Cap. 1
- Bueno chicos, tengo malas noticias para vosotros – todos miraron atentos al manager – para poder debutar necesitáis un miembro más, pero no alguien cualquiera. Necesitáis alguien que canté bien y pueda seguir la voz de JongHyun. Alguien que pueda rapear y seguir a Minho. Alguien que pueda bailar tan bien como Taemin. ¿Conocéis a alguien con esas características? – Los cuatro chicos negaron – pues ya pueden ponerse a buscar. Ya sea entre vuestros amigos, entre los demás trainers de la empresa o en la calle, pero para debutar tenéis que conseguirlo. No han dicho el tiempo que os dan, pero cuanto antes sea, mejor. Ya podéis iros – los chicos hicieron una reverencia y salieron de ahí.
- aish… ¿y donde buscaremos? – habló Lee JinKi, más conocido como Onew, el líder.
- no sé, yo no conozco a nadie que baile tan bien como yo – habló Lee Taemin, el Maknae y bailarín principal.
- yo algunos raperos si conozco, pero… ¿cantar como Jjong? Imposible – se quejó el más alto de todos, Choi Minho, el rapero.
- muchos de mis amigos saben bailar, y lo hacen muy bien pero… aunque alguno sepa cantar un poco bien, no saben rapear, aigoo… - suspiró Kim JongHyun, el más bajito de todos, pero con una voz increíble.
- ¿Por qué no empezamos preguntando por las demás clases? – sugirió Minho.
- está bien – habló el líder – Taemin, tú preguntaras por las clases de baile, Minho, tú ve a las salas de los raperos, Jjong, tú ve a las clases de canto y yo iré a preguntarle a los profesores. Manos a la obra y suerte chicos.
Todos asintieron y se pusieron manos a la obra. Las horas pasaron y Minho no encontró a nadie con esas cualidades. A JongHyun le pasó lo mismo y los profesores no encontraban nada. Taemin seguía mirando como bailaba la gente, pero ninguno parecía estar a la altura, y los que la estaban, no sabían cantar y rapear.
-Aish… esto es imposible, mejor voy a bailar un rato – dijo el joven Taemin y salió hacia una de las salas más apartadas donde no solía ir nadie, pero no esperó encontrarse eso.
Dentro había un chico rubio, más alto que él, o eso parecía, muy delgado y por lo poco que podía ver era guapo. Decidió quedarse fuera y esperar a que saliera cuando empezó a escuchar música.
La curiosidad le ganó y se puso a ver al chico rubio. Estaba bailando alguna canción de chicas y no lo hacía nada mal. Movía sus caderas al ritmo de la música, se notaba que bailaba bien y además se veía que disfrutaba.
La canción acabó y Taemin pensó en entrar, quizás él era el chico que estaban buscando. Pero otra canción empezó a sonar, Burning de Phantom, conocía esa canción. Tenía una parte de rap y pensó que si ese chico la cantaba entera y lo hacía bien, sería un candidato a ser elegido como nuevo miembro.
Cuando la canción acabó Taemin tenía la boca que le llagaba al suelo, pero decidió cerrarla e ir a hablar con el chico. En cuanto abrió la puerta el chico se asustó, pero él sonrió, para mostrarle confianza.
POV Taemin
- Hola, Soy Lee Taemin y acabo de oírte cantar y chico ¡lo haces genial! ¿Te unirías a mi grupo? – Le pregunté aún sonriendo, pero éste solo me ignoró, cogió su ipod e iba a salir de la sala, pero le agarré del varazo – por favor, realmente te necesitamos – le rogué, pero este solo negó.
- lo siento, yo no puedo cantar – se soltó de mi agarré y salió corriendo.
Cuando reaccioné por su repentina huida, salí corriendo detrás de él. Miré para todos lados y le ví al final del largo pasillo. Corrí lo más rápido que pude, pero no lograba alcanzarle, y debía hacerlo.
De repente se chocó con alguien, agudicé mi vista y era… - ¡JONGHYUN! ¡No dejes que se marche! – le grité para que le sujetara, pero entonces, ese rubio, ¡le besó! Besó a Jjong en los labios, frené en seco.
- Lo siento, pero no puedo cantar – y volvió a salir corriendo. Dejando a Jjong con cara de idiota y a mí con los ojos abiertos por la sorpresa.
- ¿estás bien? – le pregunté, pero no me contestó – aish… se ha escapado. ¡Qué haremos ahora! Él es realmente increíble.
- ¿Qué? – Por fin salió del shock - ¿Quién era ese? – dijo tocándose los labios.
- no sé quién es, y tampoco sé por qué te ha besado, solo sé que sabe cantar, rapear y bailar, y lo hace genial. Era el candidato perfecto.
No dijeron nada y fueron a contarle todo al líder. Decidieron ponerse a buscarle con las indicaciones que Taemin les había dado. Pero no le encontraron en ningún lado… tendrán que esperar más.
POV JongHyun
Un mes ha pasado, ¡un maldito y asqueroso mes desde que ese chico rubio me besó! Y ¿Qué es lo peor? Que no he podido sacármelo de la cabeza – Demonios – dije al aire, a la nada.
No habíamos conseguido encontrar al rubio, asique seguimos buscando gente, pero nada, nadie era apto, a este paso seré viejo.
- Hyung, ¿quieres ir a dar un paseo? – me preguntó el Maknae.
- claro, vamos, necesito despejarme – le había contado al pequeño que no podía olvidar la sensación de esos labios, y que deseaba volver a verle y poder besarle.
Salimos de la empresa y decidimos dar un paseo por el parque. Según Taemin había una zona un poco deshabitada y que no solía pasar gente, y que ahí podríamos relajarnos, pero que antes le invitara a un helado. Asique fuimos a una heladería y compramos nuestros helados, mejor dicho compré los helados.
