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Nuestra Pequeña Rutina por lakyday

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Notas del capitulo:

HOLASSSS!!

espero no me hayan olvidado jeje nnU

vengo con el que ha sido, por lejos, el capitulo más dificil de escribir x,x 

tuve que investigar tácticas de rescate, de lo cual no sabía nada de nada y le puse empeño, así que espero que me haya quedado decente esa parte...

ehm... además el capitulo al final me salio tan largo que lo dividí en dos y no os preocupeis que publico los dos altiro, la idea es leer todo de tirón para no perderse... Así que considerenlo como una disculpa por tardar tanto en actualizar x^x (el subir dos capis) lo siento....

 

no doy más la lata y dejo el capitulo :DDDD

Capítulo 5:  “Lo que hay en el lado oculto del corazón, parte II”.

 

En la playa había bastante gente y aun así no estaba atestado, por lo que no les costó mucho trabajo encontrar un lugar donde instalarse con dos quitasoles y las toallas.  Corría una fresca brisa salada, el agua era azul y clara y la arena blanca y fina.

Además el sol pegaba fuerte, por lo que Megumi tomó a  Kyu y a Kazuma y les aplicó mucho fotoprotector encima, como toda una madre. Este último se dejó hacer, a pesar de que refunfuñaba puesto que se sentía tratado como a un niño pequeño.

Por otro lado, kinta dejó en claro que él no se pondría nada de nada,  argumentando que los hombres de verdad no usaban esas tontas cremas y que se iba a ver ridículo frente a las chicas que trataría de conquistar, etc. etc.  Y acto seguido se fue a recorrer la playa buscando un buen lugar donde zambullirse y conocer chicas.

Por su parte, la pelirrosa pidió a su novio que le devolviera el favor a lo que éste, tal inocente y puro que era, no tuvo drama en dispersar el producto sobre su delicada espalda con una sonrisa de oreja a oreja, mientras pensaba que curiosamente, si Ryu hubiera sido quien se lo pidiera, hubiera muerto de la vergüenza.

En ese momento Alicia vio la oportunidad perfecta para hacer lo similar con Ryu.

 

-  ¿Amakusa-kun quieres que te ayude? –le preguntó con una sonrisa adorable, haciendo que el de visos se detuviera a mirarlos, expectante por la respuesta.

 

El dragón, en general, se sentía bastante incómodo ante el contacto físico con las personas, sobre todo aquellas desconocidas, probablemente asociado a la falta de costumbre. Sin embargo, hubiese sido muy grosero de su parte haberse negado, aún más tomando en cuenta la actitud amistosa y desinteresada con que había sido hecha la interrogante.

 

- uhm… está bien… muchas gracias.

 

A Kyu le asombró de sobremanera la respuesta, lo cual se reflejó en su rostro durante unos escasos segundos antes de que retomara su tarea, tratando de aparentar que nada pasaba. Dirigiéndoles una mirada de reojo, pudo ver como la chica vertió una porción de protector en sus manos y procedió a aplicarla en la amplia e incólume espalda del peliazul. En el mismo instante en que aquellas delgadas articulaciones tocaron la piel del de ojos grises, una abrasadora sensación de malestar se apoderó secamente de él. Su estómago se revolvió y su interior ardió en una emoción desconocida. Entonces dominado completamente por ella concluyó su labor apresuradamente mientras que con un gruñido muy impropio de él, fruto de la irritación que sentía, les anunció que entraría al agua.

El dragón, la pelirrosa y Kazuma intercambiaron miradas extrañadas que luego dirigieron hacia la otra muchacha cuando habló de forma casual:

 

- Renjou-kun debería tener más cuidado, el suelo en esta parte de la playa tiene depresiones peligrosas.

 

Al oír estas palabras Megumi se puso de pie y llamó al peliverde. Pero éste al parecer no le escuchó, porque siguió internándose en el mar sin siquiera mirar atrás. Ryu fue más diligente y al notar que su amigo no contestaba fue tras él rápidamente.

