El de la mala suerte
La presión del momento, el gran morbo y la suerte de que nadie nos venía en ese momento era lo que nos prendía más, estando en mis cabales nunca antes me habría atrevido a hacerlo, no era correcto, no era el momento, no era el lugar… pero, lastimosamente eras tú, eras tú el que me llevaba.
Corrimos como locos endemoniados por la mansión, como si hubiéramos robado algo y no quisiéramos que nos atrapen, con el corazón desbordado, con las manos bien entrelazadas, así estábamos, buscando en tu gran mansión un cuarto en donde entregarnos nuestro gran amor…
Abriste una ventana despertando una ilusión….
Cegando por completo mi razón….
Lo deseaba, en verdad que lo deseaba, no era la primera vez que lo hacíamos, no era la primera vez que no s entregábamos, no era la primera vez que… usábamos un cuarto como ese, pero…. Este cuarto por primera vez era diferente… Era tu cuarto; la ocasión de por si se tornaba especial, nunca antes lo habíamos hecho en tu cuarto….
-Xanxus… ¿estás seguro que… aquí…?
-te amo- soltaste cerrándome a boca con un beso, uno de esos que me mataban.
Mantuve la esperanza, conociendo tu interior….
Sintiendo tan ajeno tu calor….
Tus manos tocándome, recorriendo mi cuerpo de por si me enloquecían, me hacían delirar; me colgué de tu cuerpo mientras me quitabas las prendas de arriba, enterré mis uñas en tu espaldar mientras tu mordías mis labios también prendido, el momento era único, la luna entraba por tu gran ventanal de tu balcón, el viento entraba por ese balcón abierto haciendo así crispar nuestra piel y la luz estaba apagada en tu cuarto, más el hecho, el gran hecho de que era tu cumpleaños, tu gran y esperado cumpleaños por todo el mundo, todo en realidad era perfecto.
Probé de la manzana por amor….
La primera vez que lo habíamos hecho en realidad que no había sido especial, era un tu baño, era la primera reunión de los Vongola y los Varia ya unidos, cuando todas las pruebas del momento ya habían pasado, cuando todos comenzaban a vivir pacíficamente; en verdad que te había tomado tiempo para tomarme y hacerlo, aunque… nunca había imaginado que ese iba ser el lugar en que se cumpliría mi sueño.
Nos tumbamos en la cama sonriendo por mi parte mientras tú me mirabas con esos ojos que me habían enloquecido desde el primer momento, en verdad que por esos ojos había matado y me había entregado, solo por esos ojos… que aunque eran rudos y fríos con todos, en los momentos de intimidad siempre cambiaban, siempre eran diferentes como ahora, se volvían cálidos, amables, llenos de… algo que hasta ahora no había podido comprender.
Quiero ya no amarte y enterrar este dolor….
Quiero que mi corazón te olvide
Quiero ser como tú, quiero ser yo el fuerte….
Tú te mueves, yo me muevo; ambos jugueteamos con los cuerpos aun con prendas íntimas mientras tu cuerpo está encima del mío, mientras nos miramos a los ojos hundidos en nuestros pensamientos, mirándonos con ese algo que a ambos nos enloquece.
-Vooii…- susurro agarrando tu rostro mientras hago lo posible para no soltar algún gemido, maldita sea, sabes moverte bien….
-no hables, o arruinaras el momento- dices callándome con otro de tus besos que juran comerme por completo….
Solo te he pedido a cambio tu sinceridad….
Un gemido, luego otro, unas manos frotándome el cuerpo mientras tu miembro lucha por estabilizarse en mi interior; debo decir que es lo único que en verdad no me gusta del acto, aunque después de eso viene lo que más anhelo… y es que tú no sabes meterte, aun no has aprendido o simplemente no te da la gana de prepararme, y eso… duele, tal vez lo utilizas para tu diversión pero…. En verdad que duele…
-aggh!!- suelto escondiéndome en tu hombro, en verdad que eres de lo peor, tu miembro en verdad que ya me ha fracturado la cadera y todo porque tú eres un tipo salvaje y yo un masoquista… tal vez hechos para sí.
