Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuestra Pequeña Rutina por lakyday

[Reviews - 64]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

hola, sali de vacaciones así que retomé esta historia que planeo ya terminar en los proximos meses. Espero que les guste de que se trata este capítulo, primero no estuve segura pero despues se me ocurrieron un par de ideas que me motivaron mucho!

eso, ojala les guste :)

 Capítulo 25: “Un respiro sólo para nosotros dos, parte I”

 

Era un dia domingo, el cielo estaba nublado y el ambiente algo frío. Había pasado un poco más de una semana desde que Kyu se había presentado de improviso en la casa de Ryu. Las cosas entre ellos iban bien desde entonces, mucho mejor incluso porque la relación entre Megu y el dragón por fin se estaba liberando de tensiones y recelos. Eso tenía al peliverde muy contento y despejado, aún cuando naturalmente era menor el tiempo que compartía con Ryu en comparación a su relación anterior. Por su parte, Ryu estaba aprendiendo a lidiar con todo la carga que Yurie le había puesto y veía como discreta y gradualmente la mujer iba disminuyendo sus labores, él sospechaba que la razón era Kyu y su visita inesperada que hizo a su mentora comprender que era inútil tratar de alejarlo de sus compañeros, que ya no había vuelta atrás.

Ryu se observó a sí mismo por última vez en el reflejo del ventanal. Estaba nervioso, pero todo lucía en orden. Vestía unos jeans azules apitillados con zapatillas café, para arriba una ajustada camisa tipo leñador color celeste y blanco  que tenía un bolsillo a la altura del pectoral izquierdo color gris, con los primeros dos botones desabrochados por lo cual se podía ver su colgante entre la ropa. Sobre ella una chaqueta ligera color gris abierta. Sus antebrazos despejados debido a las mangas arremangadas y en su muñeca izquierda llevaba puesto un bonito reloj de pulsera negro junto al regalo que le había dado Kyu en la playa, aquella hermosa pulsera de cuero y metal. Por último su pecho era cruzado por la tira de un discreto pero costoso bolso de cuero café. Se pasó la mano por el cabello fugazmente y se decidió a tocar el timbre. Después de momento de espera apareció desde adentro la madre de Kyu invitándolo a pasar. Él cruzó el antejardín e ingresó a la casa.

 

- Ohayou, Ryu-kun! –lo saludó alegremente la mujer acariciando cariñosamente su mejilla- no puedo creer cuanto has crecido y mira qué guapo estás!

- arigatou, pero no he cambiado desde que me fui, no ha pasado tanto tiempo –respondió el dragón apenado.

- bueno, para mí se siente como si hubiesen pasado años desde que no te veía… -le dijo mientras lo guiaba a la sala de estar- deberías venir más seguido…

 

Ryu sintió una punzada de culpa mientras se sentaban en dos sillones frente a frente.

 

- Ah, lo siento, no debí decir eso. Kyu ya me había dicho que estás muy ocupado…

- sí, un poco…

- y cuéntame cómo has estado? Estás bien con tu familia?

- ehh… sí, mejor supongo… el otro día hablé con mi abuelo y se aclararon algunas cosas- “por lo menos para mí” pensó en su interior.

- es cierto! Kyu también me contó sobre eso… me alegro, me quedo más tranquila entonces.

- al parecer Kyu le dice muchas cosas sobre mí –respondió bromeando.

- uf, no tienes idea! ese niño habla siempre de ti, todo el día! es como si no pudiera parar de pensar en ti, Jajaja!

 

El dragón sintió su rostro enrojecer gradualmente y al notarlo se llevó una mano para tratar de cubrir sus mejillas.

 

- hablando de esa ocasión… supongo que sabes que Megu-chan se quedó a dormir, no?

 

El azulino asintió brevemente con un nudo en el estómago, puesto que no le gustaba nada hacia donde estaba yendo la conversación.

 

- Entonces… tu sabes si ellos dos, es que hacían tan linda pareja!

- Kasan! –alzó la voz para callarla Kyu, quien venía entrando a la sala.

 

Lucía incómodo o más bien molesto y al encontrarse sus ojos con los del dragón le pidió disculpas con la mirada. Ryu sólo lo dejó pasar y se alegró de que aquella conversación fuera interrumpida.

 

- Por qué no me avisaste que Ryu había llegado…

- ay, ustedes se ven todos los días, yo sólo quería conversar un ratito a solas con Ryu-kun –respondió con los ojos cerrados sin arrepentimiento.

