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[HunHan] La tesis. por Ire-Rei

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Uf…casi llego tarde. Venía pedaleando como si me fuera la vida en ello para no retrasarme ni un segundo. Vengo sudando y todo… En fin, situémonos. Son las cuatro de la tarde en punto y estoy en el patio de la facultad de Bellas Artes para empezar con mi nuevo “trabajo”.

 

-Eres puntual. – Me dijo una voz que se acercaba por mi lado. – Vamos, la biblioteca está por aquí.

 

-Hola, ¿eh? – Contesté un poco enfadado a Luhan. Ni siquiera me saluda…

 

Le seguí y entramos en un gran edificio, bastante bonito. Dentro sólo se escuchaba el sonido de las hojas que pasaba la gente que leía o estudiaba, alguna tos que otra, y los silenciosos pasos de los que paseaban buscando libros. Luhan se dirigió a una mesa vacía cerca de una ventana y se sentó.

 

-Ponte a mi lado. – Me susurró. Saqué mi ordenador, lo enchufé y sin mediar palabra Luhan me dejó un pendrive encima de la mesa. Lo metí y abrí el documento que tenía dentro: “La técnica parietal romana. Análisis del proceso técnico mural romano en el área vesubiana”. No entendía ni una puta palabra. Me quedé leyendo el título varias veces, por si a la quinta o sexta llegaba a entender algo, hasta que noté un gran peso caer a un lado de la mesa. Era un libro bastante gordo. Luhan lo abrió y me señaló un capítulo. – De momento léete este capítulo, haces un resumen y lo pasas al ordenador. Lo subrayado es lo importante, que no se te olvide. Que sea resumen pero extenso, que el capítulo es largo.

 

Dicho esto cogió sus apuntes, sus rotuladores, y empezó a estudiar a mi lado. Me quedé un poco embobado pero enseguida reaccioné y cogí el libro con cuidado. Empecé a leer… No me enteraba de nada. Iba a cagarla. ¿Por qué me mandaba a hacer algo tan difícil? Si lo hago mal será peor para él… Y no quiero que le salga mal por mi culpa. Pero, ¿por qué me preocupa tanto su trabajo? Él se lo ha buscado, yo lo haré lo mejor que pueda pero no prometo nada. Si me sale una mierda será culpa suya.

 

Cuando llevaba unos minutos leyendo parecía que poco a poco iba entendiendo algo más, y volvía al principio para releer y entenderlo mejor. En un momento me desconcentré un poco y miré a mi izquierda. Luhan estudiaba muy concentrado. Su boca fruncida contra el boli, sus cejas un poco arrugadas. Me sentía tan mal de que me odiara…porque me odiaba, seguro. Seguí mirándole disimuladamente y algo se movió dentro de mí. Me atraía tanto. Desde el primer momento en que le vi… No sé si ahora, de repente, me gustan los hombres. Sólo sé que Luhan tiene un algo.

 

-¿Qué miras? – Me dijo, despertándome de mis sueños.

 

-Ah, n-nada…

 

-En media hora tiene que estar escrito.

 

-Sí…perdona. – Volví a mi libro pero la curiosidad me pudo. – Luhan… - El chico me miró un poco sorprendido de escuchar su nombre. Creo que nunca le había llamado por él. - ¿Es verdad que fuiste a buscarme a la Universidad de Konyang?

 

-No es de tu incumbencia. – Contestó cortante, volviendo a sus apuntes.

 

-Oye… ¿Por qué lo hiciste?

 

-¡Qué más da! – Exclamó un poco más fuerte de lo normal y algunas personas de otras mesas se volvieron hacia nosotros. – Sólo…sólo quería verte otra vez.

 

Mi corazón empezó a latir desbocado. Luhan me había buscado después de nuestro encuentro…Eso quería decir algo. ¿Le gustaba?

 

-Me gustaste. – Reconoció, como si me hubiera leído la mente. – Hasta que el lunes descubrí quién eras de verdad y que me habías mentido. Ahora no siento nada. – Luhan me miró con dureza y supe que sus palabras eran ciertas. No estaba mintiendo.

 

Cabizbajo seguí leyendo y preferí no preguntar más. Sus palabras me hacían daño, se notaba que sentía su orgullo herido y yo sólo pensé que quería olvidarlo todo. Sólo esperaba que aquella tesis no fuera muy larga y que en una semana estuviera todo listo, para olvidar esta mierda de momento en mi vida. Y olvidarle a él.

 

 

 

Pasaron los días y el trabajo se había convertido en mi única ocupación. Mis notas habían dado un bajón, incluso el tutor me llamó la atención y me preguntó si me pasaba algo. Pero no podía decirle que la razón era que ahora dedicaba mis tardes enteramente a hacerle la tesis a un estudiante universitario porque había roto su ordenador y, lo que es peor, su corazón.

