Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ecos presentes. por Angel_Chan

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Serie: Saint Seiya.

Pareja: Shun.

Clasificación: Drama.

Advertencia: Muerte de un personaje.

Notas:

Fecha: 24/04/2006.

Beta Reader: Pleasy Stay.

Disclaimer: Todo lo referente a Saint Seiya pertenece a Masami Kurumada y a la Toei.

 

Notas del capitulo:

 

 

Ecos presentes.

 

Prologo.

 

Ver a Ikki sostener a ‘Elizabeth’, oír a la niña reír por su beso de buenas noches, antes de irse a la cama; parecía más una escena extraía de un flashback en blanco y negro. Una imagen bizarra que todavía no podía acabar de asimilar. Mientras que aquellos ojos, lo intimidaban más que cualquier amenaza provocada por todos los dioses del Olimpo juntos.

La pequeña mano tomo sus dedos, instándolo a que se pusiera a su altura para poder besarlo también a él, pero necesito de algo más que el delicado tirón para que tal información llegara a su cerebro.

—Shun, la niña te llama.

—Oh, lo siento mucho, Eri¹. —Dejo que la niña besara su mejilla. —Buenas noches, que duermas bien.

La vio salir corriendo a su cuarto, con la independencia de una mujer adulta, siendo aun muy pequeña. Tan solo cinco años, una muñeca de porcelana y seda; con sus ojos verdes tan expresivos… su viva imagen, su copia exacta, su fantasma hecho carne.

Sentía un dolor agudo en el pecho cada vez que la miraba a los ojos. Y permanecía pensativo, quizás recordando algo… algún detalle, por mínimo que fuera, pero el recuerdo también era dolor.

Además, él no era culpable de nada, así como la niña, quien también era una simple víctima. Dos víctimas de un monstro inescrupuloso que los unió en un destino que…

—¡Shun! —Ikki volvió a sacarlo del trance. —Ve a dormir Usabi, lo necesitas.

Shun asintió. Beso la mejilla de Ikki casi de igual manera en que Elizabeth lo había hecho, siempre hacia lo mismo, solo que ahora había un nuevo paso en su rutina.

Abrió la puerta del cuarto contiguo al suyo, asegurándose de que Eri durmiera apaciblemente, reviso las ventanas para cerciorarse de que estuvieran cerradas y solo luego de un último vistazo fue a su propio cuarto.

A seguir pensando, porque en realidad ya no dormía. Pensaba en las posibilidades, reales, de que Elizabeth fuera en verdad o no, su hija legítima.

Habían hecho ya un estudio de ADN, pero hasta el día siguiente no sabrían los resultados, por ello no podía dormir. Y mientras esperaba, y desesperaba al mismo tiempo, había accedido al pedido de que la pequeña se quedara con él. ¿Por qué?

Se parecía a él, eso no podía negarlo, incluso Ikki se había dado cuenta de ese detalle tan evidente.

“Es exactamente igual a ti, cuando tenias su edad”. Solo que era toda una delicada damita, con su bucles con adornados con cintas de raso, y su vestidos y zapatos rosas. Además, lo que más la diferenciaban de Shun, era que… ¡Eri hablaba! Y mucho. Reía, y raramente lloraba, aunque se golpeara al correr.

Por lo manos eso era lo que Ikki había notado en menos de una semana de vivir con la niña.

Sonrió al recordar varios de los recuerdos que le habían venido a la mente a Ikki, por todo ese asunto. Pero en verdad no tenía nada porque sonreír. Ya era la cuarta noche que estaba viendo el techo de su cuarto, sin dejar de pensar en la niña que dormía al otro lado de la pared.

Ya no podía seguir de esa manera, debía tomar una decisión en ese mismo momento. Luego vería lo que diría el estudio de ADN.

Salto de la cama de inmediato, solo cambio su vieja remera de cama por una camisa, podía salir a la calle con el jeans que ya llevaba puesto, así que simplemente se abrigó.

—¿A dónde vas a esta hora, Shun?

La voz resonó con tanta fuerza como sus propios pasos en las escaleras. Ikki lo observo de pies a cabeza, a sus ojos, Shun se veía raro, incluso por el solo hecho de llevar puesta aquella gabardina larga.

—A caminar, Ikki… necesito aire.

—Solo piensa las cosas bien, antes de hacer cualquier cosa. —Fue el último consejo de su hermano mayor, sabiendo que era lo único que podía hacer por él.

Shun solo asintió con suavidad.

—Cuida a Eri mientras no estoy, Niisan.

Sin esperar respuesta, se dio la vuelta, cerrando su abrigo, y preparando sus llaves; sabía muy bien lo que iba a hacer, y no estaba esperando sermones ni consejos… incluso, jamás se había sentido tan seguro, en toda su visa, sobre algo que debía hacer.

Antes de atravesar los portones de la mansión, vio a través del espejo retrovisor, pensando que Ikki había ido a ver por última vez a Eri.

 

Continuará.

 
Notas finales:

Notas Finales: Ah, menudo fanfic… lo que me costó terminar los tres primeros capítulos… ¡y los demás!

No sé si se entienda del todo la trama, me pasa seguido de que si trascribo la cosas que surgen de mi cabeza así como surgen, rara vez se entienden… además no tiene un clímax propiamente dicha, pero como me gusta, se me hace ilusión ponerlo.

1: ‘Eri’, diminutivo de Elizabeth, aunque deformado por la pronunciación nipona.

 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).