Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una nueva oportunidad para amar por pandita_chan

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Otro fic resubido~ y tampoco está beteado :C ¡Sorry! 

Notas del capitulo:

Esperemos que no haya quedado tan desastrozo ;n;

Siempre escribía todo lo que me pasaba, y también lo que quería que me pase, plasmaba mis vivencias y sentimientos en el papel. Escribir era una de mis pasiones ocultas, por eso siempre cargaba conmigo a todas partes lápices y cuadernos...

 

Pero de un momento a otro las hojas empezaron a quedar en blanco, había algo que me atormentaba y no podía simplemente plasmarlo en el papel como siempre lo había hecho…

 

Para sacar esos pensamientos de mi cabeza decidí salir a caminar una noche, tenia presente que ya era de madrugada, pero no iría muy lejos, solo quería despejarme un poco. Tome las llaves, mi abrigo, y salí a toda prisa antes de que alguien me viera…

 

Camine a paso lento observando todo a mi alrededor, hasta que llegue a el parque que estaba cerca de casa, aquel que me traía tantos recuerdos, unos muy buenos y otros muy dolorosos, aun así ese parque tenia un gran significado para mi. En ese lugar conocí a quien fuera mi mejor amigo, en ese lugar ese mismo amigo se me declaro y nos convertimos en novios, también ese mismo lugar me dieron la noticia de que mi novio había muerto en un accidente…

 

Habían pasado ya tres años de su muerte en ese entonces y desde que eso sucedió me sumergí en un mundo aparte, me aleje de todo, simplemente quería estar solo y recordarlo sin que nadie me dijera tan frívolamente que él ya no va a volver, lo sabia de sobra él ya no estaba en este mundo, y el miedo de olvidarlo era cada vez mas grande, me aterraba la idea de sentir latir mi corazón por alguien más, por eso el mundo se limito a las cuatro paredes de mi habitación, en ese lugar podía sumergirme  en mi imaginación, por eso escribía todo lo que se me pasaba por la mente al recordarle, todo lo que quise vivir con él pero no alcance, todo aquello que estaba encerrado aun muy dentro de mi corazón...

 

Estuve sentado un buen rato en ese parque, no se en que momento empecé a llorar, pero no me importo, estaba solo en ese lugar, nadie veía mis lagrimas, nadie escuchaba mis sollozos, solo la noche era testigo de la tristeza que estaba sintiendo en ese instante…

 

Después de desahogarme en llanto emprendí rumbo a casa una vez más, mis padres no se dieron cuenta que salí. Como hace tiempo no lo hacía esa noche dormí relajadamente, sin sobresaltos, ni pesadillas, solo paz y tranquilidad, tanto que ni recordé lo que había soñado al día siguiente...

 

—¡Kai, baja a desayunar!— mi madre todas las mañanas me gritaba desde las escaleras

—¡ya voy mamá!— y también le respondía con un grito

 

Baje con toda calma, luego de haberme duchado y vestido, allí estaba mi padre, y mi madre con una gran sonrisa como todas las mañanas

 

—¡buenos días!— los salude

—es idea mía o ¿estas feliz?— me preguntaron

—no es idea tuya, estoy feliz— confesé

—¿y por que?— interrogo mi madre

—simplemente no lo se, solo estoy feliz— era una explicación tonta pero no pensé antes de hablar

—¿no será que encontraste a alguien?— especulo mi padre

—cállate no lo incomodes— lo retaron

—no importa mamá, no me incomoda porque no estoy feliz por eso— lo defendí

 

Desde que murió mi novio en ese accidente, nadie tocaba los temas amorosos en la mesa, ese tema era prohibido desde que me diagnosticaron depresión, y en un principio me incomodaba una conversación de ese tipo, pero esa mañana no, andaba feliz ni yo sabia la razón, pero me sentía bien, y eso también hacia sentir bien a los demás…

 

Pasó una semana y mi ánimo cambio notoriamente, todo después desde esa noche en que salí, aun así mis hojas seguían vacías. Ya no me encerraba a escribir, simplemente salía a divertirme, con cosas insignificantes, pero lo hacía y era feliz...

