Un peso menos por Tefipanda

Eran las ocho de la noche cuando salí de casa, era un día lluvioso y húmedo, pero eso no impidió que me dirigiera hasta aquel lugar. Habíamos acordado encontrarnos allí a las ocho y media, ni un minuto más, ni un minuto menos.
Muchos sentimientos me comían en este momento, hasta el punto en hacerme dudar si debería ir o no. Pero no importa ya, sería fuerte y me declararía, cueste lo que cueste.
Mi largo pelo me cubría gran parte de la cara, y digamos que este pequeño paraguas no cubría mi cuerpo del todo. Así que sí… estaba bastante mojada, pero me alegré al saber que sólo faltaban dos cuadras para llegar al lugar deseado.
Ya estaba aquí, no había vuelta atrás, aunque mi cabeza me seguía contradiciendo, diciéndome que era mejor salir de aquí lo más rápido posible antes de que… pase algo demasiado malo, del cual me arrepentiría toda mi vida.
Todos estos pensamientos se fueron a la basura cuando lo vi, venía caminando con paso apurado haciendo que se viera más siniestro que nunca, como en las películas de terror cuando el secuestrador vá en busca de su presa.
Sentía que los nervios me carcomían por dentro, haciéndome temblar y unas cuantas gotas en mi cabeza nublaban mi vista. Él ya se encontraba al lado mío, con esa mirada que hacía enloquecer a más de una chica, y debo decir que yo me incluyo.
-Y bien, ¿Qué quie… - lo interrumpí
-¡Seung! - lo abrasé con todas mis fuerzas, impidiendo que hable, solo quería disfrutar de su compañía antes de que todo acabe, porque sé que va a ser así.
-Tranquila pequeña, vamos, cuéntale a tu Oppa que sucede - contestó para luego separarme de él, agarrándome de los hombros y inclinándose un poco para acercar su cara a la mía.
La verdad es que esto no funciona, sus ojos me dan la confianza para seguir, pero no creo ser tan fuerte como para soltar todo lo que sentía por dentro.
Agaché la cabeza, perdiendo ese tan preciado contacto visual –Yo… necesito decirte algo, pero… primero necesito saber que no te enojarás, por favor… -
Agarró mi mentón y lo alzó un poco para que mis ojos se fijen en los suyos, encontrando esa confianza devuelta, invitándome a avanzar.
-Lo juro – soltó mi cara y se enderezó, esperando la respuesta por mi parte.
Recorrí mi mirada por todo el parque, buscando alguna ayuda para distraerme, pero por mi mala suerte nada salió, sino que una fuerte brisa sopló del sur, haciéndome estremecer. Necesito terminar esto ahora mismo.
-Choi SeungHyun… - su mirada cayó en mí – lo juraste… - él asintió con su cabeza, mojándome con las pocas gotas que se encontraban en su cabello - ¡Aish! No sé si deba decirte esto…
-¡Por el amor de Dios mujer! Solo dilo – contestó TOP, riendo.
No puedo retroceder, tengo que ser fuerte, necesito decirlo, así me liberaré de un peso de encima, y tal vez, sólo tal vez, vivamos felices…
-Yo… - sólo tres palabras, tres palabras... – rompí tu laptop. -
O quizás no…