Aqui estoy, tumbado en el suelo, medio dormido, no suelo enterarme a estas horas de que es lo que hace el resto de la tripulación, pertenezco a los Mugiwara, Luffy tiene una gran tripulación... Pero ese Erocook...
Soy Roronoa Zoro, peliverde y espadachín de la tripulación la cual he nombrado antes, mi apodo es "el ex-cazador de piratas"
Desde aquel día lejano puedo admitir que me gusta, no se cuando pasó y tampoco se como aceptarlo, pero hay que ser respetuosos ante el sentimiento, he de suponer que sucedió el día que peleé con el en la cocina por perro faldero, eso me enfurecía y me hacía odiarlo a la misma vez que quererlo mas.
-OOOOOIIIIIIIIIIIIIIIII ZOROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO~ - Abrí un ojo, era el capitán molestando otra vez mi siesta del medio dia.
-Que quieres maldito Luffy, vete a jugar con Nami o con Ussop y dejame dormir - Se me quedó mirando y empezó a sonreir como un estúpido, como odiaba que hiciese eso.
-Esque Nami está en la cocina con Sanji y Ussop está pescando. -Puso cara de aburrido mirandome.
-Y que quieres con eso? Déjame.- cerré los ojos y senti como se iba, seguramente con esa cara de depresión y de rechazo, pero a los segundos ya estaba molestando a Robin, a Franky y a Brook que estaban tranquilamente hablando.
Me molesté un poco al saber que la peliroja y el perrito faldero estaban solos en aquella cocina, simplemente me enfurecí y fruncí el ceño enfadado cerrando los ojos con fuerza.
Al rato abrí un ojo y vi una colilla caer y miré hacia arriba viendo al cocinero llorar con una mano en la cara que tras mirarme se metió dentro de la cocina y la cual cerró de un portazo, miré a Nami me levanté sorprendido pero cabreado a la vez.
Me acerque a la colilla y la apagué con mi pie, Nami se me quedó mirando y de alguna manera me indicó que fuese a la cocina algo entristecida pero antes de eso fui a hablar con ella.
-¿Que a pasado?-dije sin pensarmelo dos veces
-Está enamorado. -Abrí los ojos de par en par y no sabía que pensar, ¿enamorado de quien?¿De la peliroja? arghh estaba echo un lío, empecé a caminar y llegué a la puerta de la cocina, y algo dudoso al principio, acabé llamando con tres golpes.
-Déjame seas quien seas, estoy preparando la merienda.- Pude escuchar de dentro, eso me hizo daño en el corazón porque pude escuchar la voz de el entrecortada, de estar llorando.
Tras pensarmelo un poco me acerqué a la puerta un poco mas y dije en voz mas tranquila y baja para que nadie mas pudiese darse cuenta.
-Soy Zoro, déjame pasar Sanji, tengo que hablar contigo,te ví cuando estabas en la barandilla... -No pude esconder mi preocupación y supongo que eso descontaba puntos a favor de la relación de perro y gato que teníamos el y yo.
Me abrió la puerta, parece que no se lo pensé mucho, le ví llorando con la cara sonrojada, y eso hizo que mi corazón empezase a palpitar mas rápido, lo cual le tomé de un hombro y lo eché hacia dentro cerrando la puerta trás de mi.
Me giré y lo abracé con fuerza.
Noté como el corazón empezaba a cojer velocidad, por alguna razón eso me gustaba, escuché como dejó de llorar, y me abrazó con sus manos y brazos temblorosos, se apolló en mi hombro y se dispuso a llorar, pero esta vez, parecía mas tranquilo.
-Oye Sanji...-Pude decir después de unos segundos, nervioso sin saber si continuar- la razón por la cual quería hablar contigo...tsk....-lo abracé con rabia sin poder continuar hablando y al poco aflojé el abrazo-no puedo...no puedo decirlo...- Me dió un pequeño apretón con sus brazos incitandome que hablara, pero eso solo hizo que me girase derepente marchando hacia la puerta.