 

Con todas las pequeñas alegrías que fui teniendo en el camino desde ese entonces, volví a sentir que la vida tenia valor, aun cuando la persona que amaba ya no estaba a mi lado, al menos no físicamente, pero esos detalles me dieron el impulso para darle la cara de nuevo al mundo, y salí de mi escondite para rehacer mi vida cueste lo que cueste…

 

Obviamente no fue fácil reincorporarse al mundo después de tres años de depresión, pero me propuse que nada ni nadie me harían retroceder. Busque un trabajo en mi olvidada y nunca antes ejercida profesión de chef, estudie eso porque me gusta cocinar. Fui a bastantes entrevistas de trabajo hasta que de tantas me contrataron a pesar de mi inexperiencia, con la condición de que si no agradaba al dueño debía renunciar…

 

Era una condición bastante extraña, no sabía en que sentido debía agradar al desconocido dueño de ese lugar, eso me dejo muy nervioso, pero era un gran desafío que estaba dispuesto a superar aunque no supiera como. Me entere por los compañeros de trabajo que el dueño no se aparecía muy a menudo por el lugar, y cuando aparecía era solo para renovar el personal, eso quería decir que todos estábamos bajo las mismas condiciones, lo peor era que nadie lo conocía, solo el administrador quien era nuestro jefe directo...

 

Con el pasar de los días vi como mis compañeros eran reemplazados, eso daba miedo. Todas las semanas uno tras otro, así nunca se podía llegar a hacer un buen ambiente laboral, porque no se llegaba a conocer en totalidad las habilidades del compañero cuando lo cambiaban nuevamente. De los muchos que habíamos, quedábamos tres que llegamos casi juntos, y en cuanto llegaba uno seguido de otro, dábamos por seguro que uno de nosotros seria el próximo y teníamos miedo a que nos reemplazaran ya que entre nosotros tres si llego a nacer una amistad…

 

Las cosas iban bien en el trabajo, siguió pasando el tiempo y a nosotros tres no nos reemplazaban, eso era un gran alivio. Pero una mañana llego alguien mas junto con el administrador, solo que esa vez no reemplazo a nadie, el chico que llego solo se quedo, aun sobrando como parte del personal, compartió el puesto con Yuuki como mi asistente.

 

Con el pasar de los días Ruki demostró sus habilidades, trabajaba bien no podía negarlo, pero algo me incomodaba de su presencia y se lo hice saber, porque no me gustaba guardar las cosas...

 

—¿Qué me miras tanto?— pregunte

—no lo se, solo te observo— respondió sin dejar de verme

—¿acaso te parece que estoy haciendo algo mal? si es así dímelo— pedí

—no es eso, eres un excelente chef— respondió

—¿entonces?— insistí

—no te mirare mas— propuso

—gracias—

 

Su mirada era penetrante, y me era imposible la concentración en el trabajo sabiendo que tenía a alguien mirando tan fijamente mis movimientos, pero era solo yo, porque a ninguno de mis compañeros los miraba así, a veces parecía que lo hacia para molestar, y con solo tratar de ignorarlo no era suficiente. Ya todos los demás se habían dado cuenta de su actitud, y eso significaba más miradas puestas en mí, eso era vergonzosamente agotador...