Quiero que el amor al fin conteste
¿Por qué siempre soy yo el de la mala suerte?
Una estocada, luego otra, te mueves con mucha velocidad, ya estábamos llegando al momento perfecto, después de todo no has tardado en entrar en mi para empezar con el gran acto….. Yo te abrazo, con fuerza, clavándote más mis uñas, haciéndote así sangrar, y tu continuas manoseando mi cuerpo, tocándolo con morbo, con hambre, me agarras del cabello y lo jalas para luego terminar acariciándomelo de nuevo, en verdad que también te gusta, nunca antes hubiera imaginado el acabar en esto…. Pero ahí estábamos en verdad, entregándonos el amor que juraba ser eterno…
-Xanxus…!- gemí tu nombre excitado casi en un susurro, ya estábamos llegando al momento final, los compases se aceleraban, tu cadera se movía como una loca endemoniada que parecía querer destruir todo a su paso, y yo te sigo, porque es simple, una vez entregándome no puedo dejar de hacerlo, mucho menos contigo…-Xan-Xan-Xanxus!!- grito esperando oír algo parecido de tu parte mientras ambos líquidos están preparándose para salir….
-Tsuna!!…- susurras al mismo tiempo en que yo he gritando tu nombre… y ambos terminamos así corriéndonos al mismo tiempo, tu empapándome por completo mi interior con tu esencia, con tu gran esencia…. Y yo… dejando salir un flujo seminal del mismo color en tú vientre, manchándote y dejando al aire el gran olor que se desprendía de eso…. Aunque, algo en mí se estaba confundiendo, algo en mi… ¿había escuchado en verdad eso?
Vienes, me acaricias y te marchas con el sol…
Me duele solo ser tu diversión…
-¿Qué fue eso?- pregunto aun mirando el techo, el gran techo de tu cuarto, ese que antes por razones extrañas me habías negado visitar…
-¿Qué fue que?- preguntas recostándote alado mientras sigues acariciándome el cuerpo, aun no te has cansado, siempre es lo mismo, al momento de terminar siempre vas por el segundo, ten encanta continuar tus aventuras…
Dices que me amas, que no hay nadie como yo…
Que soy el dueño de tu corazón…
Te miro aun sobre cogido…. Aún sigo manteniendo en mi mente que eres de lo peor…. Y sin embargo intento esperar alguna gran respuesta de tu parte, algo que aclare el por qué…. Aunque pensado lo bien….
-dijiste otro nombre, dijiste el de el - …. No sé por qué antes no lo había adivinado…
-no digas tonterías- te acercas intentándome depositar algún beso en los labios –no he dicho el nombre de nadie más que el tuyo…- y yo rehuyó
-lo dijiste en mi oído ¿me crees idiota?- y tu sonríes divertido…. ¿en verdad... fui tan crédulo?
-no digas tonterías, Squalo- y logras besarme –ven, vamos a continuar, aún no he terminado y no tardaran en encontrarnos- y otro beso, y otros roces, y otro cuerpo otra vez encima mío presionándome, obligándome a que por la fuerza te acepte otra vez dentro mío…. En verdad que… ¿Quién me había mandado a querer esto?
Pero alguien más está en tu habitación…
Me besas apasionadamente, mesclas tu lengua con la mía intentando pelear y gobernar como siempre, me manoseas los pezones con gran morbo, haciendo así que estos a pesar de todo despierten y se vuelvan a cada toque más duros, luego bajas con una mano a mi miembro, mientras el tuyo esta nuevamente entrando en mi interior trasero, y me manoseas, con todo tu cuerpo me manoseas, me tomas, me desgarras, me arañas y me lastimas… una vez más sucede todo…. Y yo como si nada dejándolo pasar, en verdad que las ganas ya no están, ni el momento, todo se había perdido justo en ese momento en que…
-Tsu… tsu….na!!- soltaste nuevamente ese nombre…
Quiero ya no amarte y enterrar este dolor….
