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¡Shinee, defensores de la Tierra! por SatuPro

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Notas del capitulo:

Lista de personajes:

TaeMin Lee (Protagonista): 15 años, estudiante de Seúl.

(?): Mago de la Dimensión Rem. 

Un chico delgaducho y de pelo claro entró por quinta vez esa semana a la tienda de cómics del barrio. Acababa de salir el nuevo número de su revista favorita. Se había pasado todo el día pensando en la serie de Huck. La seguía desde hacía varios meses y estaba enganchadísimo. Le encantaban los manga de fantasía.

- ¿¡Cómo!? ¿¡Y ahora sale LeeTeuk!? ¡ES UN CROSS-OVER, QUE PASADA! – Gritó agitando la capucha de su sudadera roja a los cuatro vientos.

Todos se lo quedaron mirando, pero él ni por enterado, hasta que el dependiente se acercó y le golpeó con el plumero.

- ¡ES LA QUINTA VEZ ESTA SEMANA, LEE! ¡LA PRÓXIMA VEZ LLAMARÉ A LA POLICIA!

Lo echó de allí después de que le pagase la revista. Por lo menos la había pagado.

“Me llamo TaeMin Lee y vivo en Seúl. Tengo 15 años y voy al instituto MS, a la clase de segundo B. Odio el instituto.”

Caminaba tranquilamente de camino a su casa, repasando todo lo que debía hacer.

“Es un verdadero fastidio ir todos los días a esa cárcel. Además no se hartan de ponernos deberes y más deberes” Pensaba jugueteando con un mechón de pelo. “Ojalá las cosas fueran como en Huck. Así la vida sería más emocionante.”

Llegó en ese punto del recorrido en el que debía tomar un desvío a la izquierda. Siempre que giraba esa calle se imaginaba miles de cosas que podía encontrarse al otro lado: una pelea con espadas, a un dragón inmenso echando fuego por sus fauces, un monstruo de cuatro cabezas o un simple animalito blandito y rosa. Esa vez no fue distinta. Sus pupilas se dilataron de emoción ante tantas posibilidades, pero lo único que ocurrió al girar fue que un coche pasó sobre un charco salpicándole.

- ¡EH! – Suspiró mirándose los tejanos ahora mojados. – Estupendo.

“Ojalá las cosas fueran distintas.”

 

La casa de su prima, con la que vivía, era grande, de dos plantas y con un pequeño jardín trasero.

- ¿Hola...? – Preguntó al entrar. Pero nadie respondió, por lo que supuso que no estaría.

Se comió unos pasteles mientras veía la televisión, y luego fue a lavar los platos y fregar la cocina. Su cuarto estaba hecho una pocilga, así que lo limpió un poco también. Más o menos. Seguía lleno de montones y montones de cómics y ropa por lavar.

Ya se hacía tarde, así que bajó a ver qué podía preparar para cenar.

- Vaya. – Tenía todo lo que precisaba para un guiso, excepto agua. – Claro que... – Abrió el grifo con una sonrisa, pero luego lo cerró. A su prima no le gustaba cocinar con el agua corriente.

Se puso la sudadera roja de nuevo y los zapatos de calle. Tomó algo de dinero y las llaves, y salió de casa dirección al súper mercado.

Ya era de noche al volver, y de nuevo estaba en esa esquina. Ahora era aún más emocionante. Solo un paso más y... ¡PAM!

“...Que decepción.” Ni siquiera pasaban coches.

Pero entonces escuchó un ruido extraño allí sobre su cabeza; como si alguien lanzase un boomerang enorme. Miró al cielo estrellado esperando ver un helicóptero o algo así, pero se encontró con una imagen que jamás olvidaría:

El cielo estaba cubierto de extraños agujeros violáceos; como tornados suspendidos entre las estrellas. Se empezaron a escuchar gritos por toda la calle.

- ¿¡QUÉ DIABLOS ES ESO!? – Se giró asustado hacia la casa de al lado; su vecino sacaba la cabeza por la ventana. Se miraron asustados y luego le gritó - ¡TAEMIN, CUIDADO!

Al voltearse de nuevo vio una figura monstruosa, de unos tres metros de altura, vistiendo una especie de túnica parecida a la de los monjes. Bajo la capucha que le cubría la supuesta cabeza, vio unos afilados dientes enmarcados por una macabra sonrisa que le provocó un escalofrío.

- ¡CORRE TAEMIN! – “¿¡QUÉ CORRA!? ¿¡A DONDE!?”

Pero lo que tenía claro era que no pensaba quedarse allí como un pasmarote, así que soltó la bolsa de la compra y empezó a correr hacía el río, alejándose de su casa. Empezó a llover y se le mojaba la ropa, pero le era absolutamente igual, por supuesto; él solo pensaba en alejarse lo más posible de aquella criatura. Al girar por tercera vez se atrevió a mirar a sus espaldas, y casi le dio un infarto al ver que aquello le pisaba los talones. Al volver la vista al frente para seguir huyendo, se chocó de pleno con un chico que estaba allí parado.

- Aparta.

- ¿¡Eh!? ¿¡QUÉ DIABLOS HACES!? ¡CORRE! – Le agarró de la muñeca pero el chico se deshizo de él con una facilidad insultante, mirando fijamente a la criatura, que entonces se paró frente a ellos dos, sonriendo y empezando a emitir extraños sonidos que parecían resonar por todas partes.