 

—¿como te fue hoy?— pregunto mi madre durante la cena

—bien— respondí automáticamente

—no me convences hijo, ¿de verdad te fue bien?— interrogo otra vez

—me fue bien, pero tengo el problema de siempre con Ruki— le conté

—¿haz conversado con el?— consulto

—si, pero parece que es peor— explique

 

Mi madre siempre trataba de aliviarme aconsejándome, y en cierto modo lo lograba, pero al volver a mi lugar de trabajo volvía todo a la normalidad, a una incomoda normalidad. Aguante tanto, tratando de ignorar sus miradas, insistí varias veces en que deje de hacerlo a las buenas, pero mi paciencia tenía un limite, que un día de aquellos en que todo lo malo se me acumulo lo increpe, no me importo si había mas gente en ese lugar, le grite, lo humille, lo hice llorar en frente de todos, y lo único que conseguí fue sentir culpa, aun cuando era él quien me incomodaba, con sus insistentes miradas…

 

Pero aun con lágrimas rodando por sus mejillas, no dejo de trabajar, con la mirada baja, y sin poder controlar sus sollozos, no me recrimino nada, no se defendió, y eso me hacia sentir peor aun. También me estaban invadiendo las ganas de llorar al verlo y escucharlo. Me parecía tan indefenso y vulnerable, después de todo era solo un niño, y me dieron ganas de consolarlo, solo que no iba a hacerlo en frente de todos, menos después de todo lo que le grite, por eso me aguante hasta la hora de salida para hablar con él…

 

Esa semana me tocaba abrir y cerrar mi lugar de trabajo, por eso debía esperar a que todos se vayan. Fueron saliendo uno a uno, yo solo debía ser paciente. Mis amigos se fueron rápido, el resto se apuro lo mas que pudo para no hacerme enojar, y casi al final salio el, todavía con la mirada gacha...

 

—Ruki, quiero hablar contigo— le dije cuando salio

—bueno— contestó, eso me sorprendió creí que me mandaría a volar después de todo lo que le dije

—espérame mientras término— pedí

—te espero entonces— se fue a sentar un poco mas allá en la vereda, por mientras salían los dos últimos compañeros, una vez se despidieron de mi, apague las luces, cerré con llave, la guarde en mi bolso, y me senté a su lado...

—Kai— susurro con miedo

—¿que paso?— pregunte

—¿que quieres decirme?— no me dio la cara al hablar

—perdóname Ruki, se me paso la mano contigo, lo siento mucho— me disculpe

—esta bien, yo me lo busque— ¿como podía ser así? eso me hacia sentir peor

—no digas eso. ¿Por que no te defendiste?— interrogue

—no quise hacerlo, ¿Qué sacaba de todas formas?— le resto importancia

—es que tú me sacaste de mis casillas. Ruki te lo dije tantas veces, a las buenas, no quería llegar a gritarte— explique

—es que tu no entiendes... — ese tono me asusto, había algo oculto detrás de todo eso

—¿que es lo que no entiendo? Explícamelo— pedí

—¿Cómo no te das cuenta? todos lo saben, menos tu— entendí a que venia el tema, pero ¿como decirle que no sentía lo mismo? eso es deprimente para cualquiera, pero no por eso lo iba a engañar con falsas expectativas

—habla claro— a esas alturas estaba mas nervioso que él

—tú me gustas, por eso te miro, por eso no me defiendo, porque pase lo que pase no puedo odiarte, te quiero demasiado ¿ahora lo entiendes?— rompió en lagrimas de nuevo, no pude evitar abrazarlo, si bien no correspondía sus sentimientos, le tenia cariño a pesar de todo

—Ruki no se como decirte… —pensé un momento— Yo te quiero, pero no de esa forma, me gustaría poder corresponderte, pero no me siento capaz de hacerlo— trate de decirlo de la forma más sutil posible

—no te preocupes, suponía que me dirías algo así— se resigno

 

Cargo de conciencia, eso era lo único que había en mí después de esa conversación. Era difícil decirle que no, Ruki es una buena persona, un chico lindo, cariñoso y esforzado. Pero mi corazón hacia mucho no latía por nadie, y a lo mejor era yo quien me estaba negando la posibilidad de amar nuevamente, pero el tema era que aun tenía miedo de olvidar a mi novio muerto, ese temor no era algo que desapareciera de la noche a la mañana. Recién estaba aprendiendo a vivir de nuevo, no podía entregar mi corazón así como así…

 

Luego de esa conversación con Ruki todo fue diferente, ya tenía conocimiento de sus sentimientos, y él dejo de mirarme, eso me alegraba, ya no me sentía observado. Pero él se puso mas distraído de lo normal y eso afectaba el rendimiento de ambos, sabía que de alguna forma tenia la culpa de su distracción, no hacia falta que me lo dijera...