Quiero que mi corazón te olvide
Quiero ser como tú, quiero ser yo el fuerte
Y rogando en mi interior que todo se acabe me encuentro esperando, el tercer raund ah salido de tu parte, susurraste en mi oído que lo tomaras como regalo de cumpleaños y ahora otra vez estas encima mío, aunque no como lo esperaba, yo estoy de cuatro patas y aunque en verdad no deseo seguir continuando me he dejado llevar, las dulces palabras que a veces sueles soltar en verdad… que me paralizan, tal vez es por eso que no me fue difícil caer en tu trampa…. Porque en un principio todo fue diferente…
Solo te he pedido a cambio tu sinceridad….
Quiero que el amor al fin conteste
¿Por qué siempre soy yo el de la mala suerte?
Y como respondiendo a alguna pregunta que suelo soltar en los momentos menos previsto me encuentro ahí, bajo tuyo, dolido y con una gran espina dentro, sin embargo, a pesar de eso, siento que mi cuerpo sigue disfrutando de tus caricias, de tus roces y de tu voz, de la agitación que sientes a cada movida de los cuerpos, a cada avance… besas mi cuello, enredas mi cabello en tu mano y me jalas hacia atrás para besarme, en verdad que eres todo un salvaje, hasta ahora no te has detenido a pensar en el por qué no respondo a tus demandas en la cama, pero tal vez es porque estas molido por el propio placer que te provocaste, en verdad que yo no hacía falta….
-vamos Squalo, grita mi nombre una vez más, quiero oírlo antes que termine- susurras en mi oído con tu voz ronca mientras no dejas de manosearme el miembro algo torpe –vamos, quiero oírlo una vez más, es mi cumpleaños, tómalo como un regalo….
Y yo como un súbdito…
-vamos, dilo!- ordenas más impaciente estrujando mi miembro en tu mano, obligándome así a bajar la mirada, a retorcerme en mi posición, a gemir por lo bajo mientras cierro los ojos y deseo muy en el fondo que todo esto termine de una vez…
No pasa nada si el amor no es perfecto…
Y yo como todo súbdito…
-Xanxus- suelto en un gemino que tú has provocado penetrándote más en mi interior, tocando así mi punto débil, el punto clave de todo mi ser que no te fue difícil el recorrer y encontrar….
Siempre y cuando sea honesto…
Y al finalizar muy dolido no puedo evitarlo, unas lágrimas algo espesas se salen de mis orbes plateados, confundidas y lastimándome en los más hondo por el sentimiento, tu estocada me ha matado, tu entero…. acabaste con mi pequeño ser complicado… Derramando más lágrimas de las que antes hubiera creído tener me escondo en tus sabanas, la cara no me resiste y jura caerse en cualquier momento si me mantengo a tu lado, en verdad… que me he vuelto más débil de lo esperado, de lo deseado….
¿Ya para que pedir perdón?
Tú te levantas, parece que todo lo ocurrido no te ha quitado la fuerza ni la energía, sin perder mucho tiempo te cambias, te arreglas y te vistes, en verdad que lo había olvidado, tú eres diferente…. Y por lo pronto tienes una fiesta que atender, aunque en verdad… ¿No piensas el por qué lo has mencionado? ¿o es que ni cuenta te has dado?.... sea como sea, tus palabras secretas yacen en mi oído y en mi cabeza…
Sin decir nada te acercas a mi cuerpo nuevamente, tratas de ponerte enzima mío estando ya con ropa.
-me prendes- sueltas en mi oído con voz ronca –no sabes cómo me prendes- y otro beso soy obligado a recibir, obligado hasta tal vez por mis propios sentimientos…
-no te muevas de aquí sí?- comentas dejando un leve hilo de saliva en ambos, aun no te has dado cuenta que estoy llorando –quiero verte al final de todo, les diré que estas indispuesto y volverle por ti, tu regalo aún no ha terminado - vuelves a besarme mientras me manoseas el cuerpo –espérame.
