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Nuestra Pequeña Rutina por lakyday

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Notas del capitulo:

al fin juntitos >u<

Capítulo 16: "Una vertiginosa serie de sucesos, parte II".

 

Debía ser cuidadoso con sus palabras, ahora todo había cambiado y por ningún motivo debía subir a ese avión.

 

- ¿Qué ha ocurrido, maestro?

- Nada.

- ¿Seguro?... si es así entonces vámonos...

- No... Quiero quedarme en Japón.

 

La tutora sonrió de medio lado con una pisca de malicia.

 

- ¿acaso esos niños le hicieron cambiar de parecer?... ¿Kyu-kun lo hizo?

 

Un escalofrío le recorrió la espalda al escuchar el nombre de su persona especial salir de esos labios malvados, lo cual era un signo de que el moreno estaba totalmente identificado por Meiosei.

 

- Estás equivocada es MI decisión...

 

La mujer sonrió con burla.

 

- no puede esperar que luego de al fin recuperarlo le dejemos abandonarnos otra vez, Príncipe.

- no he dicho eso... no volveré a casa de Kyu sino a la mía, también volveré a la DDS y retomaré mis deberes.

 

La mujer lo miró a los ojos con una macabra sonrisa de medio lado, sin decir una palabra.

 

"¡Vamos, maldición! ¡Todo volverá a ser como antes! ¡Es justo lo que quieres, Yurie! ¡Responde de una maldita vez!" pensaba el azulino desesperado por la incertidumbre, en su fuero interno claro, puesto que no podía mostrar ni una pisca de aquello en el exterior, frente a su tutora.

 

- Escuche muy bien, Maestro... su abuelo estaría feliz de saber que todo volverá a ser como antes y tomaría este episodio como una simple rabieta de un niño malcriado, pero Anubis no.

 

Esas palabras le cayeron como un balde de agua fría y una angustia le asaltó el corazón.

 

- él querrá saber qué sucedió. Qué o quién ejerce tanta influencia sobre el heredero, que puede hacerle cambiar de opinión en tan solo un segundo. Y créame que no querrá que lo averigüe.

- habla claro, Yurie.

- nos quedaremos en Japón, como si nada hubiera ocurrido. Y Yo encubriré su relación con Kyu en tanto usted no me abandone.

 

¿Relación? ¿Era posible que Yurie se hubiera dado cuenta de todo? Prefirió pensar que no, que se refería a su amistad.

 

El trato era muy generoso y por lo mismo sospechoso. Era un alto precio el que debía pagar por la protección de Kyu, mas era lo justo. ¿Debía hacer trato con el demonio?

 

 

...

 

 

Había caído la noche y los aspirantes a detectives decidieron dejar de buscar a su amigo. Llevaban horas haciéndolo de día y la noche no iba a mejorar esa situación.

 

- Iré  a su casa –declaró megu.

- Kyu seguramente quiere estar solo, déjalo en paz –habló kintaro- podemos llamar a su casa más tarde.

- ¡Ustedes déjenme en paz! ¡No entienden nada! ¡Kyu debe estar destrozado!

- Megu, él sabía cuáles eran las dos posibilidades y decidió correr el riesgo –exclamó Kazuma pausadamente.

- Megu, date por vencida. No hay nada que puedas hacer. El corazón de Kyu no te pertenece y no tienes ningún efecto sobre él. Ninguno de nosotros podrá consolarlo así que al menos hagamos como que nada ocurrió y dejémosle por lo menos conservar su dignidad.

 

Las palabras de Touyama fueron una puñalada certera. La pelirrosa apretó la mandíbula de rabia y tristeza, porque el chico tenía toda la razón y odiaba que fuera así. Odiaba que le hubieran arrancado de las manos el corazón de Kyu. Odiaba no haberlo podido evitar, ni siquiera predecirlo. Odiaba que Kyu tuviera que sufrir cuando junto a ella hubiera sido tan feliz. Odiaba a Ryu.

 

- Vamos, megu… Te iré a dejar a tu casa.

 

 

 

...

 

 

Kyu había vagado toda la tarde. Ahora de noche, comenzaba a hacer frío y decidió volver a su casa. Pesó que caminar y respirar aire fresco le ayudaría a pasar las penas, pero no había servido en absoluto. Le dolía tanto, sentía su corazón quebrado en un millón de fragmentos. Y es que traicionar lo último que quedaba de su amistad y ser rechazado, perder aquella misma junto a la persona que se transformó en la fuerza para levantarse a diario, todo en el mismo día, en el mismo instante, era insoportable.