- ohayou –le saludó tímidamente el peliazul poniéndose de pie y permitiéndose examinarlo de pies a cabeza.

- ohayou…

 

Kyu  usaba pantalones estilo militar con muchos bolsillos versión gris y unos discretos bototos negros. Para arriba una musculosa blanca con una Q delineada en negro en el centro y sobre ella una camisa abierta lisa, de un bonito color naranja oscuro. En el brazo llevaba una sudadera con cremallera de un naranja negro y en sus muñecas se veían varias pulseras entre las cuales estaba la que Ryu le había obsequiado. Se veía más guapo de lo que cualquiera hubiese imaginado.

La madre de Kyu se puso de pie igualmente pero de pronto surgió una atmósfera en la que sintió que estaba sobrando ahí. Los chicos se habían quedado en silencio, el dragón distraído observando a su compañero y el moreno rogaba internamente por que su madre los dejara solos.

 

- Y bien, ¿ustedes no iban saliendo? - preguntó la mujer algo molesta por ser excluida.

- s-sí, ya nos vamos entonces… -reaccionó nervioso el moreno.

 

Se despidieron y salieron de la casa rumbo a la estación de metro. Cuando iban caminando por la calle, apenas surgió la oportunidad Kyu se disculpó:

 

- Oye, no sé qué te habrá dicho mi mamá, pero no la tomes en cuenta… por favor…

- tranquilo, no tienes que disculparte porque llegaste en el momento preciso –e tranquilizó el dragón.

- menos mal…

 

Ryu advirtió como la mirada que Kyu le había estado sosteniendo se desviaba hacia abajo levemente. Supo instantáneamente que Kyu estaba mirando sus labios y lo hacía muy descaradamente. Su corazón dio un brinco ¡Adoraba la transparencia de aquel chico!

Hubo un pequeño silencio en el que el peliverde reaccionó mirando a otro lado y luego pareció dudar en hablar, hasta que después se resolvió a decir:

 

- Te ves muy… guapo… Ryu…

 

Lo había dicho! Al fin lo había dicho! Su corazón latía a mil por hora pero se lo había dicho.

 

- g-gracias… - se sonrojó el peliazul- tú también te ves bien… muy bien…

 

Kyu rio un poco nervioso y respondió:

 

- Debe ser porque no estás acostumbrado a verme sin uniforme…

- no, es en serio, Kyu… -le aseguró mirándolo con media sonrisa.

 

Entonces el moreno no pudo sostenerle la mirada, se sentía demasiado feliz de gustarle a Ryu.

 

- Bueno… es nuestra primera cita después de todo… -respondió con el pecho a punto de estallarle de la emoción, ¡oh, dios! ¡Ahora sabía a qué se referían cuando hablaban de las mariposas en el estómago! Estaba tan feliz que podría morirse ahí mismo.

 

Hace algunos días atrás la madre del moreno había llegado a la casa, después del trabajo, con un folleto que le habían pasado en la calle y que había guardado para su hijo. Al leerlo Kyu pudo entender de qué se trataba. Era la publicidad de un evento dedicado a la literatura de misterio en donde los autores venderían, leerían y firmarían sus obras, además habría un  ciclo de cine dedicado a las novelas de misterio, donde mostrarían 5 adaptaciones a la pantalla grande de obras recientes y muy populares. Además habría un concurso donde los participantes debían descubrir quién era el asesino antes de que la película terminara y se sortearían los premios entre los ganadores. En cuanto supo todo esto, Kyu se entusiasmó muchísimo y al otro día se lo contó al dragón en la escuela. A Ryu también le había parecido muy interesante, pero pensaba que hubiera sido genial ir ellos solos. Pasó todo ese día esperando que el moreno sacara el tema para los demás, sin embargo, eso nunca sucedió.

 

- Kyu, no le has dicho a los demás sobre el evento –observó confundido el peliazul cuando iban caminando a la salida de la escuela.

- para qué?... Quieres ir con ellos? –respondió con un puchero.

- ese no era el plan?

- qué? no!… R-Ryu… -le dijo bajito y sonrojado- es una cita…

- oh… -exhaló el dragón mientras una cálida sensación iba entumeciendo su cuerpo- ya veo… -sonrió ante su error- genial, porque yo quería que fuéramos los dos solos…

 

Kyu le sonrió de vuelta con gesto cómplice.