No es correcto…
Y te vas sin hacer ruido, contento, sonriente, sabiendo bien que en el acto as dominado, mientras yo me quedo en tu cama, tirado, con las sabanas enzima mío cubriendo el cuerpo adolorido, en verdad…. que eso no lo había esperado, ¿acaso era en el en el que siempre pensabas al hacer el amor con migo?... De seguro si te lo pregunto no llamarías por ese nombre a ese gran acto que realizamos de forma adicta, de seguro lo llamarías sexo, simplemente sexo…. En verdad, que he caído bajo.….
Y una lagrima resbala de lo profundo de mi ser, en verdad que me he debilitado, antes no conocía si quiera que tenía semejante defecto; ahora y todo gracias a ti me he dado cuenta que puedo hacerlo, puedo sentirlo, ese pequeño aguijón que se témete sin saber cómo en lo más profundo de tu piel, llegándote a tocar en lleno…. En verdad que era un gran defecto, y aun así dolía, sin importar la gran humillación que ahora recibía, sin importar el gran ego del que siempre había estado hecho, sin importar el simple hecho de que todo me lo había creído y ahora quedaba como un crédulo en ridículo…. Dolía, en verdad que dolía, porque al fin y al cabo no llegaba ser nada, al final solo era uno de tus subordinados en tu gran vida lujosa llena de laberintos, trampas y sequedades…. No era nada en verdad y dolía, porque también y lastimosamente para mí tú eras diferente, ocupabas un puesto muy diferente, porque lastimosamente engañado había dejado que entraras en lo más profundo de mí ser… Y así llegaba a ser tu puesto diferente, porque yo… de nadie más me había enamorado, a nadie mas había amado….
No puedo compartir lo que no se me dio…
-are, are, Boss, los estábamos buscando- dice Mammon al otro lado de la puerta –la torta espera ser partida, además de que los Vongola se están impacientando, preguntan el por qué los ha invitado…
-no era necesario que vinieras Mammon, ya estoy yendo.
-solo me estaba preocupando Boss, además que tampoco se lo ha visto a Squalo…
-tiene resaca, le ha dado por festejar antes mi cumpleaños.
-are… así no suele ser Squalo….- y se escucha como unos pasos duros y fuertes se van alejando.
En verdad que Mammon tenía razón, yo era diferente, no solía ser tan…. Deprimente.
Yo soy quien sobra en esta habitación
Y otra lágrima es depositada en el colchón blanco. Ahora que mi cuerpo esta levemente adormecido me he dado cuenta que estos actos son los que me han cambiado, todo el cuerpo me cambio, no solía estar tan débil ni físicamente…. Si tan solo antes no me hubiera dado por jugar al valiente y capo que le da por confrontar a bestias salvajes como tu tal vez…. Tal vez ahora mismo no estaría sufriendo, las heridas que me has clavado son demasiado fuertes, tardaran en curarse de seguro….
Quiero ya no amarte y enterrar este dolor….
Porque soy yo el mismo que las ha provocado, soy yo el que cegado y realmente crédulo de tus palabras seductoras fui el que ignoro las otras, las que me revelaban la verdad, y es que no es la primera vez que creía haberlo escuchado, los últimos se hacían seguidos… y yo simplemente lo negaba con algo tan falso como no haber escuchado bien, lo había negado….
Quiero ser como tú, quiero ser yo el fuerte
Y todo por querer jugar al domador de animales, al capaz y fuerte que lo puede todo, en verdad que me había equivocado, si hubiera adivinado que perdería desde el primer momento jamás te hubiera tocado ni hubiera dejado que me tocases… Jamás hubiera dejado que un simple salvaje como tú me enamorase, me sedujese y me atrapase, y todo… porque tenías hambre….
Quiero que el amor al fin conteste
¿Por qué siempre soy yo el de la mala suerte?
En verdad que era un verdadero cojudo y cabron al que le encantaba cosechar sus propias tempestades…. En verdad que era….
-ya llegue, espero que estés preparado-….. De lo peor, peor que un cabron.