 

Ya habían pasado dos semanas y estaba en la biblioteca, como todos los días pasados. Bueno, al menos los fines de semana los había tenido libre…sólo los viernes por la tarde trabajaba. Chanyeol, Baekhyun y Kai me preguntaban qué es lo que hacía últimamente, pero yo respondía que estaba centrándome en estudiar. Lo malo es que el día que el tutor me llamó Kai estaba delante y se enteró de todo. Me miró con desconfianza y me preguntó que a qué venía eso, con todo lo que estaba estudiando ahora… No podía mentirle más. Tenía que contárselo algún día.

 

Suspiré aburrido. Ese día me dolía un poco la cabeza. Seguí mirando el artículo de aquel viejo periódico y seguí copiando datos a ordenador. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Ese día llovía mucho y hacía frío. Bueno, más bien estaba diluviando. Había llegado empapado a la biblioteca, a pesar de traer el paraguas, pero con el viento la lluvia venía de lado y me había puesto chorreando. Dentro de la biblioteca se estaba calentito pero tenía la ropa un poco mojada y me molestaba…lo que faltaba es que ahora me resfriara. Otro escalofrío.

 

Luhan me miró, pero me hice el tonto y seguí tecleando.

 

-¿Tienes frío?

 

-No. Estoy bien. – Respondí sin apartar la mirada del ordenador.

 

Luhan simplemente asintió y siguió a lo suyo. Todos los días era así… Sólo me hablaba para mandarme tarea o para preguntarme alguna tontería sin sentido. No hablábamos de otras cosas. Yo qué sé…qué menos que una charlita para descansar. Lo cierto es que cada vez que le miraba me daba cuenta de lo mucho que me gustaba. Era un sentimiento extraño. Me gustaba mucho y por eso me sentía tan mal de que nos lleváramos así…pero por otra parte siempre era tan borde y seco conmigo que me enfadaba. Pero sí, la conclusión es que Luhan me gusta. Lo reconozco. Quizás todo termine cuando acabe la maldita tesis, pero de momento me gusta observarle, ver esa dulce carita que tiene y que no pega para nada con su edad. Su suave pelo, o al menos es la sensación que da. Ojalá pudiera acariciárselo algún día para comprobarlo. Me gustaba mucho cómo fruncía los labios siempre que estudiaba concentrado.

 

No, no le estaba mirando en ese momento. Pero me imaginaba su imagen, le había observado tanto durante estos días que me sabía su anatomía de memoria, cada perfección y cada imperfección. Meneé la cabeza bruscamente para olvidar esos pensamientos. Luhan no era para mí, lo que pasó en la fiesta fue un desliz y ahora él no quería verme ni en pintura si no fuera porque le estaba ahorrando trabajo.

 

En menos de lo que esperaba se hizo de noche. Ya eran las ocho y la biblioteca iba a cerrar de un momento a otro. Luhan empezó a recoger sus cosas y me quedé mirándole, esperando a que me indicara si nos íbamos o qué mierda pensaba hacer. Con lo callado que era siempre me ponía de los nervios y me daban ganas de darle una colleja o algo. Pero era tan delicado…

 

-Ve terminando que nos vamos.

 

-Puedes irte tú, sé lo que tengo que hacer. Ya volveré yo cuando termine. – Contesté volviendo a teclear.

 

-No me jodas, Sehun. No seas crío. Bueno, eso ya lo eres. – Dijo divertido. Ahora tenía ganas de meterse conmigo…Esto era nuevo. – Ya en serio. Está cayendo una buena y…bueno, que si quieres puedo acercarte a tu casa en mi coche.

 

Mis dedos dejaron de moverse al momento y tardé un rato en asimilar sus palabras. ¿Que me acercaba en coche? ¿Qué? ¿Estaba enfermo o algo?

 

-No te preocupes.

 

-Oye. – Su mano me agarró de la barbilla y me obligó a mirarle. Estaba muy serio. – Vamos, deja eso para mañana. Te llevo.

 

Recogí mis cosas lentamente y salimos de allí. La verdad es que me había ilusionado que se ofreciera a acercarme a casa. Sonreía para mis adentros y le seguía como un perrito faldero, cobijándome bajo mi paraguas y él bajo el suyo hasta que llegamos a su coche. Pequeño pero bonito.

 

Ni siquiera me indicó que me subiera, pero cuando vi las luces parpadear supuse que el coche ya estaba abierto y me subí al asiento del copiloto.

 

-¿Dónde vives? – Me preguntó mientras arrancaba y metía la primera marcha. Puede parecer una tontería, pero al verle conducir me pareció más adulto que nunca. No sé, tenía un aura diferente. Le expliqué la dirección, contestó con un “aham”, y siguió el resto del camino en silencio.