 

- ¡Kyu! – le llamó sin obtener repuesta- ¡OYE, KYU! ¡ESPERA! – insistió con el corazón en un nudo.

 

Cuando vio que el agua le estaba cubriendo a la altura del pecho iba a comenzar a correr para alcanzarlo, sin embargo, antes de que pudiera hacer algo vio al peliverde desaparecer en el intervalo de un pestañeo. Su cuerpo se paralizó súbitamente durante el cortísimo instante que le tomó a su mente entender la situación  y luego todas sus alarmas se dispararon. Corrió con todas sus fuerzas para acercarse al lugar donde vio a Kyu por última vez, sintiendo su cuerpo terriblemente pesado y lento. Entonces tomó aire y se sumergió en el mar. Bajo el agua trató de divisarlo, sintiendo que también sus ojos se movían demasiado lentos y su vista tardaba en enfocar. Además su corazón se encogía dolorosamente a cada segundo que pasaba sin vislumbrarlo.

En esa vorágine de sensaciones logró divisar una sombra entre las aguas. Supo de inmediato que se trataba de Kyu, así que sacó su cabeza fuera del agua, tomó una gran bocanada de aire y volvió a sumergirse para, en seguida, nadar hacia él lo más rápidamente posible. Una vez estuvo lo suficientemente cerca, le vio agitar los brazos y las piernas tratando inútilmente de ascender a la superficie. Entonces, siguiendo sus conocimientos de rescate, se ubicó a su espalda, enredó sus brazos por debajo de los suyos para inmovilizarlo, con una de sus manos le alzó el mentón para lograr la mínima obstrucción del conducto respiratorio y juntó sus bocas para transferirle oxígeno. Acto seguido lo arrastró a la superficie. Una vez allí comenzó a nadar hacia la orilla lo más rápido que le dieron las piernas, mientras trataba de tranquilizar a Kyu y le hacía preguntas para reunir información sobre su condición, dándose cuenta de que en algún momento había perdido la conciencia probablemente por el shock. Logró llegar  en tiempo récord, ejecutando una impecable técnica de rescate, y con ayuda de Kinta -quien había vuelto tras notar a la distancia la extraña atmósfera- lo acostó en la arena. Verificó que estuviera respirando y luego lo posicionó de costado con la cabeza en el punto más bajo para que votara el agua.

El peliverde abrió levemente los ojos aún sin recuperar completamente la conciencia y en esa confusión sintió que algo subía desde sus entrañas e instintivamente se volteó mirando al suelo para expulsar lo que parecía agua, pero que le quemaba a horrores por dentro.

El dragón sintió un alivio tan grande cuando el moreno reaccionó que se quedó sentado sobre la arena mirando como éste tosía y tosía en un esfuerzo instintivo de su cuerpo por expulsar hasta la última gota de agua. Así mismo, los demás volvieron a respirar luego del denso momento de incertidumbre. Megumi se arrodilló al lado del peliverde en cuanto éste se compuso, le abrazó un poco más aliviada, luego le tomó del rostro inquieta y le preguntó cómo se sentía, si le dolía algo, si tenía frío y otras cosas más que el moreno no entendió a cabalidad, pues todo en lo que podía pensar, lo que llenaba completamente su cabeza, era la sensación de la boca de Ryu aprisionando la suya.

 

- ¿Kyu te sientes bien? ¿qué fue lo que pasó? –le interrogó nuevamente la pelirrosa al no obtener respuesta.

- bien… solo… dame algo de tiempo para recuperarme –le respondió jadeando.

