Su cuerpo yacía en aquel suave sofá, tenía la computadora apoyada en su estómago y salía música desde ese mismo objeto tecnológico.
Estaba solo, no tenía nada importante que hacer y tampoco algo que necesitara de él, la ropa se podía lavar sola, aún no era hora como para hacer la cena y no tenía mascotas que cuidar; así que se había instalado con su computadora.
Llevaba unas semanas buscando lo mismo por internet, sentía la necesidad de buscarlo y lo deseaba también, entonces no le molestaba gastar toda la tarde en ello.
Le había contado a su novio sobre su deseo y ,al parecer, a él también le agradaba, aunque no estuviese muy seguro de su resultado, pensaba que acompañar a su pareja en aquella decisión era fundamental.
Mientras seguía en lo suyo, con la música a todo sonar y unas fresas con crema a su lado, pasó el umbral de la puerta su novio, un chico un tanto mayor que él, con los cabellos claros y una cara de seriedad que llegaba a dar miedo.
-He llegado- Su voz ronca se mezcló con la voz que provenía de la música. El menor dejó su computadora a un lado y se levantó para recibirlo con un fuerte abrazo y un tierno y poco apasionado beso.
-Te extrañé Junnie.- le dio otro beso, pero esta vez en la mejilla y se fue al sofá nuevamente, para seguir en lo suyo. El otro se sentó a su lado y apoyó su brazo en la parte del respaldo del sofá.
-¿Has encontrado algo nuevo?.- El menor asintió ante la pregunta y dio una sonrisa que hacía notar mucha felicidad.
-Sí, aunque este queda un poco lejos comparado con los otros.- Hizo un puchero a lo que el otro reaccionó dando una risa sincera aunque poco notoria.
-No importa Woonie, aunque esté al otro lado del mundo, iré, con tal de verte feliz- Junhyung acarició las mejillas de su novio y le dio un beso en la frente, para luego pararse y comenzar a sacarse ese incómodo traje. -Me iré a poner algo más cómodo, no tardo.-
-Está bien, por mientras iré a hacer la cena.- Se levantó del sofá y fue camino a la cocina. En los últimos días había aprendido a cocinar varias cosas, y al parecer quedaban deliciosas, o eso o Junhyung mentía.
Mientras sacaba los ingredientes, llegó Junhyung, quien lo abrazó por la espalda y apoyó la barbilla en su hombro.
-¿Crees que esta vez resulte?.- A la pregunta de Dongwoon, el lugar se tornó un poco incómodo.
-Eso lo veremos mañana Woonie- Junhyung tiró un suspiro y esbozó una sonrisa que hacía calmar a su novio.
Luego de que Dongwoon terminará de cocinar, llamó a Junhyung -quien estaba mandando unos informes- y cenaron tranquilamente, aunque se sabía que la preocupación estaba en el ambiente, trataban de acloparla entre risas y comentarios totalmente triviales.
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*
A la mañana siguiente, Dongwoon se levantó más temprano de lo normal, como el lugar al donde iban estaba a más de 2 horas, trató de hacer todo lo necesario temprano para que después preocuparse al 100% de su cometido.
Por otro lado, Junhyung tenía que trabajar, así que se fue a su trabajo un rato antes de que Dongwoon despertara, con tal de terminar su trabajo antes y así acompañar a su novio.
Llegó el mediodía, el mayor se colocó una ropa más cómoda (Aunque no menos formal) y tomó las llaves del auto. Acompañado de Dongwoon -con un montón de papeles-, partieron camino hacia el tan ansiado lugar.
En el camino, Dongwoon no paraba de hablar, así demostraba su nerviosismo, y como eso lo sabía Junhyung, sólo le respondía con monosílabos, para no interrumpirlo mucho. Acompañados de buena música que salía de la radio, les pareció bastante corto el trayecto.
Cuando llegaron, el menor paró de hablar drásticamente, sus labios se tornaron pálidos y de sus ojos empezaron a brotar pequeñas lágrimas, Junhyung se le acercó (más de lo que ya estaba) y le dio un abrazo bastante fuerte y susurraba varias veces en su oído:"Todo estará bien".
Luego de que Dongwoon se calmara, bajaron del auto y entraron en aquel esablecimiento.
Preguntaron en recepción por la Directora del lugar ,querían una entrevista con ella, más bien, la necesitaban.
La mujer los miró un poco triste pidiéndole disculpas diciéndole que ella no estaba. Sabían que si estaba, sólo que no los querían atender por ser ambos hombres.
Durante por lo menos media hora, Dongwoon insistió lo bastante como para llamar la atención de la gente que vagaba por allí. La recepcionista se dio por vencida y resignada, agarró el teléfono y llamó a la Directora.
-Está bien, pueden entrar, aunque no creo que acepte, les deseo toda la suerte del mundo.- La recepcionista dijo con un tono sincero aquella oración. Los dos chicos aceptaron con alegría y le agradecieron.
Junhyung tocó unas tres veces la puerta, se sintió un agudo 'Adelante' y pasaron algo tímidos. La mujer, ya bastante mayor, los miró de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, su cara demostraba cierto tono sarcástico y algo de tristeza; los hizo pasar a sentarse y los chicos aceptaron algo nerviosos.
-¿En qué les puedo ayudar?.- La mujer miraba con mucha atención la pantalla de su computadora.
-Bu-bueno, nosotros queríamos adoptar a un niño.- A Dongwoon le costó pronunciar las primeras palabras, pero después agarró cierta confianza. Por debajo, Junhyung apretaba su mano de una manera fuerte, tratando de transmitirle cierta energía.