A los pocos segundos noté una mano miedosa pero decidida cojiendome del brazo, me giré y lo ví a el pidiendome con los ojos que no me fuera, me giré mirandole a los ojos, no podía mas, necesitaba hacerlo...besarle.
Le tomé de la barbilla de una manera robusta pero sin intenciones de hacer daño, cerré los ojos y le besé.
Noté al poco como forzejeaba para desacerse de mi, y mi instinto animal hizo que metiense mi mano dentro de su camisa acariciando su bella espalda.
Sorprendido de mi mismo, me debilité y el pudo deshacerse de mi.
-P-pero que haces...?- Dijo con voz temblorosa, me giré enfurecido por mi estupidez y le di un golpe a la pared quedandome quieto.
Tras pensarmelo un poco y respirar, me puse firme y dije -Yo....lo siento, me voy. - empecé a caminar hacia la puerta.
-¡ESPERA!-Escuché un grito que hizo estremecerme y quedarme quieto guardando la compostura, no podía huir de aquello, no mientras fuese un espadachin - ¿porqué hiciste eso?- escuché decir de su voz firme, ya no lloraba.
Me giré un tanto entristecido, pocas personas habías visto mis sentimientos, pero no me importaba si era el, ya que yo había podido ver los suyos y me decidí hablar por orgullo y por mi.
-Sanji...lo siento...pero yo....te amo.-pude decir su nombre y lo que sentía así que solo esperé.
Lo vi cabreado, ¿que le había hecho? acaso era por el beso? mierda.
-Tsk...- escuché por lo bajo. - ¿Acaso perdiste alguna apuesta? o realmente...¿lo haces por el puro placer de verme llorar? - vi como rompía a llorar otra vez, sin entender lo que estaba pasando,sorprendido. - Si es eso realmente, lo estas consiguiendo.
-Joder Sanji, deja de llorar! ¿no lo ves? ¡va enserio! mierda...¿Crees realmente daría mi primer beso por perder una apuesta o solo por joder? -Le miré con seriedad soltando toda la rabia acumulada por aquellas palabras, intentando guardar mi compostura.
Derepente sentí como me abrazaba y me besaba apasionadamente, lo cual eso me hizo sonrojar levemente y que mi corazón fuese a una velocidad realmente extraña.
-Joder Marimo estúpido, yo si que te amo. - al escuchar esto de la persona a la que amaba quedé pasmado, sentí como me rodeaba el cuello y removía mi pelo jugando con el.
Besandonos, cerré los ojos amarrandome a el mientras desbotonaba su camisa, todo aquello me había puesto demasiado "contento" y no podía contenerme, lo noté asustado pero no pensaba parar una vez había empezado.
Acabé de desabrocharle la camisa y ví como Sanji también deseaba aquello y eso hacia que yo lo desease mas y aproveché mientras estaba entretenido para morder su cuello, abrazandolo con fuerza, noté como un escalofrío recorrió su espalda, si seguía haciendo esas cosas tentadoras lo dejaría seco.
Le desabroché los pantalones notando como temblaba, le mordí el labio mientras acariciaba su cuerpo y pellizcaba uno de sus pezones, haciendole gemir por lo bajo, esa voz me iba a volver loco y mi miembro estaba terriblemente excitado, lo que aproveché para apegarme a el haciendo que el notase mi pene contra el suyo, y eso le hizo temblar, trás ver aquella situacion me despegué un poco cojiendole del pelo con brutalidad y pasion y le mordia el cuello de manera deseosa, como cual tigre a su presa le mira antes de comersela.
Metí mi mano dentro de los boxers de el y solo hice lo que deseaba en esos momentos yo, empecé a mover la mano rapidamente y escuché su voz susurrar mi nombre, mi miembro pedía a gritos que quería entrar pero antes iba a jugar un poco mas con el, paré con la mano cuando sentí por que su voz augmentaba que iba a correrse, y me divirtió hacerle sufrir un poco con el placer, me arrodillé.