 

 

Y ahí estaban después de todo, subiendo al vagón del tren rumbo al bendito evento. Como era día domingo estaba casi vacío, habían muchos asientos libres y las personas estaban distribuidas distanciadamente. Se sentaron uno al lado del otro como cualquier pareja de amigos.

 

- Kyu, no sé si debería preguntar esto ahora –habló indeciso pero mirando directamente a su hermoso peliverde.

- qué es? –respondió dándole confianza con la mirada para hablar.

- sobre tu madre… qué piensas?... deberíamos decírselo?...

 

El moreno se sorprendió por la delicadeza del tema, pero a estas alturas no tenerlo conversado era una tontería.

 

- yo… no lo sé… -honestamente no tenía idea, nunca pensó en estar en una situación así.

- escúchame, Kyu –le habló con un tono de voz suave y acorde con lo que discutían- yo sé que tú necesitas ser honesto con todos, pero no quiero verte sufrir si tu madre no lo toma bien… eres su único hijo y su única familia después de todo… por eso pienso que es mejor esperar. Aún somos jóvenes y dependemos de otras personas, estando así no podemos tomar decisiones completamente por nosotros mismos…

 

El dragón no sabía qué pasaría cuando Kyu supiera la verdad, quizás al final decirle a su madre sería en vano cuando el moreno lo expulsara de su vida. Además tampoco sabía qué sería de él mismo si algún día tuviera el poder para luchar contra Meiosei. Definitivamente no tenía idea cómo acabaría su historia juntos, por eso era mejor proteger a Kyu hasta el fnal.

 

- entiendes lo que quiero decir?

 

El peliverde se tomó unos segundos para responder.

 

- Sí, creo que sí…

- no es que quiera mantenerte en secreto, yo sólo… quiero protegerte…

- está bien… -habló con convicción- yo entiendo y… probablemente es lo mejor.

 

Ryu respiró aliviado, pensó que sería más difícil convencerlo y había ensayado un gran discurso que ahora se sentía libre de desechar.

 

- te amo, Ryu… -le susurró bajito, con un poco de angustia al imaginarse en tan desastrosa situación.

- yo también te amo, Kyu, no te imaginas cuánto…

 

Le dijo de vuelta tomando su mano con la propia y apretándola con cariño a modo de consuelo. Ambos tuvieron que resistir las propias ganas de besar al otro.

 

- ya que estamos hablando sobre esto… -se aventuró a decir Kyu- qué pasa con tu prometida?

 

En la misma posición en la que antes estuvo el moreno, el corazón del dragón se detuvo un poco. Luego cuando hubo analizado muy bien qué responder, le dijo:

 

- yo… debo confesarte que antes no tenía ninguna objeción en casarme con ella –el corazón del peliverde dolió sólo un pedacito- pero desde que te conocí, Kyu, hay muchas cosas que han cambiado…

 

Lo miró directamente a sus maravillosos ojos dorados que le robaban el aliento.

 

- si tú me amas, entonces ella está muerta para mí…

 

Dictó con determinación. Kyu se sintió verdaderamente alagado y no pudo evitar una sonrisita de vergüenza.

 

- Qué? dije algo malo? –preguntó confuso el dragón.

- no… -sonrió ahora aliviado- sólo…

 

¡ay, Dios! ¡¿qué iba a hacer?! Tenía tantas ganar de besarlo!! Quería contenerse por estar en público, pero sabía que no podría…

 

Entonces pasó que súbita y suavemente Ryu se acercó y tomó sus labios entre los suyos. Kyu cerró los ojos al instante abandonándose a esa maravillosa sensación, el toque de sus labios cálidos, blandos y un poco húmedos le hacían estremecer. Le respondió pronto chupando su labio inferior y rompieron tranquilamente el beso.

 

- R-Ryu! –le susurró alarmado al darse cuenta de lo que había pasado.

- lo siento… no pude contenerme…

- sí… yo tampoco…

 

La dicha de que Ryu se sintiera exactamente como él, que lo necesitara tanto como él, era incomparable. Nunca había estado más feliz en su vida y nunca pensó que alguna vez experimentaría algo así. Estaba sobrecogido por la intensidad de sus sentimientos por él, pero si aquellos eran correspondidos entonces no tenía miedo a nada.

Se sonrieron cómplices y luego rieron como los dos adolescentes enamorados que eran.

 

continuará...

Notas finales:

no es tan largo como lo quería pero tuve que cortarlo ahí, ese era el final perfecto para la primera parte. Como siempre sus comentarios son bienvenidos

besos! chau! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).