Juguemos al amor, ciegos que crean colores, obscuridad sin fin. Apuestas elevadas, ah; mi amor, ahí mi fortuna. Cierra los ojos, finjamos, yo confío en ti, tú en mí. ¿Huirás?
Arzén
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>>Cada vez, sentía que sangre brotaba de mis heridas, más y más, al ritmo de las estocadas de light dentro de mí, dolía demasiado. No solía llorar, pero lágrimas, grandes gotas de agua salada bajaban por mis mejillas. Se movía salvajemente. Salió de mí, y cuando pensé que todo había terminado, me volteó y tomo del cabello, jalándolo como si quisiera arrancarlo todo incluyendo cuero cabelludo. Me sentí indefenso, y por primera vez en mi vida, en toda mi miserable vida, tuve miedo. Quería huir, salir corriendo del lugar en el que alguna vez tuve paz, para finalmente abrazarme, a mí mismo, mi cuerpo entero, en algún lugar reconfortante, claro, antes debía encontrar uno antes…
Una noche el silencio
cubría la ciudad,
la blanca y fría ciudad,
extendiste tus bellas manos,
por un breve momento las pude tocar
y entendí en el silencio
>>Sentí que me partía en dos, nunca había hecho eso, nunca me acostumbraría a hacerlo…y mucho menos lo haría de nuevo… Otro impacto de la navaja en mí, entre las costillas. Asestó directo en mi pulmón izquierdo y lo perforó, era incapaz de respirar, gritaba, pero me quedaba sin aire. Empecé a toser y lo único que podía ver era sangre y fluidos sobre lo blanco que quedaba de las sábanas. Más y más puñaladas se abrían paso entre mi abdomen y mi zona torácica, mientras yo escupía más sangre.
Sin ningún sonido estas,
se acumula la bella luz y sonreíste
tú me preguntaste que…
clase de sonido se podían escuchar,
en este lugar
>>Resistí alrededor de veinte minutos así, Light seguía impactándome, lastimándome…tanto física como mentalmente. Tenía que ser fuerte y vivir…yo no quería morir. Respirar…tan sólo se trataba de respirar y mantener el corazón latiendo. ¿Cómo lo lograría? Sobrevivir…
>>Ahora había enterrado su navaja en mi esternón; entre mis hombros, en la conexión de las costillas. El castaño la dejó enterrada y llevó sus manos a mi cuello, tratando de ahorcarme. Inhalaba cada vez más fuerte. Vivir; seguir viviendo, lo lograría; lo sabía, sólo tenía que des-hacerme de él.
Me dijiste que no podías más
yo sé que no podías escuchar,
dime si hay dolor, ¡dime si no es triste!
Dime qué lugar has ido a ver,
no vayas a donde yo ya no pueda seguirte
>>Reuní todas mis fuerzas, todo mi poder en mi pierna izquierda y la levanté, dirigiéndole una patada con toda mi potencia. Asesté en su estómago y lo hice dejar de respirar y empezar a jadear. Aproveché esos minutos para correr y salir de ahí. Al salir de mi habitación encontré unas cuantas toallas con las que cubrí mi desnudez y continué corriendo. Las piernas me dolían, también habían sido afectadas por las puñaladas de Light, dolía correr; mucho, mientras la adrenalina provocaba que mi sangre corriera más rápido y por ende que emanara con más frecuencia y vehemencia.
No estaríamos siempre juntos,
en las densas capas de nieve,
no puedo hacer nada y te abrase solo por un segundo,
y tu cuerpo se esfumo,
si solo los deseos pudiesen hacerse realidad,
entonces yo…
>>Sentí mis energías flaquear, mi vista se nublaba cada vez más. Al parecer no lo lograría. Me cubrí con las toallas teñidas en sangre y toqué a la puerta de Watari, desesperadamente.
>>-¡Watari! ¡Abre, te lo ruego! ¡Ayúdame!- al parecer el anciano no podía escucharme. Escuché unos pasos rápidos dirigiéndose a la puerta, estaba demasiado cansado, quería dormir, pero si dormía, moriría. Recargué mi peso en la puerta y resbalé por el frente de ésta.
>>La puerta se abrió rápida y repentinamente, Watari me observó con sus ojos opacos llenos de preocupación y me tomó en brazos.
>>-¡Ryuzaki- sama! ¿Qué le ha pasado? ¿Quién hizo esto?- yo veía al viejo como un padre para mí. Me imagino el dolor de un padre al ver a uno de sus hijos en ese estado, doloroso al igual que estas heridas abiertas en mi cuerpo.
Una vez más quiero escuchar tu voz
llamándome....