-No sabia que fuese tan grande...a ver hasta cuanto duras...- Me relamí los labios tras decir esto y me la metí todo lo que cabía de golpe haciendole gemir.
No me avergonzaba de aquello porque se que lo hacía disfrutar, y me divertí haciendolo mas lento para retrasar su corrida sintiendo como se retorcía de dolor pidiendome con su mano que fuese mas rapido, lo cual este, hizo lo que quería que hiciese y simplemente volví a cojer velocidad tras sonreir.
-Marimo...m-me voy a...- escuché su voz entrecortada, pero no paré, me lo iba a tragar, allí donde estabamos era el santuario de el y no pensaba dejar que se manchase, ademas quería que muriese de verguenza, y se corrió.
Cuando acabé de tragarmelo todo me levanté y lo giré de espaldas a mi empezando a rociar su espalda de señales que marcaban mi territorio, y al notarle despistado, me decidí a meterle un dejo escuchando como se quejaba, cuando vi que no se quejaba tanto como al principio le metí otro dedo, le estaba preparando, para que de algo de lo que estaba orgulloso a parte de mis espadas, entrase en el, y volví hacerlo metiendo un dedo mas aun besandole la espalda.
-Erocook...parece que estas terriblemente excitado....ya ha vuelto a ponerse en pie tu miembro...¿acaso me estas pidiendo que te la meta...? - Le besé haciendo que no pudiese decir nada, me estaba divirtiendo demasiado, y dejé caer mis pantalones al suelo, dejé de besarle y volví a su espalda mientras con una mano acariciaba su miembro, le tapé la boca y se la metí de golpe, le giré la cabeza cojiendole del pelo y le besé viendo como unas lagrimas recorrian sus mejillas.
-Maldito cabeza de musgo...joder duele....- se quejó.
-Venga Sanji -le susurré al oído- pídemelo....pídeme que me mueva, se que lo estas deseando....estás apretando mucho y eso me está volviendo loco.
-Maldito Zoro- gimió mientras yo le masturbaba - ¡muevete joder, muevete! ¡no puedo mas!
Le mordí el oído y empezé a moverme, masturbandole aún y pellizcandole un pezon viendo como gemía al principio de dolor y luego empezabá a gemir de placer
-Z-zoro...voy a volver...
De eso nada -empecé a masturbarle mas lento- vamos a acabar juntos y a mí aún me queda un rato.
Clavó sus uñas, estaba sufriendo, pero pasé de ese detalle le cojí del culo separandole las dos nalgas haciendo que entrase mas , haciendome gemir, y encontrando su punto debil lo cual me divirtió, me apegué a el gimiendole al oido y empecé a masturbarle mientras yo aumentaba de velocidad, haciendo que gimieramos los dos disfrutando de aquello.
-Erocook...m-me correré....d-dentro...- no podía mas, iba a estallar, lo hacía todo lo rápido que podía , lo que se podría decir el ultimo "sprint" y acabe corriendome en el, y al poco, 3 segundos, noté mi mano pegajosa, el también se había corrido,me abracé a el, esperando a que yo acabase de correrme.
Al rato salí de el, le giré con dulzura apegandome a el y cojiendole de la cintura, plantandole un beso.
-Te amo...esto...también fueron mis primeros besos....ahora, soy tuyo, mi bestia incansable...- pude escuchar entre jadeos de el.
Sorprendido, me hizo sonreir y le besé.
-Te amo,Sanji.
Nos quedamos abrazados y estuvimos conversando de no decir nada aún a la tripulación y seguir como siempre pero viendonos a escondidas, aunque debía suponer que una personaba ya lo sabría, pero no me importaba, esto era el comienzo de una relación que esperaba que durase de por vida.
Al final, parece que un perro y un gato no pueden llevarse tan mal.