Pov. D.O
Sonreía para mi mismo mirando como mi novio desde hace menos de un mes me cocinaba... Quién iba a pensar que terminaríamos juntos...
[Flashback D.O]
-Me gustas... y te encuentro la persona más linda de todas... Desde que te conocí, bueno, desde que te busqué, no puedo dejar de pensar en ti. -y bueno... Ahí estaba él, aquel niño que de un día para otro apareció en mi vida, diciéndome cosas lindas desde un principio-
-Ah... yo-yo... no sé que decir -realmente, mi corazón no dejaba de latir rápidamente, tanto que en mi cabeza no lograba formular alguna respuesta, aunque mi corazón la tenía clara, a mí también me gustaba aquel chico de piel un tanto más morena de lo normal, con labios grandes, quizás como los míos.. Sus labios-
-Entonces... ¿Que dices? -parecía nervioso, quizás más que yo, yo realmente quería decirle que también me gustaba, que su sonrisa era la más tentadora de todas, que miles de veces me aguanté las ganas de besarlo, pero luego de eso que pasaría... ¿que seríamos?-
-También me gustas... Pero--no me dejo terminar y sentía como sus labios, que muchas veces me morí por besar, estaban sobre los míos, moviéndose lentamente, torpemente le correspondí e inconscientemente pasé sus brazos por su cuello-
[End Flashback]
¡Mi amor! Despierta. -cuando miré a Kai, él reía divertido, me había perdido en mis recuerdos. Había apagado la cocina, al parecer la comida estaba lista y ahora me estaba abrazando mientras llenaba de besos mi cuello-
-Kai. -al escuchar su nombre, paró todo movimiento y me miró interrogante- ¿Porque me amas?
-Porque te amo... -repitió y rio un poco- Lo siento pero no puedo contestar a tu pregunta. Yo te he amado siempre, ¿Lo sabes verdad? Siempre. Desde el primer momento y hasta antes de conocerte. ¿Por qué? No tengo idea. Solo sé que eres perfecto para mí, en cada cosa. Cuando te miro, cuando estamos juntos, por cada cosa que dices o haces, lo sé. Espero que eso te baste.
Sonreí satisfecho y tomé sus mejillas para acercar sus labios a los míos, besándolo lentamente, sentí como sonrió y me tomó por la piernas, haciendo que yo las enrollara en su cadera.
Me guío hasta la habitación, un camino que ya conocía, tumbándose conmigo aún colgado a su cuerpo, haciéndome caer de espaldas contra el colchón y me sonrió.
-¿Te digo algo? Tengo muchas ganas de besarte ahora.- estaba sobre mi, sonriéndome con esa sonrisa que me hacía perder mi cordura-
No me resistí a esos labios tan tentadores y alcé mi rostro hasta lograr que nuestras bocas se unieran en un beso lento, él recorriendo todo el interior de mi boca, explorando, como algunas veces antes lo había hecho.
Sentí como bajaba lentamente su cuerpo, haciendo que yo me recostará por completo sobre la cama, sin separar nuestro beso, apoyé mis manos en su espalda, recorriéndola lentamente con la yema de mis dedos. Comenzó a dejar un rastro de besos por mi cuello, mordiendo y lamiendo de vez en cuando, logrando que suspiros se escaparan de mis labios.
Una de sus manos se posó en mi abdomen por debajo de mi polera, su fría mano me hizo estremecer, comenzando acariciar mi abdomen. La ropa se hizo un estorbo y mis curiosas manos, levantaron su polera, logrando quitársela y tirándola, haciendo que se perdiera en el suelo. Me miró y volvió a besar mis labios, amo sus besos. Se deshizo de mi polera, tirándola en algún lado del suelo.
Mis dedos apretaban el hombro de Kai, mientras él besaba y mordía mis pezones haciendo que yo me retorciera de placer bajo su cuerpo. Poco a poco sentí mi hombría chocar con la de Kai, un gemido escapo de nuestras bocas, ambos necesitábamos atención. No dude en llevar mi mano hasta el pantalón de Kai, masajeando su hombría por encima de tela del bóxer, habiendo metido mi mano dentro de su pantalón. Sus gemidos, roncos y deliciosos para mis oídos, se dejaba hacer, poniendo una cara que realmente excitaba…
-Agh… D.O –Apartó mi mano de su miembro y lo miré integrante, como respuesta desabrochó mi pantalón, quitándolo y llevándose consigo mis bóxer. Su mirada… Estaba llena de lujuria, me asustaba.
-Deja… de mirarme, por favor. –sentía mis mejillas arder, de su boca Salió un ‘Tsk.’ Como respuesta y se acercó a besarme, mientras con uno de sus dedos se abría paso por mi entrada. Incomodo, pero no como para romper aquel beso que manteníamos… Solo nos separamos para respirar, mientras no dejaba de mover sus, ahora dos, dedos dentro de mi entrada, que comenzaba a dilatarse. Nuestras miradas se encontraron y le susurré un ‘Te amo’ y él susurró otro de vuelta.
Quitó sus dedos de mi entrada, y apoyó su miembro, que ya estaba bastante duro, en esta. Estaba encima mio, con una de sus manos apoyada a la altura de mis hombros y la otra sostenía su propio miembro que comenzaba su intromisión.
-Amh. Kai… -apreté mis ojos con fuerzas, mientras echaba mi cabeza hacía atrás, puede que me haya preparado, pero no se compara a su intromisión-
-Lo ah… siento, mi amor… -respiraba entrecortadamente en mi cuello, estaba esperando por mi.-
Comenzó a llenarme de besos, primero por el cuello y luego en mis labios. Poco a poco la molestia paso a segundo plano, hice un leve movimiento indicándole que podía seguir. Captó enseguida mi mensaje y comenzó a penetrarme. Pero lenta y profundamente, suave y delicado, mientras intentábamos mantener un beso.
-Más… Kai, más… -No esperó más y sus embestidas subieron de velocidad. Su miembro entraba y salía de mi entrada, haciendo sus penetraciones más deliciosas para ambos. Eran profundas y rápidas. En un momento me sentí que tocaba las estrellas, había dado en mi próstata. –Ah, Kai, ahí... más, ahí- escuché una risa entre sus roncos gemidos y siguió tocando mi próstata. Mi miembro olvidado necesitaba urgentemente atención y Kai pareció darse cuenta de eso. Tomó mi miembro en una de sus manos y comenzó a masajearlo al ritmo de las embestidas.
Tomé su mano libre y entrelazamos nuestros dedos, alcé un poco mi rostro y volví a besarlo. Realmente amo sus besos, la manera en como disfruta tanto de mi boca, como nuestras lenguas de entrelazan, separamos nuestro beso cuando sentí ese cosquilleo en mi estomago que avisaba que no quedaba mucho tiempo y, por la cara de Kai, creo que tampoco le queda mucho.
Yo me corrí primero, manchando mi abdomen y en el Kai. Solo bastaron unas embestidas más y Kai se corrió dentro de mí. Sentir su semen salir de mi entrada, podría ser asqueroso para algunas personas, pero a mi me encanta.
Nos acomodamos sobre la cama, yo apoya en su pecho, el cual aún subía a un ritmo más rápido de lo normal mientras me acariciaba el cabello. –Amor… -le susurré- Aún tengo hambre. Una ligera risa salía de su boca.
-A decir verdad, yo también tengo algo de hambre, vamos, yo te cargo mi princeso.- Ambos nos pusimos un buzo y me cargo hasta la cocina.