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Koiuta por PandaGorila

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Notas del fanfic:

¡Gracias por pasar a leer!  (ಥへಥ) ♥

Y dejen reviews. -u-

Notas del capitulo:

No es la gran cosa. ;3;9 

Desperté en la cama de un hospital, sentía que las paredes blancas venían sobre mí y me faltaba el aire. Mis brazos tenían inyectadas diversas agujas y en mi cabeza yacían como tapones a cada lado de la sien. No recordaba que había pasado, no sabía porque estaba ahí, no sabía…


- KWANG. –la puerta se abrió de golpe y un chillido mezclado de dulzura y emoción saltó a mis oídos. ¿Quién era? Pues…- Kwang –volvió a repetir ya cerca de mí. 

Sus facciones eran graciosas, parecía un niño aún. Yo sonreí pues no sabía que decir. Él sabía mi nombre así que por ende me conocía, solo que, en mi mente algo no encajaba. No sabía quién era. Por su mirada, él esperaba a que yo dijera algo, pero yo seguía hurgando en mi memoria. Nada. Me miró entrecerrando los ojos y salió de la habitación.

No fue más de diez minutos en lo que él regreso con un hombre, que parecía ser el doctor. Cogió mi cabeza entre sus manos y empezó a examinarme de diferentes maneras.

- ¿Puedes hablar? –asentí aunque no estaba seguro – Pues hazlo.
- Ah… –fue lo único que salió de mi boca apenas audible. El hombre me miró enarcando una ceja y solté la pregunta que desde que desperté tenía en mente- ¿Qué hago acá?
- ¿Sabes quién eres? –asentí nuevamente- ¿Sabes quién es él? –señaló al chico de cara graciosa. Tan solo apreté los labios para adentro y negué con la cabeza. 

Vi como los ojos de él se cristalizaban y me sentí mal por no saber su nombre.

- Bien, debe ser amnesia parcial, pero al fin despertó, tenías razón. Ya sabes, llama a su familia. El milagro ocurrió –el doctor sólo se dirigía a él, le dijo quién sabe que más y salió, no sin antes sonreírme con compasión. 
El chico se sentó sobre mi camilla y me quedó mirando. Sonrió.
- Hola Kwangie –parecía que se estaba esforzando por no llorar- Mal amigo no recuerdas quien soy –su tono era agradable y burlón- Igual me alegra que tus pequeños ojos se hayan vuelto a abrir –suspiró y estiró un brazo hasta mi, dándome una leve palmada en el propio- Soy Yoseob, tu mejor amigo, tu compañero de banquito cuando estábamos en el colegio. Soy Yoseob y tú, eres mi compañero de joda, eres casi mi hermano.
- Hola… -fue lo único que salió de mi boca y me quedó mirando- Hola Seobi –mi subconsciente actuó y fue lo que mi boca expulsó. 

Estoy seguro que con la manera que sonrió, pudo iluminar la habitación. Me abrazó de manera eufórica y balbuceo en mi oído.

- ¡OH KWANGIE! No sabes cuánto, cuánto te he extrañado. Han pasado tantas cosas, ha sido duro. Ojala recuperes la memoria, estos meses… –siguió hablando sin parar, apretando de a pocos más fuerte y aparecían los sollozos… ¿Dijo meses?
- ¿Meses? ¿Estuve aquí MESES? –sentí que me mareaba y lo hice a un lado lo más delicado que pude. Ah… ¿en serio una persona podía dormir meses? Pensé que sólo pasaba en películas, series, lecturas…
- Ajám, meses, pero no te debes preocupar –lo mire para ver si hablaba en serio. Él sonreía animado- Yo estaré contigo en todo momento y me encargaré de ayudarte en todo lo que necesites.

Me sentía agradecido, cómodo y en confianza. Asentí sonriendo. Definitivamente él era mi amigo más cercano.

_ _ _

Me acosté sobre mi cama. Había reconocido con satisfacción a mi familia, los recuerdos con ellos eran muy vanos y sólo venían a mi mente los más esenciales. Inspeccioné cada rincón de la habitación con la mirada, nada se me hacia familiar pero tampoco desconocido. 

No recordaba que haya pasado tanto tiempo, pero era así. Lo más frustrante del caso es que nadie me deseaba dar explicación de lo que había sucedido; parecía un tema tabú o algo por el estilo. 

Tocaron la puerta dos veces y alguien entro. Era Yoseob, venía con un par de bolsas.

- Mamá manda regalos, está realmente feliz que estés bien –decía, sonriente, mientras dejaba lo que traía en manos sobre el escritorio y se sentaba sobre la orilla de mi cama- Dice que vayas a la casa pronto, te quiere ver –me señalo con su índice de la diestra y me sonrió amplio- solo has como si la recordaras en serio. 

Asentí y sonreí. Realmente no tenía mucho que decir, tampoco sabía qué. Seob se paró y sacó una caja no muy grande de una de las bolsas. Se acercó para dármela; yo solo la cogí y la miré un rato.