 

Quería que se olvidara de mi, que pudiera seguir en paz, que buscase a alguien que si correspondiera sus sentimientos, pero cada vez que lo ignoraba, me sentía mal, sus ojos tristes hablaban por él y simplemente no podía seguir haciéndolo, al final terminaba yo buscándolo a él, y eso me daba miedo, porque ni siquiera con mis amigos era así…

 

Cuando me enojaba con mis amigos jamás les pedía disculpas, simplemente dejaba que las cosas pasen y seguíamos tan amigos como siempre, pero con Ruki no podía simplemente dejarlo pasar, una vez llegue a rogarle que me perdone por ignorarlo. En ese momento toque fondo, algo pasaba y no me había dando cuenta, rogarle a alguien por su perdón no es normal en mi, y recordaba haberlo hecho una sola vez en mi vida... y esa vez fue cuando me enoje con mi novio por celos... esa comparación no me alentó mucho, lo estaba comparando con mi novio, ¿podía ser posible que sintiera algo parecido por Ruki?

 

La duda me consumía, seguía pasando el tiempo y no lograba sacar nada a flote, solo mas dudas, cuestionamientos y temores, por eso decidí pedir licencia medica para ausentarme del trabajo, pensaba que de esa forma estaría un par de días tranquilo para aclarar mis ideas…

 

pero lejos de estar en paz él me busco porque se preocupo, y fue hasta mi casa  para saber si estaba bien, o si necesitaba algo, de esa forma no podía pensar bien, teniéndolo a mi lado las dudas aumentaban, pero al menos me sentía cómodo con su presencia...

 

—¿de verdad te sientes bien?— preguntó

—si Ruki, es la décima vez que lo preguntas— dije

—perdón, no quiero ser hostigoso— se disculpo

—no lo eres, me gusta que te preocupes por mi— no se porque lo dije, solo salio, pero note su cara de felicidad por el comentario

—tu familia debe estar por llegar, mejor me voy— anunció

—aun no— proteste

—aun no ¿que?— pregunto

—aun no llegan, mis padres están trabajando— explique

—es idea mía ¿o no quieres que me vaya?— me descubrió, pero de verdad quedarme solo no estaba en mis planes

—¿quieres que te suplique? ¡Porque no lo haré!— tengo orgullo

—entonces no me quedare— sentencio, y lo tuve que hacer

—por favor Ruki quédate, no me quiero quedar solito— tal vez suplique demasiado, lo sentí reír, y me sonroje, pero ya lo había dicho

—ya que insiste— comentó burlándose

 

Al fin y al cabo sus visitas durante mis días de licencia no resultaron ser tan malas, con eso me di cuenta de lo que no quería reconocer, me había enamorado otra vez ¿como paso? Nunca logre explicármelo, pero ahí estaban mis sentimientos por Ruki. Ese niño consiguió romper mis barreras, y esparcir mis temores, con su personalidad tierna y perseverante, con su calida sonrisa y sus ojos soñadores…

 

El problema que surgió después fue ¿como se lo decía? no era fácil, había asumido mis sentimientos por él, y me sentía un poco culpable aun por haberme enamorado de nuevo, aun así quería decírselo, y quería que sea de buena forma, pero ¿como?