Las luces de su casa estaban encendidas, así que cuando abrió la puerta para entrar sabía que su madre lo estaría esperando dentro.

 

-Hijo, por fin llegas, me tenías preocupada ¿Cómo estuvo tu día?

- bien… fuimos a despedir a Ryu al aeropuerto –trató de esbozar una sonrisa, pero en el rostro de su madre pudo leer que no lo había hecho nada bien.

- qué alegría… ven, vamos a cenar, hice tu plato favorito.

- no tengo hambre –se excusó mientras se dirigía a la escalera que llevaba a su cuarto.

- Kyu, esta mañana no comiste casi nada y estoy segura de que hoy no te has alimentado bien, ven a cenar.

- okasan –la mujer le miró alerta, pues su hijo raramente usaba esa palabra para dirigirse a ella- no tengo hambre, gracias.

 

Acto seguido el peli verde subió a su habitación.

 

Se dejó caer en su cama sin siquiera haberse tomado la molestia de encender la luz. No había sido una buena idea volver, pensó, ya que su habitación guardaba una gran cantidad de momentos que pasó con el dragón. Pero él ya no estaba. Solo su recuerdo, impregnando cada rincón. Y aquel futón, única prueba de que alguna vez él conoció a esa persona tan hermosa que le robó el corazón y… después lo abandonó por el camino. Las lágrimas descendieron por sus mejillas, en silencio. Se sentía como aturdido, seguramente debido al dolor.

 

Se puso de pie y fue al ropero donde estaba guardado aquel futón, sacó una de las mantas y se fue al balcón. Se sentó en el suelo y se envolvió en ella. Entonces se dio cuenta de que aún tenía un leve rastro del aroma de Ryu. Su corazón se dobló de dolor y él, por primera vez, estalló en llanto aferrándose a esa tela con toda su alma, ahogándose en sollozos y lamentos.

 

 

 

No sabía cuánto tiempo había estado ahí, solo veía que las estrellas eran más abundantes y nítidas. Comenzó a cerrar los ojos, vencido por el cansancio de tanto llorar. Estaba quedándose dormido cuando dos golpecitos en el ventanal a su espalda le pusieron en vigilia de nuevo. Sería su madre insistiendo con la cena. Sin embargo, al ponerse de pie y mirar hacia dentro, enorme fue su sorpresa al ver a la razón de su desgracia iluminado por la luz de la luna a través del vidrio. Éste le sonrió como nunca antes y deslizó el cristalino que los separaba para acercársele y, sin previo aviso, asaltar sus labios con un atrevido beso. El moreno cerró los ojos y tomándole de la chaqueta a la altura del pecho le atrajo hacia él, haciendo chocar sus cuerpos. No le importaba si era tan sólo un sueño, no le importaba para nada, lo único que quería era tener a Ryu así tal cual lo tenía ahora, devorándole la boca en un beso teñido de necesidad, de pasión y de correspondencia al fin y al cabo. 

 

Cuando no pudieron contener más la respiración, se separaron unos centímetros apoyando sus frentes. Kyu aún lo agarraba de la ropa y Ryu lo sostenía de la cintura. Ambos jadeaban por un poco de aire.

 

- ¿esto es un sueño? –susurró sin atreverse a abrir sus ojos.

- no lo es. Kyu, mírame. Estoy aquí contigo –le habló entre jadeos.

 

El peli verde le obedeció y le miró a los ojos.

 

Para el dragón esa mirada dorada lucía más bella que nunca, teñida de dulzura, fragilidad, alegría y... amor.

 

Luego el moreno le abrazó por sobre los hombros y ocultó ahí su rostro por el cual se deslizaban un par de lágrimas de felicidad.

 

- Te amo, Kyu, te amo tanto… tanto que no soportaba que fueras de megu –le susurró al oído.

- yo también te amo… lo que pasó con megu… le conté todo y terminé con ella, pero entonces aparecio Yukiko-san y...

-creo que ya comprendo...

 

Kyu sonrió aliviado.

 

 

**********************************************************************

 

Una vez aceptado el trato que Yurie le ofreció, volvieron a su hogar. La mujer hizo varias llamadas, para que la casa volviera a ser habitable nuevamente. Debió darle la noticia a su abuelo por videoconferencia, el cual estaba un poco enojado, pero complacido finalmente así que no fue para nada severo con él. Sin embargo, cuando quiso salir de allí para ir con Kyu, Yurie se lo impidió. Aún desconfiaba de su palabra y pensaba que a cualquier oportunidad el heredero se marcharía nuevamente con aquel joven común y ordinario, que nunca estaría a su altura. Le vigiló durante toda la tarde, mientras él trataba de actuar lo más normal posible y ponía en orden otra vez todas sus cosas.

