Hyu le tendió unas ropas a Ji, quien las miró detenidamente, las prendas le parecían conocidas, pero no sabía porqué, y la verdad no quería indagar más en su confundida mente.
“¿Necesitas ayuda?” Le preguntó Hyu al ver que el pelirosa se había quedado ido, viendo la ropa que le había dado.
“N-No, gracias.” Le sonrió algo confundido y comenzó a vestirse.
El chico terminó de arreglarse y Hyu le dedicó una sonrisa mientras le tomaba del brazo y lo jalaba.
“Vamos, vamos, ya sabes que a Seunghyun-sama no le gusta esperar.”
“¿Seung Hyun-sama?” Repitió Ji. “¿Eso no es un sufijo japonés?” Le preguntó mientras enarcaba una ceja de manera intrigante.
“Pues, sí..soy japonés..” Respondió el pelinegro.
“Ah..ya veo..no lo sabía..” Le dijo Ji. “Hablas muy bien el coreano.”
Hyu se rió leve. “Eso es porque ya tengo mucho tiempo viviendo en Corea.” Le aclaró.
“¿En serio?” Volvió a preguntar el pelirosa. “¿Desde hace cuánto?”
Hyu le miró unos momentos sin saber que debía contestar exactamente ante la dudativa de Ji Yong.
“Hace mucho.” Se encogió de hombros. “¿Ya estás listo entonces? Dijo evadiendo el tema.
“Ahh..sí.” Asintió leve.
Ji Yong y Hyu caminaron por la enorme mansión, hasta llegar a lo que parecía ser el estacionamiento. El pelirosa se había imaginado alguna clase de auto antiguo debido a la apariencia de la mansión , pero en lugar de eso, se encontró un hermoso deportivo blanco. Era una pieza automovilística realmente increíble.
“Woah.” Dijo Ji abriendo la boca en forma de una enorme O.
“¿Listo?” Seung Hyun estaba sentado en la parte de atrás del auto, y le indicó al menor que se subiera también.
“¿A dónde vamos?” Preguntó el más pequeño mientras se subía al auto también, con algo de emoción disimulada. Hacía muchísimo no salía a ningún lugar. Después de todo estar encerrado en ese psiquiátrico, privado de su libertad y luego en aquella mansión con Seung no había cambiado en mucho, por lo que salir realmente ahora sonaba muy bien, más que bien, su corazón latía lleno de adrenalina.
“Es un secreto.” Mencionó Seung Hyun.
“Mmh..”
Hyu subió a la parte del conductor, y una vez listos todos arrancó el auto, comenzando a manejar a un rumbo que ya muy bien conocía.
-Flashback-
Las lágrimas del castaño salían en cantidades grandes mientras su cuerpo tiritaba en el suelo y parecía estremecerse aún por su abusada próstata. Min le miró con odio unos momentos, observando al lloroso menor sin piedad o lastima alguna, aquella mención del vampiro simplemente había empeorado todo.
Jung Min se levantó y se subió sus pantalones para después disponerse a irse, no sin antes darle una última mirada a Jiyong.
Ji se quedó tendido ahí un rato más, inconsciente del tiempo, simplemente lloraba de coraje, tristeza e impotencia. Min había significado mucho para él, era como su hermano mayor, su mejor amigo, todo. Sollozó un largo tiempo, y después se levantó, con un horrible dolor en su entrada, debido a la poca delicadeza del trato de Jung.
Caminó con dificultad hasta el baño y se miró en el espejo, sintiéndose la peor basura del universo, tal vez merecía aquello. Si no hubiera corrido a Seunghyun de su casa tal vez eso no hubiera pasado, pero el hubiera no existe, y ahora no podía regresar el tiempo. Suspiró débilmente y abrió la llave de la ducha, dejando que el agua fría cayera a las baldosas del piso del baño.
Se sumergió bajo las gotas heladas de el agua de la regadera, su cuerpo estaba caliente debido a la reciente fricción y solo quería deshacerse de aquello que implicaba su más grande problema. No era más que una erección, pero la causa de ello era lo que le desagradaba.
La mente del castaño divagaba en sus pensamientos mientras la helada agua caía por su cuerpo pálido y su erección comenzaba a bajar. Pero, ¿qué pasaría ahora?
Ji Yong estaba preocupado por lo que ocurriría al otro día que tendría que ver a Min. ¿Qué se se supone que debía hacer ante la situación?
- Fin del flashback-
“Aquí es.” Dijo Seung Hyun mientras Hyu abría la puerta para que salieran.
“¿Qué es esto?” Ji enarcó una ceja confundido.
“¿No te gusta?” Pregunto Seunghyun tomándole de la mano para llevarlo a una banca que había en aquel lugar.
Era un prado verde, lleno de flores de diferentes colores y de distintas especies. El mayor y el pelirosa se sentaron en la banca que dejaba contemplar de lejos la ciudad. Aquella Seúl que tanto Seung Hyun como Ji Yong habían visto ir creciendo desde hace muchísimos años.
“¿Qué se supone que es todo esto?” Preguntó Ji. “No es lo que te pedí.”
Seung Hyun se rió levemente. “No es todo aún.” Le explicó al pequeño pelirosa que lo miraba fijamente a los ojos.
“¿Entonces?”
El mayor sabía que era lo que a Ji le gustaba, a pesar de que este no era “su Ji” exactamente, había conocido a las muchas otras encarnaciones del menor y sabía que en el fondo seguía siendo el mismo Jiyong.
“Ji...” Seunghyun tomó la mano del más bajito nuevamente y le miró directo a los ojos. “¿Quieres ser mi novio?” Preguntó finalmente, dejando a un sorprendido Ji Yong.
“¿Q-Qué?” El pelirosa estaba más que sorprendido por aquella declaración.
“Que si quieres mi novio.” Repitió tranquilo.
“Pero..yo no soy quien tu quieres..” Dijo en voz baja.
Seung Hyun tomó el mentón de Ji Yong y luego susurró cerca de sus labios. “Pero puedes ser lo que yo quiero..”
Ji Yong estaba conmocionado por aquello, no podía creer lo que Seung le decía. ¿Acaso eso era una oportunidad? Se preguntaba ilusionado. Tal vez al fin alguien podría quererlo y amarlo como tanto había deseado.
“¿Entonces qué dices?” Preguntó Seung Hyun.
“Yo...” Ji Yong se mordió los labios pensando la situación.