- Es tuyo. Yo solo me llevé cuando te pasó eso –señalo mi cabeza y volvió a tomar asiento- Es especial para ti. Debía cuidarlo bien.

Abrí la pequeña caja. Solo contenía un cofre musical. Eso era tan niña… realmente me sentí extraño. Enarqué una ceja y lo mire.

- Oh vamos ¿no recuerdas ni eso? –rodó los ojos y me quitó el objeto de las manos- No importa; igual cuídalo. En serio cuídalo Kwangie, ya recordarás porque es importante –me miró un rato y yo sólo sonreía, parecía tonto- Sabes, deberías decir algo, empezaré a creer que quedaste mudo y eso… Ah, eso sería un problema.
- No estoy mudo, sólo… ahm. No sé que decir exactamente, aún estoy confundido. Supongo que a ti debería decirte ‘Gracias’
- Supones bien –sonrió y se acercó para jalarme del brazo- Ahora salgamos, puede que así tu mente se aclare un poco.

Así como dijo él, pude reconocer calles, sabía como llegar a ciertos lugares. En otras zonas me sentía extraviado pero ya me acostumbraría.

A los lejos un cuerpo caminaba y a los pocos segundos se nos acercó. Quiero pensar que no se dio cuenta de mi presencia, ya que había tomado de la cintura a mi compañero, con su diestra mientras la otra mano sostenía una lata de Coca-Cola, y lo besó muy cerca de los labios. Seob se sonrojó y soltó una risa nerviosa, le sonreía de una manera realmente especial y a cado rato repetía ‘Junnie’. Sí, mi mejor amigo era gay y ahora sentía que en serio debía recordar todo pronto para no tener que llevarme muchas sorpresas.

La mirada del más alto se posó en mí y sus ojos se abrieron de manera sorpresiva; me percaté de que la lata de soda que tenía en la mano era estrujada y volvía a mirar al que tenía abrazado.

- ¿Por qué no me avisaste? –le habló a él en tono muy bajo pero aún así pude oír. 
- ¡Sí lo hice! Bueno te deje un mensaje de voz. Deberías contestar tu celular ¡Y! revisar tus mensajes –le pegó en el hombro de manera muy sutil y él otro bufó para luego verme, aún por lo visto, sorprendido- ¡OYE! No lo estés mirando así, se va a asustar… 

Era obvio que le decía que no me mire así a mí, pero más que sentir miedo, sentía algo de incomodidad. Por lo visto, él también sabía quién era, pero yo no, sólo me había podido darme cuenta que era el novio… Ajá, el novio de mi amigo.

- ¿Cómo se supone que lo asustaría? –lo miró enarcando una ceja. Se había vuelto conversación de dos y yo era el tres que no encajaba- somos amigos y feo no soy.
- Tu mirada intimida Junnie, si dejaras de poner cara de malo…
- Bah. Ya deja mi rostro en paz –apretó el agarre de su mano y el más bajo se sonrojo notoriamente- te encanta y más…

Bien, suficiente. Carraspee y ambos me miraron.

- Kwangie, él es JunHyung –indicó con su manos, aunque era obvio a quien se refería.
- Sabe quién soy, tarado. Nos conocemos de tiempo… –me miró y yo negué muy despacio con la cabeza. Captó a que me refería y dejó escapar un ‘Oh’, para luego soltar a mi amigo y beber un poco de lo que contenía su lata- eso no le va a gustar a… –me percaté de cómo el pequeño le codeaba despacio y calló.
- ¡BIEN! Ya que estamos aquí los tres, podemos pasear juntos –nos tomó a cada uno de un brazo y tiró de nosotros empezando a caminar. Seob parecía nunca dejar de sonreír.

Jun me había querido decir algo, podía sentir como me miraba por ratos, pero prefería ignorar eso y restarle importancia. 

El resto de la tarde, aunque al principio fue incomodo porque no terminaba de asimilar su homosexualidad, fue divertida. Me atreví a preguntar sobre su relación y, obviamente, el que más respondía era Yoseob. Jun era extrañamente amigable, parecía ser frío y hasta cortante, pero era solo una malinterpretación de primera vista. Él era gracioso y quería mucho a Seob, se notaba ser celoso y hasta un poco posesivo con él. Eran… adorables. Me acostumbraría a eso.

En muchas ocasiones sentía una especie de deja vú, pero lo dejaba pasar ya que debía ser por mi memoria. Aun así, parecía faltar algo o alguien, un componente, pero no sabía bien que era.

_ _ _ 

A primera hora en la mañana Yoseob ya estaba en mi casa, la noche anterior antes de irse con Jun, me había dicho que hoy me llevaría a un lugar que me gustaba mucho. No me había dicho donde era ni que era, solo que vaya con ropa deportiva y cómoda.