 

La última interrogante por parte de megu lo hizo revivir la situación previa a meterse en el mar, junto a los sentimientos que habían aflorado en él y los cuales resurgieron cuando vio que Alicia se arrodilló al costado de Ryu, le preguntó cómo se encontraba y acto seguido le tomó de la mano diciéndole lo extraordinario que había estado, con una sonrisa teñida de complicidad y enamoramiento. Frente a esto no pudo evitar dirigirles una mirada de molestia, aún sin siquiera entender por qué se sentía de esa manera. Entonces su vista se cruzó con la del dragón y sin saber cómo disfrazarla optó por desviarla y tratar de aparentar que nada le pasaba.

Ryu sintió encogerse a su corazón al notar como Kyu le veía molesto para luego esquivarle la mirada. Sin embargo, no le sorprendía en absoluto, ya que había sido el responsable de este accidente, pensaba. Él le había dado su palabra, asegurándole que lo iba a cuidar para que nada le sucediera y había fallado absolutamente. Por lo tanto, era comprensible que el moreno estuviera enojado con él cuando hace unos minutos pudo haber perdido la vida por su causa. A esa conclusión llegó Ryu, ajeno a todas las contrariedades que su amigo realmente sentía.

 

- ¿Kyu, estás bien? –preguntó kinta.

- quizá deberíamos llevarte al hospital… - dijo megu,

- deberíamos decirle sobre esto a su madre ¿no? – propuso Kazuma.

- ¡ALTO, ALTO! ¡esperen un segundo!... – exclamó alarmado, batiendo sus brazos y haciendo que los jóvenes le miraran expectantes- estoy perfectamente, nada grave me ha pasado, sólo fue un susto… así que ni una palabra de esto a mi madre –advirtió con determinación- sólo lograría preocuparla en vano. Además, no me siento tan mal como para ir a un hospital… miren… no dejaré que esto arruine nuestro viaje, así que no se preocupen más por mí ¿sí?

 

A ninguno le agradó demasiado la propuesta. Mas la pelirrosa saltó en su defensa y apoyo, entendiendo lo mal que se sentiría Kyu si todo se cancelara por su culpa.

 

- está bien… -los demás la miraron con incredulidad y un atisbo de reproche- si tú dices que no ha sido nada grave entonces está bien, pero ahora vienes conmigo al hotel porque necesitas descansar y reponerte ¿de acuerdo? –habló con un tono de voz irrefutable.

- ¡entendido! –expresó con una sonrisa.

 

Luego se puso de pie dispuesto a seguirla.

 

-  Ustedes, chicos, no se preocupen. Yo cuidaré de Kyu. –les dijo con una sonrisa para tranquilizarlos.

 

Acto seguido,  la pareja recogió sus cosas y se dirigió al hotel.

Ryu planeaba ir con ellos, puesto que no estaba de acuerdo en que el moreno no recibiera un chequeo médico, al menos uno rápido. Además quería pedirle disculpas por haber faltado a su palabra y ser el responsable de todo ese desastre. Sin embargo, cuando dio los primeros pasos Alicia le detuvo, sujetándole del brazo.

 

- ¿A dónde vas, Amakusa-kun?

- voy a volver al hotel para hablar con Kyu –le dijo esperando que le soltara.

- no te vayas… ellos no te necesitan –le dijo con liviandad y sin malas intenciones- Megumi-chan es la novia de Kyu y se hará cargo de él, así que estará bien sin ti… mejor quedémonos disfrutando del mar ¿no fue eso lo que vinimos a hacer?

 

Al dragón no le gustaron para nada las palabras de la muchacha, ya que le parecieron hirientes de alguna manera. Miró a sus amigos alejarse. En realidad Alicia tenía razón, probablemente no sería agradable para su amigo que él anduviera a su alrededor mientras estaba enojado. Ante su conjetura dio un suspiro de resignación y decidió quedarse al lado de la chica.

 

 

 

 

Durante el resto del día Kintaro, Kazuma, Alicia y Ryu estuvieron en la playa. A pesar de que el ánimo colectivo no era el previo al accidente, trataron de hacer lo que Kyu les pidió y disfrutar igualmente el viaje en lo posible, además de que confiaban en que Megumi cuidaría bien de su amigo.