Nos sentamos en una mesa y Taemin empezó a hablarme.
- ¿Qué tal llevas lo del rubio? – justo de él tenía que hablar…
- bien, supongo… - no me apetecía hablar del tema asique no dije más.
Él seguía hablando e intentando sacar otro tema de conversación, y el final acabé riéndome un montón. Salimos de la heladería e íbamos de camino al sitio del que hablaba Taemin.
Llegamos a un pequeño parque, con un par de arboles y un camino que llevaba a ¿ningún sitio? No sé, solo me dejé guiar por el pequeño. Mientras caminábamos en silencio, observando la naturaleza y escuchando el canto de los pájaros, pero una voz interrumpió ese silencio, pero no fue malo, fue increíble.
Una voz suave, y a la vez dulce, quizás no cantara como yo, pero su voz era preciosa. Los dos miramos hacia donde provenía esa voz y vimos a un chico rubio, con su ipod en mano y cantando con los ojos cerrados, por lo que no nos pudo ver.
- Jjong, es él – dijo Taemin y me fijé y tenía razón. Ese era el chico que desde hacía un mes estaba en mi mente día, tarde y noche. Los dos empezamos a andar hacia él, esta vez no escaparía, pero alguien se nos adelantó.
- ¡que te he dicho de cantar! ¡No cantes! – agarró el cabello rubio del chico y le tiró al suelo, dándole después una patada en el estomago, haciendo al rubio quejarse del dolor.
- No padre, lo siento - ¿padre? ¿Su padre le pega? Ah no, eso sí que no.
Avancé lo más rápido que pude y detuve a ese señor, separándole del niño mientras Taemin le ayudaba a levantarse.
- ¿Quién te crees que eres? – me gritó.
- ¿y qué clase de padre eres tú que pega a su hijo? – le grité yo ahora.
- hago lo que quiero con mi hijo, si quiero le pego, si quiero le violo y si quiero lo mato – no me contuve más y le solté un golpe directo a la cara.
- ni se te ocurra volver a tocarle – dije con ira y odio en mis palabras. Él sonrió para provocarme.
- en cuanto tú desaparezcas de aquí, él – señaló al rubio – pagará las consecuencias – el niño empezó a temblar en los brazos de Taemin, quien intentaba calmarle.
Miré mal al señor ese y me acerqué al rubio, pero al girarme ya no estaba, había salido corriendo. Taemin le gritaba pero no se detuvo, asique sin importarme dejar a mi Dongsaeng solo con ese señor salí corriendo detrás del rubio.
Corrí lo más rápido que pude y menos mal que el niño estaba un poco malherido y pude alcanzarle. Agarré su muñeca y le abracé, dejándole entre mis brazos. Se aferró a mi pecho y empezó a llorar más y más.
Mi móvil empezó a sonar y le separé de mi - ¿diga? – era Taemin.
- ¿Dónde estás? No me ha pasado nada, pero dime dónde estás – me pidió y le dije que estaba cerca del final del parque. Miré para donde el rubio pero ya había salido corriendo de nuevo
- te dejo Taemin, luego te llamo – salí corriendo detrás de él, pero estaba bastante lejos, tanto que él ya había salido a la ciudad de nuevo.
- ah, ¡Roo! ¡Roo!, que alguien detenga a mi perro por favor – una voz femenina gritaba por ayuda, pero no podía detenerme, tenía que alcanzarle.
Mi sorpresa fue ver como el rubio se paraba mirando hacía la chica esa, después mirando a la carretera. ¿No se estará pensando en…? No pude terminar mi pensamiento cundo ese cuerpo frágil y delicado ya estaba corriendo hacia el pequeño perro, quien corría hacia la carretera.
Corrí más, tenía que salvar a ese niño. Miré a mi derecha y ví como un coche a toda velocidad venía directo hacia el perro. El niño, con sus últimas, fuerzas corrió más hasta alcanzar al perrito, cogiéndole en brazos y saltando a un lado, esquivando así el coche.
El grito desesperado de la chica se escuchó, y el ruido del claxon de muchos coches también. Salí corriendo a ayudar al niño, que estaba en el suelo, abrazando al pequeño perro.
- Gracias, ¡muchas gracias! – repetía la chica morena una y otra vez.
- no es nada, solo quise ayudar al perrito – sonrió el rubio y quedé petrificado. La sonrisa más espectacular que he visto nunca.
La chica se fue, dejándonos solo. Él me vió e intentó levantarse, pero su pierna falló. Entre la paliza de su padre, la carrera que se ha echado, y el golpe de ahora, su cuerpo estaba destrozado.
Le ayudé a levantarse pero entonces se desmayó en mis brazos. Su piel estaba pálida, su cara muy delgada, al igual que el resto de su cuerpo. ¿Comerá bien? Me pregunté a mi mismo. Solo se me ocurrió llevarle a mi casa y curarle las heridas. No podía llevarle al hospital, así su padre le encontraría.
No vivía muy lejos de ahí, pero tampoco vivía solo. Llegué a casa con el chico en brazos y tanto Minho como Onew me miraron raro.
-él es el chico del que hablaba Taemin – dije con voz seria – no es lo que parece, luego os lo explico, ahora voy a curarle. Avisar a Taemin para que vuelva a casa por favor – comuniqué y subí escaleras arriba para dejar ese delicado cuerpo en mi cama.
Tras curarle todas las heridas bajé para explicar todo lo ocurrido, Taemin ya había llegado, mejor, así no tendría que volver a repetirlo. Ahora lo único que me preocupaba era ese chico rubio del cual no sé ni su nombre.