Llegamos a una especie de estudio, todo el mundo sonreía amplio y parecía emocionado. Entramos a un salón amplio, llenó de espejos y un equipo de sonido a una esquina. Sin darme cuenta, un cuerpo yacía encima de mí, abrazándome con euforia, casi sofocándome.

Una vez que me soltó, les sonreí, eran dos. Al parecer, ya sabían de mi condición, genial porque no los reconocía. Seguro Yoseob les había dicho.

- BabyKwang que gusto tenerte aquí otra vez –el que hace unos momentos, me sonreía amplio, se notaba animado… ¿Baby?- Soy Dujun. Él, Hyunseung –señalo al muchacho delgado que estaba a su lado y me miraba sonriendo de lado.
- Kwangie –me llamó Seob, que estaba tras mío. Yo voltee- Aquí bailabas siempre. Ellos son tus compañeros. 
- Si no era aquí, era el gym. Mr. Músculo –Seungie, así le decía al parecer, habló y me hizo una seña con la mano para que lo siguiera- Dujun ya pon la música, asegurémonos que Kiki no haya olvidado como bailar.

Kwangie, BabyKwang, Kiki. Al parecer no me llamaban por mi nombre.

Seob tomo asiento al lado del equipo y yo me paré al lado de Seung y Dujun. A penas empezó a sonar la música mi cuerpo se movió por sí sólo. Recordaba a la perfección la que al parecer era la coreografía, todo salía coordinado y enérgico, lo podía ver en el espejo. También podía ver mi sonrisa y mis gestos que salían por sí solos, eran naturales. Me sentía lleno, el baile era mi pasión y me sentía dichoso por recordarlo. 

Terminé tirado en el suelo, aún con una gran sonrisa. Se notaba que no hacía eso hace mucho, ya que mis compañeros quedaron en mejor condición que yo. 

Me paré y fui en busca de mi toalla, la cual estaba en mi maletín, al costado de Seob; sin querer mire por el espejo y pude ver reflejado un rostro mirando por la luna de vidrio que tenía la puerta. 

Todo se volvió negro de pronto. No recuerdo más.

Cuando desperté estaba aun en la sala de baile. Yoseob sostenía mi cabeza, mientras Hyunseung, Dujun y Jun, no sabía en que momento que había llegado, me miraban. Tallé mis ojos y Yoseob me sonrió suave.

- ¿Estás bien? 

Me reincorporé, sonreí de igual forma y asentí.

- Debió haber sido mi cansancio, pero ya me acostumbraré –traté de sonar convincente mientras rascaba mi nuca para poder borrar ese rastro de preocupación que todos tenía en su rostro. 

Me forcé a mi mismo en recordar que había pasado, pero no llegaba a divisar siquiera el rostro en la puerta. Me sentí mareado por la frustración, Dujun ya me sostenía de los hombros. Él y Seung dijeron que no debería ir muy seguido hasta estar mejor, yo trate de negarme, en serio había disfrutado el tiempo que estuve ahí. No funciono, me sentía vetado.

Cogí mi maletín y les asegure que volvería pronto recuperado al cien por ciento, ambos asintieron y me sonrieron, cada uno a su manera, pero ambas expresiones eran con cariño. 

Salí del edificio con Seob y Jun. La mirada del más pequeño tenía un leve rastro de reproche que sólo desaparecía cuando yo lo mirada, confundido. 

- Jun… –ambos me miraron- ¿tú viniste con alguien no es así?

Estaba seguro de lo que preguntaba. 

Bueno, no lo estaba, pero el pudo haber llegado con la persona que yo ví.

- ¿Mh? –me miró fingiendo que no sabía de lo que le hablaba. Sí fingiendo y era muy malo en eso. empezó a lamer sus labios con impaciencia, era su tic- ¿De qué hablas, Kwang? –en serio, que alguien le enseñe a mentir.

Enarqué una ceja. Sólo le estaba preguntando eso y ya estaba sobre actuando.
- Kwangie… –Seob me hablaba con una media sonrisa, parecía apenado- ¿Viste a alguien? Tal vez era alguien que trabajaba… ¿O era alguien conocido… para ti? –negué en silencio- Junnie entró solo a la sala justo después que te desmayaras… ¿por cansancio, no es así? –apenas y asentí, nada seguro.
- Quiero Coca-Cola… 

Le creí a Yoseob y la conversación cambió de rumbo, otra vez era de dos y yo era el tres sobrante, tan sólo sonreía mucho y reía en ocasiones.

_ _ _

En mis sueños aparecía el rostro que vi en el salón de baile, una infinidad de veces, sólo que al despertar no recordaba como era. Seob se había quedado a dormir en mi casa, así que en el transcurso de la noche me aseguré de no hacer ruido para no despertarlo.

Por alguna razón me sentía mareado y mi corazón latía con fuerza al querer tratar de recordar, me había picado la curiosidad.

Notas finales:

Si dejan reviews no me enojo ( ; u ; ) ~


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