Al atardecer volvieron al hotel y se reunió el grupo completo para cenar en el comedor del recinto. Era un lugar muy amplio, las paredes eran atravesadas por grandes ventanales por donde entraba la cálida luz del sol a punto de ocultarse y la decoración era fresca y rústica.

Kyu recordó que no le había dado las gracias a su amigo por salvarle de ahogarse, por lo cual decidió que se sentaría junto a él para hacerse la oportunidad. Sin embargo, cuando cada uno tomó su lugar en la mesa donde cenarían y él, dispuesto a seguir su estrategia, empuñó el espaldar de la silla al lado de Ryu para moverla y hacerse un espacio donde sentarse, notó que por el otro extremo hizo igual otra mano. Levantó la cabeza y se encontró con el rostro de Alicia.

 

- ¿Renjou-kun, por qué no me cedes el lugar y vas a sentarte al lado de tu novia? –propuso la chica con una sonrisa fingida.

 

Esto irritó mucho al peliverde, puesto que sabía que la joven había pasado toda la tarde pegada al dragón y encima ahora, no estando satisfecha con eso, le quería robar SU puesto al lado de SU Ryu.

 

- No quiero –le respondió serio y cortante, viendo claramente en la expresión de Alicia que no esperaba esa respuesta.

 

En ese punto el ambiente general se tensó y entonces Ryu intervino:

 

- ¿Kyu, pero qué dices? Sólo dale el lugar –trató de bajar la tensión dirigiéndole una sonrisa que se mezcló involuntariamente con la incomodidad que sentía.

 

Le dirigió esa mirada dorada teñida de incredulidad ante sus palabras. Luego con un chasquido de lengua se marchó del local.

“Increíble, realmente la prefiere a ella” –pensó

 

Adentro los demás quedaron en silencio, atónitos ante la situación tan surrealista.

 

- ¿Le habrá entrado agua al cerebro? –preguntó Kintaro sin cambiar su expresión.

 

Entonces Megumi salió tras del peliverde. Lo encontró sentado en unas escaleras a unos cuantos metros del local.

 

- ¡¿Kyu qué fue eso?!  -le interrogó entre estupefacta y enojada.

- tsk… sólo me molestó que ella se aproveche de la amabilidad y cortesía de Ryu… ha estado todo el día con él…

 

La pelirrosa no pudo evitar dejar todo atrás y reír cariñosamente.

 

- ¿qué sucede? –le preguntó el moreno con un puchero.

- ¿qué no te da vergüenza ser tan trasparente? Obviamente estás celoso de Alicia ¡jajaja! Deja eso si sabes que Ryu te adora –le dijo con ternura en la mirada.

- oh…

“¡con que era eso!”-pensó el moreno-“¡¡no puedo creer que todo haya sido culpa de mis celos!! ¡Esta pelea y además el accidente de antes! ¡¡Incluso casi muero y fue por los celos!!”-sintió que su rostro comenzaba a ponerse rojo, estaba tan avergonzado- “¡¿Con qué cara voy a mirar a Ryu, ahora qué sé que todo el desastre que hice fue porque estaba celoso?!... ¡¿qué haré?!¡¿qué haré?!...”

 

Megumi que podía leer todos los sentimientos de Kyu en su rostro, le animó para que volvieran adentro y se disculpara con Alicia por su falta de cortesía, garantizándole que la situación no pasaría más allá de ser  una anécdota. Y así fue. Sólo que el peliverde no logró deshacerse ni de los celos ni de la vergüenza.

 

 

Continuará…            

(inmediatamente xD)

 

Notas finales:

Jojojojo! No sé por dónde saldrá el sol en las playas cerca de Tokyo, pero para mi comodidad lo puse como sucede aquí en Chile jijiji! sorry!


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