- ¿¡QUÉ HACÉIS AQUÍ!?  - La criatura alzó los brazos a lado y lado, haciéndose más grande. TaeMin estaba aterrorizado.

Entonces el chico alzó sus manos mostrándolas a la criatura, y estas empezaron a irradiar una luz roja que cegaba a TaeMin. Murmuró y luego gritó algo con fuerza, haciendo que la luz ahora volase directa hacia el pecho de la criatura, que empezó a sacudirse violentamente. TaeMin estaba alucinando.

- ¿¡Qué estás haciéndole!?

- ¿¡A TI QUE TE PARECE!? – Se giró de nuevo concentrándose, y la luz se hizo más intensa de nuevo. “¿Lo está matando?”

TaeMin pensaba que la criatura volaría en mil pedazos, pero entonces esta también empezó a irradiar luz. La misma luz que la de los extraños agujeros del cielo; de un color violeta oscuro, todo alrededor de su cuerpo, y parecía que le hacía de escudo a la magia del otro chico.

- ¡APARTATE!

- ¿¡QUÉ!?

- ¡QUE...QUE TE APARTES...! – El chico moreno estaba luchando por permanecer en el mismo sitio, pero sus pies se deslizaban lentamente hacia la criatura; ¡Ahora lo estaba atrayendo hacía él! Parecía que su cuerpo iba a ceder en cualquier momento, así que TaeMin se lanzó a su cuerpo, agarrándole por la cintura.

Y en ese preciso instante, vio como todo a su alrededor se volvía como miles de luces pasando. Estaba siendo absorbido por una fuerza sobrehumana; no, él no; el otro chico. ¡Pero caería con él!

- ¡SUELTAME AHORA O...!

- ¿¡O QUÉ!?

Pero ya fue demasiado tarde; la criatura les absorbió a los dos. Fue como caer por un túnel estrecho dando mil vueltas de campana, con montones de luces de colores pasando alrededor, cruzándose entre sí, colisionando y luego siguiendo su camino hacia el más allá.

- ¡EH! – Sus brazos cedieron soltando el cuerpo del otro chico, que vio alejarse a destruir al monstruo mientras seguían cayendo.

TaeMin trató de “nadar” hacía él, pero nada servía. “¿¡QUE ES ESTO!? ¿¡VOY A MORIR EN MEDIO DE NINGUNA PARTE!?”

Y en un segundo todo se volvió negro, y luego rojo, y luego lila, y luego azul, hasta volverse blanco.

Abrió los ojos y vio un cielo azul con algunas nubes paseándose.

“Ah... ¿Qué demonios ha ocurrido? ¿Estoy en casa?” Pero estaba en medio de la calle. Aunque no era ninguna calle que él conociese.

Un hombre gordo paseaba por allí y se lo quedó viendo. Tenía nariz de cerdo.

- ¡BUAH! – Se levantó de un salto mirando a aquel extraño ser que seguía intrigado. A él se acercó otro más ¡Con orejas de lobo!

- ¿Es un humano?

- Huele a humano...

- ¿¡QUE!? – “¿ES QUE ACASO ELLOS NO SON HUMANOS? ¡Por supuesto que no, TaeMin! ¿¡No ves que tienen partes de animales!?”

- TÚ – Se giró y vio al chico moreno acercarse a él tras levantarse de un salto. Le agarró del cuello de la sudadera y lo acercó.

- ¡Dime dónde estoy!

- Aquí no podemos hablar.  

Corrió con él hasta un callejón alejado. El suelo ahora era pavimentado con piedrecitas pequeñas. Nada que ver con el pavimento de su ciudad. ¿Dónde diablos estaba?

 Por fin llegaron a la que supuso era la casa de aquel chico tan guapo.

- ¿¡Vas a decirme ahora dónde me has llevado o no!? – Se giró todo furioso

- ¿¡CÓMO QUE TE HE LLEVADO!? ¡VINISTE TÚ POR TU CUENTA!

- ¿¡PERO QUE DICES!?

- ¡SI TE HUBIESES SOLTADO TAL COMO TE DIJE NADA DE ESTO HUBIESE OCURRIDO! ¡Ahora tendremos serios problemas...! – Se pasó la mano por la cara y lo miro furioso otra vez. TaeMin se sonrojó

- Está bien... ¡LO SIENTO! Pero dime ¿Dónde estoy? ¿En qué...ciudad? ¿País? ¿Continente...? ...¿Mundo? – Preguntó finalmente, algo irritado.

- ¿Mundo? Estás en la Tierra, pero no la que tú conoces.

- Si anda. – El chico pareció sorprendido con su respuesta. – Quiero decir que... ¡Eso es imposible!

- ¡SI ES IMPOSIBLE ENTONCES VETE A TU CASA ANDANDO!

- ¡JODER, QUÉ CARÁCTER! ¡BIEN, LO HARÉ!

- ¡ESTUPENDO!

Se levantó furioso y sacó la cabeza por la puerta. Al ver el panorama la volvió a meter.

- ...Está bien; Sí es posible. – El otro chico se había quitado la chaqueta y los tejanos. Ahora se ponía una túnica azul como la que llevaba el hombre de las orejas de lobo. - ¿Dónde estoy?

- Estás en la Tierra. – Dijo tranquilo atándose el cinturón a la cintura – En la dimensión Rem.

- ¿D-Dimensión Rem...?

Notas finales:

WOOO!! Me estreno en el género de la fantasia > < !!! Espero que les guste. ¡Por favor! comenten!!! :DDD 


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