 

- Yurie, no conseguirás nada con esa actitud… -le habló dándole la espalda a la mujer, quien veía apoyada en el marco de la puerta de la habitación como su pupilo ordenaba sus pertenencias.

- puede que piense que lo tengo en la palma de mi mano, Príncipe, pero yo no lo veo de esa manera –habló arrastrando las palabras.

- ¿ah, sí?

- sí, yo solo quiero que confíe en mí y en que sé qué es lo mejor para usted.

- y Kyu no lo es… -dijo el tratando de adivinarle el pensamiento.

- lo es, mientras sea su motivación para continuar con sus deberes, lo es. Pero Anubis no lo entendería.

- entonces déjame ir con él.

- le confieso que temo que me abandone.

- Yurie, no lo haré. Y no puedes mantenerme cautivo porque entonces sí me marcharé.

- Antes era tan obediente, Maestro.

- antes era un niño. Ya no y sé cómo usar mi poder.

 

La mujer sonrió de gusto por esas palabras, dignas del Heredero. Luego se marchó de la habitación susurrando:

 

- Adelante…

 

Entonces Ryu no perdió más tiempo y salió de allí. Cuando estaba lo suficientemente apartado comenzó a correr con todas sus fuerzas hacia la estación para llegar lo más rápido posible a la casa de Kyu. Era el único lugar en donde podía encontrarlo.

Una vez retomado el camino continuó con su carrera. Ya era de noche. Frente a la casa que figuraba como su objetivo inspiró para darse ánimos, luego  atravesó el jardín y tocó la puerta. Tras unos eternos segundos de espera apareció la Señora Renjou.

 

- ¡Ryu-kun! ¡creí que…

- ¿está Kyu? –preguntó sin rodeos.

 

La mujer sonrió.

 

- sí, está en su habitación ¿quieres que lo llame?

- no… -necesitaba algo de privacidad- ¿puedo pasar?

- ¡oh! ¡Claro, claro! Ve, ya conoces la casa- le incitó con ánimo y felicidad.

- Gracias, permiso.

 

Subió las escaleras corriendo y entró al dormitorio. Estaba vacía y la luz apagada. Su corazón golpeaba contra su pecho por el esfuerzo. Y entonces lo vio acurrucado en el suelo del balcón. Se acercó lentamente. Si estaba sufriendo por su culpa no quería ver, pero debía remediarlo. Golpeó dos veces el ventanal y Kyu se removió. Cuando lo tuvo en frente con expresión sorprendida no pudo contenerse más, olvidó el discurso y pasó a la acción.

 

Cuantas veces había soñado con esos labios, esos labios que ahora le recibían gustosos y plenamente entregados a su merced. Siempre imaginó que su primer beso con él sería tierno y algo romántico, pero al sentir como aquellos labios presionaban contra los suyos, correspondiéndoles, sus bajos instintos le dominaron y no pudo evitar devorarle la boca embriagado de pasión y placer.

 

 

**************************************************************************

 

 

Kyu levantó la cabeza desde el hombro de Ryu y se acercó a sus labios. Ahora que sabía que su amigo sentía lo mismo que él, podía besarle y regodearse en ello sin reparo. A diferencia de la vez anterior, el de ojos grises no dudó en corresponderle. Así unieron sus labios nuevamente en un beso más calmado ésta vez, saboreando y disfrutando el momento, la nueva cercanía inexperimentada de sus cuerpos y el suave contacto de la dulce caricia. Era una sensación maravillosa y muy íntima. Al moreno le temblaba levemente el labio inferior por los nervios, pero más allá de eso se sentía muy aliviado y sobretodo muy feliz.

Cuando se separaron, el peliazul tomó el sonrojado rostro del moreno entre sus manos, limpiando son sus pulgares cualquier vestigio de lágrimas.

 

- tengo algunas preguntas que hacer... ven -le indicó el dragón.

 

Entonces hizo que Kyu se sentara entre sus piernas, con la espalda apoyada en su torso y su propia espalda apoyada en el ventanal. Así quedaron abrazados, cobijados por la tela, mientras que entre una amena conversación compartían besos traviesos, de felicidad y apasionados. 

 

continuará.....

Notas finales:

siii >u< toy feliz de poder avanzar hasta este punto, espero que les haya gustado y que comenten :DDD chau!


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