Ya no lo soportaba más, tenía que hacer algo o terminaría volviéndose loco, aunque si lo pensaba bien ¿acaso no estaba loco ya? A su parecer lo estaba, más sabía que debía seguir reprimiéndose, nadie podía saber lo que habitaba dentro suyo. Aquella maldad ¿Qué esta mal conmigo? Se dijo a sí mismo. No, el no podía hacer aquella atrocidad que rondaba en su mente desde hace algunos días, no podía hacer realidad aquellos sucios pensamientos teñidos de sangre, dolor y lagrimas. Agitó su cabeza como si con este acto pudiese alejar dichos pensamientos. Nuevamente respiró profundo, necesitaba ayuda y lo sabía, a cada día que pasaba le era más difícil el reprimirse, pero ¿Quién podría hacerlo teniendo a Kwon Ji Yong todos los días frente a sus ojos? Nadie, y SeungRi no era la excepción.
“Eh maknae ¿Qué tanto piensas?” Escuchó decir SeungRi, desviando toda su atención a Taeyang, dejando de lado sus lascivos pensamientos acerca de su líder. Porque si, SeungRi no solo quería hacer gritar de dolor a Ji Yong, eso no sería divertido una lástima pensó mirando por el rabillo del ojo a su líder
“nada importante, pienso en que habrá de comer” Sonrió SeungRi, con aquella sonrisa suya que engañaba a cualquiera.
“adorable” pensó al mayor al verlo, nadie pensaría que en la cabeza del pequeño maknae de big bang se escondía pesadillas de personas descuartizadas, niños llorando y su pequeño y lindo líder violentado.
“Tu pensando en comida ¿Por qué no me sorprende?” rió Taeyang antes de encaminarse a la salida de la sala de ensayos.
“bueno chicos, yo debo irme” con una leve inclinación de cabeza se despido de sus dongsaengs, dejando a Ji Yong y SeungRi solos, Grave error.
“SeungRi ah ¿quieres comer?” Dejó escuchar su voz Ji Yong quien hasta ahora se había mantenido al margen en la conversación. Sin que el mayor lo notará los ojos del maknae recorrieron de forma descarada su cuerpo, maquinando retorcidos pensamientos en torno a el
“claro ¿Qué quieres comer hyung?” SeungRi mordió sus labios, debía reprimirse se dijo a sí mismo. El no podía dejar que aquella oscuridad que habitaba dentro suyo saliese, el no podía dañar a Ji Yong aunque fuese lo que más desease
“Quizás lo disfrutaría” Escuchó SeungRi a aquella vocecita la cual sabía habitaba solo dentro de su cabeza. Suspiró, debía calmarse.
“Anguila, Anguila a la parrilla” Sonrió Ji Yong, ajeno a los malévolos pensamientos del menor. Y solo bastó aquella sonrisa junto aquel brillo de inocencia característico del mayor para que el auto control de SeungRi se fuese al caño, porque si, porque esa pureza que el mayor aun conversaba consigo a pesar del paso de los años merecía ser masacrada.
“Hazlo” Escuchó nuevamente SeungRi dentro de su cabeza.
“hyung… ¿alguna vez haz sentido miedo?” Dijo SeungRi, acercándose lentamente en dirección al mayor. Amplió entonces su sonrisa ante la cara de desconcierto del más grande, sin duda la expresión de confusión en el rostro del mayor era la que más le gustaba.
“Creo que no” replicó Ji Yong sin hacer ademán de alejarse del contrario
“¿A qué se debe esa pregunta?” Volvió a hablar sin despegar su mirada del menor. Algo le decía que debía alejarse del chico frente suyo, aquella mirada no era normal, pero era SeungRi ¿Qué malo podría haber en la situación? Rápidamente desechó aquellos pensamientos, volviendo a sonreír pese a no entender del todo.
“Pues deberías sentirlo ahora…Hyuuuung” Alargó con voz cantarina la última palabra, terminando por acortar la distancia entre el mayor y el.
“Mucho miedo hyung, yo lo siento siempre ¿sabes?” Sin darle tiempo a reaccionar a Ji Yong el menor tomo su cuello, apretando este con suavidad al principio antes de aumentar la presión en la zona.
“SeungRi ¿Qué...?” Las manos de su víctima se cerraron en torno a las suyas, intentando apartar estas de su cuello.
“Hazlo, rápido” SeungRi sonrió, le haría caso a esa voz. Esa voz que siempre lo acosaba en sus momentos a solas con el mayor.
“Siempre siento miedo de mi, de lo que me estoy convirtiendo” Continua ejerciendo cada vez más presión disfrutando de los gemidos ahogados que escapaban de la boca de su víctima entre cada ronda en la que le permitía tomar un poco de aire, sofocándole con más intensidad luego de esta
“Te dije que debías temer Ji Yong hyung” Susurró en su oído lamiendo el contorno de esta antes de apresar su lóbulo entre sus dientes. Mordiendo de este de manera violenta; Solo lo liberó al sentir el metálico sabor de la sangre en su boca. Su víctima ya no hacía ademán de liberarse, había entendido que no le soltería a menos no por ahora.
“Bienvenido a mi mundo Ji Yong hyung” rió antes de soltar su cuello con fuerza, dejando caer el cuerpo del mayor al suelo sin delicadeza, se sentía tan bien después de todo. Sabía que el mayor no diría nada, aquella mirada asustada en su rostro le decía todo.