...es posible"
Hadrian tomo su mano instándole a caminar hacia el tren, faltaban solo unos minutos antes de que partieran.
"eres sádico..."
"pero me sigues queriendo!"
El rubio negó con la cabeza divertido cerrando la puerta del compartimento. Se sentó al lado de su hermano dejando escapar la tensión acumulada durante todos esos meses, suspiro apoyo su cabeza en el regazo del menor, Hadrian sonrió tras el grueso libro, pasando sus delgados dedos por el suave y platinado cabello.
No hablaron disfrutando de la agradable presencia del otro, hasta que la jovial voz de la vendedora les incito a comprar dulces. Draco un tanto adormilado por las caricias de su hermano compro ranas de chocolate y grajeas de todos los sabores.
"me encanta ver tu rostro cuando te toca una con sabor extraño"dijo Hadrian apuntando a las grajeas con una sonrisa burlona en su hermoso rostro.
"eso lo dices porque a ti jamás te a tocado una de esas...pareces tener un don"
Su hermano simplemente levanto una ceja cogiendo una rana de chocolate. El resto del recorrido hablaron mientras comían y bromeaban sobre trivialidades. Draco no podía negar que extrañaba la presencia de su hermano, tan solo verle, una suave caricia o el dulce aroma a vainilla lograba calentar su corazón.
"ya llegamos"
Draco asintió entendiendo el poco entusiasmo e incluso la ira en el tono normalmente suave de Hadrian, era una especie de cualidad que tenían sus padres.
Bajaron del expreso en silencio el mayor acaricio la mejilla de su hermano antes de ir en busca de sus padres que siempre se encontraban en el mismo lugar. Ambos le sonrieron con orgullo y cariño que se trasformo en repugnancia al ver a Hadrian. Odiaba ver ese sentimiento siendo reflejado por las impresionantes esmeraldas.
"padre, madre"saludo la fría voz del menor.
"Hadrian"respondieron al unísono los adultos.
Draco apretó el brazo de su hermano esperando la clásica sensación del traslador hacia Malfoy Manor.
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