Al mirarte fijamente vi en tus ojos…
el vacío y mi reflejo,
el mundo que se torna gris…
parece detenerse pero solo la nieve vuelve a caer,
y tú sigues con tu palidez
>>Mi cuerpo tenía fiebre, el cabello se me pegaba a la frente por el sudor y la sangre que había en mi cara, el anciano me tomó en brazos y me posó en su cama y llamó a emergencias. Como siempre, Kira logró escapar de la policía. Camino al hospital, mi corazón dejó de latir. Intentaron todo para resucitarme.
>>Tras veinticinco minutos de estar muerto, en su último intento con el desfibrilador, lograron traer mi corazón a latir nuevamente, sin embargo me dejaron así…como un maldito vegetal.
Kira me miró con duda, me había quedado callado durante mucho tiempo.
-¿En qué piensas, perro?- dijo soltándome abruptamente y haciendo que me golpeara contra el suelo.
-En nada que te incumba, escoria…- me miró altivo y asestó una patada en mi mejilla, me quedé mirando la dirección en la que mi cabeza quedó, junté toda la sangre en mi boca que se había liberado tras la patada.
“Ryuzaki” escuché una voz tenue, como un eco que resonó en mis oídos, o eso creí. El Kira frente a mí se agarró de la cabeza con ambas manos y así soltó alaridos de desesperación y de dolor. Vi una luz que me rodeó y sentí paz.
Esa tierna voz no volverá,
no lo puedo comprender escucha ya mi voz,
todo lo que siento es confuso,
mis lágrimas se secan y disuelven en un ser…
dentro de tu hermoso corazón,
si los deseos se hicieran realidad
te pido llévate ya mi voz
y entrégame lo que yo deseo ¡te suplico!
Vi a Light como en un sueño, todo estaba muy luminoso y se sentía todo muy calmo. Él tenía un ramo de flores en sus manos y las puso en un florero que estaba en una mesita a mi lado. Lo vi observándome, me vi a mí mismo y las partes de mi cuerpo que alguna vez estuvieron torneadas y en línea, ahora tenían la piel pegada a la carne. Él se acercó a mí y se sentó en una silla. Tomó mi mano posó un casto y pequeño beso en ella. Entrelazó sus dedos con los míos y el beso ahora fue en mis secos y partidos labios. A pesar de eso, su beso fue tan suave. En ese momento no sabía si enfadarme o ponerme triste, tal vez…sentirme feliz, pero en ese momento quise despertar.
-Lo siento…- sentí su aliento chocar contra mis labios y una sensación húmeda recorrió en un pequeño río por mi mejilla…Light lloraba. –merezco morir por todo lo que he hecho…Ryuzaki… yo soy Kira, maté a demasiadas personas y trabajé junto a ti tratando de engañarte…pronto te convertiste en mi mejor amigo…y después, acepté que me enamoré de ti…Ryuzaki…te amo…- dijo dolido.
¡Estoy solo en un mundo sin ti!
Y todos los recuerdos que tengo son de ti
sobre el ahora... nosotros dos...
te marchitas amor...
Otro haz de luz se cruzó frente a mí y una puerta dorada perfectamente pulida, la misma última puerta que vi antes vita inmortale, la sofferenza eterna decía ésta en su grabado. Una voz conocida e irritante llegó a mis oídos, estaba tras de mí aquel conejo blanco con traje de arlequín.
-¿de verdad quieres volver?- dijo con voz dolida.
Abrí mis ojos después de tanto… trataba de enfocar y lo primero que logré divisar fueron las orbes avellanas de Light, levanté con pesadez una de mis manos y acerqué su rostro al mío, hasta que mi mejilla rozó la suya.
En un susurró roncó dije cercano a su oreja para que pudiera escucharme.
-yo te amé…-entonces mi mano cayó de bruces a las blancas sábanas de la cama del hospital, el electrocardiograma dejó de pitar y en un chillido de muerte continuó.
En mi corazón siempre estabas presente
porque te amaba y no, lo pude confesar por miedo e inseguridad
estoy condenado a un mundo sin ti
incluso si grito tu voz no está aquí
Por lo que sé, había estado en coma por cuatro años desde las puñaladas… y ahora camino de la mano con un pequeño niño, de cabello azabache y ojos negros, justo como yo…camino a través de la nieve y puedo ver cómo sus mejillas se tiñen de rojo por el frío. Me preguntó si iré al cielo ¿iré al infierno? No lo sé…sinceramente ya no me importa… yo ya no creo en el cielo, ni en el infierno…sólo creo en el descanso eterno…y si acaso es que Dios existe…el me abandonó… y si Dios me ha abandonado…Yo también lo he de abandonar…
En la densa nieve encontrare modo de estar a tu lado siempre
subir hasta a el cielo para poder alcanzarte
toma todo ya de mí,
esta voz que ya nada dice es solo mía…
hazlo nieve…
FIN.