 

Minutos después entrábamos en mi barrio. Seguía lloviendo a mares, pero dentro del coche se estaba calentito y seco. Y además iba con Luhan. Una sonrisa tonta se dibujó en mi cara. Todavía me pregunto cómo coño he terminado cayendo en las redes de este tío. Nunca me había pasado algo así.

 

-¿Es aquí? – Me preguntó aminorando la marcha.

 

-Eh…sí. – No podía ver muy bien a través del cristal por culpa de la lluvia. – Al doblar esa esquina.

 

Luhan me hizo caso y paró el coche. Se quedó mirando al frente. Creo que estaba esperando a que dijera adiós y saliera de allí pitando.

 

-Bueno…Gr-gracias por traerme. – Dije nervioso.

 

-Sehun… - Luhan apagó el coche del todo y se volvió hacia mí. No puedo decir exactamente lo que vi en su mirada, pero creo que era deseo. Así, de repente. Empezó a acercarse y me asusté. Él se dio cuenta y cerró los pestillos de la puerta, acercándose aún más hasta que se sentó sobre mí.

 

-Lu-Luhan… ¿Qué haces? – Empezó a moverse sobre mí y podía sentir su cuerpo rozándose con el mío. Dios…

 

-Sehun, cállate y disfruta… - Su boca se dirigió a mi cuello y empezó a lamer de forma salvaje. Quería pararle pero por otra parte quería que siguiera y no dejara de besarme.

 

La succión de sus húmedos labios me estaba volviendo loco y me hacía evocar los recuerdos de aquella noche tan especial de hacía unas semanas. Sus manos me revolvían el pelo y yo…yo no sabía qué hacer. Me dejaba hacer y mis manos caían a ambos lados, hasta que me las agarró y las dirigió a su espalda.

 

-Acaríciame… - Me ordenó. Con esa voz tan sensual y cargada de placer. Resoplé muerto de calor y le abracé con todas mis fuerzas.

 

Él gimió y empezó a moverse aún más rápido, excitándome sobremanera cada vez que notaba el roce contra mi pantalón. Sus labios volvieron a los míos y me besó con furia, sin parar de gemir y de mover sus caderas hacia delante y hacia atrás, y mis manos más traviesas de la cuenta bajaban hasta su espalda baja. Me estaba poniendo fatal. Demasiado caliente.

 

-Esto es otro precio que tienes que pagar por haberme mentido. La segunda parte de tu trabajo… Tócame. – Me dijo con su seria mirada, cogiendo mi mano, guiándola hasta su culo y siguió besándome. No, Luhan…No me hagas esto. En ese momento me di cuenta de que se estaba aprovechando de mí y yo, como un tonto, le había seguido el juego porque me gustaba. Cuando en realidad para él yo era una puta mierda.

 

-Luhan…Para. – Le supliqué posando mis manos en su pecho e intentando separarle, pero su fuerza era tremenda y no dejaba de besarme. – Luhan, por favor. – Le rogué aún más volteando mi cara hacia un lado. Sus labios persiguieron los míos y los apretó fuerte. Una lágrima se escapó de mis ojos y de repente se quedó inmóvil.

 

-¿Qué haces? ¿Lloras? – Me quedé en silencio y me derrumbé. Empecé a sollozar sin saber por qué. En realidad sí lo sabía…Quería besar a Luhan, quería sentirle. Pero quería que fuera de verdad, no para que él satisficiese sus necesidades y nada más, como si yo fuera un pañuelo de usar y tirar. - ¿Por qué lloras? Sé que te gusto… - Dijo acercándose a mí de nuevo.

 

-¡Luhan! – Le grité y paró repentinamente, con sus grandes ojos en alerta. – No…No quiero. No me gustas ni me gustarás nunca. Eres…eres odioso.

 

No sé por qué dije esas palabras, pero Luhan se quitó de encima lentamente y, pasmado, volvió al asiento del conductor. Tenía la mirada perdida al frente. Cogí mi mochila apresuradamente y abrí el pestillo del coche, saliendo de allí corriendo y sin decir adiós. Entré a casa y subí hasta mi habitación, desde donde podía observar el coche de Luhan. Seguía allí parado y tardó varios minutos en reaccionar. Al final se fue, y yo me quedé pegado a la ventana observando el coche alejarse y hundido. ¿Por qué tenía que gustarme una persona tan cruel?

Notas finales:

Capítulo 3 listo :D:D espero que os haya gustado! Quiero dar las gracias como siempre a todos los que leen y a los que me dejan reviews *-* muuuuchas gracias!!! MUAK!!!


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