 

Mi novio muerto me dio la respuesta una noche que soñé con él, fue un sueño raro pero me dio la respuesta que estaba buscando, además estaba cerca un nuevo aniversario de su muerte. Pudo haber sido un aviso, porque a decir verdad, si no hubiese soñado con él, no me habría acordado…

 

Para su aniversario de muerte, decidí llevar a alguien conmigo al cementerio. Le dije a Ruki que me acompañe a un lugar porque quería que conociera a alguien importante para mí. Eso era dar vuelta la página de una vez por todas enfrentando mi pasado y mi presente en un solo lugar...

 

—¿por que tanto misterio?— reclamo

—no seas impaciente, y compórtate, esto es serio e importante para mi— pedí, si bien me gustaba su personalidad intranquila, en esos momentos me ponía nervioso

—ok, me quedare callado entonces— se callo sin reclamar

 

Llegamos y fue inevitable su cara de asombro al ver donde estábamos, pero antes de que hiciera algún reclamo, lo lleve hacia la tumba de mi exnovio, deje a los pies de su tumba un ramo de flores. Luego me levante a ver a Ruki, note que estaba en silencio, con la mirada algo triste, eso no me gusto...

 

—Ruki... debo explicarte unas cosas— dije

—te escucho— presto atención, pero seguía triste

—esa persona, era mi novio— conté

—lo sospeche, ¿para que me trajiste?— pregunto

—hay algo que quiero que sepas, y quiero que el también lo sepa— comente

—¿que es?— interrogo

—veras, no es fácil —suspire— me costo mucho tiempo asumir que él ya no volvería, por mas que lloré no conseguía resignarme. No alcance a despedirme de él, murió en un accidente de transito— mientras contaba sin querer empecé a llorar y el me abrazo

—tranquilo Kai, no es necesario todo esto, imagino lo importante que es para ti— comento

—Ruki yo tenía miedo de olvidarlo, de volver a sentir, de volver a amar, tenía miedo de todo— le explique buscando refugio en sus brazos

—calma, sabes que puedes contar conmigo sea lo que sea—

—Ruki, delante del hombre que fue el dueño de mi corazón por tanto tiempo, quiero decirte, y decirle a él también que yo te amo. Que me perdone donde sea que se encuentre, pero yo quiero ser feliz contigo— declare entre sollozos y lágrimas

—Kai…— susurro mi nombre

—si ya no me quieres solo dilo, solo quería que lo supieras que te amo—

—te amo Kai, de verdad te amo demasiado— respondió abrazándome aun mas

—¿estas dispuesto a ayudarme empezar de nuevo?— pregunte

—claro que si Kai, quiero estar contigo—

 

Sin importar donde estábamos, lentamente nos fuimos acercando hasta rozar nuestros labios, se notaba que ese era su primer beso, el mío no, pero si era mi primer beso con él. Después de muchos años de temor y desconsuelo, los labios suaves y dulces de Ruki me hicieron olvidar las penas, hicieron dar un brinco a mi corazón, un inocente y tierno primer beso fue el pasaje de vuelta al amor…

 

Tenía miedo, pero con él todo valía la pena, seguir, luchar, entregarse. Un inocente chico me enseño que se puede volver a amar, que las segundas oportunidades si existen, que esta en cada uno darse la oportunidad de volver a sentir…

 

Amar a otra persona después de la muerte de alguien no es traicionar, volver a enamorarse es dejar vivir el alma de esa persona en paz...

 

Donde sea que mi novio se encuentre, el sabe lo importante que fue en mi vida, que lo ame mucho, pero también se que él es feliz y esta tranquilo porque yo lo estoy…

 

Me siento feliz de haber encontrado de nuevo un sentido a mi vida, de tener a alguien tan maravilloso a mi lado, feliz porque Ruki es quien me hace sonreír cada mañana…

 

Ahora gracias a Ruki mis hojas no están vacías, se van llenando de palabras día a día de una historia que empezamos juntos…

Notas finales:

Gracias por leer~ *--* 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).