-No son la primera pareja gay que viene a esto y aunque ya han insistido bastante los otros, para nosotros, como institución, se nos ve difícil el problema. Aunque a nosotros nos gustaría que ustedes adoptaran, las leyes de Corea nos prohíbe hacerlo.- La directora cambió su temple de ánimo a uno más triste, aunque los dos hombres no cambiaron su ánimo, seguían con el mismo, el de preocupados pero entusiastas.
-Pero ¿No hay ni siquiera una posibilidad?.- Esta vez habló Junhyung. Él era un poco más calculador que su novio, tenía el don de convencer de manera fácil y no dudaría en usarlo en ese momento.
-La única posibilidad de adoptar, es siendo extranjero, por lo que veo en sus papeles.- La Directora tomó los pequeños informes.- Ambos son coreanos. Lo siento, pero no hay ni un pequeño porcentaje de que logren adoptar a un niño.-
-Pero, nosotros hemos aprendido bastante. Estoy terminando mis estudios y Junhyung trabaja...- Aunque el tono de Dongwoon era desesperado, se le llegaba a notar que era más bien de tristeza, Junhyung lo agarró del brazo e hizo que se sentara.
-Lo siento, pero no puedo hacer nada. Hay muchos niños que quieren padres, pero hasta que la ley no se cambie, nosotros no podemos darle un niño a cuidado.- La señora se veía calmada, quería gritarle a Dongwoon para que entendiera, pero sentía que ellos estaban tristes y que cualquiera podría estarlo si estuviesen en esa situación.
Los menores trataron de convencerla de cualquier manera, pero ni el don de Junhyung logró cambiar la realidad.
En el camino de vuelta, Dongwoon no logró evitar que salieran las lágrimas. Estaba cansado, llevaban meses tratando de adoptar, pero por ser una pareja de hombres, se le hacía imposible; quería tener una familia, aprendió a cocinar, a hacer la limpieza y sabía con cada detalle el cuidado de un niño. Su novio encontró un trabajo estable, donde se pagaba bien y también había aprendido sobre los cuidados.
Pararon en un pequeño restaurant, él menor no quería bajar del auto así que Junhyung lo volvió a abrazar protectoramente y allí lloraron ambos, pero siempre el mayor tratando de ser más fuerte, para que Dongwoon se sintiera protegido.
Comieron en aquel lugar, más bien fueron a jugar con la comida, ni uno de los dos tenía hambre; Junhyung sólo bebió una Coca-cola, pero Dongwoon ni eso llegó a digerir, pagaron y se fueron rumbo a su casa.
El mayor trató de alegrar a su novio, encendiendo la radio y haciendo varias payasadas, él también estaba triste, pero sabía que si se veía débil, haría que Dongwoon se sintiera aún más mal de lo que ya estaba.
-Vamos Woonie, algún día se podrá adoptar y allí tendremos muchos hijos.- Dongwoon, quien tenía su vista pegada a la ventana, dio la vuelta para ver a su pareja, sonrió con un temple nosálgico y asintió.
-Espero que sea luego.- Junhyung, mientras manejaba, acarició la mejilla del menor por un buen rato, mientras que con la otra, mantenía en buena dirección el auto.
Después de una hora, llegaron a casa, Dongwoon se fue directo a su habitación y Junhyung se quedó un rato en la sala, sabía que el alto quería estar solo y él también quería estarlo.
Ya era la octava vez que pasaba lo mismo, Dongwoon emocionado encontraba un Hogar de menores, le avisaba a Junhyung y al otro día partían con el objetivo de adoptar a un niño, pero al final siempre era el mismo problema 'La ley no deja que las parejas homosexuales adopten' .
Junhyung dio un suspiro y trató de evitar las lágrimas, se levantó del sofá y fue camino a la habitación en donde se encontraba Dongwoon. Cuando entró vio como su novio estaba acostado en la cama, abrazado a una almohada y llorando como si no hubiese un mañana.
-Woonie.- El mayor se acostó a su lado, con tal de quedar cara a cara, lo abrazó por la cintura y le dio un suave beso. -No llores, por favor.-
-Estoy cansado Jun, ya no quiero más.- El menor apoyó su cabeza en el pecho de su novio. -¿Cuándo podremos ser una familia?.-
-Woonie, ya somos una familia, sólo falta complementar.- Juntó su frente con la de su pareja y ambos sonrieron, aunque estaban dolidos, tenían que demostrar felicidad.
-Está bien. Jun, te amo.- Dongwoon paró con sus sollozos y le dio un beso corto a su novio y luego lo abrazó fuertemente, mientras el otro le susurraba un lindo 'Te amo' en el oído.
Luego de varios días, Dongwoon se había rendido ante la busqueda de un nuevo hogar de menores. Sí la buscaba, le entraría la nostalgia nuevamente, así que prefirió dejar aquel objetivo para más adelante, porque él estaba seguro de que en algún momento las leyes cambiarían para bien y podría 'complementar' ,como decía Junhyung, la familia.
Por otro lado, Junhyung revisaba todos los días, las páginas de leyes buscando algún mísero cambio, esta vez... él era el desesperado.
Puede que no obtengas tan rápido todo lo que quieres, pero recuerda que siempre se recompensará con algo. Nunca pierdas las esperanzas, después de todo, algún día todo será perfecto sea como sea.
Tal vez, no todo terminó como se esperaba, pero recuerda, se feliz, si diste todo tu esfuerzo, deberías estar orgulloso de tus capacidades... ¡Nunca te rindas!.
~ F I N~